Barrantes, Manuel

Rosendo Serna pasa piola

Rosendo Serna, Ministro de Educación del Perú, se copió, entre otras cosas, el marco teórico de su tesis doctoral. Según él, lo original de su tesis fue la aplicación de dicho marco teórico al caso de la UGEL Huánuco. En vez de leer las teorías relevantes, procesarlas en su cabecita, y expresarlas de una manera novedosa que adelante la aplicación que se hará de las mismas, Rosendo Serna decidió simplemente hacer copy/paste. Esto se puede deber a que no entendió nada de lo que leyó, o que simplemente le dio flojera pensar y escribir. 

[Estoy asumiendo que Serna mismo hizo el trabajo, pero a veces imagino qué sería si Serna en realidad le hubiera pagado a un practicante para que le escriba la tesis, y fue el practicante el que se conchudeó y se copió todo: imagino a Serna debatiéndose entre confesar el fraude y rescatar su dignidad de intelectual, o negarlo todo sabiendo que su prestigio académico se va al tacho. También imagino que el practicante en realidad se quedó con la mitad de la plata, y usó la otra mitad para pagarle a otro practicante, y que fue en realidad este último el que se conchudeó y se copió todo: imagino a Serna reprendiendo al primer practicante, y a este debatiéndose entre confesar el fraude y rescatar su dignidad intelectual, o negarlo todo sabiendo que…]

Las teorías de carácter universal no tienen propiedad intelectual. Por ejemplo, una persona no tiene que pagarle nada a los herederos de Newton o Darwin para usar sus teorías en sus trabajos académicos. Pero las expresiones de dichas teorías sí están sujetas a la protección de la propiedad intelectual. Por ejemplo, si alguien decide escribir una Introducción al Darwinismo, a pesar de que las ideas en sí no son suyas, la expresión de las mismas sí lo es, y por lo tanto tendría derechos sobre la misma. 

Rosendo Serna pudo haber expresado las ideas pedagógicas necesarias para su tesis con sus propias palabras, pero decidió copiar y pegar las expresiones de otros haciéndolas pasar como suyas. 

No solo eso. Rosendo Serna parece no tener ningún tipo de remordimiento por lo que hizo, y demuestra una mediocridad alucinante cuando sostiene que, como el nivel de exigencia y los requerimientos eran bajos, él decidió hacer lo mínimo indispensable para pasar. Además, sostuvo que, para evitar casos como el suyo, la universidad debería poner requisitos más exigentes. O sea, si saben que soy un flojo, ¿por qué me invitan (a escribir una tesis)? 

El hecho de que una tesis como la de Rosendo Serna haya sido aprobada por la Escuela de Posgrado de la Universidad Enrique Guzmán y Valle, La Cantuta, es una mancha indeleble a la reputación de esta universidad. Pero cuando Rosendo Serna culpa a La Cantuta misma de su propia insignificancia intelectual, la humillación a esta casa de estudios es peor, y resulta increíble que las autoridades de La Cantuta no se hayan manifestado para rechazar dichas declaraciones e iniciar una investigación para retirarle el grado. Lo que muestran con ello no solo es falta de amor propio, sino una ignorancia profunda de la dignidad del trabajo intelectual. 

En un país más funcional, Rosendo Serna sería retirado del cargo, despojado de su título de doctor, e impedido de por vida de trabajar en una institución educativa. Pero, increíblemente, en el Perú actual Rosendo Serna no es el peor de nuestros problemas; y en un mar de mediocridad, el ladrón mediocre pasa piola. 

* Manuel Barrantes es profesor de filosofía en California State University Sacramento. Su área de especialización es la filosofía de la ciencia, y sus áreas de competencia incluyen la ética de la tecnología y la filosofía de las matemáticas. 

 

 

 

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Gobierno, Rosendo Serna

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