¿Cómo mejorar la inteligencia emocional para emplearla en el ambiente laboral?

Es una de las habilidades más demandadas para acceder a cargos de liderazgo y quien no la tenga desarrollada, puede ejercitarla para mejorar su reacción ante una situación de estrés o comprender fácilmente las emociones de los demás.

Desde el 2016, el Foro Económico Mundial adelantaba que la inteligencia emocional sería una de las diez principales habilidades en el mercado de trabajo para el 2020. Con la pandemia, esta habilidad es particularmente importante para los líderes de las organizaciones.

El propio Daniel Goleman, autor del libro fundacional sobre la inteligencia emocional, considera que esta habilidad es fundamental para todos los puestos directivos. “El coeficiente intelectual y las destrezas técnicas son importantes, pero la inteligencia emocional es la condición ‘sine qua non’ del liderazgo”, planteó hace más de 20 años.

En líneas generales, la inteligencia emocional es un conjunto de habilidades para identificar y gestionar las emociones propias y las de los demás. Si bien algunas personas están naturalmente adaptadas a tenerla, también es una habilidad que puede enseñarse, desarrollarse y mejorarse.

Componentes de la inteligencia emocional

De acuerdo a Margaret Andrews, instructora de Inteligencia Emocional para Liderazgo, entrevistada por Harvard Professional Development, existen al menos cuatro componentes de la inteligencia emocional que pueden reforzarse: autoconciencia, autorregulación, conocimiento social y habilidades sociales.

La especialista considera que la autoconciencia o la capacidad de identificar las emociones propias es el punto de inicio y que los demás componentes dependen de este autoconocimiento. En segundo lugar, ubica a la autorregulación, que permite gestionar estas emociones, por ejemplo, ante momentos de estrés o una situación de emergencia.

"Las personas con una fuerte autorregulación pueden hacer una pausa y respirar profundamente en situaciones tensas y estresantes", explica Andrews. "Lo que les ayuda a mantener la calma y pensar antes de hablar o actuar", agrega.

Por otro lado, menciona a la conciencia social, que no es otra cosa que la empatía frente a las emociones de los demás y concluye con las habilidades sociales, donde se encuentra el manejo de conflictos y el trabajo en equipo. Para mejorar la inteligencia emocional, Andrews recomienda tres puntos: identificar las emociones propias nombrándolas, pedir retroalimentación a los amigos y leer mucho.

“Los estudios demuestran que leer literatura con personajes complejos puede mejorar la empatía. Leer desde la perspectiva de otras personas nos ayuda a comprender sus pensamientos, motivaciones y acciones y puede mejorar su conciencia social”, asegura.

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