Chile se levantó como siempre para continuar con su vida rutinaria en una sociedad que ha tenido cambios rotundos en la vía política que rige actualmente. Un país cuya relación con su actual mandatario es inviable y agresiva, ya que su gestión se encuentra en declive por su falta de accionar en el incendio forestal en Valparaíso que ya viene cobrando 131 muertos; además, también se cuestiona su accionar en el manejo de la pandemia de la COVID-19. Además, cada error de Boric es recordar sus tantos tweets antes de aparecer en la palestra política.
Uno de los tantos cuestionados tweets de Gabriel Boric
A pesar de los desafíos, Chile ha demostrado resiliencia y ha venido avanzando con determinación hacia un futuro de mayor estabilidad y prosperidad. Sin embargo, mientras la tarde del martes se deslizaba silenciosa sobre Santiago, un halo de tragedia envolvía los corazones de los seguidores de Sebastián Piñera Echenique, sumiendo a toda una nación en la consternación más profunda. El hombre que una vez ocupó el más alto cargo en la sociedad chilena, cuyas expectativas y esperanzas aún se aferraban a la posibilidad de un nuevo mandato presidencial, se extinguió en las aguas sombrías del lago Ranco, en la serena región de Los Ríos.
A medida que pasaban las horas, el país sureño se encontraba en la penumbra de una tarde inusualmente sombría, los noticieros nacionales se enfrentaban a un dilema ético. Desde el círculo cercano del ex mandatario se confirmaba lo evidente; sin embargo, una vez más la búsqueda de una narrativa equilibrada y veraz se contraponía al peso aplastante de la realidad, que emergía inexorablemente del círculo íntimo del exmandatario. Las noticias seguían sin confirmar lo que en redes era inevitable.
La incertidumbre dio un giro trágico tras la confirmación de la muerte de Sebastián Piñera. Desde La Moneda, resonaba la confirmación de lo inevitable, marcando así el final de una era y el comienzo de un luto nacional.
En este momento sombrío, quedan suspendidas en el aire las innumerables incógnitas que Piñera, ahora en un silencio eterno, ya no podrá responder. La memoria de un expresidente, sea bueno o malo, divide la opinión pública y se vuelve en el juego cotidiano de las fuerzas de poder por intentar tener la razón. En Perú, ocurre con el legado que nos dejó Alan García y las tantas preguntas que quedaron pendientes. Por su parte, las redes sociales han resonado entre críticas positivas y negativas de quien ocupó el sillón presidencial de Chile en dos periodos.
El conocido “Piñi” -como normalmente le decían al ex mandatario- impulsó la Reforma Tributaria de 2014 que fue presentada como una respuesta crucial a la desigualdad económica persistente y la necesidad de financiar programas sociales vitales. Sin embargo, su impacto y eficacia siguen siendo objeto de intenso debate y análisis, ya que la reforma tenía como objetivo aumentar la recaudación fiscal, especialmente de las grandes empresas y personas con altos ingresos, para financiar programas sociales y reducir las disparidades económicas en el país. Sin embargo, las estimaciones iniciales que sugerían un aumento significativo en la recaudación, los resultados finales parecen haber quedado por debajo de las expectativas. Si bien la reforma pudo haber generado ingresos adicionales para el Estado, su capacidad para reducir efectivamente la desigualdad económica es cuestionable.
Aun así, las redes sociales no solo han recordado al expresidente por su intento de gestionar correctamente la estabilidad económica del país sureño. Se ha puesto en la palestra de la opinión pública el recuerdo del estallido social en Chile que puso en jaque al exmandatario. Por esta razón se culpó a Piñera por crímenes de lesa humanidad; además, según el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) las cifras de las victimas por estos acontecimientos sociales aumentaban con lesiones oculares, además de querellas por violencia sexual, torturas, lesiones y homicidio.
Intentaron culpar por estos actos al exmandatario. La oposición intentó acusar constitucionalmente al Presidente Sebastián Piñera por su presunta responsabilidad en las violaciones a los derechos humanos durante las protestas, la Cámara de Diputados rechazó la acusación por una cuestión técnica.
Finalmente, Piñera fue partidario de votar “a favor” del Plebiscito por una Nueva Constitución en Chile y no dudó en criticar duramente al gobierno de Gabriel Boric en llevar a Chile a una gran incertidumbre. No cabe duda que los años de experiencia convirtieron al ex mandatario en una pieza importante en la política del país.
Con la muerte de Sebastián Piñera, un hombre que dejó una marca indeleble en la política y sociedad chilena, fue tanto admirado como controvertido durante su vida. Su liderazgo marcado por la búsqueda del crecimiento económico, la innovación y el desarrollo, así como sus esfuerzos por enfrentar los desafíos sociales y políticos del país, serán recordados por sus aciertos y desaciertos. Sin embargo, su partida repentina deja un vacío inmenso y suscita una reflexión sobre el legado político que deja detrás.