Si se llega a plasmar la información que ha esbozado en su última crónica política el periodista Fernando Vivas, en el sentido de que el presidente Castillo, abrumado por el cerco judicial a su entorno y por la imposibilidad política de hacer grandes cambios, propondría en su mensaje de Fiestas Patrias el adelanto de elecciones, sería una gran noticia y habría que esperar que la oposición se comporte a la altura de las circunstancias y acepte el envite.
Toda la clase política asentada en el Ejecutivo y en el Legislativo está achicharrada ante la opinión pública. Según la última encuesta de Ipsos, el 65% de la población está a favor de un adelanto de elecciones generales, y los niveles de aprobación del Congreso (14%) son más bajos que los del presidente (20%), teniendo ambos una desaprobación altísima (74% Castillo y 79% el Legislativo).
De otro lado, el tema de la vacancia es casi imposible de lograr. Como ha informado Martín Hidalgo en El Comercio, solo 73 congresistas han mantenido una postura opositora frente al gobierno en una sucesión de votaciones. Le faltan a la oposición 14 votos para llegar a la cifra mágica de 87 para vacar al presidente. Gracias a las izquierdas, a Acción Popular, Somos Perú y Podemos, Castillo se ha librado de cualquier intento de remoción.
El camino viable, aunque suponga una prolongación del mandato de Castillo hasta julio del 2023, es el adelanto general de las elecciones, la única salida racional factible. Para ello sí se cuenta con los votos y daría tiempo, además, para completar las reformas políticas y electorales que permitan que la próxima tirada de cartas electorales, nos hallemos en una mejor postura que en las elecciones disfuncionales del 2021.
Y si por ventura, el presidente no lo propusiera, ya es hora de que el Congreso opositor se deje de mirar solo su conveniencia (quedarse cinco años apoltronado en el hemiciclo) y sea él quien proponga y lleve a cabo dicha reforma y acción política. En democracia, las crisis políticas se resuelven con elecciones, como acaba de recordarnos con sabiduría el excongresista Víctor Andrés García Belaunde. Y estamos frente a una crisis mayor, honda, que merece una acción extraordinaria, fuera de la caja, para ser resuelta.
