Son un elemento importante en las estrategias de marketing y según Roxana Tutaya, docente de Pacífico Business School, puede ser muy favorable siempre que se investigue bien cuál es la marca personal del ‘influencer’ y cómo puede relacionarse con la marca corporativa.
En el marketing digital, la contratación de ‘influencers’ es una de las prácticas que las marcas utilizan más para acercarse a sus consumidores y darse a conocer. Con la pandemia, los usuarios de redes sociales que siguen al menos a un ’influencer’, en el Perú, han pasado de 19% a 48%, según un estudio publicado recientemente por Datum Internacional.
De acuerdo a una guía sobre el tema, publicada por Indecopi, un ‘influencer’ viene a ser una persona que cuenta con cierta credibilidad sobre un tema determinado y que, dada su capacidad de convencimiento o llegada a sus seguidores, puede convertirse en un componente determinante en las decisiones que los consumidores.
Debido a esta conexión especial que los ‘influencers’ tienen con sus seguidores, Roxana Tutaya, docente de Pacífico Business School, consideró muy importante que las empresas investiguen bien la marca personal del ‘influencer’ con el que quieren trabajar y no se dejen llevar solamente por el personaje.
“Primero hay que revisar quién es mi público objetivo, si está más Instagram, en Tik Tok o en LinkedIn. Todo eso es parte de la marca personal del ‘influencer’ y hay que ver si esa marca guarda relación con nuestra marca corporativa. Esa es una tarea de investigación y de eso depende el éxito de nuestra campaña”, explicó.
Situaciones contraproducentes
Señaló que revisar las publicaciones anteriores del ‘influencer’ permitirá detectar, entre otras cosas, si anteriormente trabajó con una empresa que consideramos como competencia, o si lo que publica no va con los valores que deseamos proyectar. Por ejemplo, una persona con malos hábitos alimenticios no es creíble como embajador de comida saludable.
También ocurre que los ‘influencer’ no llegan a experimentar con la marca y la estrategia fracasa rotundamente. Tutaya recordó el caso del tenista David Ferrer que fue contratado por Samsung para promocionar el Samsung Galaxy S4 y su tuit reveló que la publicación se estaba haciendo desde un iPhone.
“El tenista español no vivió la experiencia, él estaba aferrado a su iphone y por más que la marca invirtió muchísimo dinero en eso, él no llegó a probarlo porque se quedó en su iphone. La idea es que experimenten el servicio para que lo digan con convicción”, indicó.
Por ello, consideró que es mejor establecer una relación previa con el ‘influencer’, donde este pruebe los servicios de la marca y los comunique a partir de su experiencia. Incluso si no se trata de ‘influencers’, los clientes contentos tienen un muy buen efecto para la marca.
“Actualmente, hay una crisis de valores y falta de credibilidad. Puede haber muchos artistas que recomiendan un producto como publicidad y por más buenos actores que sean, se nota que no usan el producto. Por eso, es preferible un embajador de marca que, aunque no sea tan conocido, lo diga con más credibilidad”, precisó.