Mientras desde el oficialismo se insiste en la versión de un intento de golpe de Estado y la oposición busca la manera de convencer a los congresistas que la vacancia presidencial es la solución idónea, siguen apareciendo testimonios que comprometen al gobierno de Pedro Castillo y revelan los pormenores de los malos manejos que ha tenido la gestión del presidente en lo que respecta a designaciones. Sudaca ha tenido acceso a esos documentos exclusivos en los que testigos exponen la manera en que se gestó uno de los nombramientos más polémicos, el de Hugo Chávez Arévalo en PetroPerú.
LA PRESENTACIÓN DE HUGO
Uno de estos testimonios corresponde a Yober Sánchez Delgado, quien es el sobrino del propietario de la Clínica La Luz, Fermín Silva Cayatopa, un establecimiento de salud muy visitado por Pedro Castillo y su entorno desde la época en que todavía era candidato. En la versión que relató el pasado 13 de septiembre, Sánchez Delgado brindó una versión que expondría a dicha clínica como un lugar clave en las gestiones del gobierno.
Yober Sánchez, quien empezó a trabajar en la Clínica La Luz desde 2010, recordó que a finales de agosto del año pasado Daniel Principe Collazos, asesor del gobernador de Ancash, le mencionó a su tío, Fermín Silva, que conocía a una persona que conocía a una persona que tenía la fórmula para que el precio del balón de gas doméstico baje a doce soles y, en los primero días de septiembre, Hugo Chávez ya se encontraba exponiendo ante Pedro Castillo su estrategia para lograr tan ambicioso objetivo.
“Esta persona con frecuencia acudía a la clínica para recibir atención médica en la clínica La Luz”, respondió sobre las visitas a la Clínica La Luz por parte del asesor del gobernador de Ancash que le habló a Silva de Hugo Chávez, aunque dice no haber escuchado que se mencione un puesto de trabajo en PetroPerú.
Tras la reunión con el presidente, Chávez Arévalo llamaba a Sánchez Delgado con el objetivo de enterarse cómo iba el proceso de su designación y, ante el desconocimiento del sobrino de Fermín Silva sobre esa interrogante, Chávez le pidió que le haga llegar un número de teléfono a Bruno Pacheco, quien también era un asiduo visitante de la famosa clínica. “Solo me dijo que se lo pase a Bruno Pacheco, pero sin darme detalles del porqué, pero no me dijo a quién pertenecía ese número telefónico”, cuenta el sobrino de Silva. Cuando finalmente Hugo Chávez fue nombrado gerente general de PetroPerú no perdió contacto con la clínica, aunque Fermín Silva ya no atendía sus llamados.
Al ser consulado, Sánchez Delgado también confirmó que existió una reunión entre su tío y propietario de la clínica con Bruno Pacheco y, ante la pregunta sobre una entrega de sobres de Silva a Pacheco, agregó que en estos sobres Silva Cayatopa le dinero al exsecretario presidencial. “No han sido dos sobres, han sido varios fajos de dinero que Fermín Silva le entregó a Bruno Pacheco”, aclaró.
En calidad de testigo, Yober Sánchez, también reveló que Pedro Castillo visita la Clínica La Luz desde 2017, cuando participó de la huelga como maestro, y conoció a Bruno Pacheco durante la campaña electoral. Además, contó que familiares del mandatario han recibido atención médica que no se les cobraba por órdenes de Fermín Silva. “Han recibido atención médica, el mismo Castillo Terrones, su esposa, su hijo, padres y no recuerdo si otros familiares”, respondió Sánchez.
LOS APRIETES AL MINISTRO
Otro de los que ha dado su testimonio fue Iván Merino Aguirre, el exministro de Energía y Minas y quien fue parte de la campaña de Pedro Castillo desde la época en que era candidato en primera vuelta. Merino reveló las presiones que recibió cuando ocupaba el puesto de ministro de este sector para priorizar la designación de Hugo Chávez en PetroPerú y las falencias que observaba en este polémico personaje tan respaldado por el gobierno.
El exministro relata que, luego de varias sesiones del consejo de ministros en que el propio Pedro Castillo consultaba por la designación, fue el propio Chávez Arévalo quien llamó al Ministerio de Energía y Minas para ser entrevistado, pero Merino Aguirre optó por delegar ese trabajo a otras personas. “Era un tipo prepotente que no cumplía las condiciones para ser miembro del staff que estábamos armando y sus propuestas eran poco técnicas, que mostraban su desconocimiento”, contó Merino sobre el resultado de dicha entrevista y sostuvo que, tras escuchar esos comentarios, consideró que Chávez no era la persona adecuada para PetroPerú.
Pero, y como luego la historia lo demostraría, ese no sería el fin de las aspiraciones de Hugo Chávez. En septiembre del 2021, Merino visitó el despacho presidencial y, en una reunión en la que se encontraba Pedro Castillo y en entonces ministro de economía Pedro Francke, advirtió que Chávez no cumplía los requisitos, tenía cuestionamiento en el sector público y había tenido una mala entrevista ante los representantes del Ministerio de Energía y Minas. Según Merino, el presidente Castillo y el ministro Francke optaron por pasar a otro tema.
Sin embargo, ser propuesto por el Ministerio de Energía y Minas no es el único camino para llegar al directorio de PetroPerú. Fue así como, pese a las advertencias de Merino, el Ministerio de Economía y Finanzas decidió que una de las dos personas que propondría para el directorio sería Hugo Chávez Arévalo. Aunque un cargo en el directorio no iba a ser suficiente para los intereses del gobierno.
El respaldo de Castillo Terrones a Hugo Chávez era tal que, durante la entrevista encargada por el ministro Merino, manifestó que él debería ser el presidente del directorio de PetroPerú por encargo de presidente Castillo y que, en caso contrario, no le interesaba ocupar ningún puesto laboral distinto a ese. Una versión que se ve respaldada por el mensaje que Bruno Pacheco le haría llegar al entonces ministro de Energía y Minas a pocos días de la reunión del directorio de PetroPerú para designar al nuevo gerente general. En este mensaje de Whatsapp, el exsecretario presidencial le envió el currículum de Chávez seguido por el texto «Gerente General de Petroperú».
El paso de Merino por el MINEM llegaría a su final en octubre del 2021. En una de los tantos cambios de ministros durante el gobierno de Pedro Castillo, Sandra Paico, secretaria del mandatario, se comunicó con Merino Aguirre para asista a la renovación en el cargo. Sin embargo, al llegar Palacio de Gobierno, se encuentra con un iracundo Bruno Pacheco que increpa a Paico por la presencia del todavía ministro de Energía y Minas y acusándolo de ser una persona que “no hacía caso a las indicaciones”. Tras presenciar esa escena, Iván Merino se encuentra con el presidente Castillo y le expresa que no tiene nada más que hacer en Palacio y abandona el lugar. “Mi renuncia al cargo fue de facto, no hay acta ni carta de renuncia, tampoco hubo cartas de felicitación por el cargo de ministro”, señaló en su testimonio.
En un gobierno lleno de cuestionamientos sobre la idoneidad de los personajes designados al frente de ministerios y otro cargos importantes, que las advertencias hechas incluso por integrantes del equipo que acompañó a Pedro Castillo desde su etapa de candidato sean ignoradas y se convierta una clínica en una especie de centro de operaciones sólo despiertan más sospechas.
