Cuando uno o varios puestos de trabajo necesitan ser cubiertos de manera constante, estamos hablando de una alta rotación de personal en la empresa. Esto trae consigo efectos negativos en la productividad de los equipos y costos económicos que la empresa deberá asumir para lograr capacitar al nuevo personal una y otra vez.
Según un estudio de Indicadores Saratoga de PricewaterhouseCoopers, el índice promedio de rotación laboral en el Perú alcanza el 20,7%. Se trata de uno de los índices más altos en la región Latinoamericana, cuya media es de 10.9 %.
Disminuir el nivel de rotación es un reto que tienen las organizaciones en general, sobre todo en el Perú. Aunque vale decir que, debido a la coyuntura, la rotación se ha desacelerado. Pero -como se vio durante la primera cuarentena- a medida que los distintos sectores económicos se van activando, este fenómeno vuelve a presentarse. Sobre todo, entre los jóvenes que suelen moverse de un trabajo a otro buscando nuevos puestos, que se muestran más atractivos, donde les den la posibilidad de asumir nuevos cargos y retos, sin esperar quedarse por muchos años en una compañía. Más aún si esto está motivado por un mejor salario, un buen ambiente laboral, beneficios extra, flexibilidad laboral, incentivos, entre otros.
"La rotación puede originarse por una necesidad relacionada con la etapa de vida profesional, un desequilibrio entre las expectativas, la oferta de la empresa o problemas netamente personales o profesionales", explica Rosana Patricia Vargas Masías, docente del Programa de Alta Especialización de la Universidad ESAN.
¿Cómo evitamos la alta rotación?
La especialista recomienda algunas estrategias a poner en funcionamiento para evitar que la rotación de nuestra empresa sea alta: