Hace unas pocas semanas, en Chicago, en la convención del Partido Demócrata que nominó a Kamala Harris como candidata a la presidencia de los Estados Unidos, un discurso llamó poderosamente mi atención: lo pronunció el ex – representante republicano Adam Kinzinger, quien renunció a su partido porque Donald Trump lo había alejado de principios irrenunciables ¿cuáles eran esos principios irrenunciables? La democracia, el respeto a la Constitución que Kinzinger, desde su visión conservadora, interpreta como un legado de sus antepasados, que hay que defender.

Se dolía Kinzinger, de que el 6 de enero de 2020, una turba enardecida, arengada por Trump, hubiese asaltado el Capitolio, allí donde sesiona el Congreso de Estados Unidos, debido a que se negó a aceptar el triunfo electoral del candidato demócrata Joe Biden, su actual presidente. Ese día, dijo Kinzinger, fui testigo de un profundo dolor, fui testigo de la profanación de nuestra sagrada tradición de transición pacífica del poder. ¿Cómo puede un partido afirmar ser patriótico si idolatra a un hombre que intentó derrocar unas elecciones libres y justas?

Por esos mismos días, en el extremo sur de nuestro continente, al izquierdista presidente chileno Gabriel Boric, opuesto ideológico a Kinzinger,  no le temblaba la voz para denunciar la perpetración del fraude electoral del dictador Nicolás Maduro en Venezuela. Además, el joven mandatario denunció que dicha dictadura estaba violando los derechos humanos y denunció: “se está reprimiendo a la gente que se está manifestando, se están realizando persecuciones judiciales que son irrisorias y que no serían aceptables en nuestro país ni en ningún otro país democrático».

¿Qué tienen en común los discursos de Kinzinger y de Boric? Un conservador de derecha y un progresista de izquierda, pues precisamente que pusieron por encima de sus ideologías, un principio común, un ideal común, unos derechos comunes, inalienables, que constituyen la base, las reglas del juego dentro de las cuales debe situarse necesariamente el debate ideológico: la democracia, la constitución, las leyes, los derechos humanos.

el Doctor Alfonso López Chau, Rector de la UNI, suele referir el preámbulo de la Constitución de 1979, la única auténticamente democrática de la historia del Perú, y nos la recuerda porque fue firmada Roberto Ramírez del Villar, del PPC, Andrés Townsend Escurra, del APRA, Héctor Cornejo Chávez la Democracia Cristiana, reciente aliada de Juan Velasco, y Jorge del Prado del satélite moscovita PCP. ¿Cómo pudieron ponerse de acuerdo si provenían de ideologías tan distintas y hasta opuestas? Porque existen principios básicos que preceden a las ideologías.

El académico Hugo Neira se lo lamentaba en su introducción a su estudio sobre la república y el republicanismo: “nos olvidamos de preguntarnos lo más simple; ¿para qué queremos vivir juntos?” No hacerlo nos complica y nos complica mucho. Nos complica tanto que, por analogía, a mí me recuerda el extraño caso de la casa Winchester, situada en California, Estados Unidos, llamada así por Sarah Winchester, mujer desafortunada que, perdió a su hija y a su esposo de manera dramática y consecutiva.

La mujer, en su desespero, creyó que la mansión donde vivía estaba embrujada por lo que hizo de esta un laberinto de habitaciones, pasillos y escaleras sin sentido. La casa tiene 161 habitaciones, 47 chimeneas y dos sótanos.

Así hemos construido al Perú en 200 años de vida independiente. Ojalá pudiésemos comenzar desde cero, el problema es que no existe un lugar para empezar desde cero, el problema es que tenemos que pensar qué hacer con el laberinto que hemos construido para convertirlo en un Estado funcional, en una democracia funcional en la que todas las ideas y las ideologías puedan confrontarse pero también consensuarse en busca del bien común.

¿Hubo proyectos nacionales en la historia del Perú republicano? ¿hubo intentos por hacer de la casa fantasma un estado-nación que funcione bien? Si los hubo, pocos, pero los hubo. Para situarnos solo en el siglo XX, tendría que citar el proyecto de Víctor Raúl Haya de la Torre, como un proyecto nacional, proyecto frustrado porque no lo dejaron ser.

Se interpuso la alianza oligárquico-militar y aquí otra advertencia: en el Perú no solo tenemos una casa fantasma, tenemos una casa fantasma que quiere seguir siendo tal, que está llena de corrupción, que está llena de autoritarismo, que no deja de construir, una y otra vez, habitaciones que no llevan a ninguna parte, ¡así se multiplican!, ¡así se reproducen!, ¡así proliferan!, ¡así nos niegan el desarrollo!, nuestro desarrollo, el desarrollo de toda la nación, el de los peruanos que llegan y los que vendrán.

Me quedo con una idea del proyecto de Haya de la Torre, una idea que suena a perogrullada pero que está más vigente que nunca: en lugar de expulsar al capitalismo, como decían los comunistas, tenemos que negociar de igual a igual con él para obtener así los capitales y la tecnología que nos permitan desarrollarnos a nosotros mismos. Los comunistas de hace 90 años no lo entendieron pero ¿no se trata de eso? ¿no se trata de la revolución capitalista que nunca hemos tenido?

Pero ¿qué es la revolución capitalista?: en las cumbres altoandinas existe una familia que posee una granja en la que cría camélidos y gallinas, cuenta con instalaciones adecuadas para su cuidado en la temporada de las heladas, produce lanas y huevos que comercializa en los mercados cercanos, lo que le permite una aceptable calidad de vida. Los padres conducen una camioneta cuatro por cuatro que pagan a plazos y son propietarios de una vivienda de mediano tamaño que cuenta con internet, calefacción, agua, desagüe y todos los servicios.

Durante las nevadas, los padres llevan a sus hijos al paradero más cercano, donde puntualmente el bus del transporte público, que también cuenta con calefacción, los llevará a la escuela del pueblo más cercano. Esta escuela es similar a cualquiera otra escuela pública de Lima y del país, su nivel es bueno, los profesores tienen exactamente la misma formación y más adelante, si el niño o niña, al hacerse joven, deciden ir a la universidad, pueden tomar un moderno ferrocarril hasta la ciudad más cercana donde una moderna y muy barata universidad estatal les brindará servicios educativos de primer nivel y no solo en el área de agronomía, podrían estudiar filosofía si quieren y tendrán salida laboral para su carrera.

Lo que acabo de hacer es transferir la situación de una familia rural europea -postrevolución capitalista- al Perú, para que se comprenda qué es lo que se busca, que es lo que se quiere. Una vez instaurado el Estado como debe ser, sus servicios como deben ser, la igualdad de oportunidades como debe ser, el civismo y la ciudadanía, como deben ser, entonces habremos sentado esa base de principios y derechos fundamentales a la que han apelado recientemente el ex – representante republicano Adam Kinzinger y el presidente chileno Gabriel Boric. Esa base coloca primero a la democracia y el respeto a la Constitución, que parte de un contrato social ya convertido en costumbre e implica, además, la previa revolución capitalista del Estado y de sus servicios.

Entonces discutiremos las ideologías, sabiendo que no cederemos a la tentación autoritaria, ni de la derecha, ni de la izquierda, ni, mucho menos, a la perversa tentación de la corrupción. Por eso yo creo que el primer debate es la democracia. No la demos por sentada, solo nos quedan sus ruinas y, con todo, hay sectores organizados que pugnan por acaban con cualquier atisbo de independencia de los poderes del Estado en su propio y pérfido beneficio.

Es que yo tengo la certeza, tengo el pleno convencimiento, tengo un sueño, como alguna vez dijese el reverendo Martín Luther King, de que la democracia, sus reglas de juego, los derechos irrenunciables que nos otorga, y la revolución capitalista, constituyen la base para forjar la nación que hace un Bicentenario nos está esperando. Con esta base, esta nación ya forjada dialogará, en democracia, republicanamente, los programas e ideales que mejor impulsen su desarrollo y que mejor interpreten los sentimientos más profundos del alma nacional. Construyamos el camino.

*Discurso pronunciado en la Universidad Nacional del Callao como parte del foro “5 Hélices para el Desarrollo” organizado por la Universidad Nacional de Ingeniería el pasado sábado 6 de septiembre de 2024.

—¿Crees en Dios? – relajado, como quien pregunta qué tal. Mi primo menor con bigote esperaba la respuesta. Parecía que se comía los cigarros. No lo veía hace mucho.

—Pregunta rara, mmm no lo sé, diría que soy ateo, pero a qué te refieres- me rio.

Ojos entrecerrados, me hacía el dormido. Se escuchaban los cortos pasos de mi pequeña abuela. Ahora me toca a mí, pensaba. En nombre del padre, del hijo y del espíritu santo. Sus suaves y heladas manos persignaban mi frente rozándola.  Sentía protección y el calor óptimo para dormir como sobre una nube. Lo imaginaba como una persona gigante y demasiado poderosa, y sobre todo, me cuidaba. Los sueños y deseos determinan nuestra realidad, era fácil sentirme predilecto. Fueron pocas esas noches que nos pasábamos a su casa para pasar la noche. En todas se repitió el rito.

—Supongo que es lo perfecto y, por lo tanto, inalcanzable, no vale la pena ni pensarlo. ¿No crees? —cruzó las piernas mientras me prendo mi primer cigarro. Mi billetera, al frente, guarda una estampa de San Expedito, para la buena suerte. Me lo regalómi abuela, y ahí la guardo. El ateo con santería. Las cosas fueron cambiando con el tiempo, pero diría que mi casa es atea, por lo menos agnóstica, sin embargo, tiene una patrona y es la Virgen de Guadalupe.

—¿Crees que está adentro de todos nosotros? —entusiasmado como reciente estudiante de filosofíaque es.

Aquellos días de CEPREPUCP, donde estudia él, fue bastante gracioso, no sabía si contarle mi secreto. Era demasiado irresponsable en esa época. No sécómo mis padres no me cachetearon. Las primeras semanas me senté atrás, no conversé con nadie y me leí todo El señor de los anillos. Cuando lo terminé, también acabó mi interés para entrar a esas aulas tétricas, con asientos incomodos.

—Sí, es todo, el universo, yo, tú y también la nada, está en todos y a la vez no— recordando la frase de una serie, le contestaba.

Cuando entraba a ese preuniversitario, no pasaban 5 minutos para salir por la puerta que conectaba a la universidad. Me iba donde mi hermano que estaba en la facultad de arte o iba donde algún otro amigo del colegio. Eran momentos en el que me reía de quienes buscaban propósito. Casi se lo digo para romper el tema de dios. Pero mi tío me mata. Nunca terminé en esa universidad, y creo que está bien dejar cosas sin acabar; de vez en cuando.

— Ya cálmate, ja, ja, ja, no te obsesiones ni con dios, ni con la justicia, ni con la verdad —ya había acumulado unas cuantas Coca Colas— Sé libre nomás, no se puede por completo, el límite está en el espacio del otro.

—Yo creo que la libertad está sobrevalorada, solo se puede ser libre si todos llegamos a un consenso y tenemos el mismo ideal de justicia— detrás de su rostro adulto podía notar una infantilidad curiosa, aún tiene 19, inteligente, mantiene esperanzas que yo ya perdí.

—Sería hermoso, pero creo que es imposible, nadie comparte el mismo ideal sobre un mismo concepto —lo decía queriendo estar convencido de lo contrario. Pero en realidad no creo que la justicia exista

—Ahora joven, dígame sus pecados — qué situación más horrible, estaba hablando contra una madera y quién sabe estaba detrás. Mientras pensaba —me peleo con mi hermano, le he mentido a mis padres y digo lisuras como mierda— se me escapó, los dos nos comenzamos a reír. Solo me mandó un Padre Nuestro y un Ave María, por honesto.  Me acerqué al gigantesco cuerpo crucificado, me agaché, cerré los ojos, junté las manos y comencé a pensar en quéjuego de Playstation jugar después. Nunca me aprendí los rezos. Poco a poco fui dejando de creer, inicialmente por imitación a mi padre y luego lo fui racionalizando. Pasá a ser un niño ateo que era problemático con los profesores de religión. —Pero profesora, el vaticano es corrupto— cómo sabes me respondió —me lo dijo mi padre —. Me mandaron a la dirección. Era lindo ser rebelde sin causa. Fue en esa época que remplacé la figura de dios por la de libertad, y dediqué mi devoción a ella.  Después de todo es igual de inalcanzable que todo lo que signifique lo divino.

Francisco Tafur—¿No lo crees posible verdad? — mi primo,mirándome de reojo.

—La verdad que no, en una revolución hay millones de causas, la forma de ver la justicia es infinita, por eso son ideales. Si te basas en que todos llegaremos al mismo concepto, definitivamente me parece imposible. Pero me gusta, qué aburrido sería que todos sigamos al pie de la letra los derechos humanos, lo más cercano a unanimidad sobre eltema; el progreso consiste en romperlos. Pero tienes razón, sería un mundo más pacifico. La diferencia es que yo no creo que todos seamos buenos por naturaleza, todos tenemos algo malo y algo bueno, ahí está el infinito potencial humano —la conversación ya me había capturado. Es difícil pensar lo que no quieres creer.

Regresaba de Londres, y ya había desarrollado cierto desprecio por los sacerdotes, curas o monjas. Una vez nos vimos estancados por una procesión y un amigo un poco loco salió por la ventana a gritar:¡Satanás! ¡Satanás! A manera de juego, pero se pasó de la raya. Igual me maté de risa. Mientras cruzaba la parte de seguridad se me cayó el pasaporte sin darme cuenta. Una mano me coje el hombro: toma. Era un señor vestido de sacerdote. Todo el vuelo pensé en eso. Un cura me salvó el pellejo. Yo los ponía en calidad de políticos, como personas en las que no puedes depositar confianza. Lo sigo pensando, pero fue un golpe a mi norma. No pondría a mis hijos, que no tengo, en manos de ninguno de ellos. Pero es verdad que no todos son unos desadaptados. Es una profesión complicada.

—En fin, no crees qué ya lo estamos creando, a dios—sonrío.

—¿A qué te refieres? Eso no tiene sentido.

Intercambiamos noticias sobre la inteligencia artificial, algún día seremos dirigidos por este ente aun desconocido, la justicia y moral será determinada por eso. La libertad acabará con aplausos de progreso.

—Así es, primero lo pensamos, luego lo teorizamos y ahora, como nuestra inteligencia rebasa nuestra sabiduría, lo estamos creando. Una tecnología que nos supera y tal vez nos ponga en nuestro lugar. Perdamos el título de superiores — mientras lo digorecuerdo matrix y Asimov.

—Felizmente nos dedicamos a pensar, ja, ja, ja.

[Música Maestro] El anuncio del retorno a los escenarios de Oasis, la banda británica que se convirtió en un fenómeno sociocultural entre 1994 y 1996, para luego establecerse como una de las agrupaciones más importantes del britpop con cuna en Manchester, alborotó para bien y para mal al cotarro rockero que ya comenzó a comer ansias sobre las fechas que vienen programándose para julio y agosto del 2025 en diversas ciudades del Reino Unido.

De inmediato circularon notas celebrando este regreso, denominándolo el acontecimiento musical más importante de los últimos tiempos. En redes sociales, en cambio, el ingenio de los cibernautas expertos en memes también se activó con páginas que daban recomendaciones sobre cómo recuperar el dinero pagado por las entradas cuando se cancelen los conciertos y una supuesta filtración de los primeros ensayos del grupo que mostraba a dos personas liándose a puñetazos en medio de la calle.

Ocurre que, en los predios de la crítica especializada y en círculos demelómanos empedernidos, para nadie es un secreto que la relación entre Noel (57) y Liam Gallagher (52) es de todo menos cordial. Sus mediáticas peleas y agresiones verbales, muchas veces delante del público, se hicieron incluso más legendarias que sus triunfos comerciales, una sucesión de exitosos álbumes que se convirtieron en clásicos de los años noventa, gracias a su imagen de juvenil rebeldíaoptimista aunque algo cínica- y un sonido accesible, aspectos ligados al rock clásico del que se nutrían -especialmente los Beatles y sus derivados-, opuestos a la desolación depresiva y las disonancias sónicas del grunge norteamericano.  

Con motivo de ello, y aprovechando que hace unos días, para ser precisos el pasado 5 de septiembre, se celebró en algunas ciudades el Día Mundial del Hermano (¿?), me animé a hacer un recuento de aquellas bandas con presencia de dos o más integrantes de la misma familia, en distintas épocas y géneros musicales.

NOTA: Si haces click en cada artista, verás una de sus canciones

El primer caso que viene a la mente es el de los hermanos Ray (80) y Dave Davies (77), líderes de The Kinks, una de las bandas más importantes de la Invasión Británica, detrás de los Beatles y los Rolling Stones. Conocidos por pasar largas temporadas sin hablarse, incluso estando en medio de grabaciones o giras, los Davies disolvieron oficialmente la banda en 1997. Desde entonces, los intentos por reunirse se han frustrado, tanto por temas de salud -Dave tuvo un infarto en el 2004- como por los problemas y discusiones entre ambos por diferencias musicales y artísticas.

Una historia aun más explosiva fue protagonizada por Don y Phil Everly, The Everly Brothers, de enorme influencia en los primeros años del rock and roll. Conocidos por su imagen amable, cándida y unida, sorprendieron a su público en 1973 con una intensa pelea sobre el escenario que terminó con Phil lanzando su guitarra acústica al piso mientras un alcoholizado Don trató de sobrellevar el concierto, cantando solo. Aquel pleito era, sin embargo, la punta del iceberg de una serie de problemas que persiguió a los hermanos -fallecidos en 2021 y 2014, respectivamente- y que marcó sus carreras antes y después de aquel incidente.

Un caso similar es el de Chris (57) y Rich Robinson (55), voz y guitarra de The Black Crowes. El notable grupo de blues-rock tuvo una serie de altibajos que los llevó a la separación en el 2015, año en que los Robinson dejaron de dirigirse la palabra, una situación que se corrigió en el 2019 con un anunciado retorno que generó muchísima expectativa entre sus seguidores. También en esa década vimos surgir a famosas bandas con dos hermanos en su formación como por ejemplo los ingleses RadioheadJonny y Colin Greenwood (guitarra, bajo)-, los australianos The CranberriesMike y Noel Hogan (bajo, guitarra), Collective SoulEd y Dean Roland (voz, guitarras)– y Stone Temple PilotsDean y Robert DeLeo (guitarra, bajo), ambos de Estados Unidos.

El rock clásico es pródigo en esta clase de grupos, la mayoría de los cuales llevaron la fiesta bastante en paz, sin que eso signifique que estuviesen exentos de problemas. Desde Canadá conocimos a los Bachman-Turner Overdrive, con Tim, Robbie y Randy Bachman, que surgieron en 1973 tras la salida del último de The Guess Who y se separaron por discusiones económicas e intereses musicales diferentes. The Allman Brothers Band por su parte, mantuvo su nombre aun cuando uno de sus miembros, el guitarrista Duane Allman(1946-1971), falleció cuatro años después de haber fundado la banda con su hermano, el cantante y tecladista Gregg (1947-2017). A través de los años, el grupo conservó esa aura de colectivo familiar, la misma que se ha extendido a la segunda generación de sus principales integrantes, en el proyecto The Allman Betts Band. Otro ejemplo, menos conocido, es el de Edgar y Steve Broughton, guitarra y batería de la setentera The Edgar Broughton Band.

Y si se trata de colectivos familiares, tenemos a instituciones de la música de todos los tiempos como el trío australiano de Barry (78), Robin (1949-2012) y Maurice Gibb (1949-2003), los eternos Bee Gees; el dúo Carpenters, Karen (1950-1983) y Richard (77); o los también norteamericanos The Beach Boys, quinteto en el que alternaron Brian (82), Carl (1946-1998) y Dennis Wilson (1944-1983). Cada una de estas entidades artístico-familiares dejaron imborrableshuellas en el panorama de la música popular. Y se llevaron casi siempre bien, aunque ninguna estuvo 100% libre de conflictosinternos debido a adicciones, enfermedades y malos tratos entre sus integrantes.

Otro caso de hermanos rivales se dio a finales de los ochenta, en una de las bandas pioneras de lo que hoy todos conocemos como indie-rock. Me refiero a los escoceses The Jesus & Mary Chain, quinteto liderado por Jim (62) y William Reid (65), quienes podrían haber terminado presos por las incontables veces que se pelearon a gritos y golpes frente a su enfervorizado público. A pesar de las tensiones permanentes entre ambos, el grupo mantuvo una carrera medianamente estable, gracias a esa impredecible y cambiante dinámica, hasta 1998.

En las arenas de lo independiente, podemos mencionar a grupos como CocoRosie, de Sierra y Bianca Casady, lideresas del indie-popfeminista; los estridentes suecos The Hives, con Per y Niklas Almqvistcomo cabezas de serie; el dúo canadiense de música electrónica Boards Of CanadaMichael y Marcus Sandison-; el trío judío-norteamericano de pop acústico Haim integrado por las hermanas Alana, Danielle y Este Haim; y los también canadienses Arcade Fire, que estuvo durante veinte años liderado por Win y Will Butler, con este último abriéndose en el 2021 para perseguir sus propios proyectos.

Si hablamos de hard-rock, no podemos hacerlo sin mencionar a Van Halen y Ac/Dc. Eddie (guitarra, 1955-2020) y Alex Van Halen(batería, 71), nacidos en Holanda, pero llegados a los Estados Unidos durante su adolescencia, marcaron época por su increíble destreza como instrumentistas y por llevar siempre con mano férrea todos los negocios y caminos artísticos de su grupo. En cuanto a la locomotora australiana de blues-rock, las electrizantes guitarras de Angus (69) y Malcolm Young (1953-2017) fueron ejemplo de unidad fraterna cuatro décadas. En ambos casos, tras los fallecimientos de Eddie y Malcolm, siguieron adelante con sus descendientes -Wolfgang Van Halen, hijo de Eddie; Stevie Yong, sobrino de Malcolm- recordando también el caso de los británicos Led Zeppelin, que regresaron en el 2007 con el hijo de John Bonham, Jason, como baterista.

El rock de los ochenta no puede entenderse sin pensar en los Porcaro -Jeff (1954-1992), Mike (1955-2015) y Steve (67)-, de Toto, eximios músicos que nos dejaron grabaciones orientadas al público convencional sin comprometer su elegante calidad y filo rockero/jazzero. En la otra orilla, la experimental y arriesgada -no menos importante, por cierto- tenemos a los extravagantes Devo, integrado por dos parejas de hermanos, Gerald y Bob Casale (bajo, guitarra, voces), y Bob y Mark Mothersbaugh (teclados, guitarras, voces). Entre los británicos ochenteros, recordamos también a The Psychedelic Furs (Tim y Richard Butler, bajo y voz), con su onda post-punk; y los sofisticados Spandau Ballet (Gary y Martin Kemp, teclados y bajo), Otros australianos, el sexteto INXS, tuvo como base a Andrew, Jon y Tim Farriss, cuya sana relación familiar mantuvo a flote al grupo incluso después del lamentable suicidio de Michael Hutchence (1960-1997), aunque con poca suerte en el intento de reemplazar a tan carismático vocalista.

El heavy metal también ha aportado lo suyo. Desde los alemanes Scorpions, de sonido vertiginoso y accesible, que tuvo en sus filas entre 1969 y 1979 a los guitarristas Rudolph (76) y Michael Schenker(69) –“mi hermano mayor es un “bully” (abusivo). Y yo no soporto a los bullies” llegó a declarar el genial guitarrista antes de retirarse a hacer su propio camino- hasta los brasileños Max (55) e Igor Cavalera(54) de la banda de thrash Sepultura -hoy reciclados en Cavalera Conspiracy-, que se separaron por agrios desencuentros sobrederechos de autor y regalías después del influyente álbum Roots (1996), hay varios casos de hermanos que prolongaron su vida casera en la ruta del rock duro.

Por ejemplo, podemos mencionar a los iconos del metal cristiano, Stryper -Michael (61, voz y guitarra) y Robert Sweet (64, batería)-; la banda de Dimebag Darrell (1966-2004) y Vinnie Paul (1964-2018), Pantera, amos del groove metal; o dos legendarias bandas de géneros extremos como los norteamericanos Deicide, con sus guitarristas fundadores Eric y Brian Hoffman; y los polacos Decapitated, liderados por Wacław y Witold Kiełtyka (guitarra y batería). O podemos citar el caso de otros Gallagher, John y Mark, de Raven, grupo británico de culto que viene rodando desde hace más de 45 años. O los franceses Gojira, recientemente célebres por su participación en la inauguración de los Juegos Olímpicos de París. El guitarrista/cantante Joe Duplantier y su hermano Mario, baterista, fundaron este quinteto de death metal melódico que publicó su álbum debut en el 2001.

Los gemelos Chuck (75) y John Panozzo (1948-1996), la sección rítmica de Styx, fueron fundamentales en el sonido de este quinteto de prog-rock en su época más exitosa, entre 1975 y 1984. No podemos pasar por alto, en este estilo, el trabajo de Gentle Giant, con los multi-instrumentistas y cantantes Derek, Phil y Ray Shulman organizando esas complejas composiciones que tenían de jazz, música barroca/celta y power-rock. Por su parte, los inclasificables Cardiacs tuvieron en los hermanos Jim y Tim Smith a los conductores de este combo londinense que pasó por todos los géneros posibles, desde el progresivo y la psicodelia hasta el post-punk, la electrónica y el jazz.

Heart, otra institución del rock clásico, con Ann (74) y Nancy Wilson (70) al frente, sigue rockeando con admirable vitalidad tras cincuenta años de trayectoria. Del mismo modo, aunque con menor difusión, las hermanas June y Jean Millington lideraron un cuarteto guitarrero femenino, Fanny, que inspiró a toda una comunidad de rockeras mujeres, desde The Runaways hasta The Bangles, banda de pop-rock revisionista de la onda Beatles/Byrds que tenía a Debbi y Vicky Peterson en guitarra y batería.

Y si seguimos explorando, encontraremos a Maggie, Terry y Suzzy Roche, de The Roches; Emily Strayer y Martie Maguire –ambas usando sus apellidos de casadas-, fundadoras de The Dixie Chicks(hoy simplemente The Chicks); o Andrea, Caroline, Sharon y JimCorr (The Corrs), agrupaciones que cultivan diferentes vertientes de la fusión del folk con el country y el pop. O a Kim y Kelley Deal, de The Breeders, interesante banda de rock alternativo, cuyas adicciones les ocasionaron más de una pelea, aunque siempre primó la química tan especial y característica que genera irrompibles conexiones, desde emocionales hasta psíquicas, cuando se trata de hermanos gemelos.

Earth Wind & Fire, reconocida agrupación de soul, R&B y funk, estuvo liderada por los medios hermanos Maurice (1941-2016) y Verdine White (73). En el mismo estilo, Sly & The Family Stone -Sylvester, Freddie y Rose Stewart-; Kool & The Gang -Ronald y Robert “Kool” Bell- y por supuesto no podemos olvidar a los colectivos de hermanos, como los Isley, los Neville, las Pointer o TheJackson 5, cantera de la que surgió un niño prodigio, Michael Jackson (1958-2009). Por su parte The Replacements -Bob y Tommy Stinson-, Bad Brains -Paul y Earl Hudson- y The Stooges -Scott y Ron Asheton- representan al punk en este listado. Y en el reggae, Ali y Robin Campbell dirigieron Ub40 hasta que las horribles tensiones entre ambos provocaron la salida del primero en el 2008 después de 30 años de exitosa carrera; mientras que Aston y Carlton Barrettfueron la sección rítmica de los Wailers de Bob Marley, inamovible entre 1970 y 1981.

La interacción entre hermanos suele dar una dinámica particular a todas estas bandas, a pesar de que en la mayoría de casos, los problemas hayan sido finalmente más fuertes que el intenso lazo sanguíneo que los une. Por ejemplo, Tom (1941-1990) y John Fogerty(79), de Creedence Clearwater Revival, terminaron enredados en fríostribunales y solo la enfermedad del primero logró acercarlos tras años de resentimiento. O como ocurre con Kings Of Leon, banda formada en 1999 por tres hermanos y un primo, Caleb, Jared, Nathan y Matthew Followill, que suelen pelearse constantemente entre ellos, en especial los dos primeros; todo lo opuesto a la armonía que reflejabanlos Osmonds, siete hermanos que surgieron como estrellas infantiles a fines de los sesenta y estuvieron vigentes hasta hace muy poco, con Donny (65) y Marie (64), haciendo largas temporadas de conciertos en Las Vegas.

Como vemos, por mucho que así lo crean sus fanáticos más fieles, los Oasis no fueron los únicos hermanos en el rock ni mucho menos. Y tampoco tienen exclusividad en aquello de llevarse pésimo. Y eso que no hemos cubierto los casos del jazz o la música en español, que darían para una columna entera. Porque, aunque también han sabido demostrarse profunda armonía, respeto y cariño fraterno, algunos hermanos realmente llegaron a extremos en eso de pelearse a cada rato, sin que les importe mucho poner en riesgo la estabilidad de susbandas.

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A finales del pasado mes de agosto, la noticia sobre la absolución del empresario azucarero Edwin Oviedo de los asesinatos de dos sindicalistas que tuvieron lugar en 2012 y 2015 sigue dando que hablar por las groseras irregularidades que han rodeado este proceso  y que hoy ponen en el centro de la escena al exfiscal Juan Carrasco Millones tras la decisión en favor de Edwin Oviedo, que había sido vinculado con el recordado caso “Los Wachiturros de Tumán”.

El último jueves, el Poder Judicial ha ratificado la sentencia de absolución a Edwin Oviedo, quien había sido señalado como autor mediato de dos asesinatos. Junto con el empresario azucarero fueron absueltas otras cinco personas debido a que el Ministerio Público no pudo probar lo que señalaron en la acusación. 

LA ABSOLUCIÓN DE OVIEDO

Como se recuerda, la Fiscalía, con Carrasco Millones a la cabeza, acusó a Oviedo de liderar una red criminal y ser el autor intelectual de los asesinatos de Manuel Rimarachín Cascos y Percy Farro Witte, dos trabajadores de una empresa azucarera administrada por el expresidente de la Federación Peruana de Fútbol.

La tesis de la Fiscalía, por la cual pedían cincuenta y dos años de cárcel, señalaba que Oviedo había ordenado estos asesinatos como venganza debido a que Rimarachín y Farro, en su rol de sindicalistas, habían coordinado protestas de su administración de la empresa azucarera Tumán. Fue por esta acusación que Oviedo terminó por dejar la presidencia de la Federación Peruana de Fútbol a finales del año 2018 y pasó tres años cumpliendo prisión preventiva y arresto domiciliario.

Sin embargo, el mes pasado, el Poder Judicial decidió absolver a Edwin Oviedo alegando que la Fiscalía no corroboró las declaraciones de los testigos que señalaban al empresario azucarero como el responsable de dichos asesinatos y en las cuales Carrasco Millones se había apoyado para fundamentar la acusación. 

“Las solas declaraciones vertidas por estos testigos no pueden ni tienen la capacidad suficiente para enervar la presunción de inocencia”, ha sido lo que se señala en la resolución del juzgado y agrega que  “de las pruebas actuadas se tiene que tan solo se circunscriben a dichos sin una verificación objetiva de índole periférica que pueda dar certeza a los testimonios de los antes (colaboradores eficaces) indicados”.

Tras conocerse esta decisión, Sudaca conversó con César Nakazaki, abogado de Edwin Oviedo, quien señaló que el trabajo de Juan Carrasco “coincide plenamente con los intereses de estos malos empresarios” y que “ellos amenazaron a Edwin Oviedo que si intentaba ingresar a Tumán iba a pagar las consecuencias y esta fue la investigación que inventó el fiscal Carrasco”.

CARRASCO, EL REINCIDENTE

Pero, además, Nakazaki apuntó contra Juan Carrasco. “Se sabe sobre el trabajo poco prolijo del fiscal Juan Carrasco Millones y las colaboraciones eficaces porque fabrica pruebas. Él hace que una persona declare como colaborador eficaz y, sin ninguna corroboración, utiliza las declaraciones”, declaró el letrado a Sudaca.

Estas declaraciones no serían una simple opinión si se tiene en cuenta el historial del exfical Carrasco Millones que Sudaca ha expuesto en más de una oportunidad y que relatan numerosos casos en los cuales se ha hecho un uso indebido de las prisiones preventivas y los colaboradores eficaces.

Uno de los más recordados fue el de Juan Miguel Valdivia Goycochea, quien debió pasar cerca de tres años en prisión preventiva por, supuestamente, estar involucrado en lavado de activos y ser parte de una organización criminal. No obstante, casi una década después y con una investigación que terminó en 2018, Valdivia no fue acusado y lo más resaltante de dicho caso fue que Carrasco Millones habría utilizado informes con serias irregularidades para sustentar numerosas prisiones preventivas.

Miguel Ángel Nureña Sanguinetti fue otro de los que vivió un episodio de terror que involucraba a Juan Carrasco cuando, a finales del 2018, fue detenido porque, según le dijo el entonces fiscal, un colaborador eficaz  lo señaló como el testaferro del congresista Javier Velásquez Quesquén. Posteriormente, Nureña recuperaría su libertad, aunque la experiencia detenido lo marcaría tanto a él como a su familia debido a las irregularidades que existieron en el medio y la ausencia de un sustento razonable.

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Quiero imaginar que los biógrafos de Vallejo saben de antemano que se enfrentan no solamente a incertidumbres y vacíos varios, sino también al riesgo de acabar creando una vida otra, alimentada de mitos y leyendas. Por fortuna, los acercamientos biográficos al poeta de Santiago de Chuco han guardado cierta cautela, desde sus coetáneos Espejo Asturrizaga y Orrego, quienes lo conocieron personalmente, lo que autorizaba hasta cierto punto abordar temas más allá de lo literario –por ejemplo ciertas revelaciones de su vida amorosa–, hasta Monguió, Stephen Hart, Rogelio Oré o Pachas Almeyda, que muestran, en general, rigor y ponderación.

A ellos se suma ahora Carlos Fernández, catedrático español que desde el año 2005 dedica esfuerzos notables al estudio y comprensión de la figura de nuestro poeta. El joven Vallejo (1905-1918). Apuntes para una biografía intelectual es el título que ofrece en coedición de Ediciones MYL y Reino de Almagro. No hace mucho había comentado en estas mismas páginas otro trabajo suyo, la recopilación más amplia de la correspondencia de Vallejo en dos volúmenes bellamente editados. 

Lo primero que hay que notar es el arco temporal de este estudio: 13 años que van desde 1905 hasta 1918, año de publicación de Los heraldos negros, primer libro conocido de Vallejo. Es decir, este ensayo biográfico se concentra en los años formativos del poeta, desde la frontera entre su infancia y adolescencia hasta sus años universitarios. En meticuloso recorrido, Fernández repasa las etapas que va quemando la educación del poeta, que destacaría siempre por su aplicación y por sus excelentes calificaciones. 

El relato abunda en precisiones. Contenido de cursos, jurados, fechas de examinaciones, premios obtenidos. Uno diría que tal abundancia de datos haría la lectura algo farragosa, pero no. Fernández se las ha ingeniado para que ese torrente de información no intimide o aburra: la exactitud es una especie de espectáculo que más de un lector, estoy seguro, va a agradecer.

Por supuesto, las ocurrencias de la vida escolar del poeta, siendo interesantes y reveladoras, sucumben al advenimiento de la vida universitaria, porque allí se gesta el futuro desarticulador del lenguaje que fue Vallejo. Se ofrecen pormenores de materias cursadas y también de los vínculos que comienza a construir con sus coetáneos, vínculos que devienen en la creación de círculos bohemios donde el debate intelectual, la creación y, de seguro, la cháchara, no serían cosa excéntrica. 

Hay segmentos dedicados a las primeras publicaciones de Vallejo, esos poemas aparecidos en revistas y que en algún caso hicieron presagiar lo que vendría después. Se consigna la discusión sobre Los heraldos negros, en lo tocante a su inscripción en el universo literario: críticas iniciales que lo sitúan en la orilla simbolista, otras lecturas, más actuales que han resuelto eso de otra manera, viendo el libro como una tensa bisagra entre el modernismo y la vanguardia.

Con muchas fuentes consultadas por primera vez y datos que dan pie a sugerentes indicios sobre la trayectoria vital del poeta de Santiago de Chuco en sus años juveniles, Fernández pone en nuestras mesas un relato que no deja cabos sueltos, que señala claramente qué datos son aún sospecha y cuáles no y que permite aproximarse de una manera más exacta al proceso educativo del, hasta hoy, más grande poeta peruano. 

Carlos Fernández. El joven Vallejo (1905-1918). Apuntes para una biografía intelectual. Lima: Ediciones MYL y Reino de Almagro, 2024.

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César Vallejo, vallejo

Esta casita de cartón abre las puertas más tristes de su alma recordando el día que te conocí, Búho. Fue ‘Teo’, como llamabas a tu hermano, quien me dijera hace 10 años que te conocía personalmente. Por entonces yo vivía en Argentina. Y no podía creer tal confesión, pensé que era una pintoresca broma. El periodista más enigmática dentro de la selva de las letras periodísticas, quien llevaba el sobrenombre del animal más sabio, del que siempre padre me recalcaba en sus escritos cuando era un niño, leyendo frases que escribías, llegaría a conocerlo ni bien llegando. Y ese fue el mejor regalo que me ha dado nuestro país en estos casi 11 años lejos. Aquella vez llegaste y de la puerta llamaste: ‘Pariasca’. Tu voz denotaba los años de bohemia y sufrimiento. Y esto lo recordaría siempre cuando oíamos ‘More’ de Tom Jones o ‘I am not the one’ de The Cars, y lo recalco porque bien sabemos las personas más cercanas la pena en el alma con lo que lidiabas a menudo. Pero aquella vez, fue una velada memorable, no solamente por la música de Silvio y Pablo, que tanto nos unió, sino también por los Redondos, Virus, Fito,… pero sobre todo Charly, a quien tanto admirabas. De esta primera banda mencionada, que pocas personas conocen en nuestras latitudes, siempre recordaría la frase que me recalcabas: ‘la suerte del principiante no puede fallar. Y eso me sorprendió de grata manera la primera vez. De por sí ya sabía que hablaba ante una inminencia cultural, pero me sorprendía tanta sapiencia junta y de distintas corrientes artísticas, como cuando citaste ‘Las flores del mal’ y te respondí ‘Baudelaire’ y nos pasamos hablando horas de poesía. Yo por entonces daba mis primeros pasos de la adolescencia a la juventud, y poco o nada sabía de la vida, como el que no conociera a alguien que supiera de tantas cosas juntas, era admirable. Y sí, allí ya comencé a admirarte detrás del arte del periodismo. Aquella noche, cuando te despediste me dejarías por siempre estas palabras: ‘yo realmente creía que tu hijo era inteligente, pero no pensé que un genio. Es un gusto conocerte, sobrino’. Después de ese día y todas mis vacaciones en Lima estuvimos siempre hablando el mismo idioma: el de la genialidad, que decías. Hasta horas antes que perecieras, y las pocas cosas que decías pero con la mirada, más que todo, y era de agradecimiento genuino, pues te demostró lo que muchos otros no, lealtad y eso fue siempre lo que siempre tendré presente, pues soy aparte de amigo, tu discípulo y siempre lo tendré presente, hasta que toque decir basta.
Los que hemos crecido en barrios humildes, siempre veíamos un diario, ya sea en nuestra salita (la que era a su vez un dormitorio y cocina), bajando del cerro viendo a alguien llevar siempre un periódico o en el mercadito como en el bus. Ese diario que por entonces valía 0.50 centavos, era el Trome, el diario del Perú. Y del que entre sus páginas, estaba una columna que enaltecía con tanta brillantez la cultura, tanto como la mujer de al lado, una pequeña pero tan potente columna que hizo que muchos aprendiéramos a dar nuestros primeros pasos literarios, como el que ahora escribe. Quién no leía los sábados de cine o domingos de literatura infaltables, tus entrañables episodios en San Marcos, o al ‘Chato’ Matta, tu alter ego, con el ‘sinvergüenza’ y mujeriego de Pancholón y sus mil y un aventuras. Y es que han pasado los días y todavía no puedo aceptar que eres ya parte de lo eterno. Te veo entre lo sueños donde pareces decirme algo, tío. Del que no quieres que me gane los llantos cuando el silencio de la noche impera y trae a colación aquellos innumerables momentos mientras escribías tu columna y oíamos a Charly Garcia (el Unplugged por ejemplo), para luego corregirlo y seguir hablando de literatura, historia, política,

cine, arte… Con nadie he podido hablar sobre tantos temas como también de esta ‘dulce condena’, nuestra locura innata, que nos hiciéramos como padre e hijo caminando por la sórdida pero luminosa Lima. Podrías comprenderme, y hacías que no me sintiera tan solo. Por eso fuiste como el padre que la vida misma me dio, ‘de la familia que uno encuentra con los años’, como decías. Y ahora que te has ido, ¿con quién hablaré de todo esto?
Ahora me levanto y trato de llamarte o escribirte, pero nadie contesta. Veo a padre, quien iba a ser tu compadre si no hubiera sido por esa aciaga enfermedad, ya que también creías en su fidelidad como amigo. Y que fue así hasta último momento, ya que fue tu último amigo que te vio despedir, gritando un gol de nuestro querido River Plate, equipo al que pensabas visitar su cancha una vez más, ya no con Ramón el ‘Pelado’ Díaz en el banco sino el ‘muñeco diabólico’, como decías en broma a Gallardo. Creía y tenía fe en que todo pasaría e iríamos a Argentina o el proyecto de streaming se haría: ‘El tío y el sobrino’. Ya que como me dijiste semanas antes: ‘Ya que no haré mi libro. Estaría bueno hacer ese proyecto porque al igual que Neruda podría decir tranquilamente, ‘Confieso que he vivido’. Porque calle y cultura nos sobraba. O de nuevo ir donde Román el pescador o a Paracas a comer buenos ceviches. O ir a ver a ‘Del pueblo’, y recorrer nuestra órbita de la noche y la bohemia. Y tantas cosas más, tío… Que hasta el último momento tenías una fortaleza indescriptible, como hoy, esta noche, en que te despediste con un gran abrazo entre sueños del cual fue imposible no quebrarme y escribir esto. Has sido más que un amigo, un maestro y padre para mí . Me pregunto una vez más, quién me entenderá, con quién podré hablar de todo lo que hablábamos siempre. Me pregunto cuándo podré volver a verte. En qué lugar del tiempo o el universo estará presa esa ilusión de volver a encontrarnos y brindar por todo lo vivido… En qué lugar podré encontrarme con mi maestro… pues como me recordabas, yo era tu discípulo, quien seguiría tu legado. Y del cual me llenaba de tanto orgullo, pero del que bien sabía en mis adentros, de que ‘Búho’ es y será uno solo. El periodista más leído por este país, el que nos dio la posibilidad a personas como yo de soñar con el mundo infinito de las letras en aquel diario que repartía y vendía, que siempre leía y del que sería la pluma que me influenciaría para empezar a escribir. Cuánto extrañaré los domingos de literatura, cuánto pero cuánto lo extrañaré si por tus letras yo decidí escribir y hacer un libro del que inmortalizaste con tu prólogo. Te quiero y te amo padre de la vida. Te quiero y te amo, y alguna vez nos volveremos a ver y beberemos como dos bohemios hablando de lo que hablábamos, nos volveremos a ver porque no hay adiós cuando se ha amado, como un hijo a un padre y padre a hijo. Por eso hasta el último estuve, porque fuiste un padre para mí. Se apagó para siempre el televisor para brillar en el parnaso de las letras y de los cielos por los siglos de los siglos, maestro. Gracias por todo.

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[La columna deca(n)dente] A más corrupción, más oración

«Y yo les pido con profunda humildad que oren, que recen por todas las autoridades para que no flaqueemos, para que no seamos tentados a robar», fueron las palabras de Hania Pérez de Cuéllar, hasta ayer ministra de Vivienda, quien, en un arranque de sinceridad, ha revelado la estrategia para erradicar la corrupción en el gobierno y en el parlamento: la oración. Rezar por las autoridades para que no sucumban a la tentación de robar.

Por fin, después de años de lucha contra la corrupción, de leyes y regulaciones, de comités y comisiones, se ha encontrado la solución definitiva. Ya no se necesita más transparencia, ni rendición de cuentas, ni control ciudadano. Solo es necesario cerrar los ojos, unir las manos y pedir a Dios que guíe a las autoridades electas y a los congresistas por el sendero de la honestidad.

Pérez de Cuéllar ha descubierto que la corrupción no es un problema de estructuras, incentivos, poder o dinero. No, es simplemente un problema de falta de fe. Y la fe, como todos sabemos, mueve montañas… y también fondos públicos.

Con esta innovadora estrategia gubernamental, podemos olvidarnos de la necesidad de reformas políticas y económicas. No necesitamos más educación cívica ni participación ciudadana. Solo más iglesias y templos, y más ciudadanos que recen con devoción para proteger las conciencias de nuestras autoridades y parlamentarios.

La implementación de este plan espiritual seguramente transformará la manera en que entendemos la gestión pública. Los auditores serán reemplazados por sacerdotes y las investigaciones, por plegarias. Olvidemos las tediosas denuncias judiciales y los informes de transparencia: basta con multiplicar las misas para mantener a raya la corrupción. ¡Vade retro, corrupción!

Así, las comisiones de ética podrían ser reconfiguradas como grupos de oración parlamentaria. Los debates en el Congreso ya no serán sobre leyes complicadas o reformas técnicas, sino sobre la mejor manera de orar colectivamente para expiar los pecados de nuestros congresistas.

En este nuevo y espiritual escenario, la verdadera responsabilidad recae sobre todos nosotros. Si en algún momento un funcionario público cayera en la tentación, no sería su culpa, sino nuestra. Quizás no oramos lo suficiente o no lo hicimos con la convicción necesaria. Al final, la corrupción ya no será vista como un fracaso del sistema, sino como una prueba de fe que todos debemos enfrentar juntos. Amén.

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Increíble que hayan pasado ya tres semanas desde el 10 de agosto, día de la muerte de Carlos Germán Belli (Lima, 1927-2024), figura fundamental de la tradición latinoamericana y una de las voces más altas de la Generación peruana del 50. 

 

En su poesía Carlos Germán Belli muestra múltiples vertientes de la literatura occidental. La crítica ha destacado su refinado manejo de las formas y estrofas tradicionales, provenientes sobre todo del Siglo de Oro español, pero con un uso abierto de coloquialismos peruanos, discretos toques surrealistas y una visión aguda y crítica de la sociedad moderna. Los múltiples libros de Belli, desde Poemas (1958), Dentro & fuera (1960), Oh Hada Cibernética (1961), El pie sobre el cuello (1967), Sextinas y otros poemas (1970), En alabanza al bolo alimenticio (1979) y varios más son hoy ya clásicos de la poesía en español y constituyen un elocuente testimonio del hombre contemporáneo frente a las fuerzas de la opresión económica y social. Revelan asimismo un afán innovador que no pierde la mirada sobre la tradición, constituyéndose así como un corpus pionero de lo que hoy se entiende como poesía neobarroca, si bien la etiqueta no explica del todo algunos rasgos humanistas y comunicativos de su escritura. 

 

Recibió el Premio Nacional de Poesía en 1962, la Beca Guggenheim en dos ocasiones (1969 y 1987), el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda (Chile) el 2006, el Premio Casa de las Américas de Poesía José Lezama Lima (Cuba) el 2009 por El alternado paso de los hados, una Distinción de la Casa de la Literatura Peruana (2011) y la Medalla al Mérito Ciudadano de la Presidencia del Consejo de Ministros del Perú (2016). También fue candidato al Premio Nobel de Literatura el 2007. Carlos Germán Belli fue nieto del arqueólogo piamontés Carlos Belli Core (Biella, 1857-Ica, 1926), que se afincó en el Perú desde los 22 años y se dedicó a la investigación de la cultura Nazca. Hoy su nombre distingue a uno de los museos arqueológicos de la zona.

 

Sobre sus inicios, cabe decir que en los años 50 la sombra de Vallejo había motivado a las jóvenes generaciones a elegir entre dos estilos poéticos diferentes. Por un lado, el ideal social y político del difunto Vallejo influyó entonces en un sector de la nueva poesía y se convirtió en compañero de lucha por una mayor justicia social. Por otro lado, algunos de los nuevos poetas prefirieron sumergirse en una tradición más órfica y simbolista, sin referirse al contexto histórico inmediato. Belli supo superar ambos extremos y buscó tanto la complejidad de la forma como el uso de prestigiosas tradiciones literarias en cuanto a la expresión de un malestar social y denuncia de la opresión política. En ese sentido, es y siempre fue un poeta inclasificable.

 

Pero, ¿cuál es la naturaleza de tan difícil combinación? ¿La poesía tiene que ver con el ritmo o importa más por su responsabilidad hacia la sociedad? Belli ha demostrado una y otra vez que la poesía puede ser tanto una renovación y enriquecimiento del lenguaje como una protesta contra las desigualdades. Vemos en sus escritos un uso virtuoso de los ritmos del Siglo de Oro español, de la sátira corrosiva de Quevedo, de los tópicos de la literatura pastoril, y también de la vanguardia y la retorcida jerga coloquial limeña. Vemos asimismo que esos recursos están al servicio de una voz que desafía el orden establecido y las fuerzas que atentan contra la felicidad humana. 

 

Sin embargo, no se crea que la poesía de Belli trata solo de temas sociales. De hecho, el tema del amor y la construcción de un sujeto múltiple también aparecen como algunos de sus grandes rasgos. Belli ha dedicado algunos de sus poemas más notables al amor. Y sin embargo, al construir una voz poética que asume diferentes códigos y tiempos, va más allá de los criterios convencionales sobre la unidad del sujeto poético. Encontramos en Belli una constante fractura de la voz poética que cuestiona las convenciones tradicionales sobre el poeta como eje de síntesis de una cultura en un momento dado. Belli, por el contrario, expone las contradicciones del mundo contemporáneo y reinventa la literatura desde un espacio de marginalidad y decepción.

 

Se nos ha ido una figura extraordinaria de las letras peruanas. Difícilmente habrá otro poeta de sus kilates en mucho tiempo. Nos deja un legado de libros importantísimos, pero por otro lado se lleva la posibilidad de seguir escribiendo y por lo tanto de abrir nuevos caminos de expresión sobre nuestros problemas actuales.

 

Desde que soy mamá he notado que hay muchas cosas que usamos en el día a día con nuestros bebés están hechos de materiales que difícilmente pueden reciclarse como los pañitos húmedos y los pañales desechables, ambos de uso múltiple por día. Los pañales desechables suelen fabricarse con pulpa de madera, algodón, rayón viscosa y plásticos como poliéster, polietileno y polipropileno. Existen alternativas ecológicas como usar pañales de tela, pero que pasa si no quieres o no tienes tiempo para lavar tantos pañales. 

El promedio de uso de los pañales es de 10 en un recién nacido y 6 en bebes de un año. Solo en Perú nacieron 106,177 bebes en 2023, así que ellos durante su primer mes de vida gastaron 31’853,100 pañales que, con un peso promedio de 36 gramos, son 1’146711.6 kilos de basura que fueron a parar a un relleno sanitario, botadero, foco infeccioso y en algunos casos, el mar.

Leyendo y buscando encontré un estudio publicado en la revista Scientific Reports sobre que un equipo de investigación de la Universidad de Kitakyushu, en Japón, que preparó muestras de hormigón y mortero combinando residuos de pañales desechables lavados, secos y triturados con cemento, arena, grava y agua y las curaron durante 28 días.

A continuación, probaron seis muestras que contenían diferentes proporciones de residuos de pañales para medir cuánta presión podían soportar sin romperse. Luego, calcularon la proporción máxima de arena que podía sustituirse por pañales desechables en una serie de materiales de construcción que serían necesarios para construir una casa con una superficie de 36 metros cuadrados.

Los investigadores descubrieron que los desechos de pañales podrían reemplazar hasta el 10% de la arena necesaria para el hormigón utilizado para formar columnas y vigas en una casa de tres pisos. Esta proporción aumentaba hasta el 27% de la arena necesaria para las columnas y vigas de hormigón de una casa de un solo piso.

Hasta el 40% de la arena necesaria para el mortero de tabiques puede sustituirse por pañales desechables, frente al 9% de la arena del mortero para suelos y pavimentos de jardines. En conjunto, hasta el 8% de la arena de todos los materiales de construcción de hormigón y mortero necesarios para construir una casa de un solo piso con una superficie de 36 metros cuadrados puede sustituirse por residuos de pañales desechables, lo que equivale a 1,7 metros cúbicos de residuos.

Sin embargo, esta solución enfrenta varios retos como la recolección y almacenamiento de estos residuos así como el cambio legislativo que permita su uso como material de construcción sin contar con la necesaria inversión. 

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