En un contexto de rápida digitalización, la facturación electrónica se vuelve obligatoria para cada vez más contribuyentes. Según la SUNAT, se encuentran obligados a emitir facturas y boletas electrónicas, desde el 1 de enero de 2022, quienes tengan un ingreso mayor o igual a 23 UIT. Asimismo se encuentran obligados, desde el 1 de junio de 2022 quienes ingresen un monto menor a 23 UIT.
Ahora, en el mundo de los negocios y el intercambio de documentos, la seguridad es un aspecto clave en las empresas de todos los tamaños, y la facturación electrónica no es la excepción. Sobre todo si este es un proceso nuevo para algunos contribuyentes. Un paso fundamental para asegurar la protección e integridad de la información tributaria es la selección de un Proveedor de Servicios Electrónicos (PSE) seguro y confiable.
En ese sentido, Kenneth Bengtsson, presidente ejecutivo de Efact, brinda una serie de consejos para elegir al mejor aliado:
1.-Buscar un PSE certificado
Para operar, la SUNAT exige que los PSE cuenten con el ISO/IEC 27001, que certifica los sistemas de gestión de seguridad de la información en las empresas. Bajo esta norma, los proveedores demuestran la integridad en el manejo seguro de los datos de sus clientes.
2.-Evaluar la plataforma del proveedor
Los PSE procesan millones de facturas electrónicas a la vez. Por ello, es necesario considerar a una compañía con una infraestructura sólida que pueda soportar los procesos de su negocio, así como los de sus demás clientes.
3.-Evitar los errores
Ninguna empresa está libre de cometer un error en el envío de una factura. El problema es que, si SUNAT observa el comprobante, este no será validado por los Operadores de Servicios Electrónicos (OSE). Bajo esta premisa, es clave contratar un proveedor que ayude a reducir al mínimo las observaciones y disponga las herramientas adecuadas para lograr este objetivo.
4.- Priorizar una recepción segura
El experto explica que en Perú, el 99% de los contribuyentes que utiliza la factura electrónica, solo genera los comprobantes y los envía por email, mientras que el 1% de ellos la usa también para recibirlos. Esto significa que un gran número de empresas recibe los documentos para luego ingresarlos manualmente en su sistema, abriendo un espacio para cometer errores de digitación y demorar el proceso de contabilidad.
“Cuando se recibe un documento en PDF y los datos se integran de forma manual al sistema contable, las empresas se exponen a falta de precisión y exactitud de los datos y del proceso, que generan costos extras en el ingreso de codificación, la validación, almacenamiento y gestión de controversias y del pago de la factura”, señala Bengtsson.