En Youtube:

En Soundcloud:

En Spotify:

Síguenos en Sudaca.pe

#Sudaca​​​​ #Emprende​​​​​​​​ #Podcast​​​​

Tags:

corrupción, Empresarios por la Integridad, Empresas, Mariela García

Durante tres días se estuvo comentando la extensa obra literaria del gran vate peruano César Vallejo en el IV Congreso Internacional Vallejo Siempre que se llevó a cabo en la ciudad de Nueva York del 30 de setiembre al 2 de octubre. Gozando de gran vitalidad y con una concurrida asistencia de intelectuales y amantes de Vallejo, los participantes apreciamos las distintas propuestas que se han hecho y están haciendo de nuestro poeta emblemático. 

Este es un esfuerzo que continúa las tres versiones anteriores de los congresos “Vallejo Siempre” realizados en Lima, Montevideo y Salamanca. En esta cuarta versión se aunaron los esfuerzos del Centro de Estudios Vallejianos (entidad dirigida por la poeta Gladys Flores Heredia que tomó la iniciativa de los primeros tres congresos), la City University of New York (representada por la profesora Laurie Lomask), la Revista de Crítica Literaria Latinoamericana (RCLL) y la Asociación Internacional de Peruanistas (AIP), con el auspicio de La Huaca es Poesía, el Consulado General del Perú en Nueva York y City Artist Corps.

En el versátil programa participaron cerca de treinta intelectuales que postularon innovadores y sugerentes temas para aproximarse a la obra de Vallejo. Dividido el congreso en dos partes por la coyuntura que estamos todavía viviendo, las ponencias fueron y se gozaron tanto en la modalidad presencial como en la virtual.  

Desde investigaciones en los textos narrativos vallejianos como Escalas (1923), Fabla salvaje (1923), El tungsteno (1931) y Paco Yunque (1931) hasta los poemarios más conocidos como Los heraldos negros (1918), Trilce (1922), Poemas humanos y España aparta de mí este cáliz (1939), así como las crónicas y hasta la literatura infantil que Vallejo escribió, este congreso ha reunido una temática amplia y representativa del complejo corpus vallejiano. 

El evento incluyó un homenaje a Clayton Echelman, gran poeta y traductor de la obra vallejiana que falleció en este año. Asimismo, hubo un evento en particular que le dio un toque especial, “El ser que vivo”, espectáculo de danza y poemas de Vallejo con las poetas Yarisa Colón-Torres, Violeta Orozco y Marilyn Rivera y la bailarina y coreógrafa Cynthia Paniagua (cortesía de City Artist Corps).

Definitivamente fue un congreso a todo dar, con la presencia de grandes personalidades que se han entregado a la poesía de Vallejo como son los profesores Antonio Merino, Marlene Gotlieb, Alvaro Torres Calderón, Stephen Hart, Olga Muñoz Carrasco, Sandro Chiri, Jorge Valenzuela, Alan Smith Soto, Jannet Torres, Enrique Cortez, Enrique Bernales, Brais Outes-León, Mara García, Javier Muñoz, José Antonio Mazzotti, entre otros, que llegaron en persona o en modo virtual de países como Argentina, Costa de Marfil, Inglaterra, México, España y, por supuesto, Perú.

Ahora nos queda seguir la gran consigna de dejar en actas publicadas nuestras investigaciones.  ¡Al César lo que es del César!

 

El programa completo del congreso puede verse en:

https://asociacioninternacionaldeperuanistas.blogspot.com/2021/08/congreso-vallejo-siempre-iv-nueva-york.html

 

imagen-columnagiancarla

 

Narrador Alexis Iparraguirre, poeta y crítico José Antonio Mazzotti, investigadora Laurie Lomask, profesor Brais Outes-León y poeta e investigador Enrique Bernales participando en el congreso Vallejo Siempre en las alturas de Manhattan.

Tags:

César Vallejo, congreso internacional

El Perú no ha migrado a la izquierda, como pudiera sugerir ingenuamente el resultado electoral, que por razones extraideológicas terminaron consagrando el triunfo de un improvisado disruptivo como Pedro Castillo (sin pandemia, la segunda vuelta era entre Keiko Fujimori, Hernando De Soto o Rafael López Aliaga).

La última encuesta del IEP revela que la mayoría del país se define de centro o de derecha. De derecha un 37%, de centro un porcentaje similar y de izquierda un minoritario 26%. Y si se tiene en cuenta que mucha gente se autodefine de centro porque le ruboriza decirse de derecha, podemos afirmar que el Perú es un país claramente inclinado hacia la diestra.

Inclusive, en zonas del país que la izquierda considera bastiones ideológicos, el tema parece mucho más compartido de lo que se pudiera creer prejuiciosamente. En el “rojo” sur, el 32% se define de izquierda, un mayoritario 37% de centro y un nada desdeñable 31% de derecha, cifra casi igual que aquella que se autoidentifica de izquierda. Y en el centro del país ocurre algo similar. Un 35% se dice de izquierda, un 34% de centro y un significativo 31% de derecha.

La derecha y el centro tienen por delante una batalla promisoria para reconquistar el electorado andino que le ha sido refractario por muchas décadas. No es un tema ideológico, es un tema de actitud hacia malos candidatos capitalinos que no han sabido recoger y cosechar de ese enorme bolsón de personas del sur y el centro que naturalmente podrían votar por candidatos promercado, proinversión privada, etc.

No es un tema de demanda político ideológica. Es un problema de oferta. El país, y con mayor razón, regiones disruptivas como las andinas, están hartas de los mismos rostros desvencijados del elenco estable de la política peruana. Se requiere una renovación urgente.

En anteriores columnas hemos dado varios nombres que tienen las capacidades para reemplazar a los Keiko Fujimori, Hernando de Soto, Rafael López Aliaga, César Acuña, Yonhy Lescano, Alfredo Barnechea, Raúl Diez Canseco, Jorge del Castillo, Mauricio Mulder, Renzo Reggiardo, Julio Guzmán, entre otros. El país está ideológicamente servido, para, sin renunciar a los principios de centro o de derecha, cosechar de una matriz sociológica propicia para este sector político.

La del estribo: sigue con fuerza el teatro presencial. Ahora viene la imperdible Fieras, con la dirección de Norma Martínez y la dramaturgia de Mateo Chiarella, dos grandes del teatro peruano. A ver nomás si Joinnus mejora su plataforma de pagos, que es un desastre. Ya están las entradas a la venta y va del 6 de noviembre al 19 de diciembre en el Teatro Británico.

 

Tags:

Centro, centroderecha, Derecha, ideologías

La vicepresidenta de Empresarios por la Integridad, Mariela García, en entrevista con Sudaca señala que se requiere de líderes firmes que combatan la corrupción en todos sus ámbitos. Es enfática en apuntar que combatirla es una lucha donde deben intervenir todos los sectores: público, privado y sociedad civil.

Previo al inicio de este gobierno, Empresarios por la Integridad emitió un comunicado al presidente Pedro Castillo instando a luchar contra la corrupción…

La corrupción es uno de los principales problemas en el país. Nosotros creemos que es un reto y una tarea de todos los peruanos, de todas las organizaciones: del sector público y del sector privado. Hemos partido del sector privado, que es donde nos desenvolvemos, pero también queremos ser interlocutores en esta problemática a nivel nacional, y el sector público es parte de esta tarea. Cuando se anunció el gabinete de ministros, salieron varios medios e instituciones a alertar sobre el perfil o la trayectoria de algunos de ellos, las dudas sobre su real compromiso con la integridad y la lucha anticorrupción, siendo además un tema que el Presidente constantemente comenta que está en su agenda. Entonces era un poco disonante el hecho de que algunos miembros del gabinete no sean tan claros. Nosotros creemos que no solamente hay que serlo, sino parecerlo, ser muy vocales y por eso hicimos este llamado de alerta. Consideramos que no se han dado todos los pasos que hubiéramos esperado que son algunos cambios en el gabinete.

Una de las personas más cuestionadas de este gabinete es el premier Guido Bellido, que el domingo lanzó un tuit sobre la nacionalización de Camisea. Desde Empresarios por la Integridad, ¿Cómo ven el impacto de la nacionalización de empresas como esta?

Nosotros saludamos algunas declaraciones que hizo el presidente recientemente, como en sus reuniones con empresarios en los Estados Unidos. Lo que venimos comentando es que en la agenda del país, así como está la lucha contra la pandemia, debe estar la salud financiera y económica de todos los peruanos. Sabemos que se han perdido muchos puestos de trabajo en el entorno político y lo que se necesita hoy es inversiones para generar puestos de trabajo. Lo que se requiere es estabilidad en las reglas de juego, reducir la incertidumbre. El propio ministro de Economía lo ha reconocido así. Entonces el anuncio de este tipo, donde además no se ve confluencia en el sentir, pensar y deseos de los diferentes actores del gobierno, no hace más que agrandar la incertidumbre y ahuyentar toda posible inversión con la consecuente generación de puestos de trabajo. Nosotros esperamos que en los próximos días se aclare el panorama, porque vemos anuncios en dos sentidos muy distintos al interior del Ejecutivo.

¿Ven ustedes la posibilidad de renegociar contratos con algunas empresas que de pronto vienen siendo cuestionadas en los últimos años?

Yo creo que en muchos sectores y muchos gremios han opinado ya sobre la apertura para poder conversar sobre necesidades que pueda tener el país. Creo que el empresariado en general ha mostrado bastante predisposición al diálogo. El diálogo se tiene que iniciar de otra manera y no con el tuit de la naturaleza que hemos visto.

Sobre corrupción: en el Perú tenemos empresas involucradas en estos casos. ¿Qué medidas se pueden adoptar para tener tolerancia cero a la corrupción?

Necesitamos líderes comprometidos y que pongan el tono desde la alta dirección de su compañía. Que se hable de esto. A veces los ciudadanos han vivido desde chicos aceptando algunos actos de pequeña corrupción, como normales. Entonces tenemos que ser muy vocales en las empresas sobre cuáles son nuestros valores, en qué creemos y qué es lo correcto. Pero claro, hablando solamente no podemos garantizar, sobre todo en las empresas que son más grandes, que solamente hablando todo el mundo actual actúe como queremos. Por eso es que cobran tanta importancia los programas de cumplimiento, los modelos de prevención que tienen una serie de elementos.

¿Cuáles son?

El primero es tener personas a cargo de este programa, dedicarle el tiempo y los recursos. Luego hacer un análisis de los principales riesgos en cada empresa, en cada giro del negocio y poner los controles. Lo siguiente es monitorear expedientes de los colaboradores para poder detectar cualquier señal de cambio en el patrimonio que pudiera alertarnos un comportamiento indebido. Una vez que ya contamos con el compromiso de los líderes, que son vocales que hablan de esto en su organización, que se aseguran de generar una cultura debemos ayudar a este cambio con la instalación de los modelos de prevención que deben ser certificados y evaluados por un tercero.

Al momento de detectar algún caso de corrupción dentro de las empresas, ¿cuál es el protocolo a seguir?

Lo ideal es detectarlo antes con los modelos de prevención. Por ejemplo, con controles de cómo sale el dinero en la empresa, si hay doble firma, verificar quién tiene que aprobar determinados documentos que van a generar ingresos en las empresas. El check in balance nos va a permitir evitarlo. Apenas uno toma conocimiento de estos casos, puede recurrir a los canales de denuncia abiertos donde se puede denunciar seas colaborador, cliente o un proveedor.

¿Aproximadamente cuánto dinero hace perder la corrupción a las empresas y cómo esto impacta en la economía del país?

Es gigante. Hay un estudio de la Contraloría de la República que estima que el costo de la corrupción en el país equivale a un 3% del PBI. Esta cifra representa el 15% de la ejecución del presupuesto nacional. Además, no es solamente económico, sino que inhibe las contrataciones público-privadas. Se deja de contratar a los mejores proveedores, por contratar con aquellos que quisieron salir de una conducta íntegra.

Tags:

corrupción, Empresarios por la Integridad, Empresas, Mariela García

Son solo 2 meses y pocos días del Gobierno de Pedro Castillo, pero parecen más. Un tiempo político acelerado, donde pasamos sin tregua ni pausa, de una segunda vuelta con el fraude de las denuncias de fraude, el asedio a las instituciones electorales  y una transferencia al límite,  a un nuevo periodo de gobierno con sobresaltos y crisis constantes (y hay que decirlo, porque no es un dato irrelevante, una crisis dentro de la crisis permanente, múltiple, estructural, profundizada además por la pandemia). 

 

La danza inmóvil

Desde el inicio los principales actores mostraron rápidamente sus cartas -marcadas- definiendo las condiciones del juego. De un lado, la derecha dura, en modo “tercera vuelta”, que no se resigna a ser gobernada por sectores subalternos, con el plan de vacancia (plan V) como objetivo estratégico y que no deja de agitarlo cada vez que puede –como en la reciente coyuntura-, exhibiendo además una oposición hiperideologizada, propio de la guerra fría. Del otro, también un gobierno que decidió formar un gabinete que limitaba su base política de apoyo y con una creciente imagen de debilidad, habitualmente  errático, a la defensiva y con poca claridad estratégica.

Ambos, la coalición vacadora, y la coalición de gobierno, especialmente los sectores más dinámicos y a la iniciativa al interior de estos dos bloques,  comparten una  tendencia hacia el aislamiento y el despropósito constante, una suerte de vocación antihegemónica, que los lleva a la permanente autoafirmación y a convocar solo a –sus- convencidos, pero que son incapaces de hablarles –y movilizar- a sectores más amplios del país. Es verdad que este aparente empate –catastrófico-, a cada uno le sirve para objetivos mínimos de corto plazo: a unos, para estar a la iniciativa, y consolidar un relato macartista y terruqueador en sectores medios y altos, mientras espera la oportunidad para dar el golpe definitivo; a otros para mantenerse y avanzar con algunas políticas en medio del fuego cruzado –y el fuego amigo-.

El problema aquí es que, al que menos favorece dicho escenario es a un gobierno cuyo proyecto de cambio, para sostenerse y avanzar, requiere fortalecer su legitimidad, alinear a sus propias fuerzas y tener más claridad en el corto y mediano plazo.  El nudo problemático aquí, en la coalición de gobierno, es que sus actuales componentes son necesarios (por razones de principios y prácticas: mandato electoral, correlación congresal) pero la relación y disposición de estos tienden al entrampamiento y el inmovilismo.

 

No todo lo que brilla es rojo.

Uno de los factores principales de entrampamiento y crisis en el gobierno es que el socio principal Perú Libre -o su conducción-, ha ejercido una permanente presión sobre el gobierno desde un relato de sí mismo como vanguardia imprescindible, de garante izquierdista, cuando en la mayoría de casos -a contrapelo de lo que agitan los medios y la oposición de derecha -, las diferencias no han sido planteadas sobre aspectos programáticos de fondo, de políticas u orientaciones, como se puede comprobar en las actas del consejo de ministros, o la omisión de la asamblea constituyente en presentación del plan de trabajo del primer ministro Bellido en el congreso. Más allá del exhibicionismo radical, de cierta arrogancia doctrinaria, e incontinencia y decisionismo tuitero, las disputas de PL y sus lideres se han dirigido principalmente a defender o alcanzar espacios de poder, un típico juego de la silla, pero con música de protesta y frases de manual de marxismo soviético de los 70. 

Desde Maquiavelo se sabe que la política es una compleja proyección de apariencias o, más cerca, desde juego de tronos, que el poder está donde se cree que está el poder. Así, el radicalismo vacío de Vladimir Cerrón le ha dado cuerda a una política performativa –irónicamente posmoderna- alimentando la histeria anticomunista de la derecha, lo que le permitió a su vez un posicionamiento central en el objetivo –legitimo por cierto- de colocarse como la principal fuerza de izquierda para las elecciones regionales y municipales del próximo año. Mientras tanto las otras fuerzas de la coalición, buscan retomar la iniciativa construyendo un perfil propio desde el soporte programático al gobierno, mientras justifican ante un sector de su electores y la opinión pública sus actuales compromisos que vienen de la segunda vuelta.

En ese marco, hay distorsiones adicionales que alimentan la crisis. Tenemos un  primer ministro que, lejos de blindar al presidente, tiene que ser blindado, en vez de apagar incendios los provoca, en vez de avanzar en la políticas de gobierno genera condiciones de inviabilidad e inestabilidad para estas. Pasa lo mismo con el ministro Maraví, al margen de las verdades y mentiras en su interpelación –cargado de miedos y hechos que no guardan relación con la realidad política actual- lo que se espera es que se pondere es el objetivo político de avanzar en un proyecto de cambio sostenido. 

 

Ponte el sombrero

En ese sentido, el gobierno que en sus primeros días se orientó a atender con urgencia a los eslabones más vulnerables de la sociedad vía bono Yanapay,  o la aceleración de la vacunación, entre otras medidas, sino cierra sus flancos más evidentes y no resuelve sus contradicciones, alineando a su coalición alrededor de objetivos tácticos y estratégicos claros, tendrá aun más dificultades para implementar reformas de mayor envergadura como la reforma tributaria, o la segunda reforma agraria, la renegociación del gas del Camisea o, más aun, la posibilidad de una asamblea constituyente

De continuar la tormenta política, derivando cada vez más en enfrentamiento abierto de poderes, el riesgo ya no sería caer en una normalización mediocre, sino en la posibilidad –bombardeo mediático de por medio- que avance la sensación de estancamiento e ingobernabilidad, lo que puede transformar una expectativa positiva de amplios sectores de la sociedad en malestar y desaprobación en el mediano plazo, abonando así a la emergencia de un proyecto de carácter conservador o, peor aun, reaccionario. 

Por ello, se espera del Presidente que, manteniendo la base de su coalición y su programa de gobierno, tome decisiones urgentes, convoque a más fuerzas sociales y ciudadanas, poniendo por delante el viabilizar política, técnica y comunicacionalmente los cambios que ha prometido y por el que votaron una mayoría de peruanos.

 

Tags:

Pedro Castillo, Vladimir Cerrón

En Palacio hay un hombre que guía cada paso de la máxima autoridad de la Nación. Se trata de Auner Vásquez Cabrera, jefe de gabinete técnico de la presidencia de la República y principal asesor de Pedro Castillo. Este consejero controla la agenda del jefe de Estado, da luz verde a los nombramientos de altos funcionarios y pone distancia con el ala dura de Perú Libre, liderada por Vladimir Cerrón, de acuerdo a diversas fuentes consultadas por Sudaca.

Vásquez exhibió su poderío el miércoles pasado, cuando acompañó al presidente en la reunión de emergencia que tuvo con un grupo de congresistas de oposición. La cita se produjo en medio de una nueva crisis política desatada por el premier Guido Bellido, quien había advertido que presentará una cuestión de confianza si se censura al ministro de Trabajo, Íber Maraví. 

Según fuentes de Palacio y de Perú Libre, Auner Vásquez fue el facilitador del encuentro entre el presidente y la comitiva opositora, que fue encabezada por la titular del Congreso, la accionpopulista María del Carmen Alva. Y es que el asesor mantiene buenas relaciones con el partido de la lampa tras postular –sin éxito– con esa camiseta a la alcaldía del distrito cajamarquino de Tacabamba, en 2018. 

Vásquez no es visto con buenos ojos por el bloque cerronista por ese antecedente. El ala más radical del lápiz considera que debió persuadir al presidente para que no reciba a la delegación parlamentaria. “[Vásquez] hizo que el presidente cayera en la trampa de María del Carmen Alva para tratar de desactivar la cuestión de confianza”, dice una fuente alineada con Guido Bellido. Esto, en referencia al tuit de la presidenta del Congreso, según el cual Castillo aseguró que “no está en agenda” plantear una medida política extrema. 

¿De dónde viene el poder de Auner Vásquez? Él, al igual que Pedro Castillo, es natural de Tacabamba. “Auner nació en el mismo caserío donde trabaja el profesor, en Puña. Ellos se conocen porque están en la misma comunidad. En la segunda vuelta él decide apoyar a su paisano Pedro Castillo”, dice el excongresista de Alianza Para el Progreso, César Vásquez, también natural de Tacabamba. 

En la segunda vuelta Auner Vásquez, abogado de profesión, defendió a Perú Libre en el Jurado Nacional de Elecciones frente a las acusaciones de fraude sin pruebas de Fuerza Popular y sus aliados. El tacabambino se ganó la confianza del presidente y fue nombrado como su asesor principal en Palacio. Vásquez, inmediatamente, entró en acción y exhibió sus diferencias con los emisarios de Vladimir Cerrón. 

Por ejemplo, Auner Vásquez fue quien llamó al constitucionalista Francisco Eguiguren para pedirle una opinión sobre el rumbo del gobierno, de acuerdo a una fuente con conocimiento del tema. Eguiguren recomendó la salida de Bellido y otros ministros cuestionados para darle gobernabilidad al régimen. El asesor coincidió con esta idea y se la transmitió al presidente y al ministro de Justicia, Aníbal Torres, quienes estuvieron de acuerdo. Eguiguren explicó su posición en la reunión del 21 de agosto en la casa de Aníbal Torres, que reseñó Sudaca. 

Al día siguiente de esa cita, mientras Cerrón acusaba al presidente de traición por redes sociales, Auner Vásquez llamó a la expresidenta del Parlamento, la cajamarquina Mirtha Vásquez, de acuerdo a “IDL Reporteros”.

“Justo esa semana en la que se produjo la conversación en casa de [Aníbal] Torres, Auner Vásquez me llamó un domingo por la noche. Se presentó y me dijo que era su paisano. Y quería reunirse conmigo y el presidente lo más rápido posible. Le dije que no podía en ese momento. Quedó en llamarme, pero nunca me llamó. Yo sé que ese fin de semana estuvieron viendo cambios en el Gabinete”, dice a Sudaca Mirtha Vásquez. Agregó no saber si le iban a ofrecer el premierato. 

Tras la mediación de Verónika Mendoza, aquel plan para cambiar a Bellido abortó rápidamente. Pero continuaron las escaramuzas entre Auner Vásquez y la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM). El 7 de septiembre Vásquez convocó a los coordinadores parlamentarios y asesores de los ministerios –excepto a representantes de la PCM– para afinar las relaciones con los congresistas de la bancada oficialista y entre las diversas carteras. Así quedó plasmado en el registro de visitas de Palacio. La convocatoria fue interpretada por el bloque radical de Perú Libre como un intento por centralizar su poder y saltarse a la cabeza del Gabinete. En suma, un nuevo golpe del asesor a Guido Bellido. 

7 de septiembre. El registro de visitas de Palacio consigna el encuentro entre coordinadores parlamentarios y asesores de ministerios con Auner Vásquez, que incomodó en la Presidencia de Consejo de Ministros.

Vásquez ha ido cobrando peso en la dinámica del gobierno. Incluso ya se reúne con congresistas a nombre del presidente de la República. El 14 de septiembre el asesor tuvo un encuentro en Palacio, cerca de dos horas, con la mayoría de integrantes de la bancada de Acción Popular, a excepción de María del Carmen Alva. El cónclave también quedó grabado en el registro de visitas. 

“La reunión iba a ser con el presidente, pero finalmente nos reunimos con su asesor. Le expusimos los problemas de agua, desagüe y la falta de hospitales en las regiones. Él tomó apuntes. No nos hemos vuelto a juntar”, dice el parlamentario acciopopulista José Arriola. 

14 de septiembre. La reunión entre Auner Vásquez Cabrera, asesor principal del presidente, y congresistas de Acción Popular, según el registro de visitas de Palacio.

Vásquez es un enlace natural entre el gobierno y Acción Popular. El poderoso consejero habría impulsado, por ejemplo, la visita de Castillo al Congreso para pedirle a la Mesa Directiva que entreguen la presidencia de la Comisión de Educación a Perú Libre, de acuerdo a fuentes del partido. Además, tiene conexiones con Alianza Para el Progreso, agrupación a la que asesoró legalmente en 2016.

En el Gabinete, Vásquez es cercano al ala moderada, integrada por Aníbal Torres, el ministro de Economía y Finanzas, Pedro Francke, y la ministra de Desarrollo e Inclusión Social, Dina Boluarte. Este grupo tiene recelo de los radicales del lápiz y apuesta más por el pragmatismo para pasar sin turbulencias los primeros meses de gobierno. Vásquez es un abanderado de esa postura, según una fuente cercana al asesor. 

21 de septiembre. Auner Vásquez Cabrera, jefe del gabinete técnico de Presidencia, con el ministro de Economía, Pedro Francke, en la sede del Fondo Monetario Internacional, en Washington.

El poder de Auner Vásquez es tal que los nombramientos de los altos funcionarios necesitan de su luz verde. “Vásquez es el que aprueba o desaprueba las propuestas para los puestos de viceministros u otros altos funcionarios. El presidente confía mucho en él”, dice una fuente de Palacio.

Vásquez, de acuerdo a miembros de Perú Libre, dio el visto bueno a la controvertida designación del jefe de la Dirección Nacional de Inteligencia, José Fernández Latorre, excomisario de Tacabamba, la ciudad natal del asesor y del presidente. También dio su bendición para la contratación del polémico Mario Carhuapoma como presidente de Essalud. 

El asesor presidencial se ha afianzado al interior de Palacio y se ha jalado a los abogados cajamarquinos Óscar Cabrera y Eder Vitón. El primero fue candidato de Fuerza Popular al gobierno regional de San Martín, en el 2018, mientras que el segundo fue socio de su estudio jurídico, creado en el 2020.  

Con incluso más poder que otros asesores presidenciales de gestiones recientes, Auner Vásquez es el gurú político de Pedro Castillo. Cada palabra o cada silencio del presidente tiene su huella.

Tags:

Auner Vasquez, Guido bellido, Pedro Castillo
Página 33 de 35 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35
x