Tanto en los comercios electrónicos como en las tiendas físicas, los pagos digitales se han vuelto indispensables. Por el lado del comercio electrónico, en los primeros seis meses de la pandemia, se generó un movimiento de US$ 6000 millones, equivalente al de los últimos cinco años, según la Cámara Peruana de Comercio Electrónico (Capece).
En las operaciones bancarias, un estudio de Datum Internacional estima que el 89% de los peruanos bancarizados que hacían sus operaciones por ventanilla se vieron forzados a hacer transacciones online, por lo tanto, no contar con estos sistemas de pago afecta directamente las ventas de un negocio.
Además de las transacciones bancarias, se cuenta con plataformas digitales y las redes sociales como canal de ventas. Para Ruben Felix, CEO de Tukuy Club, startup del programa de aceleración de StartUPC, una herramienta de pago digital incrementa las ventas de pequeños y medianos negocios hasta en un 30%, debido a que incentiva un aumento en el ticket promedio de la venta.
“En Tukuy hemos visto a muchos negocios empezar a vender usando solamente las redes sociales, un canal que les ha permitido alcanzar niveles de ventas de 10 mil, 30 mil o hasta 50 mil dólares al mes”, explica. Agrega que un pago digital permite expandir las fronteras del negocio, ya que los cobros pueden venir de otras regiones o países.
Ventajas para el cliente
Oscar Quevedo, CMO de Kushki, pasarela de pagos digitales presente en el Perú y en Latinoamérica considera que ofrecer medios de pago digitales fáciles y seguros de usar también son parte de la experiencia de compra del cliente. En su opinión, estos métodos de pago mejoran la experiencia del usuario en al menos cuatro puntos:
1.-Ofrecen varios medios integrados. Al contar con transacciones digitales, los comercios pueden tener toda la información de sus operaciones en un solo lugar, lo que ayuda en la gestión y la conciliación de dinero y permite brindar experiencias personalizadas a los clientes.
2.-Disponibilidad 24/7. Los pagos digitales ayudan a satisfacer las necesidades que existen en la población en cualquier momento, especialmente en fiestas de fin de año.
3.-Seguridad. En Latinoamérica, en promedio, un 8% de las transacciones se cancelan por sospecha de fraude, según datos de Riskified. Por ello, es relevante usar una pasarela de pago que cuente con la certificación PCI DSS, normativa que acredita el estándar de seguridad de las principales emisoras de tarjetas, como American Express, Mastercard y Visa.
4.-Actualización. Es importante actualizar periódicamente todos los recursos tecnológicos que son utilizados para realizar compras en línea. De esta forma, los clientes se aseguran que el sistema esté funcionando al 100% y no sea propenso a errores o fugas de información.
Fotoportada: BBVA.