Un día, durante un seminario que estaba dictando Albert Einstein, el físico más reconocido y respetado en la historia de la humanidad, él escribió en la pizarra:
9×1 = 09
9×2 = 18
9×3 = 27
9×4 = 36
9×5 = 45
9×6 = 54
9×7 = 63
9×8 = 72
9×9 = 81
9×10 = 91
Inmediatamente, en todo el salón, las burlas no se hicieron esperar. Todos, absolutamente todos, se burlaron de lo que acababa de suceder, porque Albert Einstein se había equivocado en algo que aparentemente, supremamente, era sencillo. Ya que, como todos sabemos, la respuesta correcta de 9×10 es igual a 90. Todos sus alumnos, en ese momento sin excepción, se rieron de él.
Entonces, Albert Einstein, sin inmutarse en lo absoluto, esperó a que el salón estuviese en silencio y que todos se callaran, y les dijo: «Hice 10 operaciones de multiplicación, a pesar de haber acertado las 9 primeras, nadie me felicitó. Nadie dijo absolutamente nada al respecto. Sin embargo, cuando fallé solo una, todos se burlaron, todos se empezaron a reír y esto es lo que vemos constantemente, porque en el fondo, lo que significa, es que a pesar de tener mucho éxito, las personas, la sociedad en general, se fijarán en tu más mínimo error y se burlarán de ello. Yo los invito a no dejar que una simple crítica destruya sus sueños».
Alguna vez te ha pasado que te compras algo, que se supone nadie tiene y te das cuenta de que ahora que lo tienes, resulta que “todos” lo tienen y que en realidad ¿no era tan especial? Vamos a hacer un experimento y te pido que leas con cuidado lo que vas a hacer. En donde estés, te pido que mires a tu alrededor, mira bien, realmente mira muy bien, adelante, detrás, a la derecha, a la izquierda, y fíjate en todas las cosas de color marrón que veas: OJO, justo antes de cerrar los ojos sin quitarlos de esta hoja/monitor/pantalla, lee lo que sigue- ahora cierra los ojos y con los ojos cerrados, menciona todas las cosas rojas, o verdes que había en la habitación (lee esto y cierra los ojos).
Cuando cerraste los ojos, viste más cosas rojas, verdes o marrones. Probablemente, mientras estuviste con los ojos cerrados, te acordaste/viste más cosas marrones que rojas o verdes. Esto es porque estabas enfocado en ver cosas marrones y no cosas verdes o rojas. Ahora, abre los ojos y mira cuantas cosas rojas o verdes hay, quizás sea muy probable, que ahora con los ojos abiertos veas mas cosas rojas y verdes. Esto sucede porque vamos a encontrar en abundancia, a lo que le pongamos el foco, es decir, vamos a ver en mayor medida en lo que nos enfoquemos.
Esto no sería una complicación o algo que no funcione, sin embargo, al mismo tiempo que nos sucede eso, debemos considerar también lo siguiente: a lo largo de nuestra vida, nos enseñan o en muchos casos hemos aprendido, nos han inducido a ser “policía” de los errores. Estamos más buscando los errores y criticarlos, que felicitar el éxito y enfocarnos en lo que funciona. Si nos enfocamos tanto en esto, en encontrar errores, le estamos dando nuestro enfoque y nuestra energía a lo que no nos sirve necesariamente, o a lo que no nos funciona.
Visto de otra manera: en lo que te enfocas se expande – si constantemente te estás enfocando en el error – vas a estar constantemente pendiente del error en vez de ver y enfocarte en lo que si esta correcto o bien hecho. Y esta experiencia negativa o que no te funciona, se va a expandir, generando negatividad y falta de esperanza. Lo que menos funciona de esta forma de actuar, de esta actitud, es que esto no sólo lo hacemos hacia los demás, en realidad lo hacemos principalmente hacia nosotros mismos. Y es que estamos siempre siendo los jueces más severos cuando de nosotros se trata. Si te enfocas más en las cosas negativas, en tus errores, eso se va a expandir, porque tu energía la estás concentrando en eso.
Si estás viendo las cosas negativas de los demás, pero sobre todo de ti mismo, cuál crees que va a ser tu experiencia de la vida. No es que la vida sea así… pero si lo que ves es negativo, los errores, lo que no funciona, lo que está equivocado, o en mayor medida ese es tu foco, esa va a ser tu experiencia, porque eso es lo que estás buscando, eso es lo que vas a encontrar, a pesar de que quizás hayan más aciertos que errores.
Entonces, no es hacernos los “locos” de lo que no funciona, de los errores, de las metidas de pata, pero que tal si comenzamos a generar una experiencia poderosa, generosa, llena de esperanza y posibilidades y también comenzamos a “buscar” nuestros aciertos, lo que sí funciona, las veces que “la hacemos”. Así mismo, podemos comenzar a tener una experiencia positiva de los demás, si dejamos de ser los “policías” de las equivocaciones, los desaciertos, los problemas. Enfócate en construir, enfócate en lo que funciona, enfócate en las posibilidades, enfócate en crear una experiencia positiva de ti.
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