La inflación anualizada a octubre es 8.28%, por encima de la meta anual del BCR de 2% +/-1%. Los resultados económicos, y la inflación es uno de ellos, son consecuencia de factores internos y externos. BCR es responsable de la política monetaria, que es una parte de la política económica interna. Los factores internos se controlan por el BCR. Los externos dependen mucho de la coyuntura económica mundial; por ejemplo, si el petróleo sube, ¿qué puede hacer el BCR? Pues no mucho, pues no está en sus manos a menos que retire de circulación una gran cantidad de dinero, con los efectos negativos sobre la actividad productiva.
Existen diversas formas y objetivos de política monetaria. En el caso peruano, tiene como finalidad única la estabilidad monetaria, definida como el logro de una meta anual de inflación definida por el BCR. Desde 2007 es 2% con un margen de error de 1%, es decir, el rango meta se ubica entre 1% y 3%. Dicho de otro modo, el BCR anuncia la meta de inflación y con ello, ancla las expectativas de los agentes económicos (empresas y familias). El Perú adoptó el esquema en 2002, con una meta de 2.5% +/-1%, que luego redujo a 2% +/-1% en 2007 hasta la actualidad.
El enfoque de política monetaria descrito, que consiste en un compromiso explícito y público de mantener la estabilidad monetaria a través del uso de metas de inflación fue implementado por primera vez en Nueva Zelanda en 1990, para luego extenderse a más de treinta países. El nombre es Metas Explícitas de Inflación, o en inglés, inflation targeting; algunos países que las tienen son Canadá, Reino Unido, Suecia, Australia, Israel, Polonia, Brasil, Chile, Colombia, Sudáfrica, México y Turquía, entre otros y cada uno puede tener rangos meta distintos.
La herramienta principal de política monetaria es la tasa de referencia interbancaria (TIRI), definida como la tasa de interés que los bancos comerciales se cobran entre sí para préstamos de muy corto plazo. Veamos esto con detalle. Los bancos comerciales se prestan dinero entre sí de manera rutinaria, es decir, aquellos bancos con exceso de liquidez les prestan voluntariamente a aquellos que necesitan liquidez, por ejemplo, para otorgar un préstamo; la TIRI es el costo de ese préstamo y el BCR induce su cambio en función de la meta de inflación.
¿Cómo así? Supongamos que el BCR observa presiones inflacionarias que harían peligrar el logro de la meta. Entonces, induce el aumento de la TIRI. Al hacerlo, logra que los préstamos entre los bancos sean más caros. Luego, los bancos comerciales que reciben el préstamo, trasladan ese mayor costo a la tasa de interés que le cobran a los clientes (consumidores e inversionistas) cuando acuden a pedir un préstamo. La mayor tasa de interés desincentiva los pedidos de préstamos y, al bajar el consumo y la inversión, disminuye la demanda interna y se atenúan las presiones inflacionarias. Actualmente la TIRI se encuentra en 7.25%.
Varias conclusiones: primero, existe una meta inflacionaria; segundo, no existe una meta cambiaria, pero el BCR interviene para evitar fluctuaciones bruscas. Tercero, las tasas de interés que pagamos por los préstamos se determinan en el libre mercado, aunque el BCR induce su movimiento a partir de cambios en la TIRI. Cuarto, la principal herramienta de control de la inflación es la tasa de interés de referencia interbancaria.