Hans Behr

La antropología y el emprendimiento social

"Darle el carácter social a un emprendimiento permite identificar aquellas oportunidades que se presentan como problemas sociales para que de esta forma surja la idea de emprender apostando en la resolución de este problema".

En el desarrollo y construcción de un emprendimiento, las personas que apuestan por este desafío, pasan muchas veces de la necesidad propia de una crisis que muchas veces se da por un despido laboral, por una migración obligada que a su vez motiva la movilización a espacios ajenos, o por diversas razones más, a una visión clara de la gran  oportunidad de crecimiento y desarrollo personal, familiar o amical. Es una apuesta entusiasta y llena de anhelos.

Para ello es necesario contar, como bien lo detallan los expertos en este tema, con un buen diseño, una buena promoción y una acuciosa evaluación de aquellas iniciativas que para emprender se generan y van desde una concepción social que les permitirá involucrarse rápidamente con su entorno, a una mirada económica que les permita generar mejores ingresos y revertirlos para un crecimiento sostenido.

Considerando lo expresado, es preciso tomar a la antropología como una ciencia que puede convertirse en un instrumento interesante e importante para motivar el fortalecimiento de los emprendimientos sociales. Los emprendedores al descubrirse como tales buscan evaluar y explotar oportunidades que se consideran rentables, es decir, sus ideas de negocios están vinculadas a solucionar problemas de fondo. Incluyendo los procesos de innovación, de creación de   productos o servicios que generen ventajas competitivas. El mundo de las empresas.

Darle el carácter social a un emprendimiento permite identificar aquellas oportunidades que se presentan como problemas sociales para que de esta forma surja la idea de emprender apostando en la resolución de este problema. De esta forma la identificación de oportunidades para distintas problemáticas sociales y por qué no, ambientales permiten que la propuesta emprendedora parta de la búsqueda de una transformación social, que en paralelo posiciona y genera ganancias. Hemos escrito en diversos artículos sobre el tema, avistando que los emprendedores se convertían en agentes de un cambio social, promoviendo el valor social, dándoles a las personas una mejor calidad de vida y por ende mejorando la sociedad involucrada. Gestándose los emprendimientos sociales, buscando el gran impacto. Bueno pues, para que las problemáticas sociales y medioambientales puedan identificarse o conocerse, debemos considerar que la investigación antropológica ayuda mucho a encontrar las respuestas.

Los antropólogos, estudian a los seres humanos, a los grupos sociales, sus prácticas, estudian el resultado y el producto de la cultura misma, construyen un todo social desde el análisis de las semejanzas y diferencias, que a la vez muchas veces nos autoconstruye. La relación constante entre los individuos y las instituciones, las relaciones de poder, las ideologías y la cultura misma, permite poner en perspectiva a un emprendedor para abordar problemáticas desde lo holístico, conllevando a percibir las interrelaciones mismas con un contexto determinado.

 

Por ejemplo, cuando se habla de empresas populares, el común de las personas la define como el sector informal, mafioso y desordenado, otros ni siquiera lo analizan y fomentan los emprendimientos a nivel de ganancia económica solamente y la formalización pasa a segundo plano, legitimándola de alguna forma. Inclusive existen programas de televisión que solo hablan de inversión y ganancia, mas no de formalizar dicha transacción. Visión muy economicista y ligera. Un poco para salir de esta debilidad, una de las herramientas que se podría utilizar es la etnografía que parte de la  observación, la experiencia y la interacción con las personas, el buscar obtener información directa y de primera mano, contribuye a una mejor identificación de las necesidades individuales y colectivas en una población o grupo. Y de alguna forma entender el camino a la formalidad legítima y aceptada.

Teniendo en cuenta que el principal objetivo del emprendimiento social es llevar de manera positiva la vida de otras personas y comunidades, conociendo  sus problemáticas y situaciones reales, entendiendo los significados de cada comunidad, creo yo, que es importante el conocer de manera clara la base de todo espacio humano, formas de hacer, de pensar, de actuar que se van colectivizando y que puedan fomentar innovaciones emprendedoras. Para esto la recopilación de la información permitirá recopilar narrativas que identificarán patrones culturales, mentalidades, prioridades, y motivaciones propias del día a día de las personas.

El planeamiento y la implementación de emprendimientos sociales innovadores, basados en los resultados de una etnografía  o de una investigación antropológica, permitirían mayor claridad para las deseadas soluciones integrales, causando mayor impacto en la comunidad o sociedad involucrada. Un trabajo ordenado, podría sentar las bases para una cascada de emprendimientos que motivarían una producción general y paralela. Redes Sociales, Empresas populares.

Por esta razón, es que concluyo que la antropología y su herramienta predilecta, la etnografía, es capaz de contribuir a los emprendimientos sociales. No asumir el contexto de las personas, sino, comprobar con la identificación de las semejanzas y diferencias, entender el porqué de la informalidad para revertirlo desde la base misma, encontrar toda la simbología detrás de un emprendimiento, comprender los significados de los grupos humanos y sus acciones. Toda esta evaluación y análisis permite el éxito asegurado de un emprendimiento social.

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