GIANCARLA DI LAURA

El caso Dreyfus: ni novela ni poesía

“Con La edad ligera, Dreyfus vuelve a aquellos años, pero solo muestra la parte inicial de Kloaka, no las rupturas y serias desavenencias políticas que marcaron aquellos años del Movimiento.”

«El poema gana si adivinamos que es la manifestación

de un anhelo, no la historia de un hecho» (Jorge Luis Borges)

Hace unos meses, en setiembre del 2023, la poeta Mariela Dreyfus (Lima, 1960) publicó su octavo libro de creación, La edad ligera. Novela en poesía (Editorial Peisa), que corona una larga trayectoria iniciada en 1984 con su estreno juvenil, Memorias de Electra. Desde entonces se ha distinguido como una clara representante de la poesía de los años 80, y más específicamente de la llamada «poesía femenina» que se desató en esa década a partir del ejemplo de Carmen Ollé y su célebre libro Noches de adrenalina (1981).

La desinhibición del cuerpo, la problemática de la opresión masculina, las limitaciones de una vida en un contexto limeño en que la clase media se veía desgarrada entre una crisis económica feroz y la violencia política del estado y los grupos subversivos contribuían a un ambiente de tensión y fragilidad. Los jóvenes de entonces deambulaban entre la desesperación y la rabia. El lenguaje poético requería de nuevas formas, en lo cual no poco tuvo que ver la llegada de la «movida» española postfranquista y su abierta tendencia a los temas sexuales y la liberación de los tabúes contra las mujeres.

En ese ambiente surge el Movimiento Kloaka (1982-1984), fundado por Dreyfus, Róger Santiváñez, Edián Novoa y Guillermo Gutiérrez, aunque en los últimos años Dreyfus y Santiváñez han reclamado la exclusividad de la fundación. Este revisionismo histórico y otras actitudes de los dos últimos nombrados provocó una sonora ruptura con Santiváñez, que fue expulsado de Kloaka en octubre del 2021, al más puro estilo de los años 80.

Menciono estos datos casi anecdóticos porque son pertinentes al libro que ahora quiero comentar. Dreyfus aborda el tema de Kloaka usando un trillado verso del poeta Garcilaso, el toledano, para referirse a la juventud: «todo lo mudará la edad ligera / por no fazer mudanza en su costumbre». El viejo tópico del ubi sunt?, o dónde quedaron las bellezas de la juventud, tan viejo como la poesía misma, aflora como marco general para ofrecer su versión personal de los años 80, cuarenta años después.

No es raro que los 63 textos que componen La edad ligera coincidan con el número de años que la autora cumplió el 2023. El metarrelato obvio es que se trata de una auto-celebración de la ya avanzada edad de la poeta, que busca así saldar cuentas con algunas versiones de Kloaka que empañan la imagen idílica, rebelde, intensa y supuestamente auténtica que el libro intenta ofrecer.

Kloaka, como bien se sabe, pasó por varias etapas. A partir de 1983 el grupo empezó a desintegrarse y en enero de 1984 un grupo de los miembros (entre ellos el mismo Santiváñez) expulsaron a cuatro de los otros miembros (Guillermo Gutiérrez, Julio Heredia, Mary Soto y, por supuesto, Mariela Dreyfus) por diversos motivos, que no vale la pena desarrollar aquí, pero que se relacionan con la traición ideológica al grupo y pueden encontrarse en el «Parte de Expulsión» emitido por la «Instancia Suprema» de Kloaka en la mencionada fecha.

Con La edad ligera, Dreyfus vuelve a aquellos años, pero solo muestra la parte inicial de Kloaka, no las rupturas y serias desavenencias políticas que marcaron aquellos años del Movimiento. Sin embargo, no importa qué versión de Kloaka ofrezca finalmente Dreyfus (cada quien es libre de dar su propio testimonio, por muy parcial que sea), sino el producto verbal que se asume en esa elaboración de la memoria.

Al subtitularse como «novela en poesía» el libro lanza como «disclaimer» la ficción, de modo que parecería ser inmune a las aclaraciones históricas. ¿Pero realmente un libro puede desentenderse así de la materia vital que lo nutre? ¿No son las novelas también muestras de la ideología de sus autores?

Los 63 textos asumen la forma de pequeñas narraciones fragmentadas que por lo general carecen de imágenes y pueden leerse de manera lineal si uno recompone los textos partidos en versos a lo que parecería ser su forma original: pequeñas prosas. Hasta aquí no hay problema. Hay muchas novelas compuestas de fragmentos narrativos, casi caleidoscópicos, incluso. Y también hay novelas en verso (El cumpleaños de Juan Ángel, de Mario Benedetti, viene inmediatamente a la memoria, entre otras).

Hay siete personajes que con Dreyfus protagonizan los 63 textos. Son los miembros de Kloaka con pseudónimo, excepto su mentor Santiváñez, que aparece claramente como «Roy».

Escojamos al azar uno de los textos, el 17, para citarlo fragmentariamente:

17

En la Biblioteca Nacional David

revuelve ficheros tras sus lentes

verdes de avispón verde en la Edda

menor buscamos cómo nombrar

la palabra bosque la palabra piedra

la palabra cielo y al cielo sin cielo lo

ensombrece un aire de guerra no es

fácil contar la epopeya de los hombres

a caballo hombres-bomba volando

pero David prefiere volar a otras eras

donde su lengua modula su seseo y les

habla a los dioses mientras planea al

ras de las veredas o se detiene y saca

un pan con mantequilla y sí nosotros

solemos comer del mismo plato como tres

ratas ciegas de tanto mirar el panorama […] (p. 32).

Puesto en prosa y puntuado, el texto queda así:

«En la Biblioteca Nacional, David revuelve ficheros tras sus lentes verdes de avispón verde. En la Edda menor buscamos cómo nombrar la palabra bosque, la palabra piedra, la palabra cielo y al cielo sin cielo [famoso verso de Sebastián Salazar Bondy] lo ensombrece un aire de guerra. No es fácil contar la epopeya de los hombres a caballo, hombres-bomba volando, pero David prefiere volar a otras eras, donde su lengua modula su seseo y les habla a los dioses mientras planea al ras de las veredas, o se detiene y saca un pan con mantequilla. Y, sí, nosotros solemos comer del mismo plato como tres ratas ciegas de tanto mirar el panorama […]».

Cualquiera de los otros 62 textos del libro es pasible también de prosificarse, revelando así un descriptivismo bastante heredero del conversacionalismo ya trasnochado desde hace décadas en la poesía peruana.

Al no tener mayor uso de recursos poéticos (ritmo coherente, imagen) ni una visión novelística totalizante de los eventos autobiográficos que se presentan, el libro queda a medio camino entre la novela y la poesía. Sin ser ni una cosa ni otra, se puede apreciar sobre todo como el testimonio personal de esta importante autora de la Generación del 80 peruana. Vale.

Tags:

Años 80, Kloaka, Literatura peruana, Novela en poesía

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