Puedes empezar por compartir lo que sientes, pues verbalizar nos ayuda a canalizar las emociones negativas, contribuyendo con nuestra tranquilidad
Estamos próximos a cumplir un año en esta nueva normalidad que la pandemia por COVID-19 trajo consigo. Si bien muchas personas ya han desarrollado mecanismos de relajación para combatir el estrés a lo largo de los últimos meses, es importante que sigamos cuidando de nosotros y nuestro bienestar, sobre todo si aún no encontramos la vía que nos funcione.
Una de las emociones más complejas con la que hemos tenido que lidiar es el miedo. La Dra. Marilia Cortez Vidal, docente de la Escuela de Psicología USAT, explica que el miedo provoca malestar, generalmente desagradable, ante un evento o suceso que puede ser real o imaginario para la persona.
Para reducir nuestro miedo y estrés, la especialista recomienda lo siguiente:
En estos tiempos de inmensa cantidad de información, selecciona solo medios confiables. Las noticias falsas y alarmistas, ya sea sobre el virus, la situación económica o incluso la campaña electoral, puede aumentar considerablemente nuestro miedo y estrés.
Hacer uso del sentido del humor, pues las personas que ríen o tratan de tener una actitud positiva ante los problemas, son capaces de controlar mejor sus emociones.
Compartir lo que se está sintiendo a nuestros familiares y amigos, en estos tiempos de continua incertidumbre. Verbalizar nos ayuda a canalizar las emociones negativas, contribuyendo con la tranquilidad de uno mismo.
Evitar hablar frecuentemente de temas que nos generan estrés. Esto guarda relación con el acceso a la información, por lo que se puede intentar disminuir su sobrecarga.
Tratar de practicar ejercicios de respiración y físicos. También es importante tener hábitos de sueño adecuados, como dormir ocho horas y no desvelarse innecesariamente.
Organizar actividades en casa como los juegos en familia, noche de películas u otras acciones recreativas que permitan distraernos.
Autoreflexionar y revisar nuestro estado emocional. Si vemos que con estos mecanismos no alcanzamos tranquilidad, considerar recurrir a la ayuda profesional es una excelente opción.