La polémica contratación -porque no es ningún delito o falta a la norma- de Carlos Cabieses Bertoni como técnico para el despacho congresal de María del Carmen Alva es un hecho que sucede en todas las bancadas y en cada despacho congresal. Por favor, señores congresistas y amigos «indignados» del Twitter, no nos digan que no lo sabían.
Defiendo una tesis distinta a aquella que nos demuestra el reinado del doble rasero. La contratación de Cabieses por la presidenta del Congreso es para un cargo de confianza. No es un asesor como quisieron venderlo; es un técnico y los requisitos para tener el puesto son muy distintos al perfil del asesor. Pero ya vemos el doble rasero de nuestra izquierda peruana, que sabe que tiene en sus despachos a los amigos más cercanos y de campaña de cada congresista, y que no son ni los más capaces y tampoco las mentes más brillantes del país, iniciando por una de sus congresistas.
La Hipocresía.
En mayo del 2018, el programa «Panorama» reveló que la congresista de izquierda del partido Frente Amplio, María Elena Foronda, había contratado como asistente en su despacho a la emerretista Nancy Madrid Bonilla, sentenciada a 18 años de cárcel por terrorismo, quien trabajó desde el 27 de julio del 2016 hasta mayo del 2018. Es decir, la ex congresista de izquierda -de los que se consideran la reserva moral del país- mantenía con dinero de nuestros impuestos a una terrorista.
Hago la siguiente pregunta: ¿Cuál de esos hechos es una falta grave? y ¿cuál es una polémica mal armada? Aquí la respuesta: Foronda fue suspendida por 120 días y sin recibir sus haberes durante todo el tiempo de la suspensión. Ella cometió una falta gravísima al contratar a una terrorista.
María del Carmen Alva contrató a su personal de confianza con los requisitos que se pedía para el cargo. ¿Cometió una falta? No. ¿Alva es poco inteligente para responder y argumentar una pregunta tan fácil? Sí. ¿No controla su energía? Sí. Es evidente que saben que la presidenta del Congreso es una pieza clave para el proceso de vacancia que ya se está cocinando y van a buscar bajarla del coche para seguir jugando al poder.
En el 2018, no se vieron tantos insultos y calificativos fuertes y toscos en las redes contra Foronda por su gravísima falta cometida. Pero hoy, han llevado a otro nivel el calibre de insultos contra una mujer, que como no es de izquierda, no recibe el apoyo de los que se rompen por dentro y sienten morir cuando a sus amigas congresistas de Juntos por el Perú las critican por su doble rasero. Para nuestros amigos de Hugo Chávez, la lucha contra la violencia a la mujer es selectiva.