Tomar decisiones que contengan un valor a largo plazo en los aspectos humano, financiero y social, son claves.
El último Barómetro de Confianza del Capital Global de EY reveló que una de las claves para que las empresas puedan reinventarse en un mundo post-pandemia es tener claro el propósito corporativo y saber cómo comunicarlo a los stakeholders, a los empleados y a la sociedad. Además recomienda no centrarse sólo en el presente, sino tomar decisiones centradas en la creación de valor a largo plazo en los aspectos humano, financiero, social y del consumidor.
David Laurent, economista conductual explica que “las empresas han pasado de la misión y visión que es un concepto anticuado, a tener un propósito bajo la mirada del MTP”. Estas siglas en español significan Propósito de Transformación Masivo, que explica por qué la empresa existe.
“El propósito es importante porque ayuda a alinear la toma de decisiones de los miembros de la organización, sincronizar las unidades de negocio, y ayuda a traer talento, pues la gente no trabaja ya por una acción sino porque hay un propósito superior”, explica el experto.
Cambio de propósito
Laurent considera que los propósitos no deben cambiar demasiado, si consideramos que el propósito es la razón de ser. En su lugar propone cambiar los pequeños objetivos que componen este propósito, pues estos sí pueden ir modificándose a lo largo del tiempo y el contexto. Asimismo, las formas de alcanzar el propósito pueden ser variables.
Igualmente el economista conductual explica que el propósito se puede modificar según los elementos externos que afecten el contexto en que se desarrollan. “Jamás es tarde para cambiar un propósito porque dependen de la situación en la que te encuentres. No hay que tener miedo en el camino si vemos que cambian los intereses del negocio; y si no tienes un propósito, defínelo”, advierte.
Motivación para sostener un nuevo propósito
Laurent explica que hay tres vías de motivación:
- Personal: Consiste en visualizar el propósito u objetivos que lo compongan de manera constante. Es recomendable poner recordatorios en la mayor cantidad de lugares posible para tenerlo presente.
- Social: Si se trata de un propósito personal, compartir con familia y amigos ayudará a tener un acuerdo público con uno mismo.
- Estructural: Esta implica establecer un premio o “castigo” si se logran los objetivos planteados.
“El mejor predictor para ver si las personas cumplen sus objetivos son las micrometas. Si puedes premiarte rápidamente, es más probable que este objetivo se cumpla”, finaliza.