Si hay una palabra que ha sido utilizada por el oficialismo y la oposición es la palabra gobernabilidad. En nombre de ella, los primeros piden responsabilidad a los congresistas; y los segundos solicitan convocatoria nacional para atender los problemas urgentes del país. 

Presentada así, esta situación nos deriva a las siguientes preguntas: ¿con quiénes se está estableciendo la tal llamada gobernabilidad por parte del Ejecutivo? ¿está logrando su objetivo? Según la teoría, la gobernabilidad parte de establecer paz social entre tres actores: políticos, empresarios y ciudadanos. Partiendo de esta premisa, el gobierno de Pedro Castillo -según el anuncio de 28 de julio, declaraciones públicas en provincias y acciones recientes de Mirtha Vásquez- ha establecido canales precarios con los empresarios y ciudadanos, dado que constantemente ha ejercido el presidente posiciones políticas que generan división entre las regiones y Lima. El anuncio del cierre del Congreso constantemente abona aún más a esta situación. Y ni qué decir de las medidas que tomó la primer ministro anunciando cuatro cierre de minas. 

Evidentemente, el estilo de liderazgo gremial que se percibe desde el Ejecutivo aleja cualquier intento de convocatoria nacional. Estilo de liderazgo que pasa por lo reivindicativo y sectorial y no por poner a sentar a la mesa de diálogo a los actores que generen ingresos al Estado y al país. Esto afecta claramente a nuestra joven democracia que necesita de consensos y de diálogo constante con los empresarios y los ciudadanos. El presidente debe repensar su socialización política. El silencio prolongado para dirigir una nación (que lo llenan sus controvertidos aliados) y ese estilo de liderazgo generan zozobra. Evidencian improvisación y unas medidas estatistas que no ha funcionado a través de la historia. 

La paz social, así, no es más que una quimera. El presidente tiene que recordar que ha llegado a la presidencia, pero no tiene el poder. Ha ganado por aproximadamente por cuarenta mil votos. Votos que no son militantes en su gran mayoría. Y eso se construye convocando inteligentemente a los actores en juego. No se puede gobernar solo con simbolismos y pensando gremialmente el país.

Tags:

Gobernabilidad, Gobierno

En las últimas semanas se ha venido diciendo que este año la economía peruana crecerá entre 11% y 13%, cifra que se celebra como un logro. ¿Por qué debemos tener cuidado con la interpretación del número?

Muchas veces los datos estadísticos nos juegan una mala pasada. Hace pocos días autoridades del gobierno manifestaron que estaban contentos con las cifras de crecimiento económico para este año. Veamos primero el dato aislado. El PBI crecerá entre 10% y 13% este año. También se ha dicho que la cifra se debe al crecimiento de la inversión privada que, de acuerdo con el banco central, crecería 24%. Viéndolos así, las cifras parecen muy buenas. Sin embargo, las cifras no se leen de manera aislada.

Ahora notemos que esas tasas de variación están comparadas contra 2020; por lo tanto, para saber si esos números son altos o no, veamos la información de 2020. El año pasado el PBI cayó 11.1%, mientras que la inversión privada, que representa el 80% de la inversión total, se redujo en 16.5%.

El rebote estadístico aparece cuando el patrón de comparación es muy bajo y la variación se expresa en porcentaje. Si las variaciones porcentuales en 2020 fueron las mostradas, no deberían sorprender las cifras de 2021. Si en 2020 la economía cayó 11.1% y en 2021 crece, digamos 11%, apenas ha recuperado el nivel pre pandemia. Como las cifras representan un promedio del comportamiento de los diferentes sectores y algunos crecen más rápido que otros, la economía recién se recuperará, es decir, volverá a los niveles de 2019, el primer trimestre de 2022. Más aun, el empleo no ha recuperado ni de lejos a los niveles de 2019. Una cosa es que el PBI, que mide producción, aumente; otra, que el empleo lo haga al mismo ritmo, algo que no está ocurriendo.

Sabemos que para poder crecer requerimos aumentar la inversión privada. Dos cosas respecto de la pública: por un lado, representa solo el 20% del total de la inversión en el Perú, por lo que tendría que crecer mucho para que tenga impacto y por otro, no puede aumentar por el déficit fiscal. Simplemente no hay dinero para que crezca. De ahí que el peso de la recuperación caiga sobre la privada. El crecimiento de la inversión privada hace crecer el empleo y como consecuencia los ingresos y el consumo privado.

Las exportaciones sí han tenido un mejor comportamiento, reflejo del entorno económico externo favorable. En 2020 ascendieron a US$ 42 941 millones de dólares, mientras que en 2021 llegarán a 60 mil millones de dólares, un crecimiento de 41%.

Desde luego que lo ideal para que este tipo de comportamientos no ocurra, es que las variaciones sean lo más similares posibles. Si eso no ocurre debemos estar atentos siempre al período de comparación. El rebote estadístico puede llevar a engaño, consecuencia de expresar en porcentaje una variación, cuando el período de comparación es muy bajo. Con certeza, las cifras de 2021 no se repetirán en 2022, justo por el rebote. A tener cuidado con la lectura de las cifras.

Tags:

Carlos Parodi, Entendiendo de Economía, Rebote estadístico

Una forma diferente de entender lo que pasa en el Perú.

Desde hace unos meses, no es raro encontrarnos con acciones del colectivo denominado “La Resistencia”, un grupo minúsculo de agitadores con ínfulas de grupo militarizado, que enarbolan banderas ultraconservadoras y agreden descaradamente (sin que las autoridades hagan algo para impedirlo) a quienes quieren, cuando quieren. Las principales demandas de este grupúsculo son el impedir el avance del comunismo, evitar la impunidad de los expresidentes Vizcarra y Sagasti y ponerle fin al copamiento del Estado de parte de los caviares. Como señala Daniel Yovera en un extenso reportaje sobre ellos: “embiste contra todo lo que perciba o asuma como rojo, caviar, izquierda o comunista”¹.

Si bien su capacidad de movilización es limitada, llama la atención la propagación de un discurso extremadamente violento y ultra que poco a poco ha ido calando en sectores más moderados y se ha hecho lugar común en los mensajes políticos de figuras representativas de la representación nacional. El politólogo Daniel Encinas señala al portal France24: “Aún no estamos hablando de movimientos de masas enormes… Sin embargo, creo que tampoco debemos subestimar los discursos, pues se observa un interés de su parte para escalar a acciones probablemente peores”².

Este énfasis en el discurso que Encinas menciona con acierto y que otros analistas están comenzando a destacar, es el eje central de la preocupación que motiva el artículo de hoy. Porque creemos que estamos en el medio de una espiral que aparentemente no tiene límite y que está mejor pensado de lo que creemos.

¿Por qué desde el resultado del conteo rápido de Ipsos de la segunda vuelta, y de la posterior confirmación del resultado de parte de la ONPE, se montó una maquinaria -no masiva- pero altamente efectiva en mensajes? ¿Cómo han ido perdurando y evolucionando en el tiempo mensajes que parecen trasnochados y lunáticos y que después de unos días toman forma y se consideran validados? El tema es amplio y tiene muchas aristas de análisis. 

Vamos a tratar de ubicarnos en uno de los escenarios de análisis, menos político y más desde el discurso y su relación con la cultura y la sociedad. Para ello, tendremos una conversación simulada con el libro Cultish, de Amanda Montell, publicado recientemente³. Simulada, porque le vamos a dar el estilo de preguntas y respuestas. Las respuestas serán extractos del texto (traducción propia) que por su relevancia queremos ofrecerlas. Al medio, algunos comentarios personales de la idea expresada. 

Como se señala en su introducción: “Montell sostiene que la clave para fabricar una ideología intensa, una comunidad y actitudes de nosotros / ellos, se reduce al lenguaje. Tanto en formas positivas como sombrías, el lenguaje cultual es algo que escuchamos —y nos influencia— todos los días.” Con ese párrafo, tratamos de que Montell nos permita descifrar algo de lo que se viene dando en el Perú y de los peligros que encierra. Esperamos que las reflexiones que hace la autora les sean relevantes.

¿Por qué es tan importante el rol del lenguaje para comprender lo que ocurre con estos grupos y qué pueden desencadenar?

Montell: Lo que ha hecho que la gente se adhiera a grupos de esta naturaleza es el lenguaje. Desde la astuta redefinición de palabras existentes (y la invención de nuevas) hasta eufemismos poderosos, códigos secretos, renombramientos, palabras de moda, cánticos y mantras, «hablar en lenguas», silencio forzado, incluso hashtags, el lenguaje es el medio clave por el cual todos se producen grados de influencia de culto. 

Los líderes de estos grupos lo saben, pero también los de estructuras piramidales, los políticos, los directores ejecutivos de empresas emergentes, los teóricos de la conspiración en línea, los instructores de entrenamiento e incluso los influyentes de las redes sociales. Tanto en formas positivas como oscuras, el «lenguaje de culto» es, de hecho, algo que escuchamos y por lo que nos dejamos influir todos los días.

Un concepto lingüístico llamado teoría de la performatividad dice que el lenguaje no se limita a describir o reflejar quiénes somos, sino que crea quiénes somos. Eso es porque el habla en sí tiene la capacidad de consumar acciones, exhibiendo así un nivel de poder intrínseco. Cuando se repite una y otra vez, el habla tiene un poder significativo y consecuente para construir y constreñir nuestra realidad.

Ya sea malvado o bien intencionado, el lenguaje es una forma de hacer que los miembros de una comunidad estén en la misma página ideológica. Para ayudarlos a sentir que pertenecen a algo grande. El lenguaje proporciona una cultura de comprensión compartida.

Comentario personal: Por eso entonces no es tan raro encontrar ahora hashtags, sobrenombres con una carga específica, etiquetas con las que se dirigen a las personas. Porque lo que se está haciendo es ampliar la comunidad desde donde nace esta intención hacia algo más amplio. El “lagarto” Vizcarra debe ser uno de los sobrenombres más exitosos de las últimas décadas, pues ayuda a identificar a un personaje y lo adhiere a una escala de valor con significado. Poco a poco se va incorporando el apelativo al apellido y hacen una unidad. Pero es a través del lenguaje que se empieza a configurar el mundo de los buenos y los malos, de los ellos y de los nosotros. Cuando se logra instalar en un universo más amplio, el daño está hecho y el propósito logrado.

¿Es realmente tan importante el papel que puede jugar el lenguaje en esta configuración social?

Montell: Con un destello de voluntad, el lenguaje puede hacer mucho para aplastar el pensamiento independiente, oscurecer las verdades, fomentar el sesgo de confirmación y cargar emocionalmente las experiencias de tal manera que no parece posible otra forma de vida. La forma en que una persona se comunica puede decirnos mucho sobre con quién se ha estado asociando, por quién ha sido influenciado. Hasta dónde llega su lealtad.

En ese sentido, Hassan ha descrito un continuo de influencia que representa a grupos que van desde lo saludable y constructivo hasta lo insalubre y destructivo. Señala que los grupos que buscan un fin destructivo usan tres tipos de engaño: omisión de lo que necesitas saber; distorsión para hacer que lo que dicen sea más aceptable; y mentiras descaradas.

Comentario personal: Qué claro este último párrafo para comprender lo que hemos estado viviendo en los últimos meses. La sustentación descarada de argumentos falaces, el silencio a los argumentos de los opositores y la construcción de diversas realidades sin sustento hace que los discursos se vuelvan reales para un imaginario colectivo que no necesita más pruebas que las que se van comentando. Iteración, otra vez. 

Lo que ocurrió en plena pandemia, con la defensa de la ivermectina sin base alguna y lo que ocurre ahora con la posición anti restricciones a los no vacunados, configuran ejemplos de que basta con que algunos líderes digan X, para que se asuma X. El lenguaje, la forma que toma, cohesiona, sin importar el fondo ni el argumento.

¿Cómo estas posiciones van consiguiendo adeptos?

Montell: En sus experimentos sobre Conformidad Social de la década del 50, el psicólogo Salomon Asch descubrió -de manera impresionante- que, si los primeros cinco estudiantes señalaban una respuesta descaradamente incorrecta, el 75 por ciento de los sujetos de prueba ignoraban su mejor juicio y estaban de acuerdo con la mayoría. Entonces, este miedo arraigado a la alienación, esta compulsión a conformarse es parte de lo que hace que ser parte de un grupo se sienta tan bien.

Como menciona en la serie Fleabag el personaje de Phoebe Waller-Bridge : “Quiero que alguien me diga qué ponerme cada mañana. Quiero que alguien me diga qué comer, qué odiar, qué enojarme, qué escuchar, qué banda me gusta, qué comprar boletos, qué bromear, qué no bromear. Quiero que alguien me diga en qué creer, a quién votar, a quién amar y cómo decírselo. Solo creo que quiero que alguien me diga cómo vivir mi vida «.

¿Por qué está pasando esto ahora en el Perú, y en otras partes del mundo con el impulso de los grupos de ultraderecha que comparten muchas de estas características?

Montell: Es algo que hemos visto en todo el mundo en diferentes momentos de la historia de la humanidad. La atracción de miembros de una sociedad por estos grupos que generan códigos de adhesión (tanto la propensión a unirse a ellos como la fascinación antropológica por ellos) tiende a prosperar durante períodos de cuestionamiento existencial más amplio. Cuando las estructuras sociales son cuestionadas o no hay referentes o proyectos comunes. En resumen, cuando las instituciones fallan o desaparecen.

Por ejemplo, en Estados Unidos (también en Perú), generación tras generación, esta falta de apoyo institucional allana el camino para que surjan grupos alternativos. Los «seguidores de culto» del siglo XXI son en su mayoría tipos jóvenes, contraculturales y políticamente divergentes que sentían que los poderes que tenían les habían fallado. Las necesidades de identidad, propósito y pertenencia han existido durante mucho tiempo, y los grupos de cultos siempre han surgido durante los limbos culturales cuando estas necesidades han quedado profundamente insatisfechas.

Montell presenta un trabajo sumamente interesante y actual que nos ayuda a comprender mejor por qué nos encontramos con grupos como La Resistencia o por qué términos que nos parecían de ultratumba ayer, hoy sean parte de la conversación cotidiana de muchas personas.

Si el lenguaje nos crea, pensemos cómo queremos ser creados.


  1. En: https://epicentro.tv/habla-jota-maelo-lider-de-la-resistencia/
  2. https://www.france24.com/es/am%C3%A9rica-latina/20211105-peru-ultraderechismo-vacancia-polarizacion-castillo
  3. Montell, Amanda (2021): Cultish: The Language of Fanaticism. Harper Wave. Edición digital para Kindle.

Tags:

habla, idiomas, Lenguaje

Uno de los empresarios que ha venido rondando Palacio de Gobierno es Marco Antonio Zamir Villaverde García, más conocido como Zamir Villaverde y quien se presenta como asesor o especialista en temas de seguridad. El hombre de negocios es un asiduo invitado de los noticieros y de varios programas populares de la televisión, como ‘Hoy es sábado con Andrés’  y ‘Enemigos Públicos’. Sudaca ha podido conocer que le ha ofrecido al Despacho Presidencial un servicio de resguardo gratuito. Villaverde también ha venido participando en actividades oficiales de la Policía Nacional del Perú.

El sábado 14 de agosto, el empresario se reunió con el subsecretario general de Palacio de Gobierno, Ysmael Rafael Mayuri Quispe. La cita, que según los registros tenía como motivo una “reunión de trabajo”, duró cerca de ocho horas. Villaverde ingresó, sin compañía, a las 2:37 de la tarde y se marchó, también solo, a las 10:04 de la noche. 

Sudaca pidió a la Oficina de Acceso a la Información Pública que nos explique la razón de aquel encuentro. En la respuesta indican que la reunión fue a solicitud del propio Zamir Villaverde. “En la indicada oportunidad [la reunión del 14 de agosto], a solicitud del señor Marco Antonio Zamir Villaverde García, se procedió a recibir la visita de la referida persona, quien venía a proponer un servicio especializado de seguridad gratuita para el Despacho Presidencial”, señala el documento enviado a este medio. No mencionan, sin embargo, a qué institución representaba el empresario cuando ingresó a Palacio. El registro de visitas tampoco lo hace.

 

La Oficina de Acceso a la Información Pública de Palacio de Gobierno nos envió este documento en el que confirma que el empresario Zamir Villaverde ofreció un servicio especializado de seguridad gratuita al Despacho Presidencial. Se le informó que iban a evaluar su pedido. 

 

La misiva tampoco dice en qué consistía aquel servicio “especializado”, pero sí da cuenta de un generoso detalle: que no iban a generar ningún tipo de gasto al Estado. Era gratuito. “Luego de la exposición y explicación de lo que comprendía el servicio –añade el documento-, el visitante procedió a retirarse, indicándosele que, si fuera necesaria su propuesta, se lo estaría convocando”.

Pero Villaverde regresó. El 6 de octubre también fue recibido por el subsecretario Ysamel Mayuri. Sudaca volvió a solicitar las razones de su visita, pero al cierre de esta edición no obtuvimos respuesta.

¿Por qué Villaverde tenía abiertas las puertas de Presidencia de la República? El último viernes, el diario El Comercio reveló su nexo con el exsecretario general de Palacio, Bruno Pacheco Castillo, quien renunció el 19 de noviembre por el escándalo de los ascensos en las Fuerzas Armadas y las presiones que ejerció sobre el jefe de la Sunat. Pacheco, mano derecha de Pedro Castillo, trabajó para Villaverde en la compañía de seguridad Vigarza SAC.

Zamir Villaverde, de 45 años de edad, fue apoderado de esta empresa familiar. Tuvo ese cargo hasta el 2019 y coincidió con Bruno Pacheco, quien trabajó ahí entre 2014 y 2020 como jefe de selección y capacitación de personal. De acuerdo al Decano, Villaverde sigue vinculado a la administración del negocio.

 

 

El exsecretario de Palacio de Gobierno, Bruno Pacheco, asegura en su declaración jurada que fue jefe de Selección y Capacitación de Personal de la empresa Vigarza, entre 2014 y 2020.

 

Vigarza presta diversos servicios. Según su sitio web, incluso tienen un escuadrón de emergencia rápida para sus clientes “similar al sistema policial del 105 y de las Águilas Negras Seguridad de Bancos en versión privada”. “Es una unidad táctica operativa conformado por personal de resguardos que están constantemente capacitados, entrenados y equipados con chaleco antibalas, armas de corto y largo alcance y vehículos modernos todos 4×4 caracterizados de color negro con lunas antibalas”, se lee en su portal.

La hija mayor del presidente Pedro Castillo, Yenifer Paredes, dice a Sudaca no tener conocimiento de ningún servicio de seguridad privado ni para el presidente ni para su familia. “Una cosa es el Despacho Presidencial y otra cosa es la residencia [donde vive ella y la familia presidencial]. Y nosotros, como familia, vivimos en la residencia y no en el Despacho, son cosas muy diferentes. No tengo conocimiento”, asegura. 

Paredes señala, además, que desde que se mudaron a Palacio, su familia solo posee resguardo de los policías de Seguridad del Estado y no de alguna empresa de seguridad privada.

A la fecha, no figura contrato alguno entre el Estado y Vigarza bajo este nuevo gobierno. El 2019, sin embargo, firmó dos por la suma total de S/133.000 con el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred) del Ministerio de Defensa. El año pasado también obtuvo dos contratos -uno de ellos con la misma entidad y el otro con la municipalidad de La Molina- que suman más de S/100 mil.

La primera vez que Villaverde ingresó a la Casa de Pizarro fue el 4 de agosto. En esa ocasión, lo hizo a las 8:00 de la noche acompañado de la exalcaldesa de Villa María del Triunfo, Silvia Barrera Vásquez, y del exalcalde de Huaraz, Vladimir Antonio Meza Villarreal. Los tres se marcharon a las 11:00 de la noche. Barrera llegó al sillón municipal por Perú Posible y actualmente es militante de Podemos Perú. Meza, por su parte, le dijo a El Comercio que no conoce a Barrera ni a Villaverde, y que fue a Palacio para invitar al presidente Castillo a Áncash.

 

SERVICIO ESPECIALIZADO

Villaverde también es dueño de un conglomerado de empresas de diversos rubros. Es gerente general, por ejemplo, de Mazavig SAC, que brinda servicios de transporte de personal y de turismo. También posee participación mayoritaria en la inmobiliaria Villaverde Company SAC, la empresa comercializadora de minerales Multimethal Company SAC, la Corporación Marviga y la Fundación Villaverde, que se dedica a llevar ayuda a poblaciones vulnerables. Y es accionista minoritario del Estudio Villaverde.

El empresario no aparece en los registros de egresados de la Sunedu. No se conoce si ha realizado estudios en el exterior. Lo cierto es que se presenta como asesor y experto en seguridad. Villaverde ha brindado entrevistas en televisión como especialista en esta materia e incluso sobre el uso de armas de fuego y disuasivas. También ha aprovechado su cercanía con los medios para promocionar su proyecto residencial Los Delfines, ubicado cerca de las playas de Asia.

Zamir Villaverde es invitado a populares programas televisivos, como ‘Sábado con Andrés’ del mediático Andrés Hurtado. En esa oportunidad, presentó su exclusivo proyecto inmobiliario ‘Los Delfines’, cerca de las playas de Asia.

Villaverde además es un asiduo visitante de actividades policiales, donde se codea con altos mandos, según se puede corroborar en las fotos que publica en su Facebook.

La última ceremonia a la que asistió fue al ‘XXV Curso de Capacitación Básica de Protección y Seguridad de Entidades Bancarias’. Ocurrió el pasado 23 de octubre y participaron, según escribió en sus redes sociales, el general PNP Jorge Angulo Tejada, jefe de la Región Lima; el coronel Freddy Velásquez, jefe de la División de Emergencias de la Región Lima; y el comandante  PNP Alberto Oliva Angulo, jefe del Escuadrón Águilas Negras, precisamente la unidad que resguarda los bancos. 

El 22 de septiembre, publicó también unas fotos con el comandante Oliva felicitándolo por “la excelente gestión y labor que realiza como jefe del Escuadrón de Seguridad de Bancos Águilas Negras”.

El 23 de octubre, Zamir Villaverde publicó este post sobre su participación en el ‘XXV Curso de Capacitación Básica de Protección y Seguridad de Entidades Bancarias’ donde estuvo acompañado de los altos mandos policiales. El Mininter ni la Policía nos ha respondido si alguna empresa vinculada a Villaverde posee convenios o acuerdos con ambas instituciones.

Sudaca envió un cuestionario al Ministerio del Interior y a la Policía Nacional del Perú para conocer si la entidad ha firmado algún contrato, convenio o acuerdo institucional de capacitación con alguna empresa representada por Zamir Villaverde, pero hasta el cierre de esta edición no obtuvimos respuesta. El empresario tampoco nos contestó el pliego de preguntas que le enviamos sobre los temas abordados en este informe, incluidas sus denuncias.

Y es que el nombre de Zamir Villaverde tampoco es ajeno en las comisarías y los pasillos del Ministerio Público. El hombre de negocios ha sido denunciado por los presuntos delitos de usurpación, tentativa de homicidio y resistencia a la autoridad. Esto último a raíz de medidas de restricción que tenía el 2019 para acercarse a su familia, de acuerdo a documentos policiales que Sudaca pudo obtener.

Una denuncia policial reciente, registrada el 17 de enero de este año en la comisaría de Cerro Azul, Cañete, narra el supuesto accionar de los vigilantes de la empresa Vigarza. Un joven de 19 años de edad, identificado como Matías Barrientos, contó que “fue amenazado con arma de fuego” por dos vigilantes “de una tranquera ilegal”  colocada en medio de un terreno ubicado a la altura del kilómetro 126 de la Panamericana Sur.

El padre del joven, identificado como Miguel Ángel Barrientos, fue a reclamarle a los vigilantes y también fue amenazado con armas, según la misma denuncia. Los aludidos señalaron que se encontraban vigilando un terreno de propiedad de Zamir Villaverde.

El empresario es señalado por los denunciantes como presunto “autor intelectual” del ataque. Villaverde, sin embargo, también ha realizado denuncias por falsedad ideológica, prevaricato y falsificación documentaria. Todo estos líos no le han quitado tiempo para acercarse al poder de turno.

(*) Fotocomposición de la portada del reportaje: Darlen Leonardo

Tags:

Bruno Pacheco, Chota, Palacio de Gobierno, Pedro Castillo, Zamir Villaverde

Rolando Arellano, presidente del directorio de la consultora Arellano, participó de la última edición de la Cade Ejecutivos 2021. Durante la charla “¿Cómo llegamos a esta encrucijada nacional?”, señaló que en el 2019 habían alrededor de 3 millones de empresas formales en el país, pero si se incluyen a las informales, la cifra superaría las seis millones de empresas. Es decir-sostiene Arellano- habría una empresa por cada 5 habitantes. Esto lo hace concluir que somos uno de los países más empresarios del mundo, pero con muchos problemas por resolver. Uno de ellos, la desunión en la que cohabitamos.

Vivimos una época de división política, donde el sentido de unidad parece un concepto lejano. ¿Cómo lograr esa unión?

Tenemos un país muy dividido, pero esa división no es una cosa de hoy. Quizás se ha hecho más evidente por los últimos temas políticos, pero viene desde antes. En realidad, somos una nación que recién se está formando, después de 200 años. No hay otra forma de tener un país próspero, inclusivo, sino nos unimos.

Durante su participación en Cade usted señaló que el Perú es el país más empresario del mundo y con mayor sentimiento empresarial ¿Qué cifras explican esto?

Ser empresario y ser peruano es casi coesencial. Lo primero es la evidencia: Perú es por lo menos 50% más intensivo en empresas (registradas y formales) que países como Chile. Durante muchísimos años, el Perú salía siempre entre los cinco primeros puestos del mundo en la intensión de emprender. Esto se explica, en una parte por la necesidad y la supervivencia. Según nuestros estudios, el 73% de peruanos, cuando se les pregunta si quieren un empleo fijo o un negocio propio, nos dicen que quieren uno propio.

Pero de ellos, el 63% dice que preferirían tener ambas. Si se tiene un empleo, en la casa se tiene una bodeguita o el esposo ‘taxea’ o se vende cosméticos. El espíritu empresarial está ahí.  Lo que no hay es la unidad de las empresas para hacerse fuertes. Somos millones de empresas pequeñas pero desunidas. Y ahí está la oportunidad y el problema a la vez.

¿Y por qué no se ha logrado esta unidad?

No se ha logrado porque todo esto tiene faces. La primera es generar la empresa y el desarrollo; y la segunda es que el sistema, en general, ha facilitado la existencia del pequeño pero ha hecho compleja la existencia del que crece. Entonces, cuando empiezas a crecer y organizarte, caes bajo el control de un Estado ineficiente y terminas huyendo de la formalidad.

¿Este espíritu emprendedor está relacionado con la subsistencia?

Una de las razones de la formación de empresas es la subsistencia. Sabemos que el Estado no nos va a proteger, no nos va a ayudar, entonces lo que hacemos es protegernos a nosotros mismos y generamos nuestros propios emprendimientos, una especia de círculo vicioso si lo quieres, pero también de círculo virtuoso. Eso ha obligado que hagamos nuestra propia ropa, empresas textiles, restaurantes, soldaduras. No es que hayamos sido siempre el país más empresario del mundo. Esto tiene 20 o 30 años de existencia.

¿Cómo afectó la pandemia a las pequeñas y medianas empresas?

La pandemia afectó al mundo y al país. Hizo crecer la pobreza en 10 puntos, según el INEI. Sin embargo, lo que es importante es ver la resiliencia que hubo en esto. Del 2004 al 2016, el 40% de peruanos salió de la pobreza y la mayoría entró a la clase media.

En el 2020, según el INEI, la pobreza creció en 10 puntos. Pero si vamos al 2021, la pobreza creció tres puntos. Se revirtió esa tendencia y rápidamente llegaremos al nivel del 2019. Eso nos dice que la gente que entró a la clase media y vio que tiene la posibilidad de tener un bienestar mejor (tener a su hijo en la universidad y hacerlo profesional o tener una casa mejor o salir a comer un pollito a la brasa), pues estas personas no están dispuestas a perder esos beneficios que adquirieron y harán un inmenso esfuerzo para regresar a eso.

Pese a que muchas empresas quebraron…

En el 2020 desaparecieron 45 mil empresas, según el INEI. Pero el mismo dato nos dice que se generaron 235 mil. Es decir, creció la cantidad de empresas en 190 mil a pesar de la crisis. La gente está diciendo: “¡Ya está! Tengo el problema, lo tengo encima, pero ahora hay que tirar para adelante”. El peruano dice: “¡Yala!”. “’Yala’ vi cuando estaba Sendero Luminoso, cuando hubo la hiperinflación, cuando teníamos el problema de las crisis agrarias. He salido de peores”. En términos futbolísticos, esto es un entrenamiento en relación a lo que ya tuvimos: y lo que tuvimos fue terrible.

¿Cómo unirnos, el gran reto del bicentenario?

Debemos entender que unirnos es rentable. Ganamos más uniéndonos que estando separados. Si vamos por ese elemento, que es un win-win, la idea es que empecemos a darnos cuenta que ese espíritu empresarial separado es un yacimiento de metales valiosos que si lo empezamos a trabajar tendremos mucho valor para todos.

¿Qué lecciones nos viene dejando esta pandemia?

Una de las cosas importantes que nos deja es un sentimiento de fragilidad. Este crecimiento que hemos tenido ha podido generarnos cierto nivel de arrogancia, de que todas las cosas sí se pueden, pero nos hemos dado cuenta que hay una fragilidad en la sociedad que puede venir de adentro o de afuera. Ese es el gran escenario. La segunda cosa que nos ha hecho ver esta pandemia es reconocer que la sociedad no puede estar bien si hay muchos que están mal.

En Cade usted anunció el libro digital El país más empresario del mundo ¿Cómo acceder a él?

Si entran a la web de Arellano Marketing, encontrarán un QR donde podrán descargar el libro.

Podría resumir en una idea, esta publicación …

Tenemos un potencial de creación de empresas que está ahí, pero necesita superar muchos problemas. Primero: hay que creérnosla. Segundo: evitar todos los tipos de desaparición de grupos. Tercero: los chiquitos, y los medianos son tan o más empresarios que los grandes. Hay que evitar esa separación entre emprendedor y empresario porque es una separación que no tiene sentido. El pequeño es hasta más empresario que el grande. Cuarto: tenemos que apoyarnos. Si nos unimos, seremos más fuertes.

 

Fotoportada: IPAE.

Tags:

CADE EJCUTIVOS 2021, empresarios, MYPES, Rolando Arellano

Es una barbaridad jurídica, política y económica la que ha perpetrado la premier Mirtha Vásquez, anunciando el cierre de cuatro proyectos mineros en Ayacucho, con absoluto desconocimiento de los términos habituales como se desenvuelve la minería en el Perú.

Ella dice que se ha basado en los planes de cierre establecidos por las propias empresas. Lo que desconoce garrafalmente es que todos los proyectos mineros, sin excepción, tienen esos planes cierre de modo referencial, que se van actualizando conforme se descuben nuevas vetas o yacimientos mayores. Tanto así que el grupo Hochschild ha anunciado que tenía programada una inversión de más US$ 4,000 millones para extender la vida útil de la mina Inmaculada, una de las afectadas por el patinazo de la Premier.

Mirtha Vásquez va a tener que retroceder en los compromisos firmados en Cora Cora y tomarse el trago amargo de explicarle a las presuntas comunidades “beneficiadas” con los cierres, que se equivocó, que no sabía los términos técnicos con que se maneja el sector, y asumir su responsabilidad política por el desmadre social que pueda causar por su irresponsabilidad.

La torpeza de este gobierno parece que es contagiosa. Ya no es solo el Presidente el responsable de patinazos verbales que exacerban las suspicacias del sector empresarial, sino que a ello se suman otros funcionarios del Ejecutivo, produciendo un efecto terriblemente adverso para la economía nacional.

El solo cierre antitécnico de las cuatro unidades mineras señaladas generaría una pérdida de empleo y de ingresos por canon en Ayacucho inmensos. Se le salió la cadena antiminera a Mirtha Vásquez y va a tener que enmendar el desaguisado que ha armado por dejarse llevar por prejuicios ideológicos infantiles, que contaminan a toda la izquierda peruana respecto de la actividad minera.

Que este gobierno es y será de izquierda, no lo dudamos. Tenemos asumida también una mediocridad de base que no tiene visos de ser enmendada. Lo que no puede aceptarse, sin embargo, es que se viole el Estado de Derecho atentando contra la inversión privada, la cual debe gozar de las mínimas garantías de funcionamiento que la Constitución le ampara.

-La del estribo: imperdible el libro Huaco retrato de la escritora Gabriela Wiener. Una tomografía de los términos raciales, europeizantes y coloniales que aún afectan al país, a partir de la genealogía familiar de la autora. Publicado por Penguin, se halla en todas las librerías.

 

Tags:

antiminera, Hochschild, Mirtha Vasquez

El crecimiento del PBI para este año y el próximo (esperemos que así sea) tendrá particularidades que es importante que el empresariado sepa identificar con propiedad.

Para empezar, el 2021 mostrará un crecimiento del PBI de alrededor de 12.5%. Más de lo que muchos esperaron. Son tres los factores que explicarán ese comportamiento. Primero, el natural “rebote” luego de experimentar una cruenta recesión el 2020 por efecto COVID, nos llevó a un crecimiento durante la primera mitad del año de algo más del 20%. Solamente con ello ya teníamos asegurado un crecimiento anual de alrededor del 10%.

Segundo, poco se sabe que, paralelamente al “rebote” Perú ha sido una de las economías de la región que más recursos crediticios y fiscales orientó, contracíclicamente, a combatir el impacto recesivo del flagelo sanitario mundial. Para que se tenga una idea de ello, mientras las economías desarrolladas orientaron alrededor del equivalente del 20% de su PBI, las emergentes 7.5% y las economías pobres, apenas el equivalente al 1.5%; Perú se dio el lujo de comprometer algo más del 20%. Claro está, ello también explica el impulso que observaremos en materia de recuperación económica este año, minimizado, claro está, por las ineficiencias y carencia permanente de infraestructura.

Tercero, el impulso expansivo del rally alcista de los precios de nuestros minerales le agregará alrededor de 2 puntos porcentuales adicionales al crecimiento de este año. La verdad, el crecimiento del PBI de este año poco o nada se explicará por la presencia y accionar del actual gobierno. Sólo en los últimos 18 meses, el precio del cobre subió por encima del 50%, el del zinc por encima del 40%, la plata 30% y el oro 14%. “Maná del cielo” para cualquier administración gubernamental. Basta ello para generar exportaciones que a nivel record bordeen los US $60,000 millones y donde la recaudación fiscal se amplíe en más de US $ 3000 millones, por encima de lo regularmente observado.

Para el 2022, es altamente probable que solo dispongamos del factor “precio de los minerales” como el único que continúe impulsando nuestra economía. Ya no habrá “efecto rebote” y la política contracíclica dejará de tener la fuerza de antes. En ese contexto, dada la elasticidad existente entre el precio de los minerales y el crecimiento de nuestro PBI, si es que el próximo año crecemos alrededor de sólo 2% la conclusión será clara: el impacto neto de la política económica hasta hoy anunciada será cero.

La verdad, el escaso crecimiento del próximo año (ojalá no sea decrecimiento) va a estar directamente vinculado al rompimiento de la confianza del sector empresarial y su impacto en la licuación de la inversión privada. La mantención del capricho de una Asamblea Constituyente, la puesta en duda del mantenimiento de los fundamentos económicos que nos llevó a liderar el crecimiento de la región por dos décadas y el desorden político asociado a un escaso liderazgo gubernamental, están entre los principales factores que explicarán la perdida de varios puntos de crecimiento a nuestro PBI el 2022. Al final, la inversión esperada en el sector privada ha sido mellada, si esta no se recupera pronto, la fuerte desaceleración es un hecho.

Hasta hace pocos meses atrás el consenso internacional era que el próximo año el Perú crecería ente 6 y 7%. Hoy las proyecciones están entre 2 y 3%. ¿Qué significa esto? De validarse estas nuevas proyecciones dadas y originadas por un contexto de creciente incertidumbre y pérdida de confianza en el gobierno, lo que estaríamos dejando de crecer sería entre 4 y 5 puntos porcentuales en nuestro PBI. Ese sería el costo de haber puesto en tela de juicio un modelo económico que funcionó muy bien en lo macroeconómico y cuyos resultados en lo social no se encaminaron apropiadamente como resultado de la permanente postergación de las reformas estructurales.

No puede haber una economía social de mercado en un entorno donde no se aplique reformas estructurales necesarias para hacer eficiente la labor del sector público, para institucionalizar al país, para proveer una adecuada asignación de recursos en materia de salud, educación, seguridad, para que la justicia se aplique por igual para cada uno de sus habitantes independientemente su nivel socio-económico. Lo que en Perú hemos tenido es un modelo con sesgo mercantilista que llevó al extremo las justas demandas de gran parte importante de nuestra población.

No debemos preguntarnos cuanto creceremos el 2022. La pregunta relevante es cuanto dejaremos de crecer. La respuesta es muy preocupante. Si eso es así perderemos, con la sola excepción del 2020, la oportunidad de continuar creciendo – al igual que durante las dos últimas décadas – por encima de toda la región latinoamericana. Triste resultado.

Esto debe enseñarle a cualquiera que asuma la elevada responsabilidad de conducir los destinos del país, que no se puede generar riqueza poniendo en tela de juicio los fundamentos de nuestra economía. Lo más inteligente ahora es dejarse de dogmatismos, ideologías y resentimientos sociales. Lo más inteligente es emprender las reformas estructurales pendientes. Con ellas se dispondrá de mercados más competitivos, de mejores reguladores, de una descentralización real y transparente, de mejor salud, educación y seguridad. Para lograr ello, no es necesaria una Asamblea Constituyente políticamente manipulada. Para lograr ello se requiere disponer de equipos técnicos bien dotados y acompañados de una gran cuota de honestidad, independencia de los grupos económicos y afinidad al país. No se requiere ideologías y, menos aún, si son trasnochadas e inservibles como mecanismo de generación y adecuada distribución de riqueza.

No pidamos cambios irracionales e integrales de nuestra Constitución. Reformémosla manteniendo nuestros fundamentos económicos y este país alcanzará nuevos éxitos con mejor distribución del ingreso y justicia. Con las reformas adecuadas, potenciaremos la inversión; con cambios integrales politizados, destruiremos 30 años de progreso. Simple.

Tags:

2021, 2022, Asamblea Constituyente, crecimiento económico, Juan José Marthans
Página 11 de 35 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35
x