[TIEMPO DE MILLENNIALS] En el Perú y en el mundo, año a año se retrasa cada vez más la edad en que las mujeres tienen hijos. En Europa, por ejemplo, en muchos países la edad media de las mujeres para dar a luz a su primer hijo es pasados los 30 años. Es por ello que cada vez se hace más relevante el tema de la infertilidad, sobre todo en casos de baja reserva ovárica, ya que normalmente, a partir de los 35 años, la calidad de los óvulos comienza a verse afectada.
Hace unos meses me mudé a España por estudios, y al sacar un seguro de salud me di con la sorpresa de que este (y también la Seguridad Social) cubría la inseminación artificial conyugal, la fecundación in vitro y otros tratamientos de fertilidad, así como un porcentaje del congelamiento de óvulos (dependiendo del seguro). La infertilidad es considerada un problema de salud pública tanto en España como en otros países de Europa. Sin embargo, en Perú, esta no se encuentra considerada como una enfermedad importante para el ámbito de la salud pública.
La infertilidad es un problema serio que afecta a dos de cada diez parejas en el Perú (El Comercio), y, aun así, los tratamientos de fertilidad asistida en nuestro país solo están al alcance de personas privilegiadas debido a su alto costo. Una inseminación artificial puede llegar a costar alrededor de S/ 3,000, una fecundación in vitro más de S/ 30,000 y un proceso para congelar óvulos alrededor de S/ 15,000.
Si durante el 2022 el ingreso promedio mensual fue de S/ 1,589 a nivel nacional (INEI), estos tratamientos vendrían a ser un bien de lujo y prácticamente el 92% de peruanos no podría acceder a ellos. En consecuencia, resulta bastante injusto que un problema involuntario no tenga una solución al alcance de todos.
¿Por qué nuestro país está tan desfasado en cuanto a la salud sexual y reproductiva? No solo es necesario que el Estado peruano cuente con una legislación específica sobre las técnicas de reproducción humana asistida y se incluyan como prestaciones básicas, sino también generar conciencia sobre la infertilidad y las acciones preventivas que se pueden tomar. Muchas parejas hoy en día deciden tener su primer hijo pasados los 30 años, y es recién en ese momento que algunas se enteran de las dificultades que tendrán para lograrlo.
A los 25 años la mujer tiene un índice de fertilidad óptimo, por lo que, según especialistas, lo ideal sería empezar a congelar los óvulos a partir de esa edad. Por desgracia, actualmente no se genera conciencia sobre ello, y muchas veces puede llegar a ser muy tarde cuando la mujer decide hacerlo, además de que es un tratamiento bastante costoso y accesible para un porcentaje bastante reducido de la población.
La infertilidad no debería ser un tema tabú y sus tratamientos tampoco deberían ser un bien de lujo. Toda mujer y/o pareja deberían estar informadas sobre esto desde jóvenes, y deberían poder acceder a los tratamientos necesarios de ser el caso. Que el 20% de parejas en nuestro país tengan problemas de fertilidad no es poca cosa, y el Estado debería ponerlo en agenda para que no solo los privilegiados puedan tener una solución a su alcance.