Liz Meléndez - Sudaca.Pe

Decepción es poco, nos urge una transformación: a propósito de las #VacunasVip

Lo sucedido con las #VacunasVip acaba de volvernos a la realidad, tenemos 200 años como República y aún somos un país clientelista, corrupto e indolente. Este es el resultado de un Estado patriarcal y neoliberal, que no está al servicio de la ciudadanía, muchos menos de las mujeres, sino de intereses particulares y de aquellos a los que favorece mediante argollas de privilegios.

 

Luego de esta última crisis ya no es una sospecha, es un hecho, todo está mal. El modelo social y económico ha llevado el individualismo a límites insospechados y crueles, el aprovechamiento y la lógica del “sálvese quién pueda” está instalada en nuestra cotidianidad, lo que lleva a que prácticas corruptas se naturalicen.

 

Esta semana se descubrieron los 487 sin vergüenzas que se aprovecharon de sus cargos, de su posición e incurrieron en un acto corrupto, pero además desolador.  Mientras ellos/as se protegían miles familias en las calles, en los hospitales y en sus casas luchaban contra la enfermedad, se endeudaban para conseguir atención y oxígeno, rogaban por una cama UCI y quiénes se vacunaron lo sabían.

 

¿Les ganó el miedo?, ¿Si hubieras tenido la oportunidad lo habrías hecho?, son algunas de las preguntas sueltas que se oyen por ahí. El problema está en que naturalizamos esas conductas y prácticas basadas en el individualismo llevado al extremo más hostil; el compromiso con el bien común se pone a prueba en escenarios de crisis, no en tiempos de tranquilidad. Más aún si eres un servidor/a público.

 

Los 487 aprovechados/as –  o más-  que se vacunaron a espaldas de la población se llevan nuestro rechazo y repudio, pero, ¿es suficiente?; se requiere que el gobierno promueva investigación y sanción a quiénes se vacunaron de forma irregular, pero también a los artífices de esto. ¿Quiénes aprobaron este proceso de vacunación ilegal cuando supuestamente la vacuna no estaba habilitada para nuestro país?, ¿Quiénes dijeron tú sí, tú no? Mucho por esclarecer aún.

 

El gobierno actual, de emergencia y transición, que navega en medio de esta tempestad, deberá promover que se llegue al fondo de este asunto y además necesita devolverle a la población la confianza en el proceso de vacunación y para ello es fundamental que la vacuna sea declarada como bien público y se fortalezca la transparencia en su gestión.

 

Los congresistas que piden se remueva a la Mesa Directiva del Congreso sólo ponen en evidencia sus ganas de aprovechar la situación, listos y ansiosos de generar una nueva crisis política que los beneficie y profundice el abismo en el que ya estamos. Es necesario rechazar estas actitudes oportunistas, promover que el gobierno se concentre en la atención a la pandemia y en garantizar elecciones transparentes.

 

A puertas del bicentenario, por encima de cualquier celebración, tendremos que plantear una reflexión seria sobre la democracia y el Estado que queremos.

 

Como feminista deseo una democracia real, paritaria, con igualdad de género, que tome como principio la interculturalidad crítica para construir un mundo más justo. Ello incluye cuestionar el modelo social y económico que tenemos; por ello me asusta quiénes pretenden asaltar el poder y ver estos hechos como circunstancias aisladas y no como parte de un sistema que cada vez nos empobrece más como seres humanos, que promueve caridad, pero no derechos ni bienestar, que genera privilegios, ganancias simbólicas y económicas para unos pocos, por encima de la muerte y el dolor de muchxs.

 

El caso #VacunasGate o #VacunasVip  es solo una muestra de lo que lamentablemente somos.  Que la indignación nos movilice, pero para sumarnos a construir una democracia real, lo que se traduce en un Estado que moviliza transformaciones sociales y garante de derechos.

 

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