¿Cómo sé si padezco del Síndrome del Impostor?

Para superar el Síndrome del Impostor, es importante que la persona no rechace ni ignore cumplidos o felicitaciones, pues son fruto de su esfuerzo.

A muchas personas les ha sucedido alguna vez que logran algo muy ansiado y tienen la sensación de que el mérito es en realidad una casualidad o cuestión de suerte en lugar de considerar el esfuerzo realizado. Este es un ejemplo muy claro de cómo funciona el Síndrome del Impostor.

El psicólogo David Espinoza explica que aproximadamente, siete de cada diez personas han sufrido de este síndrome en algún momento de sus vidas. El Síndrome del Impostor se define como el disgusto psíquico y emocional que ha sido directamente relacionado a la emoción individual de no ser merecedor del lugar y/o reconocimientos que se encuentra ocupando o gozando por fruto de sus habilidades personales en los niveles laboral, académico y social.

Este síndrome suele aparecer en estudiantes con excelentes notas y, en mayor medida, en profesionales exitosos. Su aparición tiene una alta correlación con la baja autoestima y el pobre autoconcepto de la persona. Otro factor importante para su aparición suele ser la actitud despectiva o crítica por parte de personas que comparten el entorno del sujeto trastornado que envidian sus logros.

La persona que se encuentra sufriendo esta condición siente que nunca está a la altura de aquello que goza fruto de su éxito y capacidades. El individuo tiene la constante sensación de no ser lo suficientemente bueno en lo que hace, además de catalogarse como inútil o incapaz. Además, puede llegar a acusarse a sí mismo de ser un impostor, un completo fraude en todo lo que realiza. A esto se debe el nombre de esta condición.

¿Cuáles son los síntomas?

El psicólogo explica que algunos de los síntomas más comunes de este síndrome son:

-Recurrente falta de confianza en las propias competencias.

-La constante creencia de que los logros y éxitos no son merecidos.

-Considerar que los aciertos son debido a la suerte, al azar, o a que otras personas involucradas son más poderosas y han ayudado a conseguirlos.

-Miedo permanente a que las demás personas que pueden estar siendo “engañadas” por el individuo descubran su “fraude”.

-Constante inseguridad y falta de confianza en el ámbito académico, laboral y social.

-Persistentes expectativas de fracaso seguro ante situaciones similares las cuales han sido superadas con éxito por el propio individuo en eventos anteriores.

Baja autoestima. Sin razón aparente aparecen cuadros sintomáticos de corte negativo tales como: ansiedad, tristeza, desesperanza.

¿Cómo superarlo?

Esta sensación de no estar lo suficientemente preparado o ser suficiente desaparece a medida que pasa el tiempo y la persona obtiene más experiencia en el campo en el que se desenvuelve.

Para superar el Síndrome del Impostor, es importante que la persona no rechace ni ignore cumplidos o felicitaciones, pues son fruto de su esfuerzo. Así se empezará a moldear los pensamientos y empezar a desarraigarse poco a poco de la falsa idea de que el éxito es por causa del azar.

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