[UNA TERCERA MIRADA] Es una persona del género femenino. Es una pregunta frecuente, que los conservadores han encontrado gracioso hacer a progresistas. Generalmente, no importan qué respuesta se les entregue, no estarán satisfechos. Lo más común es que se acuse a uno de ser tautológico cuando se busca explicar qué es la identidad de género, pero está lejos de ser un argumento circular. No es lo mismo que decir “una mujer es una mujer” porque los asuntos de género son bastante complejos. Me explico.
Nótese qué empecé por decir que es una persona del género femenino, y no una del sexo femenino. Así que hablaremos de asuntos de género y sus dimensiones. Quiero prologar esta explicación admitiendo que no soy un experto certificado en asuntos de género, soy economista y ciudadano del 2023; así que es un tema sobre el que he reflexionado mucho y quiero compartir mi apreciación personal. Si usted tiene alguna crítica o algo que agregar, estoy encantado de aprender más. Pero yo lo veo de la siguiente manera:
Los asuntos de género son diversos y uno puede encontrarse identificado en categorías distintas al a vez, incluso siendo la persona más común del planeta. Quizás, la forma más fácil de entenderlo es que uno puede ser, a la vez, ser del sexo masculino y heterosexual. Son cosas distintas, pero yo soy ambas. Sin embargo, ser del sexo masculino no me hace heterosexual ni viceversa. Son cosas diferentes, que hacen a uno quién es, a las que podemos llamar dimensiones.
Así, he encontrado 6 dimensiones de género que vale la pena discutir: Sexo, Cromosomas, Orientación Sexual, Identidad de Género, Expresión de Género y Lingüística. Paso a definirlas una por una, pero mantén en mente que son diferentes porque no necesariamente una afecta la otra, a pesar de que la mayoría de personas encaja en una combinación común de estas. Es decir, la mayoría de nosotros somos; o mujeres heterosexuales cisgénero, u hombres heterosexuales cisgénero. Pero existe mucha diversidad fuera de estos dos grupos. Aquí vamos.
Sexo: Me refiero la expresión de nuestras características sexuales biológicas, lo que encontramos como expresión genética de nuestro género. Esto se refiere a penes y vaginas, testículos y ovarios, úteros, senos, barbas, timbre de voz, etc. Esta es la dimensión fácil de entender pues la que aprendimos en el colegio. Pero es importante saber que esta no es una dimensión binaria (no solo existen dos resultados posibles). Por ejemplo, si usted es hombre y no crece una barba, sigue siendo hombre. Y si es mujer sin senos también es usted mujer. Pero más interesantemente, según el American Journal of Human Biology en un estudio del año 2000, cerca del 2% de las personas son intersexuales. Es decir, que tienen una combinación diferente de características, como útero con pene, ovarios con testículos, etc. Entiendo que, para algunos, 2% puede parecer poca gente y solo una anomalía, pero es la misma proporción de personas con ojos verdes, y la misma proporción de personas es pelirroja; cerca de 160 millones de personas. Es como para tomarlas en cuenta pues es más de 4.5 veces la población del Perú.
Cromosomas: Esto también nos lo explicaron en el colegio, pero es un poco más complicado. Los cromosomas son moléculas largas de ADN que definen, generalmente, nuestro sexo. XX para el sexo femenino, y XY para el sexo masculino. Pero también puede encontrarse otras combinaciones, como XXX, XXXY, XYY y varias más, que se expresan en características intersexuales o incluso características comunes. Aunque aún más interesante, es saber que es posible que los cromosomas no se expresen en nuestra apariencia al ser inhibidos por otras moléculas. Es decir, puede uno tener cromosomas XY pero no nacer con pene; nuevamente no se trata de la norma común, pero sirve para ilustrar como la secuencia genética (cromosomas) son diferentes a la expresión de las características sexuales (sexo). Y como mencioné anteriormente, estos casos ocurren en un número considerable de personas – principalmente porque somos 7.9 billones de personas en el mundo.
Orientación Sexual: Esto se refiere a lo que a un individuo le atrae romántica y/o sexualmente. Si te atrae el sexo opuesto eres una persona heterosexual; si te atraen las personas del mismo sexo eres homosexual; si a traen ambos eres bisexual; si no te atrae nadie eres asexual; si te atrae todo tipo de personas sin importar la combinación de dimensiones de género que tenga, eres pansexual; y algunas otras categorías más complejas. Estas otras categorías también son orientaciones pues se definen por atracción. Por ejemplo, demisexual es atracción por personas con fuertes lazos emocionales primero, sapiosexual es atracción por la inteligencia de otra persona, y muchos otros tipos que no pretendo compendiar aquí. Pero vale la pena mencionar que uno también puede ser fluido con respecto a su orientación, es decir identificarse a veces con una categoría y otras veces con otra. Según Ipsos en 2021, cerca del 20% de la población mundial es algo diferente a heterosexual. Es decir, más de 45 veces la población del Perú no es heterosexual. Un montón, ¿no?
Identidad de Género: ¿Notó usted que no incluí transexual en la lista de orientaciones? Esto se debe a que no es una orientación, sino una identidad. Y este es un asunto más complejo aún pues es más psicológico que biológico. Se refiere a lo que uno siente que es por dentro, en su cerebro, o en su corazón (si eres romántico), o en el alma (si eres espiritual). Este concepto es difícil de entender porque generalmente no cuestionamos porqué nos sentimos lo que somos. Pero es aquí donde hablamos de hombres y mujeres. Tu identidad de género es la que te hace hombre, mujer, o algo más, frente a ti mismo. Así, existe gente que nace del sexo masculino, pero se siente mujer; o viceversa. Las personas transexuales representan el en promedio el 0.35% de personas en el mundo (entre 0.1 y 0.6% de la población según la Universidad de California en 2022). Esto es cerca de 27 millones de personas, casi la población entera del Perú. Nótese, que no todas las personas que se sienten algo diferente a lo que sus genes expresan son diagnosticados con disforia de género (el término médico para esta condición humana), por eso los estimados son rangos más abiertos. Pero es una realidad que – sino por moral, por números – debemos considerar. Pero aún más interesante: no todas las personas con identidad de género diferente son transexuales, es decir no todas estas personas transicionan. Pues al igual que cromosomas y sexo, una es la causa y otra el efecto. Por eso la identidad es diferente a la expresión.
Expresión de Género: Esta dimensión es más fácil de entender pues es más social que biológica o psicológica y podemos empatizar más con la idea. Es lo que la sociedad espera de un género. Así, generalmente los hombres vestimos pantalones, nos dejamos los vellos faciales, y llevamos el pelo corto; las mujeres usan maquillaje, pelo largo, vestidos, tacones, aretes, etc. Obviamente, uno puede transgredir estas normas sin ningún problema ni daño a otro; son normas sociales con las que podemos jugar. Por ejemplo, yo tengo un arete, pero no intento expresarme de forma femenina. Son solo convenciones sociales, plásticas y en constante cambio; ¿Sabías que los tacones y el color rosado eran originalmente masculinos? Esta dimensión se trata de lo que hacemos para comunicar nuestro género. Y no solo se trata de como vestimos, sino también de como hablamos y actuamos; es como nos presentamos. En los casos donde la identidad de género es diferente al sexo, estas personas buscan transicionar; es decir expresar su identidad de la forma en la que sociedad comunica ese género. Así, personas con pene, se someten a cirugías plásticas, actúan y se visten de manera que comunican efectivamente su feminidad. De la misma manera en la que los hombres heterosexuales nos paramos derechos, metemos la panza y bajamos un poco el timbre de voz cuando estamos frente a una mujer atractiva – nos estamos expresando. Pero nuevamente, no necesitas ser de una minoría en otras dimensiones para que tu expresión de género sea diferente. Por ejemplo, no porque una lesbiana se vista masculinamente, significa que se siente hombre por dentro. O no porque uno se sienta mujer por dentro está obligado a vestirse femeninamente.
Lingüística: Esta es una dimensión que agregué a mi lista hace poco pues tiene poco que ver con las personas y depende del idioma que hables. Pero, a diferencia de algunos otros idiomas, nuestra lengua castellana asigna género a casi todas las palabras: “Lo nuestro, la lengua, el castellano, lo asignado, el género, el todo, las palabras”. Y me parece importante rescatarlo como una dimensión más porque se comporta como una. Por un lado, tiene algunas raíces objetivas con excepciones: generalmente lo que termina en “a” es femenino y lo que termina en “o” es masculino. También es socialmente arbitrario: cosas consideradas masculinas como ‘las pistolas’ son palabras femeninas y cosas femeninas como ‘el esmalte de uñas’ son masculinas. Por otro lado, es ambiguo: hay palabras como ‘mar’ que pueden ser ‘el mar’ o ‘la mar’. Y va cambiando en el tiempo: palabras como ‘la aplicación’ son femeninas, pero anglicismos como ‘el app’, pueden ser masculinos por ser más fáciles de pronunciar. Personalmente, no soy muy partidario de escribir con lenguaje inclusivo, pero uno entiende así su propósito de visibilizar, a través del lenguaje, la diversidad de combinaciones de dimensiones de género que existe. Su punto es reconocer que uno habla de la manera en la que piensa y si, por ejemplo, usamos el masculino para referirnos a varias personas, invisibilizamos al resto – que ahora sabes que son millones de personas.
Para cerrar este artículo quiero notar que no se trata de que una contorsión lógica larga para responder una pregunta sencilla como ¿Qué es una mujer? Notarás que la respondí en la primera oración. Sin embargo, género es un concepto complejo sobre el que vale la pena reflexionar. Y cabe mencionar que ser mujer también viene con dificultades (como las que enfrentan al vivir en una sociedad machista) que las mujeres trans enfrentan por igual. Incluso enfrentan más dificultades pues, de forma interseccional, enfrentan dificultades de ser mujer y también de ser transexuales. Así, las mujeres trans también son mujeres, pues son una combinación de dimensiones de género que las hacen un tipo de mujer. De la misma manera en la que un padre adoptivo es también un tipo de padre. Es por eso que “una persona del género femenino” es una definición que engloba mejor a todas las mujeres por las que pregunta el título de este artículo. Recuerda que la diversidad es riqueza, y siempre hay algo valioso que aprender de la experiencia de otros en este planeta.