De acuerdo con el INEI, en 2019 la pobreza fue 26.2%, mientras que en 2020 aumentó a 30.2%. Uno de los indicadores más usados para medir la evolución del bienestar es el nivel de pobreza de un país ¿Qué significan estos números y cómo se llegó a ellos?, es decir, ¿cómo se mide la pobreza, tanto extrema como no extrema? Si queremos medir la pobreza antes debemos definirla, asunto que constituye una tarea compleja (intenté conversar con amigos, pregunte qué es pobreza y notará la falta de acuerdo). Suponiendo que ya la definió, medirla es aún más difícil. El problema es que al no existir una única definición de “qué es ser pobre”, tampoco habrá solo un método para calcularla.
En general, se usa el método de líneas de la pobreza monetaria. El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) define la pobreza monetaria (también llamada por ingresos) como la insuficiencia de recursos monetarios para adquirir una canasta de consumo mínima aceptable socialmente. Es pobre aquel que no tiene el dinero para comprar la canasta mencionada. El indicador usado es el gasto diario. Veamos el paso a paso.
Para calcular la pobreza extrema y no extrema, el INEI sigue varios pasos: Primero, determina el costo mensual de una canasta básica de alimentos, denominada línea de la pobreza extrema. Luego, compara el gasto mensual de una persona contra el costo de la canasta. Tercero, si el gasto es mayor que el costo de la canasta, la persona es no pobre extrema.
En cuarto lugar, al costo de la canasta que determina la pobreza extrema se le suma el costo de otros bienes y servicios, como vestido, calzado, vivienda, combustible, muebles y enseres, gastos en salud, educación, transporte y esparcimiento, entre otros. Después, se determina el valor de la nueva canasta, que se convierte en la línea de la pobreza. En sexto lugar, si una persona puede gastar al mes más del costo de la línea de la pobreza, entonces no es pobre, mientras que, en caso contrario, sí lo es. Así, la línea de la pobreza divide a la población en dos grupos: pobres y no pobres.
Nótese que se usa como indicador de pobreza solo al gasto y por eso se denomina pobreza monetaria.
A mayor crecimiento económico, medido por el aumento del ingreso, mayor reducción de la pobreza. Por eso es clave crecer para reducir la pobreza. Sin embargo, el efecto del crecimiento sobre la caída de la pobreza será menor a mayor desigualdad de ingresos. Por ello, las llaves están en bajar la desigualdad y elevar el crecimiento. En las sociedades más desiguales, el crecimiento impacta menos sobre la disminución de la pobreza y por eso se requieren políticas públicas para reducir la desigualdad.