Mauricio-Saravia

Perú, país de oportunidades

"Qué es aquello que puede significar éxito en el Perú hoy. Con lo que el país nos ofrece. Créame, no es una visión optimista."

Hay semanas en las que uno termina anonadado en este país. Que llega el domingo y preferiríamos usar todas nuestras fuerzas para detener el tiempo y que el lunes no llegue. Porque en eso se transformó el Perú. En una sombra donde la esperanza se transformó en un bien escaso, o caro, para estar a tono. Así Perú hoy esté clasificado al mundial, esa sensación es difícil de borrar.

Leyendo una novela, el personaje principal hace una pregunta muy pertinente a su interlocutor: ¿si tuvieras que elegir un lugar en el mundo para desaparecer, para ser del todo anónimo y a la vez hacer todo lo que se te plazca con un poco de dinero, a dónde irías? Creo que la respuesta hoy es obvia. Al menos yo le respondería Perú sin ninguna duda.

Vamos a tratar de explicar esto de una manera metafórica. Vamos a imaginar una extensión de ese diálogo. Qué es aquello que puede significar éxito en el Perú hoy. Con lo que el país nos ofrece. Créame, no es una visión optimista.

Perú es un país de maravillas para no ser nadie y ser todos. Puede entrar y salir sin ser identificado. Por un puñado -ni siquiera significativo- de billetes la autoridad se pondrá de costado y hará como si nunca estuvo allí. Si el tema implica apagar la cámara y convencer a los superiores, el puñado cambia su tamaño, pero todo se puede. Habrase visto, si es el país de las oportunidades.

Una vez acá puede resolver el tema de la vivienda de la manera más simple. Hay traficantes de tierras muy bien relacionados con aquello que tienen que decidir las leyes y las regulaciones. Pero si no quiere esperar puede preguntar por el sistema Orellana. Aquel que le consigue un lugar en el sitio que prefiera de la capital a un costo ridículo. Si para eso tiene que estafar a algunos vulnerables, pues no se enterará. Total, de lo que se trata es de la comodidad. No de enterarse de historias de sufrimiento. De esa misma forma puede obtener un carro o varios. Para qué pensar en comprar uno cuando hay quienes lo pueden hacer por usted.

Para empezar a hacer negocios, no se tiene que hacer mucho tampoco. Por una inversión muy pequeña, casi de risa, puede comprar la base de datos del país. Usted diga qué quiere, por donde empezar. Que le interesan datos más privados, faltaba más, de qué tamaño es su “cariño”. Información bancaria, financiera, de redes sociales, de movimientos migratorios, pase usted. Así es muy fácil construir relaciones. Seleccione los casos, arme los escenarios, visite y proponga. Nadie se va a negar si es que usted les hace ver sus lados débiles o sus secretos mejor guardados. Con usted estarán a salvo.

La prosperidad lo espera. No importa de dónde provenga su fortuna. Lo que importa es que en este país usted la puede reproducir a velocidad de Formula 1. Se le ofrece un gran portafolio de inversiones. Pero el mas seguro se encuentra cerca de la Plaza Bolívar, en el centro del capital. Allí tendrá la fuerza más grande posible para defender su capital de esos grupos de comechados que bajo la bandera de los derechos y las pelotudeces caviares, van a tratar de quitárselo. Para eso, qué mejor que una cartera flexible que le ofrecen niños, generales y coroneles (r), entusiastas proempresarios, en fin, los que usted quiera para que sus recursos estén bien protegidos. Por una módica suma adicional se le ofrece un paquete diversificado multibancada, por eso de que las mareas pueden cambiar las correlaciones en cualquier momento. De lo que se trata es de que esté muy bien protegido.

Con un poco más de capital puede seguir de frente por Jirón Junín 4 cuadras y llegará al centro financiero más importante del país. Creo que hace muchos años fue la casa de un conquistador, pero no estamos para hablar de historia. Allí verá un portero gritón que se cree el dueño, pero mejor evítelo. Vaya de frente al jefe. Diga de frente que está usted capacitado para ser ministro del sector en dónde estén sus principales inversiones. Dice que le basta que le juren que sabe así que mucho problema no tendrá. Mientras lo nombran ministro, o a quien disponga su merced, podrá conocer el recinto a profundidad, para saber las puertas de acceso sin cámaras y sin registro, dicen que por allí es mejor llegar. Por aquello de la prensa que está angurrienta por la publicidad estatal, no vaya a ser que algún periodista incómodo quiera agarrársela con usted.

No se preocupe por su estadía allí, en ese directorio. Si supo jugar bien sus fichas en Plaza Bolívar, nadie lo moverá de su ministerio. Pero ese paso es clave.

¿Le preocupa su seguridad? Faltaba más. Usted diga qué tipo de protección le interesa. Podemos ofrecerle desde custodia oficial, guardia permanente, pero con la siempre incomodidad de que lo público siempre genera esa duda de para quién trabajan finalmente. Mejor pensemos en seguridad privada. Muchos exgobernadores y exalcaldes vieron en la seguridad privada una gran línea de carrera. Por una cantidad muy razonable puede tener su propio ejército. Que es muy proactivo y servicial además. Si requiere avisarle a alguien que no está al día con sus pagos, hacer un desalojo, tomar algunas tierras abandonadas, tiene a la gente indicada. Le recomiendo hablar directamente con La Pestilencia, un grupo de empresarios de seguridad muy efectivos para todo trámite que requiera.

Lógicamente que todo esto viene muy bien engranado con un seguro de protección judicial. Tenemos agentes impecablemente vestidos, se caracterizan por tener los cuellos muy blancos, que le resolverán cualquier trámite, expediente, juicio, lo que requiera, al término de la distancia. Lógicamente este seguro tiene una cobertura básica. Hay un copago que se hace dependiendo de la dimensión del expediente. Diversos testimonios de exministros, dirigentes de partidos, alcaldes y autoridades varias darán fe de nuestro trabajo, No importa el tamaño de su tamal o su lonchera. Nosotros nos encargamos. Si por alguna confusión debe pasar alguna noche en la cadena de hospedaje INPE, nosotros nos encargamos de sus eguridad y comodidad a bordo.

Listo, la hoja de ruta está planteada. El tamaño de su éxito siempre estará dependiendo del tamaño de su billetera. Pero no se asuste. Tampoco necesita mucho para empezar. Con muy poco puede iniciar, es cuestión de su inteligencia ir creciendo.  Ahora si me permite, en este papel puede ver la cantidad que puede depositarme por estos consejos. Tampoco crea que las cosas son del todo gratis. Hoy por mi mañana por ti. De qué tamaño es tu cariño.

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Gobierno, Perú

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