Al echar un vistazo a la Amazonía en el Perú reconocemos su área de 782,880.55 km² al este de la Cordillera de los Andes, cuyo territorio posee la mayor biodiversidad y endemismos del planeta, y ocupa más del 60% de nuestro territorio, definiéndose como selva baja y selva alta, cada una con distintas características sociales, ecológicas, climáticas, y por supuesto culturales. Se pueden establecer tres ecosistemas distintos: mucho bosque tropical, cantidad de ríos y humedales y las sabanas. Este lugar abarca al menos 40.000 especies en plantas, 427 en mamíferos, 1.300 en aves, 378 en reptiles, más de 400 anfibios y al menos 3.000 tipos de peces. Es una región que podemos considerar única e interesante en proyección de desarrollo y utilidad futura mundial, desde el aspecto ecológico, sobretodo.

En el aspecto poblacional, existen aproximadamente cuatro millones de personas, de las cuales unas 332 mil pertenecen a comunidades indígenas, según los datos que el INEI maneja del 2018. Desde el Censo del 2017, se conoce también que este territorio verde concentra el 28,6% de sus habitantes en una situación de pobreza monetaria con respecto al total del país y que su  área rural considera el 46% respecto al total del país. El Ministerio de Cultura el 2019 identificó como población rural a 51 pueblos llamados originarios, además de la población migrante asentada inclusive desde tiempos coloniales de España hasta los colonos republicanos que cual mano de obra se asentaron en la región descrita. Ahora bien, no es un secreto que la historia de la Amazonia siempre estuvo asociada a la percepción de ser un espacio con una gran fuente de recursos naturales, invisibilizando a su población nativa y caracterizándola por brindar de a “gratis” recursos extraíbles, materia prima por doquier y demás elementos que posibilitan la gran inversión desde afuera, motivando las conquistas comerciales de una gran empresa afincada siempre, en la conquista continua.

  Sin embargo, en los últimos años, al poseer esta envidiable riqueza natural se comienza a asociar y a visibilizar  y sobre todo a reconocer la gran riqueza cultural que posee la Amazonía, incluyendo a las poblaciones nativas en los procesos de desarrollo. Y es  en este momento donde surgen las teorías, las tendencias y las necesidades de inclusión en fondo y forma de estas comunidades, buscando armonizar procesos de cambio y desarrollo auto sostenido, a escala local y regional. Las dinámicas productivas amazónicas, distintas de otras, las llamadas andinas permiten abrir una vasta gama de actividades estratégicas que guardan relación con la diversidad biológica, geográfica y socio-cultural de la región. Existen características a considerar para comenzar a definir las formas de crecimiento económico desde diversos enfoques, pero que contribuyen a establecer un orden de captación para trabajar en beneficio de la población en cuestión. Considerar por ejemplo el sentido de  la expansión de la frontera agrícola, considerar también la deforestación por la extracción de minerales de manera ilegal a veces  y la reforestación con especies comerciales de usos no maderables. Buen punto para la no afectación posterior de los bosques.

El relacionamiento de la población amazónica con su territorio ha cambiado a través de la historia, haciendo lectura de ella recordamos a los caucheros, los madereros, el oro aluvial, por otro lado los accesos necesarios para la comercialización de productos como el café, el cacao o la hoja de coca, es decir, las dinámicas han cambiado y en todas ellas es urgente tener una mirada seria de cambio, no solo en términos de crecimiento sino también de salvaguarda de la misma población en convivencia con la protección ambiental que permite fortalecer a la población. He ahí que lo sostenible es misión seria del Estado que busque orientar bien los procesos  de atención. 

Para lograr un desarrollo de la Amazonia es necesaria la conjunción articulada de diversos actores involucrados como son los gobiernos regionales, los gobiernos locales, el sector privado y quizás también las organizaciones no gubernamentales poniendo énfasis en atender y entender las necesidades inmediatas de los mismos pobladores de la Amazonía permitiendo así el diseño políticas y planes viables para el desarrollo de las atenciones. 

El tener  acceso a los recursos naturales (tierra, bosques, agua, pesca y pasturas, entre otros) por parte de las comunidades nativas más pobres es vital para su subsistencia. Es un modus vivendi del cual se puede aprovechar varias intervenciones, desde la generación de excedentes hasta la constitución de emprendimientos comunales bien desarrollados y acompañados en la sostenibilidad de los mismos. Considerar también el silencioso movimiento migratorio a la región amazónica que no se detiene y que genera un lento crecimiento demográfico que se refleja de diversas maneras, por ejemplo en el acceso y utilización de las tierras. La tecnología y la capacitación no es negada, y es considerada necesaria, siempre y cuando parta de una base de estudio de necesidad elemental.

Muchos son los temas que se pueden hablar de la selva, siempre tratando de insistir en un enfoque de desarrollo “de” la región, donde se incluye obligadamente el desarrollo humano y social de la población, considerando las diversidades, particularidades o complejidades, tomando en cuenta su complejidad, diversidad y diferencias y no del mismo enfoque pero “en” la región, donde el esfuerzo realizado en solo para la explotación, extracción y aprovechamiento de las ventajas ecoambientales, socioculturales o de otra naturaleza. Parece mentira pero una silaba puede enmarcar mucho debate.

Para culminar, una reflexión necesaria en esta colaboración, y es que existe una verdad que se constituye en un reto país más, y es que la Amazonía peruana es un territorio poco atractivo para los emprendimientos, pues muchas dificultades reconocemos que existen, sin embargo, dejo el tema de los  emprendimientos verdes que como apuesta no es descabellado, pues en la búsqueda para desarrollar negocios y emprendimientos con prácticas sustentables, se pueden crear soluciones innovadoras que puedan reducir los impactos ambientales y preserven los recursos naturales. La Amazonia, puede hacerlo, solo falta mirar más la región en la interna.

Tags:

amazonía, crecimiento, Empresa

El Instituto Peruano de Gestión – IPG, es una asociación civil sin fines de lucro, que fue constituida el 2024, con el propósito de proponer soluciones a los principales problemas de gestión pública del Perú, difundir las propuestas, contribuir a que estas soluciones se ejecuten y así intentar resolver problemas prioritarios del país. 

Sin embargo, también se tiene un objetivo más ambicioso, el poder convertirse en una plataforma de colaboración multidisciplinaria para especialistas con capacidad y experiencia, de todos los ámbitos y orientaciones políticas, que deseen contribuir en mejorar la gestión pública en el Perú.

En resumidas cuentas, se trata de un esfuerzo pragmático por buscar soluciones a los problemas del Peru, sin necesidad de adoptar posiciones políticas o partidarias, uniendo a todos los peruanos interesados en mejorar a su país.

El IPG ya empezó a trabajar y el primer tema que se ha abordado es el de la gestión municipal, por considerar que el gobierno local es el que está más cercano a la ciudadanía y que existen claras señales de que hay mucho por corregir y mejorar. 

Para esto, el IPG realizó su primer conversatorio sobre gestión municipal, el 26 de junio del 2024 en Lima, con la presencia de Aldo Facho, arquitecto urbanista especializado en planificación y gestión de ciudades, Saul Barrera, experto en gestión municipal con larga experiencia en posiciones públicas y Jose Tisoc, actual regidor de la Municipalidad de Lima. El moderador del conversatorio fue quien escribe, Rafael Letts.

Las preguntas que se abordaron fueron las siguientes: 

Primera: ¿Cuál es la situación de las principales áreas de responsabilidad municipal en el Perú? 

Segunda: ¿Como medir la calidad de la gestión municipal en el Perú? ¿Qué metodologías o criterios se pueden usar para evaluar la gestión municipal? ¿Cómo se diferencia la evaluación rural versus la urbana?

Tercera: ¿Qué factores afectan la gestión municipal? 

Cuarta: ¿Cuáles son las propuestas de solución?

Las respuestas que se obtuvieron a estas preguntas están lejos de ser completas y definitivas, pero podemos adelantar algunas líneas generales de respuesta a la primera pregunta.

La gestión municipal en el Peru está en una situación muy grave, un reflejo de esto son las encuestas que muestran altos niveles de desaprobación ciudadana respecto a los servicios municipales que reciben. 

En los últimos 10 años los gobiernos locales han pasado de manejar alrededor de 20 mil millones de soles anuales a manejar el doble de esa cifra, sin embargo, es preocupante que este incremento no se haya traducido en una mejora de la prestación de los servicios.

El transito es caótico. Las áreas comunes que se generan están lejos de ser suficientes. El estado de las vías empeora. Se ejecutan obras no prioritarias. La ejecución de los presupuestos es deficiente.

La planificación urbana brilla por su ausencia. Estudios recientes de GRADE muestran que el 93% del área urbana que se ha añadido en los últimos 20 años es informal. La huella urbana de Arequipa se ha duplicado desde fines de los noventa y ese crecimiento ha sido 95% informal. Mientras que en Lima el crecimiento informal ha sido cercano al 60%.

Las municipalidades no han desarrollado la capacidad para planificar y gestionar el territorio. La gestión del suelo es considerada como el principal problema de las municipalidades del Perú por muchos urbanistas.

En conclusión, la gestión municipal está en crisis y se necesitan plantear soluciones. 

El espacio de este articulo no permite delinear las respuestas a todas las preguntas planteadas en el conversatorio, pero ofrezco hacerlo en siguientes entregas.

Solo les dejo una reflexión: es indispensable poder medir la gestión municipal para poder administrarla debidamente. En este momento no existe ningún sistema apropiado que permita medir la gestión municipal y así poder comparar la gestión de distintos distritos y provincias, poder identificar cuáles son los aspectos en los que se necesita incidir prioritariamente, informar a la ciudadanía sobre la gestión de sus autoridades locales y permitir que así puedan elegir mejor.

Tags:

gestión pública

Puede discutirse el periodo de la sanción penal impuesta a Alejandro Toledo, pero que la sentencia final es histórica y marca un hito judicial significativo es indudable.

Los delitos están comprobados, el expresidente recibió sobornos para facilitarle la entrega de una concesión a Odebrecht, lo hizo apenas ingresado al poder, o sea que ni siquiera tiene el atenuante de que el dinero que desfila usualmente por los pasillos palaciegos terminó por envilecerlo. Toledo empezó su gobierno robando.

Y debería servirnos, además, de lección política, respecto de los falsos moralizadores, aquellos que como Toledo supuestamente irrumpía virilmente contra la marmaja corrupta del fujimontesinismo, pero que a la postre terminó siendo igual o peor de corrupto.

Es el primer exmandatario sentenciado por el caso Lava Jato y seguramente vendrán más, y por ello asume el rol significativo que le adjudicamos. Es un triunfo de la justicia, nos guste o no que su protagonista haya sido un fiscal politizado y altamente cuestionado, que ya no debería seguir en el cargo que ocupa.

Se espera lo mismo con Martín Vizcarra, Susana Villarán, quizás Ollanta Humala (su caso no es tan claro), Keiko Fujimori no está comprendida en el mismo saco y, por el contrario, con ella se viene cometiendo una tremenda injusticia.

No creemos lamentablemente que esta sentencia sea disuasoria de casos futuros. Ya vimos cómo la trama judicial que llevó presos a decenas por la corrupción de la década fujimorista, fue sucedida por gobernantes corruptos por el caso Lava Jato. Y ya vimos también cómo ni siquiera eso inhibió a un gobernante como Pedro Castillo a resistir la tentación de meterle uña al erario nacional, sin ningún rubor y con absoluto descaro.

Pero sin importar ello, es ejemplar para el país que se haga justicia y que la ciudadanía vea que se castiga a los gobernantes corruptos. Es una lección democrática de primer orden y constituye, sin duda, un desfogue a la indignación popular por el grave problema de la corrupción generalizada en el país. Tarde o temprano, la mano de la justicia podrá llegar a sancionar al pillo.

Tags:

sentencia de Toledo

[El dedo en la llaga] «Tienes que pasar la página» es un consejo que hemos escuchado repetidamente quienes hemos sido víctimas de abusos, consejo proveniente de personas que carecen de una comprensión de la vida más allá de sus costumbres burguesas y de sus aspiraciones a una existencia donde pasarla bien es el objetivo supremo, aunque el mundo y el entorno social se derrumben a su alrededor. Como decía Charles Bukowski, escritor estadounidense con fama de maldito: «La mayoría de la gente va de la nada a la tumba sin que apenas les roce el horror de la vida».

Y entienden ese “pasar la página” como un olvido de lo sucedido, que permite el inicio de de una nueva etapa en la propia biografía, sin influencias negativas del pasado, guardando silencio y dejando de hablar de las experiencias de abuso sufridas y de sus consecuencias. Como si esto fuera posible en la realidad.

Si bien creen que es necesario que uno “pase la página” por el bien propio de uno mismo, en el fondo son ellos los que no quieren escuchar esas historias, ya sea porque les resultan incómodas, ya sea porque no sabrían cómo lidiar con ellas, ya sea porque desestabilizan su percepción de la realidad y resquebrajan sus frágiles seguridades. Como, por ejemplo, su creencia de que la Iglesia católica, por definición, no puede dejar de ser “santa”.

A decir verdad, uno nunca pasa la página. Porque ello es imposible. Porque nuestro historial de abusos forma parte de nuestra identidad. Porque pasar de ser víctima a sobreviviente es un triunfo encomiable. Porque queremos tener siempre la libertad de poder relatar a qué hemos sobrevivido, sin que la gente promedio sienta que tenga que taparse los oídos o te pida que no hables de “eso”, de aquello de lo cual no se debe hablar, como si se tratara de una cosa obscena. Porque seguimos luchando y tenemos una responsabilidad hacia otros que han sufrido abusos y todavía no se atreven a hablar. Porque no hay página a la que darle la vuelta mientras sigan existiendo las condiciones que permiten los abusos. Porque nuestra historia no es sólo nuestra, sino que debe formar parte de la memoria colectiva de la humanidad, para que no se vuelva a repetir aquello por lo que dolorosamente hemos pasado.

Y a fin de cuentas, porque dejar el libro abierto para narrar las transgresiones contra nuestros derechos fundamentales es también una vía terapéutica que nos permite sanar y cicatrizar las heridas. Heridas que ciertamente tenemos, pero que ya no constituyen el núcleo de nuestras vidas desde el momento en que decidimos salir adelante, enfrentarnos a los retos que afrontan los mortales comunes y corrientes, y experimentar gozos y alegrías en compañía de las personas a las que queremos y que nos aprecian. El aprender ha vivir ha sido duro, pero lo estamos logrando o lo hemos logrado, sin tener que pasar la página. Aunque para algunos la experiencia haya sido como lo que alguna vez señalara Charles Bukowski: «Hay veces que un hombre tiene que luchar tanto por la vida que no tiene tiempo de vivirla».

Hace poco he terminado de leer el libro “Verdades silenciadas: De los miedos y los pecados” de un tal Ángel Campos, autopublicado en noviembre de 2023, donde narra su infancia y adolescencia —desde los 2 hasta los 18 años de edad— en instituciones para huérfanos administrados por órdenes religiosas de la Iglesia católica en la España de los años 70 y 80. Su madre lo entregó desde pequeño a un orfanato gestionado por las Hijas de la Caridad, solamente porque había nacido fuera de una relación matrimonial. Según la mentalidad católica tradicional en la sociedad española de los 60, había sido concebido “en el pecado” y se había convertido en un lastre para su joven madre y sus abuelos, temerosos del “qué dirán” y de la discriminación que sufriría su joven hija por ser madre soltera.

El mismo Ángel resume así su historia:

«Crecí en un orfanato desde los 2 años hasta los 18, y quiso el azar de la vida que fuese en un colegio donde además de educado, también fui maltratado física y psicológicamente, sufriendo abusos sexuales por parte de curas, alguna monja y gestores del colegio con cargos públicos».

Los abusos, más que nada físicos y psicológicos —aunque también en ocasiones sexuales—, que narra el autor en las más de 200 páginas del libro son estremecedores y configuran una historia de terror con varios remansos de paz que, sin embargo, no impiden que se originen traumas que le acompañaran por el resto de sus días.

¿Por qué a los 56 años de edad, cuando ya han pasado varias décadas desde los hechos ocurridos, decide Ángel Campos contar su historia? Él mismo lo explica:

«Durante años me he mantenido en silencio debido al miedo y la vergüenza, hasta que he conocido a personas que, al igual que yo, han experimentado el mismo sufrimiento. A ellos les estoy muy agradecido por darme la fuerza necesaria para dar el paso y hablar de ello.

Actualmente, estoy sumando fuerzas para seguir adelante y no volver a callar frente a ningún pederasta que cometa abuso sexual infantil y dañe de forma permanente la vida de menores en este país.

Escribir este libro ha sido la única forma que he encontrado de liberarme un poco de la pesada carga que durante décadas arrastro en una mochila que yo no pedí colgar a mis espaldas».

Cómo Ángel Campos, muchos de los sobrevivivientes del Sodalicio hemos vencido el miedo y nos hemos atrevido a contar nuestras historias. Tenemos el derecho a hacerlo, pues narrar lo sucedido es una forma de sanación, de superar los traumas y cicatrizar las heridas. Afortunadamente, el Papa Francisco en su carta apostólica “Vos estis luz mundi” (25 de marzo de 2023) prohíbe que se obligue al silencio a quienes denuncian abusos en la Iglesia católica y a las víctimas:

«Al que presenta un informe, a la persona que afirma haber sido ofendida y a los testigos no se les puede imponer alguna obligación de guardar silencio con respecto al contenido del mismo».

Pues obligar a callar a las personas afectadas es restringir no sólo su derecho a la libertad de expresión, sino también cerrarles un camino que lleva a la curación. Y eso resulta evidente en la experiencia de Ángel Campos, quien nos dice:

«Necesito compartir mi historia, liberarme de este peso invisible que he cargado desde niño. Aunque la voz tiemble y las lágrimas fluyan, debo sacar afuera el dolor construido palabra a palabra, golpe a golpe, abuso tras abuso. […]

Me rodearé de amor, perdonaré setenta veces siete, me levantaré las veces que haga falta. Volveré a confiar, a reír, a abrir los brazos sin miedo ni vergüenza. Y cuando mire atrás, ya no con ira, sino con compasión, me sentiré orgulloso del largo trecho recorrido. Y sabré que mi lucha no fue en vano, porque ayudará a otros a encontrar el camino para salir del oscuro pozo en el que un día otros nos arrojaron».

Vos estis lux mundi” del Papa Francisco señala que «la legítima tutela de la buena fama y la esfera privada de todas las personas implicadas, así como la confidencialidad de sus datos personales, se deben salvaguardar de todas formas». Es decir, las entidades y organizaciones de la Iglesia católica que reciben denuncias de abusos tienen ese deber de confidencialidad. Pero esa confidencialidad no obliga a denunciantes, víctimas y testigos —como ya se ha señalado—, que siempre gozarán del derecho a hacer públicos los abusos denunciados. La razón la señala muy bien un aforismo con el que Ángel Campos inicia su libro:

«El silencio sólo permite al abusador que abuse».

Por eso necesitamos seguir hablando y narrando historias, sin callarnos jamás. Pues quien pasa la página y se olvida de todo lo leído hasta ese momento, nunca logrará comprender en su totalidad el sentido del maravilloso libro de su vida.

Tags:

Abusos, ángel campos, Iglesia católica, Libertad de expresión, Sanación, sodalicio de vida cristiana

Se suspendió la huelga nacional indefinida que desde hoy iba a realizar el Sutep, paralizando toda la actividad escolar del país y colocando al gobierno en un disparadero político de imprevisibles consecuencias.

Hay que felicitarse de lo ocurrido. La flexibilidad del gobierno y el lúcido pragmatismo de la dirigencia del Sutep, acordaron avalar los justos reclamos del magisterio en su inmensa mayoría, por lo cual se decidió la suspensión de la medida de lucha.

Lucio Castro, secretario general del Sutep, ha demostrado capacidad para reflotar un gremio sindical venido a menos, desbordado por los radicales del senderismo reciclado, y esta vez ha logrado un triunfo resonante que lo fortalecerá.

Castro es precandidato presidencial del partido de los trabajadores y emprendedores y esta victoria sindical, sin duda lo catapulta a niveles políticos de primer orden. La sapiencia con la que ha sabido manejar el conflicto y la mesura firme de sus decisiones ha llevado a buen puerto lo que amenazaba con convertirse en un parteaguas político para un régimen absolutamente débil como el de Dina Boluarte.

Es hora de que la izquierda renueve sus liderazgos y los reemplace por apuestas democráticas. La de Lucio Castro se inscribe en ese talante y lo ha demostrado con creces con la inteligente manera en que ha conducido las jornadas de protesta que galvanizaron al magisterio nacional de una manera que no se veía hace años.

Hay que estar vigilante, por supuesto, respecto de que el gobierno cumpla su palabra y no termine por tirar por la borda el feliz acuerdo. La dirigencia nacional del Sutep es la primera que debe exigirlo, a cuenta de una vuelta al conflicto que a nadie beneficia y que felizmente se ha interrumpido momentáneamente a la espera de que el régimen no incumpla lo acordado.

Al final del día, una buena noticia, pragmatismo puesto a prueba, flexibilidad de ambas partes y renovados liderazgos, es el balance de lo sucedido.

Tags:

lucio castro, Sutep, tafur

[Migrante al paso]Entre el llamado bosque de palmeras, miles de columnas, cada una distinta, con arcos que se asemejan a los típicos acueductos romanos. Como viajero estaba sediento de conocimiento, cada cuanto me alejaba de mi grupo en el tour para tomar fotos. A lo lejos, antes de la salida divisé colores familiares. Entre el lujo y la peculiaridad del lugar una tumba con la bandera peruana se situaba a un costado. El Inca Garcilaso de la Vega se encuentra ahí. En la única mezquita-catedral del mundo. No pude evitar sentirme emocionado, siempre digo no ser patriota y que el mundo sería mejor sin naciones, pero lo conmovedor de ver tu bandera entre la luz anaranjada del recinto religioso es para sentirse orgulloso. En el fondo mi antipatriotismo solo es un capricho engreído. Después de todo, soy alguien que quiere ver a su país seguir adelante. Tenemos todo y no podemos permitir que unos cuantos sinvergüenzas estropeen nuestro potencial. Obviamente, pedí que me tomen una foto. Le di mi celular a un señor un poco loco y para mi mala suerte, su habilidad de fotógrafo era pésima. Parecía la primera vez que agarraba un teléfono en su vida.

Viaja 9 mil kilómetros para la foto y se la toma un gallego dice el guía gordito y gracioso. Todos se rieron.

El escritor, cronista e historiador que nació en nuestras tierras descansa junto a otro gran escritor, Luis de Góngora. Que por coincidencia se murió en la misma calle donde yo me hospedaba. El príncipe de los escritores del nuevo mundo murió en esta ciudad y él mismo mandó a construir su capilla, lo que contradice la pobreza de la que él mismo decía padecer.


Córdoba, donde los jardines llenos de macetas coloridas te invitan a sentarte a descansar un rato del calor. Mi rutina comenzaba con un cigarro y una coca cola en una pequeña plaza bordeada por un instituto de arte y una iglesia. Un día mientras disfrutaba de la deliciosa combinación de mis vicios, con lluvia, tuve la suerte de ver la entrada de una madre con un vestido rojo espectacular, emanaba poder mientras calmaba a su hijo nervioso. Caminaban juntos hacia el altar, me uní a los gritos de algarabía. No creo que exista alguien tan antipático como para no sonreír al ver este tipo de eventos. No soy religioso ni me quiero casar. Pero celebrar el amor entre dos personas me parece hermoso. Tal vez algún día mi madre también hag
alo mismo conmigo, con su elegancia flamenca. Quién sabe.

Caminando por calles angostas, audífonos a todo volumen, miré al cielo y decidí empaparme bajo la tormenta. Me sentía vivo y ni el calor o lluvia me iban a detener.  Llegué al rio Guadalquivir y seguí mi rumbo por el malecón. Sin querer llegue a un famoso puente romano, que ya lo tenía anotado para visitar, pero no en ese momento. Aproveché que no había gente por el clima y lo crucé ida y vuelta como 4 veces. Según algunos historiadores Julio César tras la batalla de Munda tuvo que cruzar el rio con un puente improvisado creado con piedras. Se convirtió en el principal punto de acceso desde la zona sur y es probable que la vía Augusta, de Roma a Cádiz, pasara por ahí. Como casi todo en Andalucía, las estructuras se construyeron una sobre otra, por lo que actualmente parece más un puente medieval que romano, aunque se llega a observar restos del imperio que dominó el mundo. Mientras caminaba ida y vuelta las revoluciones de mi imaginación aumentaban y reconstruían el paisaje de tiempos pasados, en cada paso era un viajero de distintos tiempos. A veces con espada, a veces a caballo, a veces huyendo y unas cuantas como emperador.

Una mañana después de cumplir mi rutina, me detuvieron unas señoras gitanas, me leyeron las manos y me dijeron que lo peor ya había pasado. Sin embargo, me advirtieron que mucha gente me había hecho mal de ojo. Me pareció raro porque no me considero alguien con enemigos. Por historias de makumba en mi familia me tomo estas cosas con más seriedad que la religión. Me dieron una hoja, mentiría si supiera a que planta pertenecía, pero aun la guardo en mi billetera. Al llegar a mi casa en Lima debería quemarla para limpiarme espiritualmente.

Son 10 euros me dice la señora mística

Te dije que no tenía plata

Uy, tienes que pagar, es parte del trato espiritual.

Solo tenía 5 euros así que se los di, pero en sus ojos notaba que no era suficiente, me despedí y mire atrás para decirle que por favor no me haga algún hechizo. No creo en esas cosas, pero por si acaso. Entré un poco asustado a la mezquita, no sabía si me habían estafado o me iba a caer una maldición encima. La potencia gitana no es para tomarse a la ligera.

Lo que antiguamente fue un pequeño templo cristiano se convirtió en una de las mezquitas másimportantes. Tras la conquista musulmana de la península ibérica, con la fundación del Emirato de Córdoba, Abderramán I hizo la primera construcción de la mezquita. En los siglos posteriores se dieron innumerables extensiones para aumentar la capacidad de personas que puedan entrar. Sobre todo, cuando Abderramán III transformó el emirato en califato. La diferencia básicamente se da en que ahora no tenían que rendirle cuentas a nadie. En el siglo XIII, el territorio es reconquistado por los reinos cristianos. Por suerte mantuvieron la arquitectura anterior salvo la construcción de la capilla al centro de la edificación, pero esto se dio siglos después. La belleza de ese lugar se fundamenta en la mezcla de distintos estilos. La infinidad de secretos que se esconden debajo de Córdoba es inmensa. Como escritor, me encanta rellenar esos espacios que se mantienen desconocidos de espíritus, héroes y monstruos.

Luis de Góngora le dedica un poema a su ciudad: Este te permite entender un poco la belleza y majestuosidad de la ciudad de Córdoba.


¡Oh excelso muro, oh torres coronadas

De honor, de majestad, de gallardía!
¡Oh gran río, gran rey de Andalucía,
De arenas nobles, ya que no doradas!

¡Oh fértil llano, oh sierras levantadas,
Que privilegia el cielo y dora el día!
¡Oh siempre glorïosa patria mía,
Tanto por plumas cuanto por espadas!

Si entre aquellas rüinas y despojos
Que enriquece Genil y Dauro baña
Tu memoria no fue alimento mío,

Nunca merezcan mis ausentes ojos
Ver tu muro, tus torres y tu río,
Tu llano y sierra, ¡oh patria, oh flor de España!

Tags:

vida

[Música Maestro] Al momento de escuchar música, la diversidad no tiene límites. Dependiendo del estado de ánimo y de las cosas que uno puede estar pensando o atravesando -a veces muchas a la vez y diferentes entre sí-, la necesidad de descargar energía a través de géneros extremos es tan urgente que no queda más que entregarse, lanzarse de cabeza a un imaginario stage diving y perderse en las sensibilidades agresivas de artistas capaces de expresar esas emociones con autenticidad, sin temores. Después de ver cómo sicarios asesinan en mi país a profesores y a transportistas, y las Dinas y los Santivañez siguen impunes, ahí bien tranquilos, fantasear con lanzarlos en medio de un pogo salvaje, sin zapatos y con los ojos cubiertos, aparece en mis sueños como un acto de justicia divina.

Como dijo Flea, bajista de los Red Hot Chili Peppers, la noche que presentó la inducción de Metallica al Salón de la Fama del Rock and Roll, en el año 2009: “La música agresiva e intensa hace volar nuestras mentes y usar toda esa energía para algo positivo”. Digamos que no todos lo ven de esa manera pero es una buena forma de encaminar nuestros pasos para evitar prejuicios y, sobre todo, para reconocer la destreza de este tipo de músicos.

Las opciones para acceder a géneros extremos se cuentan, en la actualidad, por miles, literalmente hablando. Desde los clásicos, los pioneros, hasta las tendencias más recientes, todas tienen un subgénero, un rótulo. Y como ocurre con las baladas o con la salsa, más allá de preferencias u obsesiones 100% personales, hay tantas alternativas que cualquier recuento va a quedarse corto. Los tres discos aquí escogidos son solo un pequeñísimo botón de muestra de aquellas cosas que jamás tendrán el favor de los grandes públicos, pero que congregan en sus propios espacios a cientos de miles de personas que piensan y sienten lo mismo, en los cinco continentes. Y que emocionan más que las calculadas propuestas del degradado pop moderno. 

CARCASS – HEARTWORK (Earache Records/Columbia Records, 1993)

Los tres primeros álbumes de Carcass son sumamente repulsivos, en cuanto a sonido y letras, y dejaron en claro que no se iban con rodeos al momento de incomodar. Reek of putrefaction (1988), Symphonies of sickness (1989) y Necroticism–Descanting the insalubrious (1991) son los discos creadores del «goregrind», sub-sub-género que une elementos del death metal con el grindcore, ambos especializados en voces monstruosas, ritmos agresivos y letras escatológicas y viscerales. Ideales cánticos para darles los buenos días a los congresistas y ministros que legislan a favor de delincuentes y sicarios.

Pero, para su cuarta producción discográfica, este cuarteto británico dio un pequeño paso hacia un death metal más melódico, pero conservando la brutalidad musical y el ataque directo a las yugulares de sus seguidores, quienes no renegaron mucho por el cambio, casi imperceptible, como casi todas las diferencias entre los múltiples derivados de esta vertiente del rock duro, solo reconocibles para los más conocedores y amantes de las subdivisiones y taxonomías en un estilo que, para los no iniciados, no es más que nada una sola cosa, ruido.

Jeff Walker (voz, bajo), Billy Steer (guitarra), Michael Amott (guitarra) y Ken Owen (batería) exhiben una poderosa destreza en sus instrumentos, la cual es resaltada en este trabajo titulado Heartwork, gracias a una producción mucho más pulida que en sus anteriores lanzamientos. Al incluir solos elaborados y menos cacofónicos, con intermedios de medio tiempo cercanos al thrash y otras variantes anteriormente ajenas a su propuesta, Carcass logró meterse en el gusto de los públicos noventeros seguidores del ahora llamado «groove metal», que iniciaron clásicos como Sepultura y Pantera y siguieron, en una segunda etapa, Meshuggah y Machine Head, sobre todo en temas como This mortal coil (aquí en vivo en combo con Reek of putrefaction, clásico del debut epónimo) o la inicial Buried dreams; pero sigue siendo un reto incluso para quienes disfrutan del escándalo a niveles exasperantes. 

La batería de Ken Owen (55) es aplastante y, por momentos parece una ametralladora, sólida y profunda, dejando a los Cannibal Corpse barriendo el piso con su capacidad de devastación. Por su parte, las guitarras de Steer y Amott intercambian riffs y solos que van de lo pesado a lo decididamente death, combinando sus estilos y referencias de manera asombrosa. Billy Steer (54) es uno de los guitarristas más talentosos dentro del universo del metal extremo, no por nada ha sido miembro de Napalm Death y fundador de Carcass, dos de las bandas más importantes de este tipo de música, no apta para almas delicadas y oídos sensibles. 

Heartwork, el tema título, inicia con una tormenta provocada por bajo y batería para luego tornarse melódica y espacial, casi como un intermedio de Iron Maiden, y posteriormente disparar nuevamente ráfagas de un furibundo y demoledor death metal. La voz de Jeff Walker (55) se escucha aquí mejor que nunca, sin tonos graves guturales que permiten decodificar mejor las diatribas que lanza, ahora contra la sociedad y la política, la religión y las relaciones personales, aunque sin dejar de lado el uso de esa terminología típica en la banda, que incluye mención permanente de fluidos humanos, tecnicismos médicos relacionados a autopsias, disecciones y demás imaginería lírica que es gritada con furia y sin concesiones, aunque definitivamente están más moderados que en sus primeros álbumes. 

La combinación de death metal melódico con letras chocantes hacen de este disco un punto de inflexión en la corta pero notable discografía de Carcass. Los solos y riffs de Steer y Michael Amott (54, de nacionalidad sueca) en temas como Embodiment, Blind bleeding the blind, Carnal forge o No love lost, son excelentes invitaciones a la catarsis, terroríficas descargas eléctricas de una banda que no debes escuchar antes de irte a dormir. La carátula incluye una escultura del reconocido artista suizo H. R. Giger (1940-2014), el mismo que diseñó la portada del clásico álbum de rock progresivo Brain salad surgery (1972) de los también ingleses Emerson, Lake & Palmer. 

SODOM – PERSECUTION MANIA (Steamhammer Records, 1987)

Cuando se trata de excelencia en thrash metal, nada mejor que remontarse al período 1983-1989 para disfrutar del vértigo puro de riffs veloces, bombos dobles galopantes y versos de contenidos extremos, de enfrentamiento directo con lo establecido, las institucionales tutelares y descripciones de esa maldad inherente al ser humano que genera guerras, corrupción política y genocidios, al margen del escapismo positivo que estimulan quienes desean que todos sigamos pensando que todo va bien o las periodistas “lideresas de opinión” que cuestionan a dirigentes que requieren apoyo para sus acciones motivadas por la defensa de sus vidas, mientras las peores cosas e injusticias les siguen pasando en todos los distritos y regiones del país.

Y detrás de la línea de ataque norteamericana formada por los Big Four -Metallica, Megadeth, Slayer y Anthrax- seguía una segunda vanguardia que llegaba desde Alemania, conformada por un tridente de terror: Kreator, Destruction y Sodom. A estos últimos pertenece esta obra maestra del metal extremo, su segunda producción discográfica de larga duración, Persecution mania. 

Con letras que hablan de los horrores de la guerra, la violencia extrema, la injusticia social, la corrupción humana y la desolación frente a una religión dominada por el miedo y la represión, la formación clásica de este trío proveniente de la ciudad meridional de Gelsenkirchen , Tom «Angelripper» Such (61, voz, bajo), Frank «Blackfire» Gosdzik (58, guitarra) y Chris «Witchhunter» Dudek (1965-2008, batería) atropella a los oyentes con una potencia instrumental basada en el talento de Blackfire, que llegó para remozar el estilo de Sodom, más orientado al black metal en su primer disco Obssessed by cruelty (1984). 

La agresividad de la voz de Angelripper, oculta bajo los efectos de eco y cierta distorsión, no llega a ser 100% gutural, colocándose en un punto intermedio entre lo gritante de Tom Araya (Slayer) y lo discursivo, casi a media voz, entre dientes, de Dave Mustaine (Megadeth). De hecho, sorprende que las letras sean tan articuladas y densas, al no ser el inglés su lengua natural. 

La explosión de temas como Nuclear winter y Electrocution, que abren el disco, no dejan lugar a dudas: estamos frente a uno de los mejores álbumes de thrash en sus años dorados. El cover de Iron fist, clásico tema del quinto álbum de Motörhead (1982), es directo y contundente, un verdadero puñetazo de acero. En la sección intermedia instrumental de Electrocution hay una referencia directa a Seek and destroy de Metallica (Kill’em all, 1983), muy breve pero reconocible de inmediato. 

La carátula refleja con exactitud los dos temas centrales del disco: la guerra y la religión: además de las mencionadas, tenemos el tema-título, una canción extremadamente rápida y violenta, de mensajes paranoicos y ráfagas de riffs guitarreros y tarolazos que desafían el aguante de cualquier baterista. Por su parte, Bombenhagel finaliza el disco con una versión en guitarras del himno nacional teutón, ideal para darle carisma bélico a este poderoso bombazo. 

Sodom reta a los creyentes católicos con canciones como Enchanted land, Conjuration y Christ passion, expresando un desprecio hacia la religión que se basa en la naturaleza inicua de muchos de sus principales representantes, que han dejado clara su realidad en casos deplorables de abusos de toda índole. Esta última, cuya letra contiene el título de su recordado álbum doble en vivo Mortal way of life (Steamhammer Records, 1988), un clásico del thrash de todos los tiempos, viene precedida de un alucinante instrumental de dos minutos y medio, Procession to Golgatha, pesado y ominoso, que estremece por su sonido influenciado por Black Sabbath. 

En las versiones digitalizadas de Persecution mania se incluyen cuatro bonus tracks: una nueva versión de Outbreak of evil (incluido originalmente en el EP de 1984 In the sign of evil) y las tres canciones de otro EP, lanzado unos meses antes que este disco, titulado Expurse of sodomy: Sodomy & lust, The conqueror y My atonement, que inicia la pesadilla con suaves arpegios de guitarra y gongs al fondo. Para no escuchar con las luces apagadas. 

VENOM – BLACK METAL (Neat Records, 1982)

La carátula muestra una ilustración de trazo amateur, en blanco sobre fondo absolutamente negro, del macho cabrío, con pequeños ojos que infunden temor y una estrella de cinco puntas en medio de la frente –una de las tantas representaciones clásicas del demonio- y en la parte inferior, letras góticas, también blancas, con el título del álbum mientras que en la cabecera (sobre los cuernos del diabólico chivo) el logo clásico de la banda corona el segundo álbum de este trío británico, formado en Newcastle, que sentó las bases del thrash metal con su sonido agresivo, desprolijo y amenazante. 

Esta estética de fanzine, con tipografía y calidad de impresión casi facsimilar, domina también el crudo sonido del disco, que fue considerado casi desde su lanzamiento en 1982 como una de las obras fundacionales del género que, un par de años más tarde, sería dominado por bandas norteamericanas. Venom quizás es, junto a Mötorhead, una de las bandas que estableció la rudeza del heavy metal en una de sus vertientes extremas, y se declaró abiertamente satánica, en una época en que se suponía que los rockeros escondían sus mensajes oscuros detrás de sofisticadas técnicas de grabación que les permitían lanzar frases de subliminal contenido que solo se entendían escuchando el disco al revés. 

Acá no hay trucos. Canciones como To hell and back, Leave me in hell o Buried alive no necesitan esconder sus intenciones, mientras que otros temas como Black metal –la primera vez que se hace esta combinación de palabras, que dieron posteriormente el nombre a todo un subgénero de la música metálica, caracterizada por las voces guturales y las letras demoníacas y/o escatológicas; o Don’t burn the witch, prefieren temáticas ocultistas y misteriosas, siempre con una base musical más orientada al thrash en formación, otra de las características en las que coinciden con el grupo liderado por Lemmy (1945-2015). 

Esta es la formación clásica de Venom, con Conrad “Cronos” Lant (61, bajo, voz), Jeff “Mantas” Dunn (63, guitarra) y Anthony “Abbadon” Brain (67, batería). Cronos posee una de las presencias escénicas más atemorizantes de la historia del metal, con sus collares de cuero ceñidos al cuello, rodeados de púas, su bajo modelo Bulldozer, negro como su vestuario y esa voz potente, que por momentos parece estar reproduciendo los ladridos de un perro rabioso. 

Aun cuando el título del álbum remite al género subterráneo que surgió pocos años del después, la música de este disco está más asociada al thrash de Mötorhead, Diamond Head y los primeros álbumes de Metallica, con riffs veloces de guitarra, baterías con doble bombo y un nivel de producción de regular para abajo. Las letras abiertamente infernales y violentas generaron en torno a Venom mucha controversia, con su respectiva cuota de publicidad gratuita, aunque poco después esa influencia quedó rezagada por el surgimiento de toda una generación de nuevos músicos que, inspirados en ellos, hicieron cosas aun más fuertes. 

Sin embargo este disco, además de sus méritos intrínsecos en el universo metalero, posee un par de sorpresas: At war with Satan (preview), un adelanto de sus coqueteos con la composición más elaborada de su siguiente disco, titulado precisamente A war with Satan (1984); y la sección intermedia de Teacher’s pet, en que Mantas, Abbadon y Cronos se meten de cabeza en un alucinante e inesperado jam bluesero que contrasta con la furia desatada del resto de canciones.

Discos como estos pueden servir como vía de escape de una realidad atosigante como la que vivimos actualmente. Pero no solo eso. También ofrecen una oportunidad para colocar en palabras de otros todo aquello que no podemos gritarles a la cara a los políticos que se ríen a diario en nuestras caras de los dolores y temores de la ciudadanía. Ministros y periodistas, congresistas y autoridades a quienes (casi) nadie aprueba, son la representación de esa farandulería barata y ese reggaetón horroroso que tanto gusta a extorsionadores y ladrones. Venom, Carcass, Sodom y muchos otros son lo que viene a mi mente cuando pienso en ellos, en sus declaraciones absurdas, en sus pretextos, en sus cinismos.

Tags:

Black metal, Carcass, Death metal, Sodom, Thrash Metal, Venom

La Biblioteca Nacional parece haber caído en la lista de instituciones que el gobierno reparte como botín a aliados y amigos. Sudaca conoció el caso de las extrañas designaciones que se vienen produciendo y el nombre del personaje cercano a la familia Boluarte que estaría detrás de estas.

Cuando Dina Boluarte asumió la presidencia a finales del 2022, no era difícil imaginar que el Perú estaría ante lo que se suele conocer como una repatija de diversos cargos con los que la nueva mandataria intentaría seducir a posibles aliados políticos para evitar que la figura de la vacancia esté rondando por los pasillos del Congreso y Palacio de Gobierno.

Sin embargo, pocos podrían haber imaginado que este reparto de cargos vitales para el correcto funcionamiento del país tendría como beneficiados a personajes con muy poca capacidad y mérito para desempeñar las funciones que se les encargaron. En el pasado, Sudaca ha informado este tipo de designaciones en diversos ministerios y, en esta oportunidad, la nueva víctima del gobierno es la histórica Biblioteca Nacional del Perú.

¿QUÉ PASA EN LA BIBLIOTECA NACIONAL?

Uno de estos movimientos que han llamado la atención en la conducción de la Biblioteca Nacional ha sido la llegada de Ana Peña Cardoza al cargo de jefa institucional. El pasado 24 de septiembre, Peña Cardoza fue ratificada en este cargo luego de haberlo ocupado temporalmente tras la renuncia de su predecesor, Boris Espezúa, en el mes de agosto.

Cristian Rebosio 

Pero la razón detrás del cuestionamiento a su llegada al puesto de jefa institucional está en su poco conocimiento del sector. Sudaca pudo revisar las diecinueve páginas de su hoja de vida y, aunque cuenta con un gran número de documentos que acreditan su experiencia laboral y universitaria y asistencia a diversos cursos, queda claro que su vida laboral no ha estado vinculada con el sector que ahora integra.

En estos documentos se puede ver que la experiencia de Ana Peña siempre había estado ligada a su trabajo como abogada. Sumado al título obtenido en la Universidad de Piura, la actual jefa institucional de la Biblioteca Nacional ha asistido a un curso de regulación económica y competencia en la Universidad de Valladolid y otro de conciliación extrajudicial dictado por Indecopi. Pero no se puede apreciar ninguno que la haya preparado para el encargo que le han asignado.

Cristian Rebosio

Además, al revisar su etapa como directora de la Dirección de la Autoridad Nacional de Protección del Consumidor del Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) se puede encontrar que, pese a ser el ámbito para que el supuestamente estaba mejor preparada, no estuvo libre de cuestionamientos y protagonizó un controvertido episodio al declarar  que en Indecopi “la tendencia es no sancionar” cuando la prensa le preguntó por las denuncias de consumidores a empresas que no entregaban los productos.

Cristian Rebosio

Sin embargo, lo que no se puede encontrar es algún antecedente que invite a creer que estaba capacitada para ocupar un cargo de tanta jerarquía como el que ostenta en la actualidad en la Biblioteca Nacional. Esto se puede afirmar al tener en cuenta que su breve y primera conexión con el sector cultura había ocurrido en el año 2023 cuando tan sólo ocupó el cargo de asesora y jefa de gabinete de asesores en el Ministerio de Cultura.

Cristian Rebosio

No obstante, esta no es la única situación extraña que se ha observado en la Biblioteca Nacional. En mayo de este año, Josefina Jiménez Palacios fue designada como Coordinadora de Gestión Cultural, Investigaciones y Ediciones de la Dirección del Acceso y Promoción de la Información de la Biblioteca Nacional del Perú, en lo que se consideraba un cargo de confianza.

Cristian Rebosio

Pero en agosto del presente año, a menos de tres meses de haber llegado a dicho puesto, una resolución jefatural anunció que Jiménez Palacios no continuaría en el cargo de coordinadora.

Cristian Rebosio

La noticia de su salida, que según algunas fuentes habría ocurrido como consecuencia de un informe técnico que la involucraba, incluso fue una sorpresa para la propia Josefina Jiménez y, ante el desconcierto del momento, expuso en sus redes sociales su sentir tras el anuncio de su salida del cargo.

Fue en este texto que expuso algunos datos que generaron indignación debido a que la propia Jiménez Palacios cuenta que se enteró de su designación para el cargo que ocupaba de forma inesperada y se acercó a la Biblioteca para, como ella misma lo cuenta en su publicación de Facebook, “ver qué onda”. Además, Jiménez cuenta que nunca ocurrió una entrega del cargo cuando llegó a ocuparlo y calificó como inconexa e improvisada a la gestión actual.

Cristian Rebosio

Las incógnitas al respecto aumentaron cuando, apenas tres días después, Josefina Jiménez Palacios es designada, nuevamente, como Coordinadora de Gestión Cultural, Investigaciones y Ediciones de la Dirección del Acceso y Promoción de la Información de la Biblioteca Nacional del Perú para integrarse a la gestión que ella misma había señalado como improvisada.

Cristian Rebosio 

INSTROMICIÓN FAMILIAR/PRESIDENCIAL

Pero este clima de improvisación en la Biblioteca Nacional no sería casual y diversas fuentes apuntan a un personaje muy cercano a la familia Boluarte como el responsable de impulsar estas extrañas contrataciones. Esta persona sería Juan Yangali y, tal como se puede apreciar en la siguiente imagen y como lo han señalado algunas fuentes a Sudaca, se ha convertido en un asiduo visitante de la Biblioteca Nacional.

Cristian Rebosio

Yangali Quintanilla no es un desconocido para la familia Boluarte. Nicanor Boluarte, el famoso y polémico hermano de la presidenta, ha coincidido con él cuando ambos trabajaron para la Municipalidad de Pueblo Libre. Cuando el hermano de Dina Boluarte se desempeñaba como asesor del despacho de la alcaldía, Juan Yangali llegó a ostentar el cargo de gerente de Cultura, Turismo y Educación de dicho distrito.

Esta amistad parecería ser la llave que le abrió puertas muy importantes para Yangali Quintanilla. Al igual que en el caso de Ana Peña Cardoza, la nueva jefa institucional de la Biblioteca Nacional, Juan Yangali llegó a tener un paso por el Ministerio de Cultura durante la gestión de Leslie Urteaga ocupando el cargo de asesor hasta que, en mayo de este año, su trayectoria dio un salto importante y fue el elegido para ocupar el puesto de director de la Casa de la Literatura por el ministro Morgan Quero, quien casualmente es uno de los más férreos escuderos del gobierno de Boluarte.

Cristian Rebosio

Además, Rivin Yangali Quintanilla, hermano de Juan, también se vio beneficiado por esta cercanía con el hermano de la presidenta y logró desde un puesto de coordinador en el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social cuando Dina Boluarte era ministra hasta un cargo de asesor en la Presidencia del Consejo de Ministros.

Si bien Juan Yangali no ha tenido una trayectoria destacada en el ámbito literario, su cercanía con los Boluarte habría bastado para tener una gran influencia en el sector cultura y, por esta razón, hoy en día es señalado como uno de los responsables de las extrañas designaciones en la Biblioteca Nacional de personas con poca o nula experiencia en el sector y hasta se especula que, próximamente, podría llegar a ocupar un cargo en la Biblioteca Nacional.

Cabe señalar que el nombre de Juan Yangali ha tomado especial notoriedad en las últimas horas porque, en lo que parecería ser un abuso de poder para una venganza con tintes políticos, usó su cargo como director de la Casa de la Literatura para negarle al historietista Juan Acevedo el premio que se le iba a entregar. Esta situación ha despertado la indignación de los propios trabajadores de la Casa de la Literatura que expusieron la situación en el siguiente pronunciamiento.

Cristian Rebosio

El denunciante del exministro Juan Carrasco Millones revela un inesperado revés en el caso de la denuncia contra el exfiscal que ha despertado sospechas sobre una posible protección o negligencia de la justicia.

El pasado 9 de octubre, Sudaca publicó un informe que relataba los detalles de la denuncia presentada contra el exfical Juan Manuel Carrasco Millones por el delito de falsificación de documento público y presunta comisión del delito de fraude procesal. Junto con Carrasco Millones habían sido incluidos Romel Agustín Díaz Paz, Víctor Javier Chafloque Oliden y Sergio Lucio Zapata Orozco.

Sin embargo, este caso parece haberse encontrado con un obstáculo que no sólo está siendo cuestionado sino que ha despertado las dudas sobre lo que podría estar ocurriendo en la justicia y que, para el criterio de algunos, sería un intento de blindar a algunos de los personajes involucrados.

EXTRAÑA JUSTIFICACIÓN

Sudaca tuvo acceso a la explicación que Juan Manuel Valdivia Goycochea, quien presentó la denuncia, le envió a Juan Carlos Izarra Mucha, fiscal superior de la Tercera Fiscalía Superior Penal de Apelaciones de Lambayeque, tras conocerse la Disposición N° UNO / Caso N° 68-2024 en la cual le quitaban valor al material presentado para sustentar la denuncia en cuestión.

En este documento se puede leer que la negativa a la realización de las diligencias preliminares por este caso se intentó justificar alegando que no se han adjuntado copias certificadas y que no se puede dar validez a copias simples pese a que el código procesal penal indica lo contrario.

  Cristian Rebosio

A ello se le suma que la negativa para llevar a cabo las diligencias preliminares también se intentó justificar señalando que los hechos por investigar habían sido denunciados anteriormente. Pero, tal como lo aclara el texto del propio denunciante, no sólo se tratan de hechos distintos sino que los denunciantes serían distintos. 

Cristian Rebosio

Valdivia Goycochea, quien presentó la denuncia, relata que incluso detectó irregularidades en el caso denunciado años atrás y que, pese a que en el recurso de queja presentado por la Procuraduría Pública del Ministerio del Interior contra la disposición de archivo se dispuso que  “deberá ampliarse la presente investigación por el delito de Falsificación de Documento Público en agravio del Estado (PNP)”, la Fiscalía Superior resolvió ratificar el archivo dispuesto por la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Chiclayo.

En conclusión, los fiscales Sergio Lucio Zapata Orozco y Juan Manuel Carrasco

Cristian Rebosio 

Además, Valdivia apunta que los fiscales Sergio Lucio Zapata Orozco y Juan Manuel Carrasco Millones no fueron investigados por las acusaciones actuales y, por estos argumentos, solicitó que se disponga la formalización de la investigación preparatoria.

Cristian Rebosio

Esta situación ha motivado que Pro Actione, una asociación civil sin fines de lucro, se pronuncie al respecto cuestionado el accionar del fiscal superior Juan Carlos Izarra Mucha por la manera en que se ha manejado la denuncia penal que involucra a Juan Manuel Carrasco Millones.

Cristian Rebosio

En esta solicitud también se critica el trabajo de la fiscal superior Giovanna Del Río Carreño por las demoras relacionadas con la denuncia a Carrasco Millones por enriquecimiento ilícito. Tal como lo explica Rubén Fernández, titular de Pro Actione, pasaron cerca de cinco meses de la fecha en la cual se presentó esta denuncia y no se habrían producido pronunciamientos al respecto.

Cristian Rebosio

En base a estas situaciones cuestionadas, Pro Actione ha solicitado que se evalúe el trabajo de los fiscales superiores Del Río Carreño e Izarra Mucha. Además, también se ha pedido la destitución del fiscal provincial Sergio Zapata Orozco por las falencias su trabajo con respecto a un caso que data de aproximadamente una década y que ha tenido un avance inexplicablemente lento a lo largo de estos años.

Cristian Rebosio

Tags:

denuncia, Juan Carrasco, Policia
Página 3 de 8 1 2 3 4 5 6 7 8
x