Esto no se reduce a una disputa entre “criollos” y “andinos”, el campo es más complejo que una simple reducción o una fórmula para salir del paso, aunque más allá de cuestiones anecdóticas, el altercado dejaba ver escandalosas fisuras entre el centralismo y el interior en materia intelectual, de producción literaria y en relación con el lugar del escritor. 

En suma, está en juego un país desconocido por quienes manejan los hilos del poder. Ese país por el que muchos, me incluyo, estamos guardando luto, porque toda muerte es grave y lamentable. Que acabe el duelo. Y mas pronto, mejor.


*Fotografía perteneciente a un tercero

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novela indigenista y regionalista, política peruana

En suma, Pídelo con respeto es un libro que sistematiza y examina la complejidad y el entramado estético y cultural de una de las grandes películas de todos los tiempos. La diversidad de los colaboradores permite también puntos de vista diversos, herramientas teóricas heterogéneas y acercamientos novedosos que solo permiten comprender más y mejor ese monumento cinematográfico que es El padrino. Si va a una librería por el volumen, ya sabe, pídalo con respeto.

Pídelo con respeto. Medio siglo con El padrino. Manuel Eráusquin Oblitas, César Pita Dueñas y Óscar Sánchez Benavides (Editores). Lima: Editorial de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, 2022.

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Cine, Literatura, Pídelo con respeto

Dice Pamela Medina en el texto inicial de este volumen: “Entender la obra de Eielson me permitió reconsiderar mi escritura y la forma en que he estado estudiándola. Esa simbiosis a la que me he sentido expuesta no se refiere a una lectura temática y biografista, sino a un profundo cuestionamiento de la forma de decir el ensayo y el lenguaje con el cual se expresa” (p.17).

Una declaración de parte que explica muchos rasgos de este volumen. Hay que considerar, en su lectura, la relación intensa entre el discurso crítico y la disposición gráfica del libro, pues en ese magnífico entrevero el lector puede crear diversas asociaciones que a la larga solo enriquecerán la lectura de Jorge Eduardo Eielson, poeta que por cierto merece ser leído y releído. Saludo las innovaciones de este libro y desearía que fueran un derrotero para lo que viene. Un nuevo panorama para la crítica empieza a verse en el horizonte. Disfrutemos, entonces, del paisaje y evitemos, en lo posible, que pase inadvertido.

 Pamela Medina. Estos ensayos no tienen principio ni fin. Textos para perder la orilla. Sobre la obra de Jorge Eduardo Eielson. Lima: Ediciones MYL, 2022.

Arguedas, por su parte, en una carta dirigida a Enrique Congrains el 2 de febrero de 1959 apunta: “Nuestro buen Ribeyro es el caballero refinado y escéptico que jamás llegará a la obra grande”. Luego, el 30 de abrilde ese mismo año, en otra misiva le comenta a Pierre Duviols lo siguiente: “Le envío el artículo de Ribeyro. Me dijo todo lo que había entendido de la novela ¡¡Era más de lo que yo me propuse!! Ya no tengo pues temores. Y añade en brevísima posdata: Ribeyro estuvo en París muchos años. Es un excelente cuentista y buen crítico; el único que tenemos. ¡Qué pequeño es el Perú!”.

Sé que resulta un espacio demasiado breve para abarcar todos los aspectos importantes de la relación entre Ribeyro y Arguedas y lo que sus obras enormes significan para el Perú. Este es solo un primer esbozo sobre el que prometo volver. Tómenme la palabra, lectores.

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Literatura, Literatura peruana

Se añade al título de este breve volumen un subtítulo muy sugerente: Diccionario de las sensaciones, algo que se relaciona muy estrechamente con esta explicación algo apurada del extrañamiento.

A estas alturas y con los pocos ejemplos citados aquí, ya se darán cuenta de cuál es la verdadera intención de su autor (si es que no me corrigen en este punto): tomar por sorpresa las palabras y fabricar con ellas un verdadero paraíso de extrañamiento. Este pequeño libro, en suma, es un asalto. Le recomiendo no oponer resistencia. Déjese llevar por sus sorpresivas asociaciones, por la libertad con que se tejen y destejen las palabras. Pocas veces, se lo aseguro, será tan placentero un asalto.

Adrián Arias. Mar de palabras para armar. Lima: Peisa, 2022.

Adrian Arias

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diccionario, Literatura

No se cierra un círculo, al contrario. El prologuista de la antología, el poeta Cayre Alfaro señala con acierto: “La escritura poética de Rocío es un viaje y, como tal, busca diversos registros, distintas avenidas. En ese sentido, el verso y la prosa alternan generando tanto diálogo como tensión textual. Además, dicha búsqueda por nuevos caminos lleva al poema a dialogar con diversos formatos como la fotografía, el teatro y la música” (p.8).

Es decir, no estamos frente a una poesía que se escribe con una voluntad de amplitud, con un ansia de incorporar elementos que contribuyan a sus fines: explorar la realidad no con un fin documental, sino como un espacio que invita a los lectores a reflexionar sobre diversos ámbitos de la experiencia histórica y social: la memoria, las tragedias cotidianas que enlutan al país y ese drama sin final previsto aún que significa ser mujer en el Perú. Recomiendo recorrer las páginas de Una herida menor, título que resulta irónico e incluso autoindulgente, dados los problemas que mira con osadía y, sobre todo, sin olvidar el aliento poético, ese trabajo con el lenguaje que saca al discurso de la comodidad o el mecanicismo noticioso, poesía al fin.

Rocío Silva Santisteban

Una herida menor. Antología poética 1983-2022. Rocío Silva Santisteban. Lima: Animal de Invierno, 2022.

Y aunque los temas que desfilan por esta especie de cuaderno de escritor son variados: la amistad, el cine, el jazz, el recuerdo de personajes de diversas épocas, la remembranza de lecturas y autores, son sin duda los momentos dedicados al oficio de escribir los que cobran mayor relevancia, en la medida en que esos apuntes podrían representar una proyección del autor en relación con su propia escritura, es decir, hablando de otros o preguntando a los otros, posiblemente encuentra respuestas para sí mismo.

En ese sentido, uno de los pasajes más reveladores es una pregunta hecha por Niño de Guzmán a Ray Bardbury. Cito: “La única vez que tuve la oportunidad de hablar con Ray Bradbury (…) le pregunté si sentía placer cuando escribía. Su primera reacción fue estallar carcajadas, lo que hizo que me diera cuenta de mi desatino. ¿Cómo diablos le preguntaba eso a un narrador al que parecían adorar las musas, quienes le susurraban en el oído una historia tras otra apenas despertaba cada mañana? Luego, al percatarse de mi incomodidad, el autor de Remedio para melancólicos se puso serio y me dijo, muy rotundo: ´Si no fuera así, pues simplemente no lo haría´” (p.197).

La pregunta pro el placer de escribir, siempre presente. En un mundo que se cae a pedazos, víctima de la estupidez, el odio y la incongruencia, preguntarse por el placer de escribir podría parecer ofensivo e incluso contradictorio. Por más que el ejercicio literario sea hecho en condiciones adversas debe haber, intuyo, momentos de iluminación y liberación que permiten al escritor seguir escuchando sus latidos. Me resisto a creer que no hubo nunca placer en estos apuntes de Niño de Guzmán, apuntes que son, sin duda, la mejor invitación a su universo personal y narrativo.

Guillermo Niño de Guzmán. Hasta perder el aliento. Cuaderno de letraherido 1. Lima: Tusquets, 2022.Guillermo Núñez de Guzman

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autobiografía, escritura, guillermo nuñez de guzman, hibridez, Lectura, vocación

Una memoria híbrida. Prosa y poesía se dan cita sin conflicto. El tránsito de las convenciones narrativas a los destellos de la poesía ocurre de modo natural y fluido. Mención aparte para el silencio: varias páginas en blanco asoman entre las letras del diccionario personal de Tokeshi. Le pregunté en una entrevista reciente y aun inédita qué significaba eso y él me respondió que los lectores debían usar ese espacio para dialogar con Sanzu, anotando quizá una pequeña historia suya.

Terminado el diccionario, pasamos a una sección titulada “La otra orilla”, en la que la experiencia se vuelca al terreno de los versos. Poemas de aliento epigramático casi todos, dan cuenta también de la experiencia vital pasada por el tamiz de la memoria. Las ilustraciones, a cual más primorosa, siguen. Dejo una muestra del hermoso poema “Casa”: “La casa donde crecí no tenía ventanas/ era de adobe y en cada terremoto se rajaba una de/ sus altas paredes // Fui el último en abandonarla // dos meses después/ un muro se desplomó/ mató a ocho personas // la muerte era su llamado” (p.145).

En pocas palabras Sanzu nos invita a un viaje, realista en relación con la historia familiar –en ocasiones cercana a un contenido dramatismo sentimental (ver como ejemplo la libresca historia de amor de los padres del artista)– y simbólico en relación con la poesía que sirve para expresar el transcurrir de la vida entre el asombro, la nostalgia y la construcción identitaria del autor. La verdad que asoma finalmente es que como Sanzu, la vida es también un río donde navegan la melancolía y la memoria.

Alonso Rabí

Eduardo Tokeshi. Sanzu. Lima: Reservoir Books, 2022.    

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