La historia detrás del impresionante ascenso en la carrera de Juan Carrasco Millones y las irregularidades y polémicas que lo acompañaron.
La sorpresiva llegada de Pedro Castillo a la presidencia tras las elecciones del año 2021 también significó la llegada de nuevos personajes a la escena política nacional y entre ellos se encontraba el ministro Juan Manuel Carrasco Millones, quien estuvo al frente de los ministerios del Interior y Defensa.
Este abogado oriundo de Lambayeque había adquirido notoriedad en 2014 cuando estuvo al frente de un caso que terminó con la detención del entonces alcalde de Chiclayo y cerca de treinta funcionarios de su gestión que eran acusados de estar involucrados en lavado de activos.
Sin embargo, lo que ocurrió en los meses posteriores con este caso y muchos otros que involucraban directamente al fiscal Juan Carrasco Millones terminaron por sembrar un manto de dudas sobre las verdaderas intenciones del exministro castillista al ordenar las detenciones y coordinar operativos de gran impacto mediático.
INTERMIABLES IRREGULARIDADES
Si bien la detención de Roberto Torres, alcalde de Chiclayo, y los que habían sido involucrados con el caso “Los Limpios de la Corrupción” había sido tomada por la opinión pública como un golpe a la corrupción y hasta había logrado que la imagen de Carrasco Millones tome relevancia a nivel nacional al punto de pasar de ser un fiscal adjunto a un invitado de diversos programas de televisión, la realidad de este célebre caso escondía un sinnúmero de irregularidades que llevaron a que, años después, se ponga en duda lo que realmente se escondía detrás del operativo.
Uno de los primeros indicios de las irregularidades que habían ocurrido lo dio un funcionario cuyas declaraciones no sólo habían sido tomadas como las de un colaborador eficaz sino que, además, habían sido manipuladas. Jorge Matallana Peralta, quien trabajaba en la Municipalidad Provincial de Chiclayo, relató que, usando como amenaza la posibilidad de terminar en prisión, fue forzado a firmar documentos con preguntas que no se le habían formulado.
Pero este no fue un caso aislado. Juan Manuel Valdivia Goycochea fue otro de los funcionarios acusados de pertenecer a la organización criminal y, como a muchos otros, pasó un largo periodo con prisión preventiva. Sin embargo, casi una décadas después, Juan Valdivia no ha sido acusado, aunque eso no cambia que debió pasar cerca de tres años de su vida tras las rejas.
Cuando el propio Valdivia decidió investigar lo que había ocurrido con este caso que le costó su libertad sin estar involucrado encontró una serie de situaciones extrañas en los informes de inteligencia que habían sustentado las detenciones de funcionarios. “Nos llegó la información que quienes estaban haciendo las escuchas legales estaban de vacaciones y no podían hacerlas”, cuenta Juan Valdivia.
El mayor Romel Agustín Díaz Paz y el teniente Víctor Javier Chafloque Oliden habían sido, supuestamente, los responsables de dichas escuchas. Pero, acorde a la información que brindó la propia OFINTERPOL de Chiclayo, el día que emiten el oficio dirigido al fiscal adjunto Carrasco Millones que permitió gestionar la detención preliminar, Díaz y Chafloque no figuraban en la lista de personas que estaban de servicio.
A ello se le suma una declaración que data del año 2019 y corresponde a Luis Enrique Farfán Silva, quien en 2014 se desempeñaba como jefe de la OFINTERPOL. Farfán dijo desconocer el trámite del cuestionado informe de Chafloque y Díaz, y agregó que ellos no se encontraban bajo su mando.
No obstante, el informe en cuestión incluía el sello y forma de Farfán Silva. Aunque el detalle que ha llamado la atención es la innegable diferencia entre las firmas del entonces coronel Farfán Silva en otros documentos del mismo año 2014 y aquel que afirma desconocer. El sello usado aquel 29 de septiembre también muestra diferencias de aquel que había usado en otros documentos debido a que omite su segundo nombre y agrega un “JEFE OFINTERPOL – CHICLAYO”.
OTRO CASO EMBLEMÁTICO BAJO SOSPECHA
Otra de las irregularidades en las que se vio involucrado Carrasco Millones se encontró en el caso que derivó con la detención del exalcalde de Chiclayo, David Cornejo Chinguel, y un gran número de funcionarios de su gestión. Uno de estos funcionario era Nilton César Monje Sampen, quien se había desempeñado en varios cargos de confianza en la Municipalidad Provincial de Chiclayo tras la llegada de Cornejo a la alcaldía.
Tras su detención, Monje Sampen brindó una declaración que pocos esperaban. El 22 de diciembre del 2018, el exfuncionario reveló que, en una visita a la casa del alcalde, el propio Cornejo Chinguel le había contado que tenía un amigo en la policía que le advertía de los operativos hacia la municipalidad.
Pero , Monje no sólo expuso la existencia de este infiltrado sino que lo identificó como el comandante Romel Díaz y hasta que este aliado del alcalde incluso le había advertido que se estaban monitoreando sus llamadas y se jactaban, como de un gran logro, de haber frustrado un operativo a la Gerencia de Transportes gracias a la colaboración de este policía.
Este caso daría un giro inesperado el 28 de enero, cuando Nilton Monje Sampen realizó una extraña ampliación de declaración en la cual negó que Romel Díaz haya sido el nombre del policía que filtraba información. Monje alegaba que, debido a un cuadro de diabetes emotiva, se refirió a Romel Díaz sólo porque fue un nombre que había surgido en comentarios y, además, afirmó que no conoció a Díaz en persona e ignoraba el rango que ostentaba.
Si bien estos fueron los casos que llevaron a que la carrera de Carrasco Millones como fiscal tome mayor relevancia, los pormenores que salieron a la luz con el paso de los años demostraron que no sólo ocurrieron irregularidades sino que estas trataron de ser escondidas y que la motivación detrás de estos operativos no habría sido la lucha contra la corrupción.