El 3 de agosto, Sudaca publicó un informe titulado “Cenfotur: Otra historia de copamiento y acoso laboral” en el cual se relataban las vivencias de los trabajadores de esta entidad dependiente del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo tras la llegada a la dirección nacional de un hombre de confianza del ministro Roberto Sánchez Palomino. Diversos testimonios anónimos y documentos recabados por Sudaca daban cuenta de una clara pretensión de copar este centro dedicado a la formación de profesionales en turismo, y de una campaña de hostigamiento a los trabajadores que no estaban dispuestos a acatar las órdenes que transgredían lo estipulado en el reglamento.
Un día después de la publicación del mencionado informe, el jueves 4 de agosto, Cenfotur difundió a través de las redes sociales un comunicado en el que pretendía justificar y explicar el cuestionado accionar de quienes estaban a cargo de esta entidad. No obstante, el comunicado mostraba varias incoherencias y afirmaciones que no se sostenían ante las pruebas mostradas en nuestro reportaje. La declaración de Cenfotur insistía en negar cualquier intento de copamiento y descartaba que se estuviera hostigando al personal de la entidad, pese a que había evidencias de que se estaba intentando modificar el cuadro de asignación de personal y que se había iniciado un proceso administrativo sancionador a la jefa encargada de la Oficina de Planificación, Presupuesto y Desarrollo, con una medida cautelar que le prohibía acercarse a su centro de labores.

Diez días después de la publicación del informe de Sudaca se oficializó la renuncia de Sotelo Canales a Cenfotur. Su situación se había vuelto insostenible, pues había otras denuncias periodísticas que lo comprometían, señalando su falta de experiencia en el sector turístico e, incluso, denuncias por presunta violencia familiar. Al parecer, su único mérito para ocupar el cargo de director nacional era su cercanía con el ministro Roberto Sánchez.

No obstante, la salida de Sotelo Canales no ha sido el final de esta historia. Fue, apenas, un cambio de cara en la dirección. Como nueva directora fue designada Giannina Iris Avendaño Vilca. Y, con ella al frente, las cosas en Cenfotur no han cambiado en absoluto.

Avendaño Vilca también es una persona cercana al ministro Sánchez. Fue candidata al congreso por Juntos por el Perú, la agrupación política de la que forma parte el titular del Mincetur. Y Sánchez la designó en octubre de 2021 como jefa del gabinete de asesores de su despacho ministerial, y en enero de este año la incorporó como miembro del Consejo Directivo del Instituto Tecnológico de la Producción. Antes de eso, trabajó en la Defensoría del Pueblo durante 10 años. Tampoco destaca en sus antecedentes laborales por su experiencia en el sector turístico.

En cualquier caso, no hay nada en los antecedentes laborales o políticos de Avendaño que represente un impedimento para que ocupe la dirección del Cenfotur. Sin embargo, a los pocos días de que asumió el cargo quedó claro que los planes que habían empezado durante la gestión de su antecesor seguían en pie.
El 18 de agosto, mediante una resolución de su gerencia general, Cenfotur estableció una nueva escala salarial. Dicho de otra forma, la entidad decidió aprobar aumentos de sueldos. El gerente general, Neri Manrique León, pasaría de ganar S/. 13 mil soles a S/. 15 mil y Evelin Ypanaqué Rupay, quien se desempeña en el cargo de asesor de la Dirección Nacional, tendría un aumento de cuatro mil soles a su sueldo con lo que empezaría a ganar S/. 12 mil al mes. Tanto Manrique León como Ypanaqué Rupay llegaron a esta entiedad junto con Víctor Sotelo Canales, el cuestionado exdirector nacional de Cenfotur.

Esto también podría ser lícito si se hubieran seguido los procedimientos establecidos. Pero no ha sido el caso. Según el Reglamento de Organización y Funciones (ROF), es el Consejo Directivo el encargado de proponer la escala remunerativa. En este caso, la gerencia general ha tomado la decisión de aprobar estos cambios por su cuenta sin la aprobación del Consejo Directivo.

SIGUE EL HOSTIGAMIENTO
Pero los problemas en Cenfotur no se limitan a este irregular aumento de sueldo. El caso de la jefa de encargada de la Oficina de Planificación, Presupuesto y Desarrollo, Tania Zurita Sánchez, a quien se le abrió un proceso disciplinario por no someterse a las presiones de Víctor Sotelo y compañía para hacer un uso injustificado del presupuesto y contratar más personal, ha continuado pese al cambio de la directora nacional.
Pese a los pedidos para que se revisen las irregularidades del caso, como la denuncia penal que existe por parte de Tania Zurita contra el gerente general Neri Manrique León, quien ha sido el encargado de firmar la sanción, el proceso disciplinario ha concluido con una sanción de suspensión sin goce de remuneraciones por un año para Zurita Sánchez y una injustificada mancha en su expediente. Su supuesta ‘falta administrativa’ fue haber exigido que los procedimientos en Cenfotur para aumentar el presupuesto y realizar nuevas contrataciones se realicen de acuerdo con las normas establecidas y con el sustento correspondiente.

Todo parece indicar que el cambio en la dirección de Cenfotur simplemente ha sido un cambio de nombres. El accionar puertas adentro sigue el mismo preocupante rumbo que se había tomado meses atrás, cuando Víctor Sotelo llegó al cargo. Sudaca intentó comunicarse con el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo para obtener su versión sobre este caso, pero no respondieron nuestras preguntas hasta el cierre de este informe.
**Fotoportada por Darlen Leonardo