A veces, hay que desconfiar de quienes dicen “defender la vida”.
¿Por qué?, Infelizmente hace mucho que esta narrativa es utilizada por personas y sectores que con odio arremeten contra las poblaciones más vulnerables.
Lamentablemente, entre quienes se autoproclaman “provida” hay muchos a los que poco les importa el bienestar de la ciudadanía o la vida real de niñas y mujeres. Solo les interesa mantener un modelo de sociedad que perpetúa la desigualdad y la crueldad frente al otro o la otra.
Sus acciones lo evidencian. Los políticos que impregnan sus discursos de una “supuesta defensa de la vida” solo la socavan o intentan hacerlo constantemente. Son opositores a la igualdad de género, a que se proteja la salud de las mujeres, a los derechos humanos y a la preservación del medio ambiente.
Estos personajes, están llegando al poder utilizando (entre otros mecanismos) un discurso aparentemente altruista, pero que esconde tras de sí, intereses perversos y misoginia. En los últimos años esta situación se ha extendido con fuerza en varios país de la región latinoamericana.
Así los mal llamado defensores de la vida, utilizan estos términos a su conveniencia. No defienden la vida, la vulneran. Pero han sabido usar esta retórica para legitimarse y lograr llegar a parte importante de la población.
A estos personajes, muchos de ellos en la política, no les interesa la vida de una niña violada que no puede acceder a una interrupción terapéutica del embarazo. La insensatez llega a tal punto, que pueden justificarlo todo.
A estos actores jamás se les verá promoviendo políticas para la prevención de la violencia de género como un problema extendido y estructural, tampoco promoviendo la paz ni el cuidado del medio ambiente. Se les verá proponiendo la pena de muerte, se les encontrará montando un discurso contrario a los derechos humanos, presentando proyectos para cortar libertades a las mujeres, para ir en contra de la igualdad, para instalar el autoritarismo social y económico y destruir la naturaleza impunemente.
Un ejemplo: el partido de Miley en Argentina ha presentado un proyecto de ley para derogar el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo. De esta manera con la fachada de “defender la vida” se pone en riesgo la salud y la vida real de millones de mujeres.
El fin es oponerse a todo lo que signifique avance en derechos y libertades. El objetivo es enfrentar y provocar al movimiento feminista y de derechos humanos, desconociendo los logros y la importancia mundial de la “marea vede”.
Esta no es una medida aislada, es parte de un plan de sectores ultraconservadores y fundamentalistas, para arremeter contra las libertades de las mujeres. Es un plan orquestado en contra de la vida digna y del avance en materia de igualdad. Los derechos reproductivos siempre han estado en disputa.
En el Perú el escenario no es menos riesgoso. Somos uno de los países en la región que menos ha avanzado en garantizar los derechos reproductivos de las mujeres y las niñas: solo en el 2023, se han registrado 1353 niñas que fueron forzadas a tener partos, producto de una violación. Todas ellas menores de 14 años.
Estoy segura de que los Miley Fan peruanos, saldrán a defender la propuesta normativa y otras barbaridades que se plantee desde este sector. Eso es más que seguro.
Necesitamos replantear la idea de bienestar, de democracia y de defensa de la vida, la cual siempre debe estar asociada a la dignidad.
A veces los provida, son en realidad promuerte.