Pie Derecho

¡Policía, policía…!

"Si el gobierno quiere lograr que la protesta amaine paulatinamente, tiene que dar instrucciones precisas e inmediatas a la policía nacional para que cambie de actitud represiva"

Si el gobierno quiere lograr que la protesta amaine paulatinamente, tiene que dar instrucciones precisas e inmediatas a la policía nacional para que cambie de actitud represiva. Anoche, la marcha por el centro de Lima era pacífica, pero igual fue atacada con gases lacrimógenos y duramente reprimida, y un grupo de periodistas fue emboscado sin razón alguna.

La policía peruana tiene, al parecer, inscrito en su ADN, el rictus antisubversivo, que habría marcado a sangre y fuego la mirada que la institución policial mantiene frente a cualquier protesta social. Ya se vio ello en la prepotente y desmedida intervención en la universidad de San Marcos.

Constituida así, las autoridades políticas no pueden dejar que la policía actúe a su libre albedrío. Es menester una estrategia de contención y de represión inteligente, que incluya detenciones y procesamientos (que ocurren en ínfima medida, dicho sea de paso) de los cabecillas violentistas, pero ello está muy lejos de la represión excesiva e injustificada que vemos en los últimos días demasiado a menudo.

El altísimo número de muertos es producto de esa lógica represiva, sin parámetros ni protocolos democráticos. En muchos casos, parece la policía de una dictadura la que actúa en las calles.

Es inaceptable que la policía sea atacada vilmente, como hemos visto que ha ocurrido desde los inicios de la protesta por vándalos que actuaban bajo órdenes específicas en ese sentido. Y debe quedar claro que en los casos que esté en riesgo la integridad de un hombre de uniforme policial, éste puede y debe hacer uso de sus armas de fuego. Eso nadie lo pone en duda.

Pero lo que no es correcto es que se sobrelimite en el acto represivo porque no solo es contrario a los derechos humanos, que debe respetar, sino que es contraproducente, ya que resiente la legitimidad de la policía, ocasiona que se le falte el respeto, y que luego ello redunde en una acción policial menos eficaz.

El ministro del Interior y el premier Otárola tienen mucho que hacer al respecto. La violencia represiva sin controles legales, es combustible para la protesta y lejos de ayudar a que poco a poco vaya decayendo la asonada que el país aún sufre, hace que la misma dure más tiempo del debido o eventualmente, como en ciclos ondulatorios, vuelva a recrudecer.

La del estribo: muy recomendable Encuentros breves con hombre repulsivos, de David Foster Wallace, que bajo la dirección del gran director argentino Daniel Veronese, viene al Perú al festival Temporada Alta de la Alianza Francesa. Va el lunes 13 y el martes 14 de este mes.

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Dina Boluarte, PNP, Policía Nacional

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