Benji Espinoza sobre los prófugos: “A mí me convendría que puedan acercarse a la justicia”

El abogado del presidente rechaza que desde Palacio se esté interfiriendo con la búsqueda de Bruno Pacheco, Juan Silva y los sobrinos. Enfila sus baterías contra la fiscal Marita Barreto y asegura que Mariano González ha tenido “un comportamiento camaleónico”. Sobre Zamir Villaverde y Karelim López dice: “son un par de delincuentes que querían aprovecharse del Estado y ahora cierta prensa los lleva a un santoral”.

En el caso de Pedro Castillo, ¿no cree usted que tiene las de perder?, ¿es el caso más complicado que le ha tocado?

Es un caso muy difícil, sí; es un reto profesional también. Pero creo que vamos a tener un resultado favorable y vamos a poder demostrar, aunque la Constitución no lo exija, que el presidente Pedro Castillo es inocente de los cargos que se le están formulando. Porque acá se suman varios ingredientes: el principal es que me sorprende que el Ministerio Público avasalle la Constitución para poder procesar al presidente de la República.

Doctor Espinoza, ¿usted llegó al círculo del mandatario a través de Daniel Salaverry, cercano al presidente y del cual usted también ha sido abogado?

No, él no fue la persona que me recomendó. Ha habido un conjunto de personas del entorno presidencial que consideraron que podía ejercer la defensa, tanto técnica como mediática.

Ahora, no le va mal con este gobierno: además de ser abogado de Castillo – quien, según usted, le paga de su propio peculio– su estudio ha ganado un contrato por S/90,000 con el Ministerio de Justicia, firmado en marzo. ¿Nos puede contar de qué se trata el servicio?

En marzo firmé un contrato, cuyas cláusulas y coordinaciones se hicieron un año antes, para la defensa de Engie Herrera Yactayo, procurador anticorrupción del Callao que tiene una investigación por varios delitos. Él ha considerado que la defensa de la investigación podía estar a cargo de mi estudio. Como todos los casos tienen que ver con su función como procurador, se determinó que le corresponde ese derecho, conforme la ley Servir. Ahora, es importante anotar las fechas: en marzo celebro contrato y, para ese momento, yo no conocía al presidente de la República, no lo había visitado ni lo había visto. Recién en mayo asumo su defensa. Así que una cosa no tiene que ver con la otra. Ahora, sí es importante decir una cosa: desde marzo hasta hoy, no me dan ni un sol. Hay una demora en el Ministerio de Justicia.

Pero ahora usted tiene una muy buena conexión con Palacio…

No, fíjate que yo no soy un abogado que utiliza conexiones. Espero que las cosas se den como corresponde. Ya hemos hecho los requerimientos conforme el contrato firmado. Además, si Engie Herrera fuera condenado, él es quien tiene que reembolsar lo que el Estado ha gastado. No es que se le dé el dinero sin más; hay garantías.

Está entonces denunciando en esta entrevista que el Ministerio de Justicia no ha cumplido con el pago a su estudio.

Más que una denuncia, yo diría que tiene que cumplirse el contrato que tenemos. Me imagino que hay algunas demoras, porque el Estado es burocrático, pero lo cierto es que, desde marzo no me han hecho ningún desembolso.

Doctor, sobre el presidente hay sospechas cada vez más concretas. Ya no hablo de los delincuentes que quieren ser colaboradores, sino de sus propias acciones: cambiar de ministro horas después de haberse oficializado la conformación de un grupo especial para dar con los prófugos cercanos a Castillo, ¿no sugiere un encubrimiento?

De ninguna manera. Primero, creo que es importante establecer que todo empieza por una invasión de competencia de la fiscal Marita Barreto, que le envía un oficio al señor Mariano González y le dice: “dispone solicitarle la conformación de un equipo especial para que coadyuve la diligencia del equipo especial de fiscales”. Y añade: “este equipo deberá”, así con ese término imperativo y mandatorio, “estar conformado por el coronel Harvey Colchado, coronel Walter Lozano…”. ¿De cuándo acá cree el Ministerio Público que ellos pueden designar a policías para una actuación fiscal? Ellos dirigen la investigación, pero no pueden entrometerse en asuntos de la Policía. Y el señor González, en vez de señalar el exceso funcional de la fiscal, le dice: toma.

Pero no tendría por qué señalar ningún exceso si él está de acuerdo.

Es un exceso no controlado por el entonces ministro del Interior. Los fiscales en el Perú no tienen las facultades para designar policías y, en los términos en que está planteado el oficio, es mandatorio. No le está diciendo “sugiero”, le dice “deberá”.

Si el ministro está de acuerdo con ese pedido, en un contexto en que, además, se les ha escapado la tortuga a las demás unidades abocadas a la búsqueda de los prófugos, pues entonces suena razonable.

No, es absolutamente irrazonable. Porque la fiscal no está sugiriendo; la fiscal está mandando y el señor González está obedeciendo. No podemos permitir que un ministro que, además es abogado, no conozca los estamentos dentro del Estado. Pero lo más graves es que el señor Mariano González ha tenido un comportamiento camaleónico: a Epicentro le dijo, cuando aún era ministro, que no tenía objeción con el presidente Castillo, que no cuestionaba sus credenciales democráticas; un minuto después de ser renunciado, dice que Castillo es el jefe de una banda criminal. No lo puedo entender. Es increíble el cambio. Y a esa palabra le da tanto valor en la Fiscalía de la Nación y le abre una investigación al presidente.

Doctor, el señor González podría ser una anécdota frente a la cronología de los hechos. Lo concreto es que se crea un equipo de policías abocados a ubicar al entorno prófugo del presidente y el señor Castillo saca al que ha aceptado la conformación del equipo. Por eso la sospecha, por eso ahora hay una investigación.

Creo que hay que ubicar bien las cosas. No podemos darle un mensaje a la ciudadanía de que la búsqueda de la justicia está centrada en cuatro coroneles, respetables. Pero no podemos personalizar lo que corresponde a un aspecto institucional, que es el sistema de persecución policial.

Pero la institución policial ahora está liderada por un presidente investigado por corrupción. ¿No cree que el presidente debería abstenerse de tomar ciertas decisiones en el Ministerio del Interior, sabiendo que él está siendo objeto de acusaciones importantes?

Primero, el presidente no está suspendido de ejercer las funciones que le confiere la Carta Magna. Segundo, no existe el derecho a ser ministro del señor Mariano González. Y tercero, el presidente no ha tenido ninguna interferencia. Y tanto así no la ha tenido que, en este momento, ese grupo de policías sigue trabajando; no ha sido eliminado.

Eso no es tan cierto. Hoy [viernes] el periodista Américo Zambrano informa de demoras para que el grupo especial empiece a actuar: hay una guía preparada por el coronel Colchado que debe ser aprobada por la Digimin, no se le han dado todos los efectivos que el coronel requería para sus tareas y, además, el nuevo ministro dijo que agregará agentes de la Dircocor [Dirección contra la Corrupción]. O sea, quiere entrometerse en un equipo ya conformado.

No son la prensa ni la fiscalía las que tienen que determinar cómo trabaja la policía. Para eso existe un ministro del Interior. O sea, ¿es Américo Zambrano el que tiene que dictar los lineamientos de cómo tiene que trabajar el equipo policial? Ustedes tienen una labor fundamental que es informar, pero no tienen el poder de decidir quiénes deben estar en un equipo policial. Y si tienen que estar miembros de la Dircocor, que estén. Lo que no puede pasar es que la Policía deje de trabajar.

No es la primera vez que el presidente toma una decisión que parece una represalia: al procurador Soria lo sacaron justo cuando denunció frente a la Fiscalía al presidente Pedro Castillo por el caso Puente Tarata III. Si no le parece ilegal, si no le parece que hay algo sombrío, ¿no le parece al menos torpe, un mal timing del mandatario?

Para los temas políticos el presidente tiene su gabinete de asesores. Desde el punto de vista legal como su abogado, lo que me corresponde es dejar claro que el presidente no ha cometido delitos. Sí creo que el presidente debe dar un mensaje aclarando esos aspectos que usted menciona, para que la ciudadanía no se quede con la duda de que él podría tener algún tipo de vínculo. Y espero que pueda aclarar eso en el mensaje a la Nación, para la calma que todos necesitamos.

¿No cree, doctor, que si los sobrinos no hubiesen fugado, si Juan Silva no se hubiese fugado, si Pacheco no se hubiese fugado, hoy podríamos acercarnos a la verdad?

Y estoy seguro que la verdad no tendrá al presidente delinquiendo. A mí me convendría que las personas puedan acercarse a la justicia, si es que lo deciden, porque es su derecho resistir. Pero estoy seguro de que lo que digan, si dicen la verdad, no va a poder vincular al presidente de la República en delitos que no ha cometido.

Quien lo escucha diría que el presidente Castillo es un santo. Pero es él que puso esa gente a su lado.

No es santo, pero es una persona inocente hasta que se demuestre lo contrario. Lo que sí te puedo decir es que, finalmente, cuando una persona es investigada y se le toma declaración, la persona no tiene obligación de hablar. Si mañana los capturaran y se les tomara declaración, ellos podrían guardar silencio y se acabaría el escándalo.

Doctor, usted ha dicho que evalúa querellar a Mariano González, ¿ya lo hizo?

Estoy reconsiderándolo porque reconozco en el señor González un cambio de actitud. Ahora estoy viendo un viral de Tik Tok donde el señor González, un día antes decía que el presidente estaba metido en actos de corrupción, pero luego, cuando Jaime Chincha le pregunta, el señor dice que “las autoridades lo dirán”. Yo con una disculpa al presidente me satisfago; y el presidente estoy seguro que también.

Ha explicado usted, y no el presidente, como hubiese correspondido, que la supuesta razón por la que se sacó a Mariano González fue que no presentó el plan de seguridad ciudadana. Se dará cuenta de que, para un gobierno que no parece tener ningún plan, ese argumento es poco creíble, ¿no?

Pero son las razones del Ejecutivo. Se sumaron varias cosas: el señor González, como dice el premier, asiste a dos sesiones, a una no se queda por completo; luego, no atendió las llamadas del ministro de Defensa; no entrega el plan de seguridad conforme correspondía… Entonces, si no lo hace, si no coordina, si no informa al presidente… ha realizado todos los comportamientos necesarios para que se le retire la confianza.

Se ha convertido usted en el vocero del gobierno, doctor Espinoza. Tener que explicar usted y no el presidente la salida del ministro casi que lo convierte en un asesor político. ¿Le da consejos políticos a Castillo?

Mis consejos siempre han sido jurídicos, pero no puedo negar que, en algunos aspectos, puedo dar mi comentario de cómo debe conducirse el mandatario. En algunos casos le suministro algunas ideas, él las compartirá o no, pero es importante saber que el país tiene un presidente que escucha, que es tolerante, que no está ensimismado con el poder. Yo he conversado con expresidentes en los que veía la soberbia reflejada en sus rostros.

No tendrá soberbia, pero tendrá temor: de los prófugos, de las investigaciones.

No creo que tenga temor, no he visto eso en las reuniones. Creo que se preocupa, como cualquier persona a la que se le abre una investigación, sobre todo cuando la Constitución no lo permite y ve que con expresidentes no se ha hecho lo mismo.

Doctor, ¿le ha contado el presidente cómo hizo para rodearse de tanto personaje lumpen: Zamir Villaverde, Karelim López, Bruno Pacheco?

Mira, lo que te puedo decir es que ni el señor Zamir Villaverde ni Karelim López han sido nunca de su entorno de confianza. La confianza la han tenido con otras personas. Son un par de delincuentes que querían aprovecharse del Estado y ahora cierta prensa los lleva a un santoral porque les conviene para alimentar un discurso contra el presidente. Y sobre el señor Pacheco… creo que hay personas que pueden traicionar la confianza del presidente.

¿Lo cree entonces una persona cándida, doctor?, ¿se le escapa de las manos el accionar de la gente que él mismo pone a su lado?

Creo que es una persona que confía y, como pasa en las relaciones humanas, las confianzas se traicionan.

**Fotoportada por Darlen Leonardo

Tags:

corrupción, Entrevista, Pedro Castillo

Mas artículos del autor:

"Los Chipis"
"Elecciones distritales: el retorno (¿triunfal?) de los malos conocidos"
"Jenny Samanez: el reto de promover la bicicleta en una ciudad como Lima"
x