Dos libros, dos

"Cervantes exhibe la destreza de un mago para citar, parodiar y reescribir una amplia gama de géneros narrativos, mas aun para crear un personaje único en su especie, lector transmutado en actor de sus propios delirios de caballero andante"

[EN UN LUGAR DE LA MANCHA]

UNO

Toda literatura es intertextual. Los textos forman secretas o explícitas cadenas de alusiones que se activan en la memoria, desde el inconsciente o desde la intención expresa de aludir, parodiar o reescribir.

Una de las obras cumbre en este ámbito es sin duda Don Quijote, de Cervantes, que construye no solo un muestrario de los géneros narrativos de su tiempo (novela bizantina o pastoril, por ejemplo) sino además se da maña para crear una novela cuyo centro es un vasto sistema de vasos comunicantes con diversas tradiciones que le precedieron, desde los antiguos romances que daban cuenta de las fortunas y pesares de diversos héroes populares hasta las novelas de caballería, pasando por lo cantares de gesta.

Cervantes exhibe la destreza de un mago para citar, parodiar y reescribir una amplia gama de géneros narrativos, mas aun para crear un personaje único en su especie, lector transmutado en actor de sus propios delirios de caballero andante.

Una reciente novela del mexicano David Toscana, titulada El peso de vivir en la tierra, tiene un espíritu indudablemente quijotesco. O cervantino, que para el caso viene a ser casi lo mismo. Nicolás, un oficinista mexicano a inicios de la década del 70 sigue con interés obsceno la carrera espacial soviética y es, además, un hombre atrapado placenteramente en la trama de varias grandes novelas rusas, a cuyas escenas y personajes apelará sin descanso para explicar su presente.

Su conversión y la alteración que ella supone del principio de realidad es inapelable: Nicolás adopta el nombre de Nikolai. El inicio es aleccionador. Un compañero de oficina le pregunta si se ha enterado de la muerte de Jim Morrison, el líder de The Doors. Nicolas-Nikolai recibe la pregunta con elegante indiferencia y replicó: “¿Supiste que murió Iván Ilich? El compañero quedó en silencio. Entonces le preguntó si sabía que había asesinado a Fiódor Pávlovich Karamazov o que Ana Karenina se había suicidado…”.

Deliciosa confusión de planos. Desde ese momento Nikolai, como un Quijano del espacio, trata de realizar un viaje al espacio con su pareja y un amigo, un ebrio habitual. La vida de Nikolai transcurre en un cotejo permanente con sus lecturas de Gogol, Dostoievski, Pasternak, Bunin, Bulgakov y otros maestros de esa gran literatura. Homenaje a Cervantes, pero también actualización de un clásico, invitación a una lectura trascendente en medio de un mar de banalidades.

DOS

Un avión que se estrella todos los días es el título del reciente libro de poemas de Gastón Agurto. Un título desacralizador, por cierto, pues establece una analogía con la escritura poética como una aventura condenada al fracaso o, cuando menos, como una actividad cuyas promesas no se cumplirán.

La lectura de los poemas que forman este libro confirman ese ánimo sarcástico y “antipoético” (lo que corresponda aquí a Nicanor Parra) que habita en sus páginas. El lenguaje evoca al mejor registro coloquial (registro que ojo, no es propiedad privativa de los 60), ese capaz de tejer imágenes con palabras del día a día, añadiendo indudables cuotas de ironía y ludismo.

Punto importante como rasgo constante de estos poemas es su articulación narrativa. Una anécdota, personal o no, provee la materia inicial para desarrollar una poesía que sin renegar de cierto lirismo, se aleja al menos de sus modales más convencionales, para construir textos que nunca o casi nunca resultan predecibles.

“Acto de magia” es, para mi gusto, uno de los poemas más emblemáticos del libro, pues en él parecen concentrarse los rasgos más notorios de la poética de Agurto: narratividad, ánimo contestatario ante los discursos “oficiales”, el trabajo de integrar otra voz en el poema y el cuestionamiento transgresor de las normas que rigen los hábitos sociales.

Muchas veces este cuestionamiento desemboca en la aparición del humor, bajo distintas formas: finas ironías, en algunos casos, crudas sátiras en otros, incluso giros inesperados que irrumpen en un verso, provocando un gesto de sorpresa y, según cada quien, alguna sonrisa que no esconde su profundo desencanto. Un libro refrescante y singular. Dejo aquí el poema “Acto de magia”, sutil recuerdo del Cisneros de Comentarios reales.

 Acto de magia

Nos quedamos pensando en los héroes
que se quedan dentro, después que cierran el cajón.

Deben estar quietos, con su sus uniformes de gala
y la barba recién afeitada, en medio de un avispero de voces.

En el cementerio hay un ángel de piedra
y otro con el brazo roto jugando a las apuestas.

Uno comenta sin prisa:
“Empezarán a olvidarlo después de la tercera palada”.

Una vez enterrados, los ataúdes caen sin cesar
en un hueco oscuro y húmedo, sin fondo.

Pero los héroes ya no están ahí. La Tierra
está llena de ataúdes vacíos cayendo persistentemente.

 

David Toscana. El peso de vivir en la Tierra. Alfaguara: 2023.

Gastón Agurto: Un avión se estrella todos los días. Santo Oficio, 2023.

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David Toscana, Don Quijote, Gastón Agurto, Literatura

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