La campaña de Keiko Fujimori no sólo cambiará de rumbo, sino que sumará rostros internacionales. El ecuatoriano Roberto Izurieta será uno de ellos, según una fuente altamente confiable y cercana al comando de campaña de Fuerza Popular, y ya estaría trabajando como asesor externo.
Izurieta es especialista en comunicación política y ha sido asesor, por ejemplo, del expresidente ecuatoriano Jamil Mahuad, quien firmó el acuerdo de paz con Alberto Fujimori en 1998.
Izurieta también ha asesorado a otros presidentes como Álvaro Colom en Guatemala, o los derechistas Horacio Cartes en Paraguay y Enrique Peña Nieto en México. El ecuatoriano es un viejo conocido en estas tierras: según su hoja de vida, trabajó en una de las campañas de Alejandro Toledo.
Medios ecuatorianos lo vinculan a la campaña del 2017 en la que el banquero Guillermo Lasso perdió las elecciones presidenciales en Ecuador. Izurieta ha admitido ser amigo del actual presidente de Ecuador y ha estado muy pendiente de su última campaña, de este año, en la que sí ganó. A inicios de abril Lasso remontó el marcador de entre 10 y 15 puntos de ventaja que le daban a fines de marzo algunos sondeos a su contrincante, el correista Andrés Arauz.
El pasado 13 de abril, por ejemplo, el especialista resaltó en CNN −a la par de su apoyo informal− tres ejes de la estrategia de Lasso que lo llevaron a la victoria: la espontaneidad en los debates, apuntar hacia los privilegios y promover “encuentros” con la gente. “Mientras Andrés Arauz y su equipo seguían en una onda triunfalista, Guillermo Lasso dio un giro a su campaña, la acercó a la gente y sus problemas dando paso a su nueva línea: los encuentros. De esta manera, Lasso pasa de una primera vuelta donde daba la idea de dar lecciones basado en su capacidad y experiencia, a eventos genuinos con la enorme diversidad del electorado nacional. Fue un éxito”, escribió. Sería un anuncio de lo que se viene en Perú, donde Fujimori ya busca con desesperación debatir con su contrincante.
Para llegar al público más joven, donde prevalece un fuerte componente de antivoto, en la tienda naranja contarían con el apoyo de otro ecuatoriano: Juan Mateo Zúñiga, consultor político y miembro de la Asociación Latinoamericana de Consultores Políticos, integrada por un equipo de jóvenes liderados por él.
Su experiencia se basa principalmente en campañas electorales en su país y se encargaría de la estrategia digital de Fuerza Popular. En la reciente primera vuelta en Ecuador, fue asesor de la “sorpresa” de los comicios: Xavier Hervas, un empresario que se estrenaba en la política nacional. El desconocido quedó en un meritorio cuarto lugar.
“Nosotros creemos que la estrategia es el contraste. No necesariamente tenemos que salir a pelear con alguien o hacer algo en negativo, sino a diferenciarse de los otros. El contraste en este caso fue Xavier [Hervas] contra todos los políticos. Los políticos que nos defraudaron, que nos llevaron a la crisis”, contó Zúñiga en una entrevista para el portal de su país Primicias.
El reto del ecuatoriano será extrapolar eso a una candidata más bien protagonista -en gran parte- de la reciente crisis del país. En todo caso, las redes sociales serán una de las herramientas clave de Zúñiga, que para la segunda vuelta en Ecuador asesoró a la campaña de Lasso. De hecho, es el responsable de que el electo presidente haya incursionado en la red social Tik Tok, tal como lo ha hecho Keiko Fujimori en la primera vuelta.
Sudaca se contactó con ambos asesores a través de sus redes sociales, pero no respondieron al cierre de edición de esta nota.
Hace dos días, el excongresista Luis Galarreta negó al diario Correo que vayan a contratar a un asesor extranjero, pero esto no sería tan cierto. Si bien ambos ecuatorianos no son parte del equipo de campaña ni se reúnen a diario con este, sí se suman como consejeros externos y, qué duda cabe, jugarán un rol importante.
El comando de campaña de Keiko Fujimori está integrado por el jefe de plan de gobierno, Nano Guerra García, el publicista Carlos Raffo y los excongresistas Miguel Torres y Galarreta, quienes se reúnen diariamente, según pudo conocer este medio. Esto seguirá así.
Sudaca se contactó con los mencionados integrantes del equipo de Keiko Fujimori, pero al cierre de esta edición o se excusaron de revelar datos internos de la estrategia o no respondieron.
Por otro lado, y pese a que un círculo de viejos fujimoristas ya rodea a la candidata, las fuentes naranjas niegan que Alberto Fujimori cumpla un papel de estratega en la campaña, aunque admiten que el expresidente sí llama a su hija para darle consejos y lanzarle alguna crítica constructiva.
En esa línea, no está contemplado que Keiko Fujimori firme una hoja de ruta ni extienda pedidos de perdón por la corrupción de la década del 90 ni por la actitud vehemente mostrada por sus congresistas en el período 2016-2020. En el círculo de Keiko creen que ya han reconocido suficientes errores y no están dispuestos a seguir con el autoflagelo.
“No forma parte de la estrategia ahora [pedir perdón]. Se va a anunciar un cambio de rumbo, pero no pasa por una hoja de ruta ni algún perdón”, refiere una fuente de la tienda naranja.
Cambio de rumbo
Como ha sido evidente, un primer momento de la campaña ha estado marcado por el discurso contra el comunismo, plasmado en videos institucionales del fujimorismo en redes sociales.
En paralelo, han surgido otras acciones que no coordina directamente Fuerza Popular, pero que tampoco rechaza. Claro ejemplo son los anuncios que han surgido en distintos paneles publicitarios de la empresa Punto Visual en Lima. El gerente de esta empresa es Alberto Luis de Azambuja, pareja de la excongresista Cenaida Uribe. Otro ejemplo, aunque menos estruendoso, es la campaña en redes bajo el hashtag “#pormifamilia”, promovida por Robby Ralston.
Pese a que dicen ser ajenos a ambas estrategias, en la interna no consideran esto como un error. A la consigna del anticomunismo se han sumado ya voces como las de Mario Vargas Llosa y la del mismo Kenji Fujimori señalando que la exprimera dama del régimen fujimorista es la opción democrática y representa la defensa del modelo económico. Que se sumen más voces sería parte de los que llaman a la interna “la estrategia cívica”.
En esta segunda vuelta también se ha descartado contar con las empresas publicitarias que vienen tocando la puerta de Fuerza Popular. En el comando de campaña se preguntan para qué quieren spots si ya tienen minutos asegurados en los medios.
En el fujimorismo, además, parecen tener bastante fe en lo que vienen haciendo cierta prensa, como el Grupo El Comercio, y consideran que no hay necesidad de hacer una campaña de “terruqueo” cuando desde la concentración y otros medios ya la vienen haciendo por su cuenta.
Pero toda esta primera parte de la estrategia, específicamente la defensa del modelo y la lucha contra el comunismo, sólo habría tenido como objetivo atraer a aquellos votantes de derecha que no respaldaron a Keiko Fujimori en la primera vuelta.
Al interior de Fuerza Popular dicen que han sido plenamente conscientes de que ese discurso no iba a calar en los sectores D/E. Por eso, ahora tienen como referencia la campaña de Luis Fernando `el Macho` Camacho, líder ultraderechista y religioso, quien puso en aprietos a Evo Morales en las últimas elecciones bolivianas tras hacer un paro de 21 días en el país del sur. El símil que buscan es ir desde los sectores más acomodados para luego dar un llamado a los estratos sociales más bajos.
Así, para el sector D y E, el objetivo será promover un mensaje antiestablishment, por lo que no debería generar sorpresa si es que Keiko empieza a esgrimir un discurso populista que critique a grupos de poder y reivindique programas sociales de su padre como el Foncodes, los vasos de leche, entre otros, como ha hecho ya en recientes entrevistas.
Con ello se avecina una campaña con múltiples variantes, aunque abierta a colaboración de diversos sectores y poderes fácticos que puedan sumarse, de acuerdo a fuentes del fujimorismo. Luego, viene la conquista del antivoto, que tiene una lógica distinta. Esta segunda fase se develaría en los próximos días.