Es imposible una alianza política electoral entre los que marchan en Huancayo o Ica y los que lo hacen en Lima; o entre los que convoca Erasmo Wong y los marchantes de la CGTP y el Sutep.
Tienen perspectivas distintas, agendas divergentes y objetivos dispares. Unos quieren que Castillo se vaya porque es un mediocre consumado o -los más delirantes- porque va a instaurar el comunismo en el Perú, y otros lo hacen, más bien, porque no ha cumplido sus promesas radicales de cambio, entre ellas la de plasmar una Asamblea Constituyente.
Parecería imposible conciliar agendas y lograr así que la calle se convierta en un factor político determinante para presionar al Congreso a que saque a Castillo o que ella misma baste para lograr ese cometido.
Pero hay un punto en común que está madurando entre los protagonistas de estas movilizaciones: que Castillo renuncie y lo haga también el Congreso, convocándose a elecciones generales anticipadas. La opinión pública así lo pide ya mayoritariamente. Según la última encuesta del IEP, 80% cree que si se produce la vacancia deberían convocarse elecciones generales, incluyendo congresales. Es decir, que se vayan todos. Y según Ipsos, así lo estima el 74% de la ciudadanía.
Ese podría ser el punto en común, si la situación política, económica y social del país continúa deteriorándose, como todo lo hace suponer (el nombramiento que acaba de hacer Castillo en el Ministerio de Salud, en reemplazo del inefable Hernán Condori, confirma que no ha aprendido nada de la crisis y persiste en la mediocridad como emblema gubernativo).
La incompetencia del Ejecutivo y la medianía galopante del Legislativo ya hastiaron a la ciudadanía. Hay un hartazgo de la clase política solamente equiparable a la que existía a fines de los 90, luego de los fracasos estrepitosos de los dos partidos más grandes de entonces, Acción Popular con el segundo gobierno de Belaunde, y el APRA, con el primero de Alan García.
Si alguien toma la iniciativa de juntar esfuerzos, deponiendo diferencias, bajo la sola agenda común de que se vayan todos, podría lograrse una movilización lo suficientemente grande como para ejercer presión efectiva, que venza la resistencia de ambos poderes del Estado por marcharse y permita que el país vuelva a tirar los dados electorales a la espera de un mejor porvenir.
–La del estribo: realmente notable la obra teatral El fuego que hemos construido, escrita por María Fernanda Gonzáles y dirigida por Patricia Biffi, con un elenco de grandes promesas actorales como Joel Calderón, Brian Cano, Augusto Gutiérrez y Luis Miguel Yovera. La obra fue ganadora del 8vo Concurso de Dramaturgia Peruana “Ponemos tu obra en escena” y se está exhibiendo en el Teatro Británico. Versa sobre la tragedia del incendio de Las Malvinas en las galerías Nicolini, ocurrida el 2017. Va hasta el 15 de mayo. !Imperdible¡
