Juan Carlos Tafur

Ajuste de cuentas cerronista

“La peor izquierda nos gobierna y lamentablemente parece que lo hará hasta el 2026. Después del ajuste de cuentas cerronista de ayer, eso ha quedado más que claro”

El mensaje político de la censura a la ministra de Trabajo, Betssy Chávez, por parte de Vladimir Cerrón hacia Castillo, es claro: o te alineas o corres el riesgo de que mis congresistas se sumen a la oposición en este y en otros casos (como una eventual acusación constitucional o pedido de vacancia contra el presidente).

Sin los 9 congresistas de Perú Libre que ayer votaron a favor de la censura a la ministra no se conseguían los votos para sacarla. Es verdad que de la bancada original de Perú Libre (37 parlamentarios), hoy solo cuenta con 21 -ayer mismo renunció uno más-, pero ese número es aún suficiente para tener contra las cuerdas al Primer Mandatario.

No por gusto, ayer mismo se reunieron en Palacio el presidente Castillo y el exgobernador de Junín. Las cosas pendientes deben haber estado sobre la mesa por parte de Cerrón: o sigues manteniendo mi cuota partidaria en el Ejecutivo o dejas de contar con mis votos en el Congreso y estarás expuesto a que tus adversarios del centro y la derecha te saquen a trompicones de Palacio.

Es imposible, políticamente hablando, que Castillo se libere de Cerrón. El centro no le da la confianza suficiente a Castillo para romper con Perú Libre y confiar en que los votos de APP o de Acción Popular compensen los de Perú Libre que se pasarían a la oposición, si Castillo decide relanzar su gobierno y girar eventualmente hacia posturas de centro, librándose del cerronismo.

Vamos a tener siempre en Palacio a un rehén de Vladimir Cerrón, gobernando a punta de cuotas partidarias que el cacique de Junín buenamente decida, en medio de la mediocridad tecnocrática más absoluta y la pauperización de las políticas públicas. Ese es el signo de este gobierno y no se va a apartar de ese sendero mientras esté instalado en el poder.

El país pagará las consecuencias de la hegemonía de una izquierda primitiva como la de Cerrón, a la que se suma, borregamente, la izquierda de Juntos por el Perú, vergonzosamente a la espera de que le caiga por allí alguna cuota de poder, alguna migaja de la mesa que la dupla Castillo-Cerrón dejen caer.

La peor izquierda nos gobierna y lamentablemente parece que lo hará hasta el 2026. El Perú que recibiremos entonces será uno con un Estado colapsado, sin políticas públicas decentes, con la calidad de vida por los suelos y con la corrupción totalmente enquistada en el sector público. Después del ajuste de cuentas cerronista de ayer, eso ha quedado más que claro.

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Vladimir Cerrón

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