Juan Carlos Tafur

El pueblo se le voltea

“Es una clarinada de alerta para Castillo, quien, dentro de su puerilidad política, debe haber pensado que tenía a los sectores populares entre manos, dóciles a sus despropósitos”

Como estaba previsto, el pésimo manejo económico del régimen -que se traduce en un tratamiento improvisado de la crisis internacional de precios y su repercusión en el Perú- está generando una turbamulta callejera que podría lograr lo que, vanamente, la derecha ultramontana había intentado sin éxito: movilizar a la ciudadanía en contra de un gobierno que hace agua por todas partes.

 

 

 

El impacto de las marchas y protestas que hemos visto, en estas últimas horas, contra el gobierno, va a tener repercusiones en el Congreso, porque son esas bases movilizadas las que se van a expresar en las urnas en los venideros comicios municipales y regionales. Y ello, a los congresistas que hoy se han acomodado con el oficialismo les va a hacer pensar si lo que hacen los beneficia o, por el contrario, los va a perjudicar enormemente.

Lo que está ocurriendo en Huancayo -el epicentro de Perú Libre- y en otras zonas del país es directa responsabilidad del régimen, que ha dejado pasar las cosas, sin hacer nada, sin establecer mesas de diálogo, sin poner orden para evitar los desbordes, sin generar mesas técnicas que encuentren soluciones viables a los problemas presentados. Un caos absoluto que el pueblo percibe y reacciona en consecuencia.

 

 

 

 

Es una clarinada de alerta para Castillo, quien, dentro de su puerilidad política, debe haber pensado que tenía a los sectores populares entre manos, dóciles a sus despropósitos. Las encuestas ya debieron haberle servido de advertencia. Según la última encuesta de Ipsos, en el sector E, el 53% lo desaprueba frente a un minoritario 35% que lo aprueba. Y en el sector rural, 45% lo desaprueba frente a un 42% que lo aprueba.

Paulatinamente, los propios votantes de Castillo se están dando cuenta del inmenso error cometido al votar por un candidato improvisado, que prometía el cambio total del modelo y que a la postre ha decidido mantener el statu quo y ni siquiera emprender las reformas de Estado (en salud, educación y seguridad) que correspondían a un gobierno de izquierda.

 

 

Castillo y Perú Libre han llegado al gobierno a copar puestos públicos a su antojo, dándole trabajo a sus allegados y, además, malversando contratos o licitaciones públicas en beneficio corrupto de los amigos de antes y los advenedizos de ahora. La calle le está pasando factura por ello.

 

 

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Gobierno, Huancayo, Pedro Castillo, protestas

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