A propósito de la nueva ley del teletrabajo: ¿cómo lograr teletrabajadores productivos?

Según el informe Future of Work de la consultora estadounidense Omdia, el teletrabajo ha logrado un incremento en la productividad de sus trabajadores para el 68% de 400 empresas a nivel mundial, y el 35% de estas sostiene que tiene métricas para demostrarlo.

La nueva ley del teletrabajo, recientemente promulgada, ha marcado algunas diferencias con respecto al trabajo remoto que conocemos, nacido en pandemia. Entre las más resaltantes tenemos que el empleador deberá otorgar equipos tecnológicos y asumir los gastos de las condiciones de trabajo como el internet y la electricidad (o compensarlos, salvo que el trabajador renuncie a ello voluntariamente), siempre y cuando se labore en el domicilio. Asimismo, el teletrabajador debe informar el lugar en el cual teletrabaja, e informar si realiza algún cambio. Esto último se vuelve relevante porque el empleador debe garantizar que el teletrabajador trabaje en un lugar seguro, libre de riesgos en términos de Seguridad y Salud Ocupacional. Por último, encontramos expresamente el derecho a la desconexión digital, con lo cual el teletrabajador no está obligado a permanecer conectado fuera de su horario de trabajo.

En este contexto, para que el teletrabajo sea atractivo, debe ser beneficioso tanto para el empleador como para el trabajador. En ese sentido, uno de los principales motivos para que sea beneficioso es si la empresa puede contar con teletrabajadores productivos. Para lograr ello, es importante establecer una relación de flexibilidad basada en la confianza, con comunicación fluida y aprovechando al máximo las herramientas tecnológicas con las que se cuenta (Office 365, Teams, entre otras). Asimismo, los líderes cumplen un rol fundamental para lograr teletrabajadores productivos, pues deben planificar las actividades con objetivos y metas claras, los cuales pueden ser medidos mediante indicadores de gestión (KPIs), generando de esta forma una cultura basada en la orientación a objetivos, y no en un seguimiento de avances cada quince minutos, lo cual puede resultar tóxico y abrumador. Además, se debe trabajar en formar una cultura de feedback, mediante videollamadas con herramientas a distancia eficientes, en la cual el líder debe hacer saber a los miembros de su equipo lo que hacen bien y en lo que deben mejorar, ya sea en una sesión formal o con feedback diario y continuo.

Para que las empresas puedan lograr tener teletrabajadores productivos también deben capacitarlos y entrenarlos en desarrollar las competencias de planificación, organización y autogestión. Deben implementar pausas activas para evitar el sedentarismo, deben orientarlos a tener un ambiente condicionado para trabajar sin distractores (con buena iluminación y con el menor ruido posible), asesorarlos en cómo controlar estos estímulos y distractores, así como garantizar una buena ergonomía y salud mental.

Las empresas pueden usar el teletrabajo o un modelo híbrido, como estrategia de retención de talento y de salario emocional motivador, pues en una ciudad con tráfico tan caótico como Lima, el evitar estrés de transportarse, el ahorro de pasajes y de almuerzos en restaurantes, y de horas al día perdidas en el bus o vehículo pueden ser determinantes al momento de querer quedarse en una empresa, y, sobre todo, pueden llegar a ser factores determinantes para ser más productivos al tener una mayor satisfacción laboral. Asimismo, el tener la posibilidad de compartir más tiempo con la familia puede ser muy valorado por muchos trabajadores, mejorando la calidad del balance vida-trabajo. Todo ello no solo logra tener teletrabajadores productivos, sino que mejora la marca empleadora de la empresa, atrayendo nuevo talento orientado a resultados y con alto compromiso con la empresa.