Una tienda online debe ser, ante todo, práctica. Coloca de forma correcta los enlaces y evita que tus clientes tengan que hacer demasiados clics para concretar una compra.

 

En los últimos años, el concepto de experiencia del usuario ha entrado a tallar cada vez más en el marketing digital. También llamado User Experience o UX, se trata del conjunto de factores y elementos relacionados con el proceso de interacción de un usuario respecto a un producto o servicio. A menudo, este concepto se aplica a la interacción con páginas web y aplicaciones.

Si tu web está dedicada a la venta, es decir, cuentas con un canal de ecommerce, lo mejor será que apliques los conceptos del UX para darle la mejor experiencia de compra a tus clientes, y así se conviertan en consumidores frecuentes de tu marca. Expertos de Shopify, plataforma de ecommerce para negocios, recomiendan cinco elementos que tienen una influencia directa en cómo será la experiencia del visitante.

Estética

Esto puede no ser lo más importante pero sí suma puntos frente a los ojos de los clientes. Existen tiendas online que han conseguido triunfar a nivel mundial sin necesidad de tener un mayor cuidado estético, como es el caso de Amazon, pero no debemos olvidar que la primera impresión es la que cuenta, así que la estética del e-commerce debe resultar lo suficientemente atractiva para que el usuario se quede.

Usabilidad

Nuestra web puede verse muy hermosa, pero resulta inútil si el visitante no logra encontrar lo que está buscando. Una tienda online debe ser, ante todo, práctica. Coloca de forma correcta los enlaces y evita que tus clientes tengan que hacer demasiados clics para concretar una compra.

Flujos de interacción

Crea una ruta concreta para que el usuario no se sienta perdido en la web. Este siempre debe saber cuál es el siguiente paso que tiene que dar. Por ejemplo, que desde la ficha del producto pueda meterlo directamente en el carrito y ver claramente las opciones de seguir comprando o pagar.

Contenido

Esto es lo que realmente va a determinar si el visitante se convierte o no en cliente. Ten en cuenta que al ser una compra online no tiene posibilidad de ver y analizar el producto, así que debemos aportar toda la información posible y fotos de calidad. Así puede tener una idea lo más real posible sobre cómo es el producto y qué beneficios le puede brindar.

Otra alternativa para darle una experiencia de calidad a tu futuro cliente es crear historias en Instagram donde se vea y cuentes cómo se hace el producto que ofreces. Por ejemplo. Si vendes ropa. Mostrarle en un video a quién le compras la tela, qué tipo de tela usaras, qué colores emplearás, cómo haces el proceso de diseño, cómo haces las costuras. Y mostrar el resultado final. Eso generará empatía y acercará tu producto a tu cliente. Además de generar confianza.

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En una empresa, los costos de salud disminuyen pues los trabajadores felices buscan hábitos que promueven el bienestar físico, mental y emocional.

 

Contar con trabajadores felices, motivados y comprometidos con la empresa y sus valores significa contar con un equipo más productivo. Acudir al trabajo pasa de ser una obligación a algo que deseamos hacer, una actividad en la que estamos contentos y nos agrada.

Para conseguirlo es importante aplicar la gestión de la felicidad. Muchas veces esta se tangibiliza mediante un Gerente de Felicidad o un Chief Happiness Officer. Se trata de la persona que tiene que dirigir al equipo y promover las condiciones que faciliten la creación de un buen ambiente laboral.

Bumeran y el Instituto de Desarrollo Económico de ESAN, brindan algunos beneficios de la gestión de la felicidad que pueden aplicar las empresas e incrementar la productividad de los colaboradores.

Incrementa el compromiso y productividad

Un trabajador feliz ha encontrado el sentido y la utilidad a su labor. Por ello, la realiza con optimismo y compromiso, siempre con gran disposición para resolver problemas. Además, conoce su potencial y sabe manejarlo para sacar adelante cualquier proyecto. Tiene menos probabilidades de equivocarse, pues piensa menos en los errores y eso le ayuda a no cometerlos.

Reduce los niveles de ausentismo y rotación

Los trabajadores felices no necesitan cambiar de trabajo. Si lo hacen, será por motivos mayores.  Estos se convierten en embajadores de su centro laboral, pues hablarán bien de su institución, ayudando a que otros y mejores talentos busquen trabajar allí también.

Disminuye costos de salud

El bienestar humano también es influenciado por el ámbito laboral. Los trabajadores felices buscan hábitos que promueven el bienestar físico, mental y emocional. Esto ayuda a prevenir desde las enfermedades más comunes como las indigestiones y resfriados, hasta los males de la era moderna como el estrés o la ansiedad, cuyo impacto es severamente perjudicial en la salud física y mental.

Minimiza tiempos improductivos

Los malos hábitos no suelen ser parte de los trabajadores que se sienten felices en la empresa. Vivir comparándose con los demás y envidiando aquello que no se tiene es algo que el bienestar laboral evita. La gestión de la felicidad impulsa a los trabajadores a enfocarse en sus metas y ser capaces de alegrarse con los logros de otros, permitiéndoles adaptarse a distintas personalidades y poder trabajar muy bien en equipo. Esto evita conflictos y chismes entre los equipos.

Reduce costos por robos

Los trabajadores de una empresa que se encarga de gestionar la felicidad respetará y cuidará su centro laboral como si se tratara de su propia casa. Además, estará alerta a comportamientos extraños o sospechosos.

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Ceviche, arroz con mariscos y chicharrones son los platos fuertes de este embajador de la cocina peruana que el año pasado conquistó Netflix

“La comida en el Perú es más fuerte que el fútbol. Estoy orgulloso de haber nacido acá y de haberme quedado acá a hacer patria”. La frase es de Tomás Matsufuji, o Toshi, como lo llaman sus amigos. Es un cocinero peruano de 39 años y dueño de uno de los huariques más prestigiosos del país: Al Toque Pez, una cevichería ubicada en la cuadra 8 de la avenida Angamos, en Surquillo, y que reivindica a la cocina de la calle, el sabor del barrio.

Toshi ha hecho de Al Toke Pez un lugar de culto. Aunque él no lo acepte y niegue cualquier adjetivo superlativo que se le otorgue. Su fama es tal que en julio del año pasado protagonizó -y aún sigue disponible- uno de los capítulos de Street Food Latinoamérica, una serie de Netflix donde se cuentan las historias de los mejores cocineros de la calle de toda Latinoamérica. Con su aparición en la plataforma de streaming, Toshi se convirtió en el nuevo embajador de nuestra gastronomía.

“Salir en Netflix no significa que yo le haya ganado a nadie. No soy el mejor cevichero, ni si quiera soy el mejor del barrio”, dice con una sonrisa pícara, contagiosa. De esas que suelta a cada momento como un sello propio.

“Sé que la aparición en Street Food me trajo popularidad, pero soy consciente que hay más por trabajar. Yo no estoy buscando algo en la vida. Solo quiero disfrutarla y es lo que estoy haciendo”, cuenta.

La historia de Toshi está llena de paradojas. Es ingeniero agrícola por la Universidad Agraria La Molina. Es doctor en Química supramolecular, graduado en Inglaterra. Pero es, ante todo, un tipo de retos: dejó su carrera de científico para convertirse en el nuevo promotor de nuestros ceviches, chicharrones y arroces con mariscos ante el mundo.

“Trato de sacar adelante a mi país, aunque sea en este huequito. Que cada turista que venga diga que lo mejor que ha probado en el mundo es la comida peruana. Esa es mi misión”, dice, quien hace uso de sus conocimientos en química para hallar los toques de sabor exactos en todos sus platos.

El local de Toshi se ubica en el 886 de a avenida Angamos, en Surquillo. Es un local pequeño que de momento atiende pedidos por delivery (los envía en una caja con bolsas selladas al vacío) o sus clientes pueden recoger su pedido en la puerta del restaurante.

Cuando Al Toke Pez abría sus puertas, en las afuera de la avenida Angamos, era visitado por periodistas especializados, críticos gastronómicos de todo el mundo y personas que llegan de todo lado para probar su sazón.

En las afuera de su local se formaban largas colas que hacía pensar en una expansión. Pero Toshi no lo ha pensado. Prefiere su local pequeño y “feo” como él lo califica: “porque es parte de su esencia”. Una mística que viene acompañada con el ruido de combis, bocinazos de taxis… la bulla de la caótica ciudad que rodea su espacio vital: Al Toke Pez.

“Mi comida representa lo que somos los peruanos. Es de bastante imaginación. Somos un país con bastante imaginación, con ganas de salir adelante”, dice.

Toshi y el retorno

Cuando Toshi tenía 29 años regresó de Inglaterra. Desistió de su carrera y prefirió lavar platos en La cocina de Darío, el restaurante de pescados y mariscos de su padre, Darío Matsufuji, el gran promotor de la comida nikkei en el Perú. Ahí fue adquiriendo los conocimientos gastronómicos que más tarde lo llevaron a ser considerado un estupendo cevichero.

“Mi padre era un virtuoso de la cocina. Era un cocinero de fuego fuerte. Lo que siempre me dijo fue “sino vas a hacer las cosas bien, entonces no hagas nada”. Yo creo que es la mejor lección que me dejó”.

Y es que Toshi es heredero de una tradición gastronómica. La familia de su padre fundó el mítico Matsuei de la avenida Canadá. Además, su papá creo los restaurantes el Tío Darío (en Limatambo) y La Cocina de Darío (en Petit Thouars).

“Toshi ha tenido una buena escuela que es la de su padre. Esto a él lo ha marcado, lo ha forjado”, cuenta Israel Laura, amigo de Tomás Matsufuji y agrega: “Yo no creo que él tenga como fin convertirse en un ícono de la cocina”.

Lo que dice Israel Laura es cierto. Toshi es alguien sin pretensiones. Quienes lo conocen lo tildan como un tipo tímido, sarcástico, dueño de un carisma natural y un emprendedor nato que decidió hacerse de su propio camino: antes de heredar el imperio gastronómico de su padre, prefirió hacer su propio huarique.

Platos fuertes

La carta de Toshi –que además es un guitarrista de rock frustrado- consta de cinco platos fuertes: cebiche, chicharrón, leche de tigre, chilcano y parihuela. Chicha morada para acompañar.

“A mí me gusta servir de frente al plato, tirar el arroz como caiga, me gusta la tosquedad. Si miras la calle, así es mi cocina: desordenada, pero dentro de todo ese caos todo tiene sentido”, cuenta este maestro de la cocina peruana.

Aunque detesta la fama, los visitantes a su local ahora le piden selfis. ¿Cómo es eso de sentirse reconocido?, le preguntamos. “Es bonito, ¿no? Yo no soy un ejemplo, pero sí soy una persona con la que otra persona se identifica. Por ese lado creo que ha sido el éxito total”.

Antes de terminar la entrevista le preguntamos Toshi, como vive esta pandemia y cómo adaptó su negocio a la nueva normalidad. La respuesta fue muy sencilla: “Yo no tengo ningún plan. Soy de las personas que, en momentos difíciles, ahorran energías y recursos. No hay que ponerse a hacer locuras ni arriesgar lo que uno no tiene, con un futuro incierto. Fundé hace nueve años en Al Toke Pez, trabajando, pensando en el día a día. Mi plan es sobrevivir, que no falte ningún ingrediente y aguantar, como la mayoría de restaurantes del país”.

 

Pedidos:

Dirección: Avenida Angamos 886, Surquillo.
Whatsapp: 946-272779

 

Fotoportada: Leyla López (imágenes: Revista Cosas e Instagram)

 

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Usted ha llamado a no regalar el voto, pero uno de los dos candidatos ya tiene el 40% de la intención a su favor y la otra candidata cuenta con respaldo público de ciertos personajes, como Mario Vargas Llosa. ¿Cuáles son las consecuencias que puede tener este apresuramiento?

 

Primero, lo que las encuestas miden no es la votación, es la preferencia que hay en ese momento. No se ha traducido en un acto de voto. Podemos llamarlo una protointención de voto, pero naturalmente lo preferible es poner en suspenso la decisión hasta no haber tenido de los dos contendientes declaraciones claras, rotundas, específicas, comprobables y verificables de respeto, y la decisión de respetar y defender la democracia. Y la democracia no como un concepto general, sino definida en forma muy pormenorizada en torno a algunos de los asuntos y elementos que la definen como tal.

Hay una frase que repiten algunos: “de Keiko Fujimori tenemos pruebas, pero de Castillo dudas”. Usted, sin embargo, ha escrito en una editorial que de Perú Libre conocemos lo suficiente. ¿Lo suficiente para avizorar qué tipo de gobierno?

Lo suficiente como para temer por un tipo de gobierno autoritario, vertical, que con el ropaje de izquierda y estatismo no rinda cuentas, tome como modelo a la tiranía de Maduro en Venezuela o la tiranía de Ortega en Nicaragua y que tenga como punto esencial la permanencia en el poder. Con un fortalecimiento del aparato del Estado que, antes de servir para el bien común, va a servir para el fortalecimiento del gobierno. Todo esto bajo la etiqueta del socialismo. Esto no viene de que yo tenga algunas propiedades parapsicológicas ni clarividentes, sino de, sencillamente, ver y constatar cuáles han sido y son las relaciones del ideólogo de Perú Libre, Vladimir Cerrón. Sobre todo con el gobierno de Maduro en Venezuela.

 

Habrá leído usted el ideario de puño y letra del señor Cerrón. La impresión es esa, que apuntan a un gobierno autoritario.

Lo que he leído y numerosas declaraciones de Cerrón, reportes de sus contactos, su decidido apoyo a Maduro, naturalmente me hacen pensar eso y creo que haría pensar lo mismo a cualquier persona con una capacidad esencial de razonamiento.

 

¿No ve a Castillo emancipándose de este personaje?

No puedo descartarlo, naturalmente. Si Castillo sale elegido presidente, el que va a tener el mandato para dirigir es él y no Cerrón. Cerrón va a ser el que tiene el partido, el grupo, el aparato que entraría al gobierno. Pero no es una posibilidad dominante en absoluto [que pueda emanciparse]. Ahora, ¿en qué sentido se emanciparía Castillo? ¿Cómo? ¿Con qué equipo? ¿Para hacer qué? Tampoco uno puede configurar un plan basado en ello. Lo más importante de todo es lo siguiente: había muchas posibilidades pésimas en la segunda vuelta y esta es una de las peores. Reitero lo que dije en el editorial: se trata de dos candidatos que en conjunto no llegan a la quinta parte del universo electoral del país.

 

Algunos analistas están calculando que ninguno de los dos candidatos tendrá vía libre para lograr sus intenciones a plenitud, porque no tendrían mayoría en el Congreso. ¿Eso debería tranquilizarnos o más bien preocuparnos por la estabilidad del país?

Bueno, tranquilizarnos ciertamente no. Cuando una persona que no tiene vocación democrática enfrenta una situación incierta con el Congreso, en la que no tiene mayoría y está lejos de imponer aquellas cosas que requiere, entonces lo más probable es que haya una actitud de confrontación. Un conflicto, si el Congreso no se somete. Y por una u otra vía, por ejemplo, en una Asamblea Constituyente, se le quite a este la capacidad. Lo más probable es que todo este elenco de políticos que va a entrar al gobierno y al Legislativo en el 2021 probablemente no sea el mismo que los deje en el 2026.

 

Cree que vamos a tener otros cinco años de vacancias o tentaciones por ese tipo de prácticas.

Si cualquiera que gane no lo hace con un compromiso firme en defensa de la democracia y con un programa de gobierno que, siendo racional y tratando de ser lo más eficaz posible, se dé dentro de los parámetros de la democracia, vamos a tener cinco años de inestabilidad. Y si tenemos estabilidad, va a ser una estabilidad lograda por un gobierno a la fuerza, una estabilidad falsa debajo de la cual va a estar fermentando la resistencia y la rebeldía.

 

¿Usted ve al señor Castillo con un respaldo popular y de las fuerzas del orden como para convertirse en un dictador, como temen algunos de sus críticos, o por ahí no va el temor?

Si gana Perú Libre con Castillo a la cabeza y hay un proyecto de permanencia en el poder, como entiendo que manifestó Cerrón hace pocos días al definir lo que era un acto revolucionario, entonces las acciones para lograr esa permanencia se van a dar. ¿De qué forma, con qué correlación de fuerzas, utilizando qué medios? Va a depender muchísimo de los resultados que haya en la segunda vuelta, de lo que suceda durante la campaña y de quiénes sean los que estén en las funciones fundamentales del gobierno. Y naturalmente, va a haber resistencia de otras fuerzas políticas y de la sociedad civil. Por el momento, esas son cosas que están dentro de lo posible, pero no dentro del cálculo de lo inmediato. A la vez, quiero decir que podemos pensar en un escenario en que, sobre todo Castillo, adecuadamente aconsejado, tome la decisión de tener un compromiso firme, cabal, verdadero con la democracia y decida actuar como tal.

 

De otro lado está el fujimorismo más reciente, el de la ‘mototaxi’, que ya ha demostrado su propensión a petardear la democracia y que ahora ha cambiado a una estrategia de conciliación. Piden perdón por la actuación de sus representantes en el Congreso, por ejemplo. ¿Hay que creerle a esa cara o, más bien, es una careta?

Recuerda que la Keiko de Harvard, la de la mochila pesada, fue previa a la del 2016. Luego hubo otra Keiko que no hubiera sido reconocible con la que habló en Harvard. Entonces, puras declaraciones de esas que se dan al pasar no valen mucho. Dentro de las posibilidades limitadas de una sociedad civil, una de las cosas que se puede hacer es una suerte de acta, de estatuto, de juramento, donde cada uno de estos candidatos, solemnemente y ante una serie de peruanos, luego con observadores extranjeros, firmen y juren mantener, respetar, defender la democracia en forma pormenorizada. No en términos generales. No usar ese lugar común de ‘el respeto irrestricto a los derechos humanos’. Uno escucha esa palabra y ya sabe de que algo malo va a pasar. Sino el derecho a la libertad de expresión, libertad de prensa, libertad de reunión, de asociación. En cada aspecto tiene que estar claramente determinado el equilibrio de poderes, respeto a autoridades autónomas, independencia de poderes. Si en el camino traicionan aquello, va a estar claro y patente que lo hicieron y la resistencia en la sociedad civil. Hay ejemplos muy recientes de lo que [eso] puede llegar a ser. Noviembre está cercano todavía.

 

Hace ya más de una semana el fiscal José Domingo Pérez declaró que temía por él, por su familia y por las investigaciones. ¿Qué es lo peor que puede pasar con el caso Lava Jato y con el caso de los Cuellos Blancos con Keiko Fujimori en el poder?

Lo peor… dejemos a la imaginación volar. Puede haber escenarios desastrosos: destituir, arrestar, hacer investigaciones truchas contra los fiscales, atentados. Puede pasar, en ese sentido, casi cualquier cosa. Pero la pregunta es si la gente va a permitir que pase. Recuerda cuando Chávarry quiso destituir a Rafael Vela y José Domingo Pérez, y la gente se movilizó en año nuevo. Entiendo que han pasado muchas cosas, entre ellas, la tremenda guerra sucia que se ha desatado contra los fiscales y luego el efecto aturdidor de la pandemia. Pero va a estar cada vez más claro que, dentro del desgraciado retroceso que ha tenido la lucha anticorrupción en América Latina [se refiere al desmantelamiento de equipos anticorrupción en Brasil, Guatemala y Honduras], el equipo especial en el Perú es el único que queda como baluarte. Considerando sus logros históricos, yo creo y espero que haya una firme movilización de la sociedad en defensa de ellos y también una fortísima solidaridad del extranjero. Si [Keiko Fujimori] aprovecha su posición de poder para atacarlos, va a estar muy claro que todas las promesas que dio son tan valiosas como un billete de S/13. Al margen de ello, van a ser años muy difíciles y las fuerzas democráticas deben prepararse para enfrentarlos. No estar con esa actitud pasiva, reactiva, básicamente frívola, de decir ‘yo prefiero a este o aquel por ser de izquierda o de derecha’. Yo no quiero ni tirano de derecha ni tirano de izquierda.

 

Castillo nunca se ha referido a estos temas [investigaciones anticorrupción] como cruciales. ¿Es una incógnita para usted?

Hasta el momento hay muchas más preguntas que respuestas. Por eso también he hablado de la necesidad de no regalar el voto, porque hay que conocer muchísimo más sobre el candidato. Tenemos delante a un desconocido y es indispensable conocerlo bien. Hasta el momento que eso se dé, uno no debe tomar una decisión de voto. Hay muchísima gente que está corriendo para ver dónde se ponen y obviamente [existe] el interés de poder estar en el próximo gobierno haciendo algo. Desde el punto de vista del compromiso democrático, eso es algo totalmente irresponsable. La única pregunta que me gustaría que Castillo responda es cuán amistosa, cuán profunda es la relación que tiene con Tomás Aladino Gálvez y, si la relación es estrecha, qué va a hacer con los conflictos que tiene en la Fiscalía de la Nación y las investigaciones que enfrenta en la Junta Nacional de Justicia. Eso para mí sería bastante importante de saber en el corto plazo (*)

 

Dentro de nuestro imperfecto sistema democrático, como usted lo califica, también está la prensa, ¿usted cree que peligra con ambos como presidentes?

Depende de qué prensa hablemos. Hay una prensa corrupta, una prensa lumpen. Hasta este momento, yo veo grupo lumpen de un lado y grupo lumpen del otro. Me imagino que eso van a seguir haciendo…

 

Hablemos de la prensa independiente.

La prensa independiente, la prensa que vale, la prensa que es respetable en algunos casos y respetabilísima en otros, no creo que la va a tener fácil. Depende cuán intensa sea, si se presenta, la degradación autoritaria. Puede ser una degradación en la cual se ataque directamente a los medios, se busque destruirlos económicamente. Estamos viendo lo que pasó en Nicaragua, con todos los medios importantes de investigación, que han sido desbaratados; o en Venezuela, donde o los han obligado a exiliarse o les han hecho juicios estúpidos en los que tribunales vasallos han fallado a su favor. Un ejemplo es el reciente caso de Diosdado Cabello contra El Nacional, que básicamente equivale a una confiscación, por supuestamente haber insultado el honor de Cabello al haber reproducido una noticia que estaba en toda la prensa internacional. Es ese el tipo de cosas que pueden pasar en un lado. Y en el otro lado, no tengo siquiera que hacer demasiadas suposiciones: vean la prensa basura que estos promovieron y vean lo que pasó en la última etapa de Montesinos y Fujimori como para tener una idea de lo que puede suceder. Se hizo durante el gobierno de Fujimori y se volvería a hacer ahora. Todos los periodistas que vivimos con pasión y entrega nuestra vocación, sabemos los riesgos y estamos plenamente dispuestos a enfrentarlos. Aceptamos cualquier consecuencia por llevar a cabo, con entereza, nuestra labor, ¿pero es o era necesario? Por supuesto que no. Nosotros ya habíamos logrado esta democracia y habíamos logrado avances únicos a través del periodismo de investigación en la lucha contra la corrupción. Ahora, volver a empezar, tener que afrontar todo eso.

 

Para terminar: ¿se ve usted apoyando, como lo ha hecho Vargas Llosa, al fujimorismo? Al fujimorismo que usted enfrentó y padeció.

Mi voto va a ser mi voto. De repente hay ciertas cosas que resultan difíciles de hacer. Para mí lo importante ahora es poder ayudar a determinar el compromiso, el juramento de defensa de la democracia. Si un candidato la firma y el otro no, entonces obviamente quien la ha firmado y se compromete a hacerlo, debe ser apoyado y ganar la elección. Para mí, ese es el criterio. Si eso significa que uno va a tener como mandatario o mandataria a personas que considera que no están mínimamente calificadas para eso y, si en algunos casos, significa una ironía amarga del destino, pues las realidades son las realidades y tenemos que enfrentarlas adecuadamente. He tenido varios dilemas duros que enfrentar en estos años y la verdad que haber defendido la democracia aceptando el mal menor, cuando uno esperaba cosas tanto mejores para la patria, ha significado una tragadera de sapos que te deja un mal sabor perdurable. Pero hubo que hacerlo y hasta este momento no tengo razón alguna para arrepentirme de ninguna de las decisiones anteriores.

 

(*) El fiscal Tomás Gálvez y Pedro Castillo son naturales de Cajamarca. Castillo dice haber sido rondero. Desde el Ministerio Público, Gálvez ha llevado a cabo capacitaciones y diversas actividades con las rondas. Recientemente también ha viajado a Chota. Gálvez tiene pendiente una investigación en la Junta Nacional de Justicia y ha sido vinculado a “Los Cuellos Blancos”.

(**) Foto: Knight Center.

(***) Fecha de publicación: 22 de abril del 2021

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Gustavo Gorriti, IDL, Keiko Fujimori, Pedro Castillo

Usted ha escrito, luego de la primera vuelta, que suele decirles a sus pacientes que la culpa o la ira son asesores catastróficos. ¿Cree que las dos opciones que están en segunda vuelta reflejan eso claramente?

Claramente, sí. Y no es una elección de pobres versus ricos, porque en el Perú hay demasiados pobres y muy pocos ricos. De modo que hay pobres que han votado por Keiko Fujimori también. Sí es una polarización ideológica extrema con el agravante de que ya conocemos las trapacerías del fujimorismo. Sabemos de lo que es capaz y sabemos qué es lo que va a pasar, porque no hay ninguna razón para pensar que eso va a cambiar. De otro lado tenemos un enigma, pero un enigma congelado en el tiempo. Normalmente teníamos claro cuál era el mal menor, hasta que por fin hemos llegado a una situación donde nadie sabe con certeza cuál es y eso nos pone en tensión. Me animo a decir que ya la salud mental que venía bastante deteriorada ha empeorado con esta disyuntiva. Yo escucho a mucha gente, pacientes y amigos hablar de que está durmiendo peor desde las elecciones del domingo.

Se ha hablado de la metáfora del abismo, como si este país se quisiera autoeliminar permanentemente. ¿Le parece acertada?

Digamos que, en una extrapolación un poco arriesgada a lo personal, la tentación del abismo vendría a ser la pulsión tanática, la pulsión de muerte, la tentación de la autodestrucción. Tánatos en realidad se impone y logra su cometido cuando las fuerzas que se le oponen, las fuerzas de la vida, de Eros, están debilitadas, disgregadas. Eso es lo que está ocurriendo en este momento. Nunca hemos tenido una fragmentación tan grande porque nunca hemos tenido una crisis más terrible. Entonces, sí, claro, probablemente Tánatos ahora impera: impera en las colas del oxígeno y, por ejemplo, una persona que trabaja en un hospital de provincias me contaba escenas inenarrables de los viajes que tiene que hacer y las decisiones que tienen que tomar a diario los médicos en el área Covid [de un hospital]. Ahora, cabe recordar algo que me parece que era Nietzsche el que lo decía: si miras durante suficiente tiempo al abismo te vas a reconocer. Ese abismo lo hemos creado entre todos, porque en 200 años no hemos sido capaces de cerrar la brecha.

 

El 9 de abril, en una entrevista donde hablaba de una campaña envenenada con los insultos que se lanzaban los candidatos, dijo que mucha gente llegaba al día de las elecciones asustada y se incluía a usted mismo. Finalmente, ¿se cumplieron sus temores?

Se cumplieron con creces. Me quedé corto, porque lo que yo veía, y sigo viendo, es que la cuerda del arco estaba muy tensa por las circunstancias que todos padecemos: la pandemia, la atroz crisis económica, el miedo y la desesperación. Por supuesto que todo matizado desde qué lugar uno ocupe en la sociedad. Y también [desde] la desafección brutal de la política, porque la mayoría de las personas está enfocada en la supervivencia, literalmente. Entonces, yo me pregunto cuánta gente habría acudido a votar si no fuese obligatorio y con multa. El resultado es la decisión tomada en condiciones extremas. Y, que yo recuerde, nunca hemos vivido en condiciones tan extremas como esta.

 

¿Qué dicen de nosotros, como país, el enfrentamiento de estas dos posturas totalmente antagónicas en segunda vuelta, pero que pueden tener como punto común el autoritarismo?

Sí pues, un síntoma de eso es que en algún momento el candidato más extremista de derecha y antiderechos, valga el juego de palabras, dijo que en medio de todo por lo menos ambos [Castillo y Fujimori] son personas de familia que tienen cosas en común. En otras palabras, si tú escuchas que López Aliaga encuentra algo rescatable en las personas elegidas ya sabes dónde estamos. Y sí revela un fondo muy autoritario, antiderechos, machista, homofóbico, en contra de las minorías. Un problema que corre el grave riesgo de ser invisibilizado en esta elección porque, como hay tantas cosas en juego, fácilmente esto puede ser considerado como una preocupación superficial de personas privilegiadas, pero es todo lo contrario. Eso en realidad define qué tipo de sociedad somos y qué tipo de sociedad queremos ser.

 

Hay mucha gente que no tiene en agenda los derechos de ciertas minorías y por eso también me gustaría referirme a otras libertades que atañen, por ejemplo, a la libertad de prensa. Si uno lee el plan de Vladimir Cerrón, encuentra ciertas restricciones para el ejercicio profesional. Y del fujimorismo ya sabemos.

Completamente de acuerdo. Las dos opciones que tenemos son amenazas para las libertades fundamentales como es la libertad de expresión y de prensa. He leído el plan de Vladimir Cerrón y coincido en que es una amenaza y sabemos que el fujimorismo lo es también. La sociedad civil va a tener que ser un actor fundamental en todo esto, cada quién desde su trinchera, como los jóvenes que se tumbaron a Merino en cinco días. Esa es la imagen a la que yo acudo cuando me inunda la desesperanza. Estos muchachos se bajaron al gobierno usurpador en cinco días. Eso es algo que hay que recordarles a las personas que aspiran a gobernarnos los próximos cinco años. Aspiran, repito, porque no hay ninguna seguridad de que vayan a durar cinco años.

 

Pero incluso con las marchas hemos llegado a este punto: primero, donde el elenco de candidatos era muy poco alentador y, finalmente, a una segunda vuelta que no representa a un porcentaje importante de la población. ¿No cree que la ciudadanía está fallando? Como diría Alberto Vergara, tenemos “espasmos de ciudadanía”.

No hemos construido ciudadanía en este Bicentenario. Está clarísimo que lo que tenemos son irrupciones esporádicas. Claro, la ciudadanía que tenemos es precaria, pero porque no hemos sido capaces de construir otra cosa en estos cinco años. Ese es un enorme desafío. A lo que yo estaba acudiendo no es por supuesto al grado de organización, si no a la energía y a una serie de fenómenos que no estamos entendiendo a cabalidad porque son muy recientes, como la fuerza de la tecnología, de las redes sociales, la crisis de los medios tradicionales. Estamos en una serie de cambios en el Perú y el mundo con efectos imprevisibles, seguramente también en la ciudadanía. Pero es cierto que estamos muy deficitarios en eso como en muchas otras cosas y lo que tú me estás diciendo enfría mi entusiasmo. Pero es importante no caer en opciones maniacas y tampoco depresivas porque, si no, que nos coma el tigre. Se nos vienen tiempos muy duros y eso quiere decir que son tiempos de luchar.Y vamos a tener que luchar venga quien venga en cualquiera de las dos opciones. Con luchar me refiero a exigir que se respete la ley, que se respeten los derechos.

 

Apenas se confirmó la victoria de Castillo, la frase más rápida e irreflexiva, pero no sé si por eso totalmente falsa, era “no lo vimos venir”. ¿No lo vimos venir o no quisimos verlo?

Puedo hablar por mí. Creo que lo que Perú Libre hizo con bastante habilidad fue desplazarse por terrenos que desde el centralismo limeño y desde las grandes urbes se desprecian, se desconocen, no se toman en cuenta, se marginalizan. Entonces sí, creo, salvo alguna que otra persona extremadamente sagaz, la gran mayoría de observadores no vimos la emergencia de este fenómeno. Estoy tentado a utilizar la metáfora de Lacan: la emergencia de lo real. Lo real en el sentido de aquello que no está procesado y no está simbolizado. En este caso no está procesado ni simbolizado por las élites, estas élites limeñas, urbanas y modernas que estamos acostumbrados a movernos en ciertos ámbitos que son de privilegio, de burbuja. Y esta irrupción de fuera de la burbuja produce un efecto de sorpresa muy grande.

 

Hay un sector que está yendo a las urnas con la consigna clara de que se está jugando el modelo económico, ¿pero no está empeñando otras cosas?

Bueno, eso es lo que Goethe llamó muy bien el pacto con el diablo. No importa que el fujimorismo, no el de las esterilizaciones forzadas, el de las matanzas en Barrios Altos o Pativilca, no; sino el del fujimorismo reciente, el de la mototaxi, el de la vacancia, el de la alianza con Hinostroza y con la mafia judicial, el fujimorismo que tiene como principal punto de plan de gobierno secuestrar el Poder Judicial. Claramente, con las investigaciones que tiene Keiko Fujimori, ella puede terminar en la cárcel por un largo tiempo. Entonces tiene una motivación muy poderosa para ganar la elección y, de acá al 2026, ver cómo maneja al Poder Judicial. Las personas que creen que al votar por ella están salvando al modelo, no se dan cuenta que el modelo no es sólo cálculos económicos, sino un sistema legal, una igualdad ante la ley.

 

¿Y el sector antifujimorista duro que va a refrendar a Castillo?

Pedro Castillo ha dicho que va a suprimir el Tribunal Constitucional. Como se dice de manera coloquial: ¡ahora, pues! Ahora sí que nos enfrentamos a una disyuntiva. Yo utilizaba muchas veces un término que se usa mucho en el cine: el dilema sádico. Por ejemplo, tu pareja está amarrada en las vías del tren y por otro lado tienes a tu mamá que se está ahogando en el río. ¿A quién salvas? El cine suele hacer esto. Sólo que, en el cine de Hollywood tradicional, el o la heroína suele salir airoso o airosa salvando a esas dos personas. Acá existe esa disyuntiva, vamos a tener que quedarnos con una persona. Y lamentablemente el voto blanco o viciado no nos es de utilidad. Pero tampoco se puede proscribir esa opción. En fin, aún estamos comenzando la campaña. Ninguna de estas dos personas ha hecho ofrecimientos completos ni ha dado algún tipo de garantías. De modo que a la sociedad le corresponde exigirlas y luego ver la manera de hacer que se cumplan. Por eso yo le pongo mis fichas a los jóvenes con sus banderolas y sus zapatillas en caso de que la cosa se ponga, como es muy probable, muy fea en algún momento.

 

Hablando de que la cosa se va a poner fea. Juan Carlos Tafur ha dicho que los candidatos no se van a moderar y que la campaña va a ser sangrienta. ¿Se va a trasladar eso a la opinión pública? Ya empezamos a ver reacciones feroces en redes sociales.

Si lo que dice Juan Carlos Tafur se cumple, la sociedad se va a ver desgarrada. Ya lo está, pero todavía de una manera incipiente. De aquí a la segunda vuelta esto se puede poner peor. Tienes que decidirte por alguna de las tres opciones: votar por una persona o por otra, o viciar tu voto. Y cuando tienes escenarios tan angustiosos, vamos a necesitar calmarnos, serenarnos y estar muy firmes y valientes para enfrentar esto y espero también que algún aprendizaje salga de esto. No es una casualidad lo que nos está ocurriendo, esto lo hemos engendrado entre todos.

 

Y hay aprendizajes fallidos. Empieza a manifestarse un racismo en redes sociales, que parece un tema que no tiene fin en este país a pesar de todas las políticas, de todas las campañas. ¿Piensa que este es un país irreconciliable?

Seguimos teniendo un gravísimo problema de racismo, claro que sí. Cada vez que las papas queman, mucha gente desentierra el arma racista, por supuesto. En general, como cada vez que una civilización se ve en una situación extrema, el delgado barniz se agrieta y aparecen las bajezas. El racismo es una de nuestras peores bajezas, pero también aparecen una serie de violencias. Y este es un momento violento: violencia contra las mujeres, contra las minorías, el terruqueo. También, en otro sentido, hay una rabia contenida contra sectores de las élites que no han sido capaces de construir un modelo más inclusivo, más equitativo, más considerado con las personas que menos tienen. Y por eso ahora vemos escenas medievales de personas muriendo por falta de oxígeno, falta de camas UCI y enfermeros. Tenemos una sociedad cuyas élites son expertas en levantar muros, a lo Trump, pero no en darse cuenta de que esos muros no los va a mantener a salvo eternamente.

 

La última pregunta: ¿se puede diagnosticar un país a través de una primera vuelta electoral? ¿Esta primera vuelta nos dice algo claro de lo que somos?

Claro que no, pero sí hay algunos indicadores. Creo que somos un país que está en una situación de depresión feroz, y con razón. No es una depresión endógena, sino exógena. Hay circunstancias externas que son terriblemente deprimentes. La feroz crisis económica y el otro jinete del apocalipsis que es la pandemia. En salud mental ahorita los cuadros más significativos son la depresión y el trastorno de ansiedad. Y creo que el Perú está en eso también, porque la mayoría de los peruanos está así. Entonces, es un círculo vicioso. Esa situación ha traído este resultado y eso ha traído más depresión y más ansiedad. Más angustia.

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Elecciones 2021, Keiko Fujimori, Pedro Castillo

“Luego de las elecciones del último domingo, y siendo evidente que la segunda vuelta se realizará entre un candidato “antimercado” y una “promercado”, primará la incertidumbre en los agentes económicos del país, al menos hasta el domingo 6 de junio, que volvamos a las urnas”, aseguró Jorge Carrillo Acosta, experto en finanzas y profesor de Pacífico Business School, al comentar una muy posible segunda vuelta entre los candidatos Pedro Castillo (Perú Libre) y Keiko Fujimori (Fuerza Popular), quienes al 95% de actas procesadas por la ONPE, ocupaban los dos primeros lugares de las preferencias electorales.

 

Para Carrillo Acosta, los efectos económicos se verán reflejados en la inestabilidad del dólar -según las futuras encuestas- y que las empresas dejarán en stand by futuros proyectos o inversiones a la expectativa de quién sea el nuevo presidente o nueva mandataria para el periodo 2021-2026.

 

El dólar, por ejemplo, el último lunes inició la jornada con una tendencia al alza y se ubicó en S/. 3.69 para cerrar el día con S/. 3.62. Para el martes 13, abrió con un S/ 3.62 a nivel interbancario.

 

Un billete volátil

“El dólar tendrá muchas fluctuaciones y lamentablemente lo que digan las encuestas con el candidato que tenga mayores posibilidades de ganar va a definir un poco cómo se moverá el tipo de cambio”, explica Carrillo Acosta. “Si al señor Castillo las encuestas lo favorecen, es muy probable que el tipo de cambio suba. Y al revés, si la señora Fujimori, tiene las preferencias, es muy probable que baje. Pero cada error que comentan ellos va a mover el tipo de cambio, por lo que desde ahora hasta las próximas ocho semanas el dólar fluctuará mucho”, señaló el experto, quien precisó que ayer lunes el Banco Central de Reserva (BCR) salió a vender dólares para controlar un poco el alza del billete verde, lo que provocó una subida moderada, no tan brusca y que luego volviera a sus niveles iniciales.

Suspenderán nuevas contrataciones

Para Carrillo Acosta, muchas empresas suspenderán la contratación de nuevo personal y, en general, los planes de inversión de las organizaciones y de las personas también se frenarán. “Cuando hay mucha incertidumbre como la que tendremos las próximas ocho semanas, las empresas y las personas prefieren aguantar un poco sus inversiones”, señala, al explicar que, si una compañía pensaba abrir un segundo local, tal vez -y de momento- ya no lo haga. Lo mismo sucedería con una persona que pensaba comprar un inmueble, quizás se aguante un poco.

 

“Las empresas prefieren ver cómo se vislumbra el panorama, para ver quién finalmente gane y con qué condiciones contará su mercado en los próximos meses o años. Por lo tanto, al frenarse la inversión, también frena las contrataciones de gente, a todo nivel. Tanto para las grandes empresas como para las Mypes. Eso se verá a todo nivel”, señala.

 

Además, asegura, que muchas personas podrían reducir sus consumos privados, priorizando el ahorro.

 

¿Las Mypes se verán afectadas ante la incertidumbre política?

“El microempresario suele ser un poco más resistente que la empresa mediana o grande con los temas políticos. De pronto siente que esto no le afecta tanto y sigue en su marcha. Creo que el efecto será menor que en la gran corporación, o la mediana. Los microempresarios apuestan a lo seguro. Ellos no paran tanto como sí frenarán las más grandes”.

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Economía, Elecciones 2021

A sus 80 años, el candidato de Avanza País, Hernando de Soto, tienta la presidencia del Perú. Para llegar a estas instancias se presentó con el siguiente capital: ser considerado como uno de los economistas más influyentes del mundo. Un tipo supuestamente innovador, con teorías que -en resumen- afirman que la formalización y la entrega de títulos de propiedad logran el desarrollo. Sus propuestas las planteó en El Otro Sendero y El Misterio del Capital, libros publicados en 1986 y en el 2000, respectivamente.

En los últimos días, sin embargo, en redes sociales surgieron corrientes que ponían en duda los galones del candidato que lucha su pase a la segunda vuelta, según el flash electoral de Ipsos emitido por América Tv y Canal N. ¿Son viables sus teorías? ¿Aún siguen vigentes? Los cuestionamientos nacieron de jóvenes académicos y profesionales que estudiaron en prestigiosas universidades del extranjero y que afirman que las tesis de De Soto son estudiadas “como aquello que no se debe hacer para lograr el desarrollo”. Es decir, las propuestas de un antigurú que ya no deberían aplicarse.

 

“Hay un consenso de que las teorías de Hernando De Soto muy malas”

Uno de ellos es Roger Merino. Tiene 38 años, es investigador y profesor a tiempo completo en la Universidad del Pacífico (UP) y tiene un Ph.D en Ciencias Sociales y Políticas por la University of Bath (Reino Unido). Además de una maestría en Derecho comparado, Economía y Finanzas por la University College of Turin (Italia). En ambos países analizó las teorías de De Soto.

“En las universidades del norte global se estudia a De Soto como un académico del sur que quiere promover un capitalismo inclusivo, un capitalismo desde una visión de los pobres”, cuenta Merino, quien antes de cursar sus posgrados estudió derecho en la Universidad de San Marcos.

Pero cuestiona: “De Soto no es un académico. Es un asesor de gobiernos, de organismos internacionales. Fue muy importante a fines de los ochenta e inicios de los noventa. La gente dijo, ‘miren aquí hay un académico que viene del sur y que está legitimando las teorías del libre mercado, el capitalismo de los pobres’, pero luego fue duramente criticado”.

Merino explica que De Soto plantea varias “relaciones causales” que han sido criticadas por la academia. Por ejemplo, que la formalización sea la causa de que los pobres puedan, entre otras cosas, pedir préstamos bancarios y que, con ese crédito, puedan hipotecar sus casas al sistema financiero. Este crédito, según los planteamientos de De Soto, les permitirá invertir el dinero en negocios que los hará crecer económicamente.

“La academia critica cada una de esas relaciones causales. No es cierto que cuando un pobre logra un título, automáticamente accede a un crédito. Esta empíricamente probado que eso es falso. Puede ser en algún caso excepcional, pero en el Perú es un fracaso”, afirma Merino, quien recuerda que la idea de la hipoteca popular se planteó en el régimen de Alberto Fujimori.

“Y no es que el pobre iba al banco con su título y le daban su plata.  De hecho, hay estudios que aseguran que los pobres valoran más la posesión de su bien antes que perderlo en una hipoteca”, sentencia Merino. Y agrega: “El consenso es que las teorías de De Soto son muy malas. Es lo opuesto a un gurú. No tiene la fórmula mágica de nada. Las soluciones a los problemas son más complejos que simplificar trámites, y dar títulos de propiedad”.

 

“Las teorías de De soto son como el dióxido de cloro, no cura la enfermedad y te puede enfermar de otra cosa”

Quien también critica las teorías de Hernando de Soto es Ricardo Mego. Tiene 35 años y estudió Derecho en la Universidad Católica. Luego logró una maestría en London School of Economics, donde estudió una maestría en Derecho, con implicancias en economía y ciencias políticas. Allí, como parte de la malla curricular, tuvo la oportunidad de analizar las teorías del autor de ‘El Misterio del Capital’.

Para sustentar sus críticas, Mego recuerda al profesor británico Timothy Mitchell y las experiencias fallidas que tuvieron las tesis del candidato presidencial en países como Egipto. “En los noventa, en Egipto, hubo personas que hipotecaron una de sus propiedades para granjearse de una inversión. Pero estas personas, sin capacidad técnica, emprendieron y fracasaron. Luego terminaron descapitalizados y sin propiedad”.

Además -agrega-, al titular una propiedad, esta sube su valor. Pero las personas se siguen dedicando a una misma actividad económica, tienen la misma cantidad de ingresos y, si quisieran invertir en otra propiedad o en algún negocio, ya no podrían.

“Los académicos de occidente ya superaron las teorías que hoy en Perú se siguen estableciendo como mantras, como las teorías de De soto. Son ideas de hace 30 años y cuando las criticas te dicen “rojo o comunista”. Es cierto, estamos ante una persona de prestigio en el mundo, que se le estudia. Pero no como una receta con actualidad, con éxitos comprobados. Se le estudia como el intento noventero de buscar una fórmula de desarrollo para nuestros países, que fracasó, que demostró no cumplir sus objetivos. Las teorías de De Soto son como el dióxido de cloro, no cura la enfermedad y te puede enfermar de otra cosa”, sentencia.

“No es una autoridad intelectual en el 2021”

De similar opinión son Enrique Mendizabal y Cristina Glave. Mendizabal, de 43 años, estudió Economía en la Universidad del Pacifico y también una maestría en Política Social y Planificación en países en desarrollo en London School of Economics en 2002. Glave, por su parte, estudió una maestría en Estudios para el desarrollo en Cambridge (Inglaterra).

Mendizabal señala: “En el 2002 ya se había demostrado que las ideas de Hernando de Soto eran sencillas y limitadas. Que se le tenían que dar más herramientas. Sus teorías en el 2002 no tenían el peso que él dice tienen hoy”, señala. Y apuntala: “En los noventa se dieron títulos de propiedad en los asentamientos humanos y eso no los ha sacado de la pobreza. De Soto es un gurú de algo muy limitado, antiguo y muy desfasado. Un gurú anacrónico”.

Glave, que también analizó las teorías del hoy candidato presidencial en las aulas, opina en el mismo sentido. “Estudiamos las teorías de Hernando De Soto y la crítica era que no generaban los cambios que se esperan. No podemos depender de teorías que ya se han demostrado son insuficientes. Ni presentarlas como una varita mágica, porque no lo son. (Sus teorías) no presentan cambios en la informalidad, ni en la productividad. No es una autoridad intelectual en el 2021, pues insiste en aplicar teorías que pensaba en los 80 y 90”.

“Es un personaje influyente”

Así como hay quienes critican a Hernando de Soto, aún hay quienes respaldan sus conceptos. Uno de ellos es Oscar Sumar, Decano de la carrera de Derecho en la Universidad Científica del Sur y doctor en Derecho por UC Berkeley. En una columna publicada en Gestión, señaló que le parecen absurdas las críticas sobre las “teorías fallidas” de Hernando De Soto.

“(De soto señala) que la informalidad se presenta como el principal problema del país, incluso en la pandemia. Si no fuera por la informalidad, quizá no hubiéramos sido uno de los países más golpeados por el virus, tanto en términos de salud como económicos”, afirma. Y luego añade: “La eliminación de barreras burocráticas -propuestas por De Soto- han sido utilizadas para reducir las trabas burocráticas. Perú es uno de los pocos países del mundo que tiene un aparato administrativo destinado a eliminar barreras burocráticas (la CEB de Indecopi) y eso se lo debemos -al menos en parte- a la influencia de De Soto”.

De similar opinión es el economista Roberto Chang, uno de los más influyentes en la región y profesor de Economía en Rutgers, la Universidad del Estado de Nueva Jersey. Emplazado por sus colegas a decir qué latinoamericano podría ser candidato al premio Nobel de Economía, Chang señala en una reciente columna de opinión que Hernando de Soto sería uno de ellos por sus esfuerzos en hacer ciencia social. Nos comunicamos con él, vía Zoom, y le consultamos sobre las críticas que reciben las teorías del aspirante al sillón de Pizarro.

“Sus ideas tienen mucha vigencia. Las críticas son un reflejo de la pobreza intelectual de la comunidad académica del Perú”, enfatiza. Y concluye: “Puso ideas sobre el tapete y es inspiración de muchos economistas en el mundo. De Soto no tiene parangón en el mundo ni en Latinoamérica. Los científicos sociales del Perú nunca han querido reconocer su mérito, porque ellos vienen hablando de la explotación, del imperialismo. Ideas que eran gastadas, que habían perdido vigencia. Entonces vino De Soto, les quitó protagonismo y por eso me parece que tienen ese tipo de reacciones”.

Fotoportada: Leyla López (imágenes: Andina y Twitter)
Fecha de publicación: 11/04/2021

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Candidato presidencial, Elecciones 2021, Hernando De Soto

La pandemia afectó a la industria musical. La ausencia de conciertos, la cancelación de eventos y la falta de producción golpeó demasiado a este sector. Muchos artistas tuvieron que reinventarse o adaptarse a la nueva normalidad con recitales online que, si bien no les ha servido para reactivar su sector, sí ha logrado que muchos artistas obtengan ingresos o sigan vigentes en el mundo digital. TuneCore, líder global en distribución musical digital para artistas independientes y que acaba de lanzar sus operaciones en Latinoamérica, presenta las claves para que los músicos se mantengan vigentes pese a la crisis del Covid-19.

 

Impulso 2.0. Lo digital ya es una realidad para el mercado. Sabemos que hay algunos obstáculos en el camino, pero hoy en día facilita el ascenso de la carrera de un artista. Entonces tres puntos clave son: planificación, avance y consistencia.

 

Estos tres puntos son claves para el trabajo musical digital. Planificar: como en cualquier carrera o segmento, es fundamental.

 

Avanzar: A medida que los curadores y editores de playlists trabajen junto al artista. Por eso es importante que el músico anuncie, 15 o 20 días antes, la fecha de lanzamiento de su single.

 

Consistencia: Fundamental para que tu nombre, como artista, resuene siempre a tu alrededor. No sirve de nada lanzar un single hoy y esperar 6 meses para lanzar otro.

 

Uso de redes sociales: Son una gran ventana para los artistas y deben considerarse como una alternativa para quienes quieran hacer conciertos. Principalmente artistas en las primeras etapas de sus carreras. Son excelentes aliadas para los músicos. Sirve para expandirse y dar visibilidad. Son una potente ventana social.

 

Cabe señalar que TuneCore -asegura Bruno Duque, líder de TuneCore en Latinoamérica- ha desarrollado varias asociaciones en toda la región para ayudar a los artistas a tener mayor visibilidad. Son asociaciones con portales de música, con personas influyentes que difunden su música. Este mes, asegura Duque, la plataforma lanzó TuneCore Rewards. Se basa en una serie de videos educativos, «master class», que cubren temas como promoción, redes sociales y planificación de lanzamientos.

 

“Hasta ahora hay más de 1 millón de artistas que han pasado por TuneCore en todo el mundo. Lo hacen registrándose en la web www.tunecore.com/es”, detalló.

 

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Rafael López Aliaga parece haber convertido el litigio en una afición compulsiva. Desde el 2006, su nombre figura en 71 carpetas fiscales: 11 de ellas como demandado y todas las demás como el hombre que gatilla las acusaciones. Sus empresas son protagonistas de decenas de expedientes más. La aplastante maquinaria legal al servicio del hoy candidato no sólo lo ha sacado de apuros en más de una ocasión, sino que ha sometido a sus rivales, en una demostración de músculo legal, a largos y estresantes procesos judiciales.

María Escalante Aragón, por ejemplo, tuvo que enfrentarse por cuatro años al staff de abogados de PeruRail, la empresa ferroviaria cuyo directorio López Aliaga preside desde hace varios años. La razón: un delito que no cometió. “Nunca podré ser la persona próspera que era antes. Lo perdí todo gracias a la empresa PeruRail”, dice.

Escalante es gerente de la empresa Promoturs, que durante años vendió los tickets del tren que lleva turistas a Machu Picchu a cambio de una comisión. Todo se hacía a través de sistemas de cómputo. En el 2012, PeruRail la acusó de haber clonado tarjetas de crédito para vender los tickets y quedarse con un porcentaje de las ventas. Tuvo que enfrentar un largo proceso por hurto agravado.

“El 26 de enero del 2012, me encontraba en oficinas de PeruRail depositando dinero. Me llamó mi secretaria diciendo que había mucho policía, muchos periodistas en el local de Promoturs. Cuando llegué, los agentes sacaron todo. La fiscal me dijo que me estaban acusando de comprar boletos con tarjetas clonadas. Se llevaron los equipos de cómputo y los papeles”, cuenta Escalante.

Cuando el caso pasó de la policía de Cusco a la Dirincri de Lima, la acusación se desmoronó. Fue el 2014. “En las investigaciones se determinó que el 27 de enero aparecieron registros de boletos comprados con tarjetas clonadas. Eso fue un día después de la incautación cuando se supone que las computadoras estaban en manos de la policía de Cusco”, explica Escalante.

La mujer muestra a Sudaca la resolución de marzo del 2015 que finalmente archivó su caso. Pero no fue una verdadera victoria: en el curso del proceso perdió amigos y la confianza de otros empresarios. La veían, dice, como una estafadora. Parte del daño colateral fue terminar su matrimonio y abandonar los planes de estudios que tenía para sus tres hijos. Su negocio quebró.

El 2016, le escribió al ahora candidato López Aliaga por redes sociales. “Quería llegar a un acuerdo, porque aún estaba a tiempo de recuperar a mis clientes. Me habían dicho que era una persona muy noble, amable. Le escribí a su Facebook, pero me bloqueó”, se lamenta.

María Escalante empezó entonces un juicio de indemnización por daños y perjuicios que fue admitido en Cusco. Durante el proceso, PeruRail acreditó un robusto staff de 10 abogados, cuyos nombres quedaron registrados en una resolución judicial. María Escalante apenas podía costearse uno, y nunca llegó a confiar al 100% en quienes la asesoraron.

Hace dos años pasó por un peritaje psicológico ordenado por el juez, que determinó que estaba pasando por un cuadro de depresión. “Se encuentra en una situación de frustración puesto que también ha sido afectada a su familia, específicamente a su menor hijo, al cual le hicieron bullying porque le decían que su madre era una ladrona, así como a su esposo le condicionaron el contrato en la Universidad Andina (…) [Escalante] viene presentando un trastorno distímico”, se lee en el análisis de la perito psicológica Yulia Loaiza Manrique, el cual se menciona en una resolución del 2019.

Unos meses antes, en una resolución del 19 de junio, los peritos contables que solicitó el juzgado calcularon que le correspondería una indemnización de S/1.054.046. El brazo legal de la empresa, sin embargo, ha hecho que el proceso se alargue, según el abogado de Escalante.

“Estamos a la espera de que la jueza pueda emitir sentencia. Se ha demorado el proceso porque se han demorado en realizarse los peritajes y porque PeruRail ha tomado medidas dilatorias. Ha observado los peritajes psicológicos y contables. Desde que contestaron la demanda, presentaron varios abogados. Como si la empresa tuviera una política de intimidar a mi patrocinada”, dice el abogado Aarón Medina. Además de los abogados de la empresa, en este proceso PeruRail también recibió asesoría del prestigioso estudio Rodrigo, Elias y Medrano.

 

María Escalante Aragón
María Escalante Aragón: “Lo perdí todo gracias a la empresa Perú Rail”

Sindicato, no

Los líos judiciales de las empresas de López Aliaga se extienden a la cadena hotelera Belmond, donde es director desde 1999. Actualmente, y según información del Sindicato de Trabajadores del Hotel Monasterio del Cusco, al menos ocho exempleados buscan su reposición a través de juicios por despido arbitrario. Y hay contraofensiva: el sindicato mismo enfrenta un proceso que pretende disolverlo.

“El sindicato de trabajadores de Perú Belmond se crea el 2012, con un total de 60 personas. Lamentablemente empezó un proceso de amedrentamiento hacia los afiliados para que renuncien al sindicato y esto fue mermando la cantidad de asociados. Al no contar con el número mínimo, la empresa inició un proceso de disolución del sindicato. Pero en el tiempo que toma el trámite, logramos llegar a la cantidad necesaria de afiliados. A pesar de ello, el proceso judicial sigue hasta hoy”, explica a Sudaca Hernán Flores Siancas, secretario general del gremio.

Sus miembros tienen que arreglárselas para contratar un abogado que los defienda. Al otro lado del cuadrilátero, sin embargo, se sienta la crema y nata del litigio laboral cusqueño. “Los primeros años de negociación colectiva hablábamos solamente con el apoderado y el jefe de recursos humanos, pero hace algunos años contrataron a un bufete de abogados acá en Cusco: el estudio Salinas. Es, se podría decir, el estudio de abogados más caro de Cusco. Pagarle al estudio, pienso yo, es más caro que [pagar] los beneficios sindicales que conseguimos en las negociaciones colectivas”, apunta Flores, que nos atiende telefónicamente.

Rafael López Aliaga es un viejo conocido de los juzgados cusqueños. Su nombre figura en 17 carpetas fiscales, cuatro de ellas como imputado en casos de retención de remuneraciones, falso testimonio y corrupción de funcionarios. Todos estos casos, sin embargo, han sido archivados.

 

Arremetida sin sentido

A fines de febrero del 2017, cuando era columnista del diario Perú21, Luis Davelouis citó un extracto de una nota periodística publicada en ese mismo medio: “El buscapleitos de Castañeda”. La nota revelaba que Rafael López Aliaga había realizado 170 demandas ante la Fiscalía y el Poder Judicial. La autora colocó los descargos del ahora candidato de Renovación Popular. “Si usted publica algo de mí y de esas denuncias, yo la denuncio ante el Poder Judicial, al igual que ya tiene una denuncia por difamación su director”, consigna que le dijo.

Ese año, el director del periódico era Fritz Du Bois. “Yo me topé con el artículo, llamé a Fritz y le pregunté si podía usar esa cita. Me dijo que sí y que tenga cuidado con que [López Aliaga] me vaya a querellar como lo había querellado a él. Me lo dijo por teléfono”, recuerda Davelouis.

Su columna se tituló “Ley de medios y embudos” y contenía estas líneas: “Siendo director de este diario, Fritz Du Bois fue demandado por difamación por Rafael López Aliaga (sí, el «tío» de Butters que lamenta el recorte de la «libertad» de Phillip de insultar a quien le dé la gana). ¿Se imaginan que hubiesen botado a Fritz por la denuncia de alguien que utilizaba dicho mecanismo como amenaza?”.

López Aliaga entonces lo emplazó públicamente a rectificarse, negando que haya querellado al director del diario. Según dijo en su querella posterior, se le atribuía “ser una persona capaz de interponer una denuncia contra un periodista con la finalidad de amedrentarlo, lo que nunca ha realizado, y claramente perjudica su reputación”. Ello, incluso después de que el periodista se había rectificado.

“Finalmente me rectifiqué porque no encontré la demanda, pero igual me querelló. Era ridícula [la querella] porque yo no lo estaba difamando y ya me había rectificado. Si voy y le digo que es un ladrón y que me ha robado, entonces sí tengo que ir a demostrarlo. Pero estoy usando sus propias palabras”, dice el periodista. “A pesar de la exigencia de rectificación, el querellado no cumplió con hacerlo dentro del plazo establecido por la ley”, se justifica en la denuncia de López Aliaga.

El abogado de Davelouis, Julio Arbizu, recuerda que en todo el proceso tuvieron que enfrentar distintos asesores legales contratados por López Aliaga y que las notificaciones llegaban constantemente a su despacho. De acuerdo a Arbizu, los abogados de López Aliaga intentaron ingresar esa querella hasta en tres ocasiones, pero en todas fue rechazada. Arbizu pronto se dio cuenta de que estaban “ruleteando” la demanda. Es decir, intentando ingresarla de juzgado en juzgado hasta que alguien la admita. Eso terminó pasando hace un año.

El 18 de febrero del 2020, la Corte Suprema de Justicia de Lima admitió a trámite la querella. “No es que tú te puedas defender solito, tienes que contratar abogados. Es una situación estresante e incómoda. Hasta tres veces [se rechazó la querella] y se fueron a la Corte Suprema y, por una razón absolutamente extraña, dicen que todo vuelva a foja cero. O sea, me puede volver a querellar y seguimos cuatro años más en esto”, se queja Davelouis.

 

Luis Davelouis
La columna de marzo del 2017 por la que Luis Davelouis fue querellado.

Competencia en el ferrocarril

Tampoco los empleados públicos se han librado de las arremetidas del candidato ultraconservador. A fines del 2009, López Aliaga denunció a una decena de funcionarios del Ministerio de Transportes y Comunicaciones y del Ositran por haber modificado normativa para abrir la competencia en el ferrocarril turístico a Machu Picchu, que hasta entonces PeruRail operaba en forma exclusiva. El caso fue archivado por la fiscalía.

«RLA es el tipo de persona que usa y abusa del sistema judicial para intimidar funcionarios y personas que se oponen a sus objetivos. Sin importar si sus objetivos son o no correctos. Alguien que asume el sistema legal como un arma de coacción, puede ser muy peligroso en una posición de poder político”, escribe a este medio una de las personas demandadas por López Aliaga en aquella ocasión, quien pidió mantener su identidad en reserva precisamente por temor a represalias legales.

 

Una junta y los Panamá Papers

En abril del 2011, Lorenzo Souza Debarbieri había sido absuelto de un proceso por difamación en su contra iniciado por su socio, Rafael López Aliaga. En paralelo, la conocida guerra entre ambos empresarios tenía un capítulo oculto: el hoy candidato presidencial fue acusado de tomar el control de una empresa hotelera de manera fraudulenta.

En el 2011, Souza le dijo a la fiscalía que López Aliaga y su socio Edward Yabar Gutiérrez, ambos accionistas de la empresa Perú Hotel Monasterio, habían celebrado una Junta de Accionistas ilegal en donde se nombraron nuevos representantes en el directorio y se reasignaron funciones.

López Aliaga tenía una medida cautelar que lo nombraba administrador judicial de varias empresas, incluida Perú Monasterio, desde el 15 de octubre del 2008. Pero Souza había conseguido que dicha medida caduque el 26 de agosto del 2011. Aun así, en setiembre de ese año, un mes después, López Aliaga celebró la junta de accionistas, de acuerdo la demanda.

Ante la fiscalía, el hoy candidato señaló que la resolución que declaró la caducidad de la medida no tenía “calidad de firme” al momento de celebrarse la junta. “La defensa de este procesado ha sido en todo momento demostrar que los hechos atribuidos a su persona, entre ellos la convocatoria y celebración de la junta, los realizó dentro de los alcances de las medidas cautelares que le favorecían”, se lee en un oficio fiscal a la que accedió Sudaca.

 

expediente falsedad
La denuncia por falsedad genérica realizada por Loreno Souza de Barbieri contra sus socios Rafael López Aliaga y Edward Yabar consignada en un oficio de la 5° Fiscalía Superior Penal de Lima.

 

Desde el 2016, los abogados de López Aliaga intentaron tirarse abajo el caso. Sobre el mismo hecho, se abrieron tres carpetas fiscales. En la fiscalía que llevó la investigación, sin embargo, explican que en dos de estas el Ministerio Público se allanó a la prescripción del caso. “No es que se le haya declarado inocente, es que los delitos prescribieron y la fiscalía se allanó a eso. Es lo que sucedió con Alan García, por ejemplo”, dice una fuente de la 19° Fiscalía Penal de Lima.

Quisimos hablar con el candidato de Renovación Popular sobre las frecuentes incursiones de sus abogados en distintos juzgados, pero al cierre de esta edición no recibimos respuesta de su equipo de prensa. Tampoco contestaron el teléfono que consigna el candidato en su sitio oficial de Facebook. Su staff legal debe estar ocupado en el proceso por lavado de activos que se le sigue al postulante por el caso Panamá Papers. La semana pasada pidieron una “audiencia de control de plazos”, argumentando que el tiempo establecido para las investigaciones preliminares ya concluyó. Aunque buscaban que el caso se archive bajo esos supuestos, el Poder Judicial rechazó su pedido. Es la tercera vez que piden lo mismo. Queda claro que chamba no les falta.

 

 

(*) Fotocomposición: Leyla López

Fecha de publicación: 6 de abril del 2021

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