ALDITO A LA CANCILLERÍA (Cómo me duele el Perú)

"Y encima que el pintoresco Aldito tenga influencia para tomar decisiones sobre quiénes deben representar a nuestro país ya resulta el colmo de esta tragicomedia."

Luego de haber logrado el cese de los embajadores Manuel Rodríguez Cuadros y Harold Forsyth, el periodista Aldo Mariátegui reclama en su espacio televisivo la cabeza del Agregado Cultural del Perú en España, el mundialmente reconocido escritor Eduardo González Viaña, y de la PhD Claudia Arbulú, funcionaria de esa misma delegación.

Nos parece lógico el reclamo con respecto al profesor González Viaña, pues sus convicciones izquierdistas no calzan en absoluto con el régimen de Dina Boluarte ni la nueva (o no tan nueva) derecha que gobierna al Perú. Al famoso novelista se le debe agradecer por sus numerosas publicaciones, por los exitosos congresos académicos que ha realizado y por el estímulo a que los peruanos inmigrantes den su testimonio escrito y expresen su cultura a través de festivales de danza y pintura que González Viaña incentivó durante su gestión de apenas más de un año como Agregado Cultural en Madrid. Asimismo, González Viaña ha trabajado arduamente por los derechos de los inmigrantes en los Estados Unidos, siempre ha mantenido una postura constante y cohesiva en su trayectoria como intelectual. Sin embargo, la Cancillería consideró que su compromiso de varias décadas con el pueblo peruano y con los migrantes no corresponden con la posición política del régimen actual.

A la doctora Arbulú, no obstante, habría que retenerla… Pero falta contar algo:

A Mariátegui se le ha olvidado señalar que el embajador Oscar Maúrtua ha llevado a España al Sr. Alonso Ruiz Rosas como supuesto Agregado Cultural del Consulado. El pretexto que se dio para nombrarlo fue que iba a España a coordinar el Congreso de la ASALE (Asociación de Academias de la Lengua) que se celebraría en Arequipa en marzo del 2023. 

Hace unos cuatro meses, para presentarse ante gente de ese nivel intelectual, ARR pidió a la Universidad San Agustín de Arequipa que le dieran un doctorado honoris causa, pero el consejo universitario se lo negó al enterarse de que apenas tenía secundaria completa y un título semi-universitario de «promotor cultural». 

De todas maneras, ARR fue nombrado en Madrid, pero súbitamente los académicos de la RAE y afiliadas –debido a las turbulencias políticas del Perú– prefirieron reunirse en Cádiz y el congreso de Arequipa quedó en el aire.

¿Habría terminado allí la historia? No. Ahora se plantea que el banquete oficial de los académicos en Cádiz consista en el menú de una picantería arequipeña, de manera que eso los convenza para realizar la reunión del 2026 en Arequipa. Ruiz Rosas vocea esta propuesta a los cuatro vientos y sería el encargado de esa esplendorosa tarea culinaria, dada su trayectoria en dicho rubro. Parece un chiste, pero es verdad. «Adobo para los peritos de la lengua». «Con un chicharrón de chancho convenceré a esos creídos», ha pregonado en un reciente festín. 

La PhD Claudia Arbulú, en cambio, debería seguir en su puesto porque tiene nivel académico doctoral y ha rescatado importantes bienes culturales de la nación… Pero posee el defecto de ser mujer y profesional. ¿Injusticias de género? Hasta cuándo vamos a soportar esa prepotencia y esa constante actitud machista. 

Todo este asunto es solo una muestra más de lo que viene ocurriendo en el aparato estatal desde el 7 de diciembre. El régimen de Boluarte está deshaciendo lo poco bueno que se hizo durante el gobierno de Pedro Castillo. Como se recordará, a Eduardo González Viaña lo nombró Héctor Béjar como Agregado Cultural en España en agosto del 2021, apenas asumido el cargo de Canciller, con una proclama que remeció los cimientos de Torre Tagle. ¿Qué decía Héctor Béjar? Algo muy simple: que la política internacional del Perú debería cambiar y ser menos obsecuente con la injerencia norteamericana, lograr su verdadera independencia y reforzar los lazos con los gobiernos progresistas de la región, a diferencia de regímenes anteriores, como el de Vizcarra, por ejemplo, que le prohibió a Evo Morales cruzar el espacio aéreo peruano cuando la derecha boliviana le hizo golpe blando el 2019, poniendo en riesgo su vida. 

Y es que el Perú ha sido tradicionalmente uno de los países más conservadores y reaccionarios de América Latina en materia de política exterior. Nuestra Cancillería ha estado casi siempre del lado de los que condenan a Cuba, Nicaragua, Venezuela y Bolivia. Y ahora, con el torpe incidente contra el hermano país de México, expulsando a su embajador por haberle dado refugio humanitario a la familia de Pedro Castillo, se hace clarísimo que el gobierno peruano ha vuelto a la senda de la lambisconería con la potencia del norte.

Qué vergüenza. Y encima que el pintoresco Aldito tenga influencia para tomar decisiones sobre quiénes deben representar a nuestro país ya resulta el colmo de esta tragicomedia. En Palacio gobierna la Confiep. (No hablemos ya de los cientos de heridos y del casi medio centenar de muertos en lo que va del régimen).

Que sigan sirviendo patasca y ojalá que un buen chupe de camarones a los académicos de la lengua. Así seguiremos siendo –eternamente– un país de mayordomos.

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Aldo Mariategui

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