Pie Derecho

¿No se dan cuenta en el Congreso?

“Sin propósito de enmienda nos encaminamos a tres años más de crisis política larvada, que van a generar unas elecciones disfuncionales, donde cualquier opción de centro liberal, sea de izquierda o de derecha, será absorbida por la bullanga extremista y autoritaria”

La última encuesta de Ipsos ratifica los altísimos niveles de desaprobación del Legislativo. Un 81% lo desaprueba y apenas un 13% lo aprueba. Empeñados en otros menesteres, los parlamentarios no se dan cuenta de que están incubado una crisis política que nos va a estallar en la cara en el próximo proceso electoral (que, aparentemente, será el 2026).

Para el imaginario popular, nos gobierna una alianza fáctica derechista, producto del acuerdo tácito entre el Ejecutivo y el Legislativo. Y este pacto lo que anhela es controlar cuanta institución se le ponga en el camino (Tribunal Constitucional, Defensoría del Pueblo, Sunedu, Procuradoría y ahora los organismos electorales), dando como resultado un escenario poco propicio para cualquier líder o agrupación de un perfil ideológico más moderado.

Ajenos a ese cálculo político inteligente, en el Congreso, en base a mutuos pactos de impunidad (ojalá fueran pactos políticos, que no lo son), se está labrando una proyección política que puede ser funesta para la democracia y el país. El Parlamento, con sus inconductas permanentes y desprecio a la sindéresis, allana el camino de un autócrata en ciernes.

Sin propósito de enmienda nos encaminamos a tres años más de crisis política larvada (hay algunos incautos que creen que porque no hay conflictos sociales violentos, la cosa está bajo control), que van a generar unas elecciones disfuncionales, donde cualquier opción de centro liberal, sea de izquierda o de derecha, será absorbida por la bullanga extremista y autoritaria, que va a sintonizar perfectamente con el estado de hartazgo ciudadano, que, ya hemos visto, las encuestas reflejan, sin que a la Presidenta, los ministros y los congresistas se les mueva un pelo.

Mal pronóstico para el país, las libertades políticas y económicas. Las élites son un desastre y conducen al país al descalabro sin que las fuerzas vivas pensantes reaccionen y den la voz de alerta o le pongan un estáte quieto a la morralla que nos impregna. Habrá que esperar un milagro político de acá al 2026, para que el país recupere la cordura y las mayorías silenciosas del Perú se impongan sobre la radicalidad obtusa y el extremismo autoritario.

 

Tags:

Congreso, Defensoría del Pueblo, IPSOS, Procuradoría, SUNEDU, Tribunal Constitucional

Mas artículos del autor:

"El futuro del APRA"
"Hemos permitido que la izquierda siga viva"
"La visita presencial no tiene reemplazo electoral"
x