Fiorella Danjoy - Opinión

¿Cuál es el rol de las mujeres en el desarrollo sostenible?

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas de todo el mundo es un ingrediente transversal para asegurar el éxito de cada uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Llevamos varias semanas escuchando y leyendo sobre el Día Internacional de la Mujer del 8 de marzo, con numerosas iniciativas en torno a este día y recordaris de como surgió. Es por esto, que las mujeres tenemos claro que juntarse es la mejor manera de hacernos oír, para exigir algo básico, que no es otra cosa que igualdad en nuestros derechos. A lo mejor quien lea este artículo puede pensar que no es su caso, que no se siente ni reflejada ni representada, pero las cifras y estudios demuestran que queda mucho camino por recorrer.

Las mujeres cuando estamos en posiciones de liderazgo

La desigualdad marca las carreras profesionales de las mujeres desde el primer momento y esta brecha se agranda aún más cuando hablamos de maternidad ya que más del 50% de mujeres renuncian a su carrera profesional al ser madres.

Sin embargo, cuando las mujeres sí logramos ejercer el liderazgo, llevamos grandes  beneficios a las instituciones en las que trabajamos. Algunas investigaciones señalan que las empresas que cuentan con mayor presencia de mujeres en sus juntas directivas tienden a ser más transparentes y a tener mejores políticas de buen gobierno corporativo, gracias al impulso de mecanismos de anticorrupción, alianzas sólidas con las comunidades de su zona de influencia y un mejor traslado de la información.

Por lo anterior, resulta evidente que existe una correlación positiva entre el desempeño de las compañías y la presencia de mujeres en la alta dirección. Un estudio de Catalyst revela que las empresas con más mujeres en sus comités directivos superan en indicadores financieros a aquellas que tienen menos, llevándolas a ser más rentables.

De esta forma, se tangibiliza que las organizaciones que más promueven la diversidad de género en su dirección, se comportan, generalmente, de forma más ética y responsable también en otras dimensiones, y ese comportamiento tiene un impacto en el rendimiento y en la estabilidad del negocio.

 

Las mujeres liderando la agenda de la sostenibilidad

El informe Behind Every Global Goal: Women leading the world to 2030, elaborado por la ONU, señala que las mujeres desempeñamos un papel fundamental en la gestión, conservación, explotación y aprovechamiento de los recursos naturales como consumidoras y educadoras.

Además, el informe concluye que las mujeres podríamos ser la pieza clave en el logro de los ODS. Esto se debe a que las compañías con mayor presencia de mujeres en sus comités de dirección priorizan las cuestiones medioambientales y son más propensas a integrar un sistema de gestión de impactos sociales y riesgos del cambio climático en los modelos de negocio. Es así como, el rol de las mujeres en el cumplimiento de los ODS pasa de ser expectadora a líderes del progreso.

Asimismo, como ha señalado la ONU en numerosas ocasiones, la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas de todo el mundo es un ingrediente transversal para asegurar el éxito de cada uno de los 17 ODS. Por ello, cuando hablamos de sostenibilidad, también hablamos de un desarrollo feminista que permita a las mujeres participar en todos los entornos sociales, económicos y políticos en igualdad de condiciones y de derechos que los hombres.

Las mujeres lideramos con propósito más que estatus de poder

Una investigación realizada por la Rockefeller Foundation, señala que la principal motivación de las mujeres en puestos de liderazgo es, además de conseguir buenos resultados financieros, lograr un impacto positivo en el entorno.

Según este estudio, en comparación con sus homólogos hombres, las mujeres en posición de liderazgo estamos más motivadas por el trabajo en equipo que por el estatus de poder. Es decir, nos motiva un sentido de propósito y de tener un impacto positivo en la población. Como resultado, se obtuvieron cuatro competencias clave para logra el éxito: el coraje, la asunción de riesgos, la resiliencia y la gestión de la incertidumbre.

Con estas habilidades en mente y la plena convicción de que un mundo igual para todos es tan posible como necesario, las mujeres trabajadoras necesitamos empoderarnos y resaltar nuestra capacidad para liderar las empresas responsables y sostenibles que exige el presente y, sobre todo, el futuro del desarrollo global.

 

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8M, feminismo

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