Juan Carlos Tafur

¡Adelanto de elecciones presidente Williams!

“Es una buena noticia política que la presidencia del Congreso haya caído en manos del general (r) José Williams, de las filas de la oposición. Hubiera sido una desgracia absoluta que el oficialismo, en cualquiera de sus variantes se haya hecho de la misma”

Es una buena noticia política que la presidencia del Congreso haya caído en manos del general (r) José Williams, de las filas de la oposición. Hubiera sido una desgracia absoluta que el oficialismo, en cualquiera de sus variantes (oficial o extraoficial) se haya hecho de la misma, como hubiera ocurrido si ganaba la lista del congresista acciopopulista Luis Aragón, quien, dicho sea de paso, hubiera perdido aún si la bancada de Perú Libre no hubiera votado viciado como finalmente hizo.

Obtuvo 67 votos Williams, menos que los 72 de Lady Camones, pero igual suficientes para hacer muchas cosas en el Congreso. Por ejemplo, interpelar y censurar ministros, aprobar leyes, derogarlas (no se entiende qué espera la oposición, que supuestamente es proinversión privada, para dejar sin efecto las dos normas laborales populistas que el Ejecutivo ha promulgado), y, lo más importante, aprobar la reforma constitucional de adelanto de elecciones para que luego sea ratificada en referéndum, lo que ocurriría de todas maneras dada la creciente aprobación ciudadana a dicha iniciativa.

Esa debiera ser, quizás, la tarea primordial de la gestión del flamante presidente del Legislativo: lograr convencer a sus colegas parlamentarios de que la mejor salida de la crisis política que genera un gobierno incompetente y corrupto, pasa por sacarlo lo antes posible de la gestión pública. Si no, si dura hasta el 2026 nos va a dejar un páramo estatal, una pradera seca lista para ser incendiada por otro radical más avezado, como es el caso de Antauro Humala.

Y ello pasa pues por el recorte del mandato tanto del Ejecutivo como del Legislativo. Suena injusto que los parlamentarios paguen las consecuencias de un presidente inepto, pero ellos mismos también deben empezar por reconocer que lo han hecho mal y por eso sus niveles paupérrimos de aprobación. Son parte de la crisis política y no son ajenos a ella. Debieran, por ende, asumir sus responsabilidades. Y sacrificar su permanencia por cinco años en su curul debiera ser una de ellas.

La baraja se repartió mal el 2021. Llegaron a la segunda vuelta los dos peores candidatos y el resultado no podía ser sino disfuncional, como lo ha demostrado el itinerario político y ciudadano de ambos poderes del Estado. La crisis no da para más. Convivir con ella destruye al país día a día. Una nueva elección es siempre un albur, pero mientras más tiempo pasemos en esta crisis, peor resultado electoral se va a producir. Con esa consciencia, los congresistas deben asumir el camino del adelanto de elecciones generales como una contribución patriótica.

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Lady Camones, poder legislativo

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