Haya Mariátegui

La polémica Haya-Mariátegui: Nuevas pistas

"La tesis del historiador Parodi es que el origen de la polémica Haya-Mariátegui estuvo en la oposición de José Carlos Mariátegui (JCM) al Plan insurreccional propuesto por Haya desde México. JCM sintió que el Plan liderado por Haya amenazaba su liderazgo de la izquierda peruana y por eso en vez de difundir el Plan entre las células apristas en el Perú desvió el tema hacia un debate ideológico"

Por: Nelson Vásquez Juárez

En mi columna de hoy invito al investigador y escritor Nelson Vásquez quien nos ofrece una reseña crítica de mi artículo “Lima no respondía. El fracaso del plan insurreccional planteado en México explicado en carta de Víctor Raúl Haya de la Torre a Wilfredo Rozas, fechada el 22 de septiembre de 1929”. Más allá de agradecer el interés de Vásquez en mi trabajo y de aceptar sus atingencias como un aporte, tengo una respuesta que hacerle respecto del discutido liderazgo de José Carlos Mariátegui, al frente de la izquierda peruana en 1926. Es verdad, que Víctor Raúl Haya de la Torre fue más un hombre de acción, mientras que Mariátegui lo fue de reflexión y que, como señala Vásquez, el segundo ocupó en Perú, los espacios que dejase el primero cuando partiese al exilio en octubre de 1923. Pero esa misma situación hizo que, mientras Haya se perfilaba como un líder continental con la fundación y paulatina organización de la APRA continental y celular, Mariátegui consolidó sus posiciones en el Perú, precisamente partiendo de los espacios que Haya había dejado atrás, obligado por el exilio. No obstante, es en parte cierta la afirmación de Vásquez en el sentido de que el trabajo organizativo de Mariátegui nunca alcanzó el dinamismo que ostentó el de Haya, pero en el contexto de su negativa a apoyar el Plan Insurreccional del fundador del APRA este elemento – el liderazgo sobre la izquierda peruana- más la influencia de la Comintern, elemento solo esbozado en mi artículo, pudieron influir en la abierta oposición del “amauta” al proyecto revolucionario de Haya de la Torre. (Daniel Parodi Revoredo)

El historiador Daniel Parodi Revoredo en su trabajo de investigación “Lima no respondía. El fracaso del plan insurreccional planteado en México explicado en carta de Víctor Raúl Haya de la Torre a Wilfredo Rozas, fechada el 22 de septiembre de 1929”[1], da nuevas pistas sobre el origen de la famosa polémica Haya-Mariátegui.

Parodi  trabaja con nuevas fuentes primarias en este caso la del archivo de Rómulo Meneses Medina, que acompañó a Haya de la Torre desde su época universitaria y llegó a ser un importante dirigente aprista. En concreto, con la misiva de agosto de 1929 de Víctor Raúl Haya de la Torre al dirigente aprista cusqueño Wilfredo Rozas. En la carta Haya expone los motivos del fracaso del Plan de México de 1928, el cual intentaba una revolución armada contra el gobierno de Leguía.

La tesis del historiador Parodi es que el origen de la polémica Haya-Mariátegui estuvo en la oposición de José Carlos Mariátegui (JCM) al Plan insurreccional propuesto por Haya desde México. JCM sintió que el Plan liderado por Haya amenazaba su liderazgo de la izquierda peruana y por eso en vez de difundir el Plan entre las células apristas en el Perú desvió el tema hacia un debate ideológico.

Antes de comentar la tesis de Daniel Parodi queremos hacer algunos apuntes sobre algunas referencias muy relevantes que aparecen en su texto. Así, se hace mención que los documentos relacionados al Plan de México y el Manifiesto de Abancay fueron “enviadas al amauta por valija diplomática de la cancillería mexicana.”[2] La valija diplomática en el ámbito de las relaciones internacionales es la documentación que envía un Ministerio de Relaciones Exteriores a sus distintas embajadas en el mundo la cual es inviolable, es decir, no puede ser revisado por el país donde está la embajada. Este dato es significativo porque demostraría la implicación y apoyo del gobierno de México de ese entonces al proyecto político de Haya de la Torre.

Asimismo, cuando Haya estuvo en El Salvador en 1928, ante la inminencia de ser deportado Haya se asiló en la legación diplomática mexicana. Parodi cuenta que “en la Embajada de México esperaba a Haya su amigo de infancia el coronel Felipe Iparraguirre Palacios, para afinar los aspectos militares de la revolución. Y así lo hicieron. Acto seguido, Iparraguirre se dirigió a Cuba y luego a México con la finalidad de recabar fondos entre los exiliados peruanos de La Habana y el D.F. y de las células apristas de ambas plazas en apoyo de la insurrección.”[3] Esta información confirma el apoyo del gobierno mexicano a los planes del líder peruano.

Hay que señalar que en 1910 México se inició la famosa Revolución Mexicana la cual tuvo una gran repercusión internacional. Cuando Haya es deportado en 1923 va a México donde incluso trabaja como asistente del entonces Ministro de Educación José Vasconcelos. El uso de la Cancillería Mexicana por Víctor Raúl demuestra que el dirigente peruano se llegó a relacionar con las más altas autoridades del gobierno mexicano.

Ahora bien, sobre el rechazo de JCM al proyecto de Haya de la Torre Parodi señala que “existían poderosas razones para que (Mariátegui) recibiese con disgusto el Plan de México, debido a que Haya se atribuyó el liderazgo de todo el movimiento y a que designó a México como sede del Comité Central del Partido, al que tenían que subordinarse todos los demás comités partidarios.”[4] Agrega el historiador que “el Plan relegaba a un segundo plano a Mariátegui a pesar de que el intelectual moqueguano era pieza clave para la ejecución de la insurrección. Este lideraba la célula aprista de Lima, la más grande y orgánica de todas, dirigía la revista Amauta y mantenía prolija correspondencia con elementos apristas, socialistas, y núcleos obreros provincianos.”[5]

Sobre que Haya se atribuyera el liderazgo del movimiento y que eso podría haber molestado a José Carlos Mariátegui, habría que precisar que Haya ya había demostrado ser el líder del naciente movimiento obrero-estudiantil. Recordemos que el 23 de mayo de 1923 Víctor Raúl lideró una protesta masiva de estudiantes y obreros (al que se adhirieron otros sectores) contra la intención de Leguía de consagrar el Perú al Corazón de Jesús. Además, Haya era el creador y Rector de las famosas Universidades Populares “Gonzales Prada”, y que fue Haya el que invitó a Mariátegui a dictar una serie de conferencias a las Universidades Populares en junio de 1923. Asimismo, Víctor Raúl en vista que iba a ser deportado por Leguía, encargó a Mariátegui la dirección de la revista “Claridad”. La vinculación con el movimiento obrero y estudiantil lo tenía Haya, no Mariátegui. Es decir, fue Haya de la Torre quien relaciona a Mariátegui con el naciente movimiento obrero-estudiantil luego que JCM retornara al Perú en 1923 después de haber estado en Roma ejerciendo el cargo de agente de propaganda en la Embajada del Perú en Italia.[6] Resaltamos este dato porque en muchos artículos y videos sobre JCM se obvia esta información tan trascendental. Asimismo, hay que recordar que Mariátegui no participó de la protesta del 23 de mayo de 1923.

Hay una famosa foto por el Día de la Planta del 30 de diciembre de 1923, donde aparecen dirigentes estudiantiles, obreros y también José Carlos Mariátegui alrededor de la foto de Haya de la Torre, lo que acredita que Haya era considerado el líder del movimiento.[7] Asimismo, cuando Haya es deportado en 1923 ostentaba el cargo de Presidente de la Federación de Estudiantes del Perú.

Sobre el liderazgo de Mariátegui, el historiador Parodi afirma que Haya “no discutió con aquel (JCM), en un plano de igualdad, los roles que debían corresponderle a cada uno en el liderazgo de la revolución, ni tampoco sus reales posibilidades de éxito.”[8] Además, “desde 1926, año de la fundación de la revista Amauta, Mariátegui se había convertido en la figura principal de la izquierda peruana, debido a sus grandes dotes intelectuales y a la ausencia de Haya, quien permanecía en el exilio desde 1923. Por ello, el amauta debió recibir el Plan Insurreccional como las repentinas órdenes de un líder al que no reconocía como tal. Este elemento, que atañe las relaciones humanas, pudo desempeñar un rol decisivo en el desarrollo de los acontecimientos.”[9] Se agrega que un error de Haya “fue no acordar el Plan insurreccional en condiciones de igualdad con José Carlos Mariátegui, líder de la izquierda peruana desde que fundase la revista Amauta en 1926.”[10]

Es evidente que los temas personales juegan un rol también en la actuación política. Lo que plantea Parodi es que el celo de JCM frente al liderazgo de Haya de la Torre fue el origen de la polémica, y no discrepancias ideológicas. Y aquí es clave seguir en forma estricta el desarrollo de los hechos. Haya manda a JCM los documentos del Plan Insurreccional, documentos muy delicados teniendo en cuenta que el Perú estaba bajo la dictadura de Leguía. Con el envío a JCM, Haya le reconoce como el dirigente de la sección del APRA en Lima. Y la indicación de Haya fue que los documentos que enviaba debían ser puesto a conocimiento y discutidos con las otras células apristas. Sin embargo, JCM no difundió los documentos y atacó a Haya de la Torre, llevando el tema a un debate ideológico.[11] JCM al no  dar a conocer los documentos que Haya le había enviado a otras células apristas no solo no actuó con lealtad a Haya sino tampoco con el movimiento del cual el participaba. Los demás integrantes de las células apristas en Perú pudieron estar de acuerdo con el Plan de Haya de la Torre. ¿Por qué Mariátegui no difunde el Plan Insurreccional? Según Parodi porque veía amenazado su posición como líder de la célula aprista, es decir, por temor al liderazgo de Víctor Raúl Haya de la Torre. Sin embargo, había que sopesar bien la afirmación sobre el liderazgo de JCM de la izquierda peruana en esos momentos. Mariátegui tuvo una labor más intelectual que política. Era un hombre de gabinete. Son famosas sus tertulias de distintos temas desde la política al arte en su casa del jirón Washington. Haya, en cambio, había demostrado ser un organizador y líder de masas con excepcional oratoria y gran carisma y con una personalidad arrolladora. Incluso cuando fue deportado Haya fue invitado a distintas conferencias y destaco como un joven líder peruano. JCM destacaba más por su gran pluma la cual había desarrollado en tantos años ejerciendo el periodismo. Sin lugar a dudas, la revista Amauta le otorgó un gran prestigio a Mariátegui, pero desde nuestro punto de vista era un reconocimiento intelectual, no político. El propio Parodi reconoce que “el auroral movimiento aprista” Haya lo “había organizado desde su partida al exilio en octubre de 1923.”[12]

Por otro lado, Parodi es muy severo  con JCM lo señala como divisionista al aseverar que con su actitud “se partió un proyecto político continental y Mariátegui pudo triunfar en una lid bastante desigual promovida por él mismo”,[13] de esta forma responsabiliza al Amauta de la división y al decir un debate “desigual” hace notar que JCM no actúo limpiamente en la disputa. Asimismo, según el historiador Mariátegui le declaro la guerra “al movimiento aprista con el objetivo de destruirlo.”[14]

El mayor aporte de Parodi es ubicar con precisión el contexto en el cual se desarrolló la polémica Haya-Mariátegui, lo cual le lleva a afirmar que el origen de esta fue “la estrategia de uno de los contendientes para socavar el proyecto insurreccional del otro, por colegir que amenazaba sus propias aspiraciones políticas o por interpretar que se ubicaba fuera de los cauces del comunismo internacional, o por la suma de ambas premisas.”[15]

 

[1] Parodi Revoredo, Daniel (2022). Lima no respondía. El fracaso del plan insurreccional planteado en México explicado en carta de Víctor Raúl Haya de la Torre a Wilfredo Rozas, fechada el 22 de septiembre de 1929. Investigaciones Históricas, época moderna y contemporánea, (42), 1019-1048. https://doi.org/10.24197/ihemc.42.2022.1019-1048

[2] Parodi Revoredo, Daniel: Idem. p. 1028

[3] Parodi Revoredo, Daniel: Idem. p. 1033

[4] Parodi Revoredo, Daniel: Idem. p. 1029.

[5] Parodi Revoredo, Daniel: Idem. p. 1029.

[6] Vásquez Juárez, Nelson: “Las sombras de Mariátegui. El primer caviar de la historia”, Lima, Instituto Sudamérica, 2011. En este libro se detalla los pormenores del viaje y estadía de JCM a Italia. Hay que precisar que el cargo de agente de propaganda estaba relacionado con la difusión de la posición del Perú frente a la cuestión Tacna y Arica, la cual se resolvió en 1929.

[7] La famosa fotografía se puede apreciar en: RENGIFO BALAREZO, Antonio, (2018) “José Carlos Mariátegui: la amistad y la política”, Pacarina del Sur [En línea], año 9, núm. 35, abril-junio, 2018. ISSN: 2007-2309. Consultado el Lunes, 20 de Marzo de 2023.

Disponible en Internet: http://pacarinadelsur.com/home/huellas-y-voces/1611-jose-carlos-mariategui-la-amistad-y-la-politica

[8] Parodi Revoredo, Daniel: ídem. p. 1030.

[9] Parodi Revoredo, Daniel: Idem. p. 1039.

[10]  Parodi Revoredo, Daniel: Idem. p. 1041.

[11] Parodi Revoredo, Daniel: Idem.  pp. 1036-1037.

[12] Parodi Revoredo, Daniel: Idem. p. 1038.

[13] Parodi Revoredo, Daniel: Idem. p. 1037.

[14] Parodi Revoredo, Daniel: Idem. p. 1038.

[15] Parodi Revoredo, Daniel: Idem. 1043.

Link del artículo, Lima no respondía

“Lima no respondía. El fracaso del plan insurreccional planteado en México explicado en carta de Víctor Raúl Haya de la Torre a Wilfredo Rozas, fechada el 22 de septiembre de 1929”

https://revistas.uva.es/index.php/invehisto/article/view/6914

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José Carlos Mariategui, Víctor Raúl Haya de la Torre

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