La COVID-19 ha convertido miles de hogares en oficinas. Aprende a gestionar tu tiempo para no sacrificar la convivencia en familia y las horas de descanso
La pandemia trajo consigo muchos cambios, y uno de los más importantes fue la masificación del teletrabajo. Hoy, alrededor de 250,000 profesionales trabajan bajo esta modalidad, según cifras del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE). Aunque este tiene muchas ventajas, como mantenernos seguros en casa, también representa un reto importante: balancear la vida personal con el trabajo.
Según una encuesta de la consultora GRM, el 85% de limeños asegura que con el trabajo remoto labora más que cuando lo hacía presencialmente. Además, 8 de cada 10 trabajadores consideran que necesitan un mejor balance entre la familia y el trabajo, de acuerdo con un estudio elaborado por ManpowerGroup. Entonces, ¿cómo podemos manejar mejor nuestros tiempos en este nuevo escenario?
Una rutina realista
Revisa con calma tus responsabilidades y prioriza las tareas más importantes. Además del trabajo, seguramente debes atender tareas del hogar, la compra de alimentos, el cuidado y la crianza de los niños, entre muchas cosas más. Es muy probable que no puedas atender todo y eso está bien, no te sobreexijas. Cuida tu bienestar y el de tu familia y establece un tiempo para el ocio y el descanso también.
Un espacio de trabajo
Tener un área exclusiva para trabajar, ya sea una habitación completa o un escritorio, nos permite establecer horarios y llevar a nuestro cerebro los mensajes de inicio y cierre de jornada. Algo tan simple como abrir o cerrar una puerta o prender y apagar la computadora ayuda a hacer el corte entre trabajo y vida personal.
Pausas activas
Además de la hora de almuerzo, se recomienda hacer una pausa de 10 minutos por cada 2 o 3 horas de trabajo. Aprovecha esos momentos para estirar las piernas y tener una conversación casual con tu familia. Si tienes niños, UNICEF recomienda dedicarles unos minutos de forma exclusiva. Así sentirán mayor seguridad por la presencia de un adulto y estarán más tranquilos el resto del día.
Si aún implementando estos cambios, reconoces signos de estrés, ansiedad o fatiga en ti, comunícale tus necesidades y preocupaciones a tu jefe directo o al área encargada. Recuerda que todos nos estamos adaptando a esta nueva modalidad de trabajo y la comunicación es clave para sobrellevar esta situación.