ESSALUD

Debido a la emergencia sanitaria, en Mayo del 2020, se abrió la primera UCI de la provincia de Leoncio Prado en el Hospital de Tingo María (HTM). Para la población fue un respiro dado que, debido al colapso de las UCIs a nivel nacional, encontrar una cama mediante una referencia, era prácticamente imposible. 

Yo llegué a Tingo María en agosto del año pasado, cuando la primera ola ya estaba en descenso. El primer lugar donde trabajé fue EsSalud. Recuerdo que una noche un paciente se descompensó: necesitaba cama UCI. Yo, que era nueva y aún no conocía por completo el sistema, pensé en lo que para mí era lo más obvio: trasladarlo a la UCI del HTM, que queda a solo 5 minutos y que en ese entonces tenía camas disponibles. Cuando traté de coordinar la referencia, me explicaron que no podía llevarlo allí porque no había convenio (de hecho, no hay convenio hasta el día de hoy) y que coordine por medio de mi jefe para que sea llevado hacia el EsSalud de Pucallpa (a 5 horas) o el de Huánuco (a 2 horas y media). 

El Hospital de Tingo María sí recibió pacientes de EsSalud durante la primera ola. Cuando empecé a trabajar allí en septiembre, había dos de sus asegurados que llevaban poco más de un mes en la UCI. Farmacia les otorgaba todos los medicamentos y la atención era cubierta al 100%. Lamentablemente siempre hay gastos que la familia debe asumir, pero que gran parte de estos los cubriera el hospital, era un alivio. 

¿Qué pasó después? EsSalud no reconoció los gastos efectuados por la atención a sus asegurados, por lo que actualmente, tienen una deuda con nosotros de más de 300 mil soles, dinero que nos serviría para comprar más medicamentos e insumos para atender a los pacientes. Dado este enorme perjuicio a los asegurados al SIS, el hospital se vio obligado a no cubrir los gastos de los asegurados a EsSalud, por lo que, desde agosto del año pasado, de hospitalizarse, deben hacerlo como pacientes particulares.

Durante la segunda ola, recibimos varios pacientes de EsSalud. Nuestra forma de amortiguar sus gastos fue entregándoles las recetas para que recogieran los medicamentos en su seguro; sin embargo, a los meses, EsSalud decidió negar esta alternativa a sus asegurados. Eso no fue todo, también dejó de cubrir el traslado en ambulancia desde el seguro hacia nuestro hospital, ya que para venir donde nosotros, el paciente debía solicitar alta voluntaria. Claro que algunos doctores optaron por autorizar las salidas de la ambulancia por un sentido de humanidad, pero lo hicieron bajo el riesgo de recibir un llamado de atención. 

Pero este no es un tema exclusivo de costos si no también, de tiempo. En caso de fracaso respiratorio, los minutos son valiosos. Cada minuto que al cuerpo le falta oxígeno, el daño pulmonar se exacerba y entra en un círculo vicioso que solo conduce al deterioro progresivo. Yo considero que trasladar a un paciente por carretera, ya sea a 2 o 5 horas, teniendo un lugar a solo 5 minutos, es un riesgo innecesario, ya que no solo es el tiempo, si no también los cambios de altura y las carreteras accidentadas las que empeoran la situación. 

Lo irónico de todo esto es que nosotros, los trabajadores de salud, estamos asegurados a EsSalud. Si uno de nosotros se enfermase y necesitase una cama UCI, tendría que esperar su referencia o, en todo caso, cubrir todos sus gastos en el HTM. 

Los asegurados a EsSalud están abandonados en Tingo María. No conozco el caso de otras provincias, pero basado en lo que he vivido, creo que lo más conveniente sería que el gobierno central asegure los convenios entre estas dos entidades a nivel nacional, así como el que tenemos actualmente con el seguro de las fuerzas armadas y el de la policía.  

Nunca me pareció justo que habiendo una UCI en su ciudad, el tingalés asegurado a EsSalud tuviese que esperar a ser trasladado a otra; es aquí que me parece preciso citar lo que la hija de un paciente me dijo entre lágrimas «doctora, él es de los primeros que habitaron la ciudad, no es justo que no pueda ser atendido aquí, en el lugar al que le dedicó su vida». No está de más recordar que hay una directiva sanitaria que determina que, en caso de desenlace desfavorable, el cadáver no puede regresar a la ciudad. 

Soy de las personas que cree que el sistema de salud debería ser uno solo pero también soy consciente de que integrar los sistemas de salud que ya tenemos tomará años. Al menos, por ahora, podrían comenzar por asegurar los convenios en provincias, no solo por el COVID, si no en general, porque en sí los profesionales y equipamientos son escasos como para darse el lujo de dividirlos en dos entidades diferentes. 

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Es importante recordar que una empresa necesita contratar trabajadores para operar y crecer. Mientras mejor le va, es probable que necesite más trabajadores. Mientras el trabajador genere más valor, estará dispuesto a pagar una mayor remuneración. Más aún, si es difícil encontrar el mismo valor en otros trabajadores del mercado o es difícil identificarlos.  

Por su lado, el trabajador tendrá más opciones laborales mientras tenga más competencias demandadas y valoradas en el mercado. Dada la información asimétrica, es clave que el trabajador aprenda a dar señales con certificados, recomendaciones y referencias que tiene estas capacidades. Los trabajadores menos diferenciados tienen menor poder de negociación con sus empleadores. 

Las empresas también tienen subidas y bajadas en el ciclo de negocios que generan expansiones o contracciones en su demanda de trabajadores. El no poder despedir cuando las ventas van a la baja o las inversiones no tienen los resultados esperados desincentiva el crecimiento de las empresas y la creación de empleos. 

El valor que genere un trabajador para una empresa debe ser mayor a los pagos que recibe en los que la remuneración mensual es un componente junto a otros pagos que en el Perú incluyen gratificaciones, CTS, vacaciones, EsSalud además de los vinculados al puesto de trabajo. Estos otros pagos equivalen a casi 50% de la remuneración mensual. Si la productividad por trabajador es baja en una empresa, no podrá costear los otros pagos que implican la formalidad. Más aún, no podrá pagar la remuneración mínima establecida según la ley. 

Tenemos un gran déficit de empleos de calidad que presiona en general los salarios a la baja para los trabajadores de menores competencias. Es prioritario formalizar y visibilizar a este bolsón de trabajadores para incorporarlo en las políticas públicas. Los trabajadores independientes requieren un paquete específico de medidas. 

Cuando pensamos en la reforma laboral debemos tener varios objetivos en mente: 

  • No generar una pérdida de bienestar para los que ya son formales. Normalmente es una bandera de lucha de la izquierda, aunque no beneficia al 70% de la población más pobre y vulnerable. 
  • Reducir el costo de ser formales para que más empresas estén dispuestos a crear más empleos formales. Es pedido por empresarios y en algunos casos defendido por partidos de derecha.
  • Asegurar un nivel de protección social a los trabajadores. Es un consenso que debería ser transversal a todos.
  • Incrementar el poder de negociación de los trabajadores frente a las empresas para que pueden compartir una mayor proporción del valor que crean. Esta es parte de la solución a un problema canónico: la relación empresa y trabajadores.

En ese sentido algunas propuestas para el debate de reformas incluyen:

  • Eliminar las gratificaciones y acordar una remuneración anual. Esos pagos generan desbalances en el flujo de las empresas, más en el caso de empresas pequeñas. Para que trabajadores formales no se perjudiquen, en la transición, sus remuneraciones pueden recalcularse añadiendo un sexto a su remuneración mensual. Incluso se puede hacer ese ajuste a la RMV, aunque no sería oportuno por la crisis. 
  • El pago de EsSalud deberían asumirlo el Estado y las personas. De esa manera la empresa no paga 9% más y no es un desincentivo a la formalidad. En la transición, ese pago se suma al pago total a los trabajadores y se implementa un incremento equivalente en una contribución para salud. Esta contribución podría ser progresiva según el nivel de ingreso de los trabajadores. Está alineado a la reforma que expande el SIS a toda la población. 
  • Régimen laboral MYPE o regímenes laborales sectoriales deben mantenerse y ampliarse en el marco de un proceso de formalización. Es necesario promover el uso de estos regímenes en empresas en proceso de formalización sin promover el enanismo empresarial. 
  • CTS debería convertirse en seguro de desempleo. Estas aportaciones permitirían reducir riesgo de población más vulnerable durante las fricciones del mercado laboral en que buscan otros empleos. 
  • Se debería aprobar en el Congreso y/o el Tribunal Constitucional las reformas necesarias para que exista libertad para el despido pues limitan los contratos de plazo indefinido y promueven la rotación laboral que afecta la productividad de las empresas y crecimiento de los trabajadores. 
  • Los sindicatos deben renovar su visión para contribuir a que trabajadores puedan incrementar su poder de negociación y diferenciación a través de coordinación de: capacitaciones, certificación de competencias, y servicios para el desarrollo laboral/profesional de sus miembros. Además, la negociación típica de pliego sindical debería incluir la identificación de oportunidades de incremento de productividad en empresas y otros objetivos de las empresas para las que trabajan. 
  • Estado debe promover que empresas articulen con instituciones de educación terciaria para certificar competencias laborales. También debe promover y subsidiar programas de formación y entrenamiento laboral como incentivo y beneficio para trabajadores formales de empresas que se formalizan. 
  • Registro en planilla electrónica debe extenderse a todas las empresas e incluso trabajadores independientes que subcontratan trabajadores de manera amigable. 

Para que la reforma laboral tenga mayores efectos sobre la formalización, crecimiento y protección social debe complementarse con otras reformas claves como la tributaria, salud, desarrollo productivo, gobierno electrónico, entre otras. 

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Pedro Castillo lleva menos de dos semanas en el gobierno, pero ya empieza a espantar a varias organizaciones sociales, algunas de las cuales lo apoyaron activamente en su campaña. Diversos gremios han manifestado su desaprobación a algunas medidas del profesor chotano, cuyo CV incluye estar al frente de un activo sindicato de maestros recordado por paralizar las clases el 2017. Paradójicamente, hoy Castillo enfrenta amenazas de huelga.

 

Los últimos en alzar la voz han sido los miembros del seguro social de salud. El pasado jueves la Unidad de Gremios de EsSalud (UG-EsSalud) –que agrupa a unos 56.000 afiliados repartidos en siete sindicatos de la institución– publicó un comunicado pidiendo al presidente que desista de su intención de unificar el sistema sanitario, que actualmente está dividido entre EsSalud, el ministerio de Salud (MINSA) y los servicios de las fuerzas castrenses.

Diversos especialistas han encontrado consenso a favor de convertir el sistema público de salud en una sola entidad, según este informe Salud Con Lupa. Incluso la propuesta había sido planteada por el gobierno de Martín Vizcarra, pero fue rechazada en su momento por los trabajadores de EsSalud, que temen que sus fondos sean destinados a financiar servicios de otras entidades y que consideran que el Ejecutivo ha demostrado impericia al momento de articular esfuerzos con direcciones regionales de salud.

Lo cierto es que el actual presidente revivió aquella propuesta durante su primer mensaje a la nación, el pasado 28 de julio. Tres días después, los gremios enviaron a Castillo un oficio en el que se le pedía una audiencia para que pueda explicar esta iniciativa, pero Castillo no los atendió. De mantenerse el silencio, anuncian una huelga nacional.

 

“Hay que ser respetuosos de las leyes. Les hemos pedido claridad en el tema, de lo contrario estamos por anunciar una huelga nacional. Sería para fines de septiembre o inicios de octubre. Tienen tiempo suficiente para convocar a las organizaciones y establecer acuerdos. Nosotros no queremos marcar la agenda del gobierno. Solo queremos que nos escuchen”, afirma Wilfredo Ponce, secretario general de la Federación Centro Unión de Trabajadores del Seguro Social de Salud (FED-CUT).

Para los sindicatos, lo que debería impulsar el gobierno no es la unificación, sino la universalización del sistema sanitario. “Lo que vendría a ser un intercambio prestacional. En algunos casos ya se cumple en la práctica”, explica María del Pilar Arévalo, secretaria general del Sindicato Unitario Nacional de Nutricionistas de EsSalud (Suness). 

Esto significa que una persona, incluso no asegurada, pueda atenderse sin problemas en EsSalud, MINSA o el Hospital de la Policía dependiendo de qué institución tenga mayor capacidad operativa, pero que la entidad que deriva al paciente asuma los costos a través de un tarifario único.

Los gremios, además, apuestan por el fortalecimiento de sus arcas. “Unificar no significa que el sistema va a mejorar. EsSalud tiene una deuda por cobrar de años: S/630 millones del sector público y S/3.000 mil millones del sector privado. De repente con algunas normas, a cambio de terrenos o embargos tal vez, pueda pagarse para mejorar las prestaciones que brinda el seguro social”, apunta el dirigente Alberto Meza, , secretario general del Sindicato Nacional de Tecnólogos Médicos de la Seguridad Social (SINATEMSS).

Los sindicatos de salud viven hoy en la incertidumbre. Meza asegura que el actual ministro de Salud, Hernando Cevallos, ya sabía de las alternativas que estos plantean antes de la segunda vuelta. “Tuvimos una reunión con el señor Cevallos antes de que sea ministro. Él manifestó que la unificación no se trataba de un tema literal”, afirma. Pero en el encuentro participaron miles de médicos de otros gremios y temen que sus palabras hayan caído en saco roto.

En paralelo, el gremio ya ha entablado conversaciones con algunos congresistas, que podrían capitalizar estas demandas. “Tampoco vamos a esperar de brazos cruzados la respuesta del Ejecutivo. Ellos predican el diálogo social, pero no lo practican”, dice el dirigente Wilfredo Ponce.

 

Un gobierno con sindicato propio

El sinsabor en los gremios del seguro social se suma a otras organizaciones que  hicieron público su apoyo a la candidatura de Pedro Castillo en la segunda vuelta electoral y que ahora se manifiestan en contra de algunas medidas.

El primer reclamo llegó desde el magisterio, luego de que el ministerio de Trabajo, pocas horas después de que asumiera el nuevo gobierno, le otorgara la inscripción sindical a la Federación Nacional de Trabajadores en la Educación del Perú (Fenate Perú). Este grupo fue fundado por Pedro Castillo luego de la huelga del 2017. De hecho, el ahora presidente de la República fue su secretario general hasta octubre pasado.

Lucio Castro, secretario general del Sindicato Unitario de Trabajadores de la Educación del Perú (Sutep), pegó el grito al cielo porque esto le quitaría el monopolio de la representación de profesores. “Ahora va a haber dos sindicatos que dicen representar a los maestros y los auxiliares del país. Uno que es histórico, el nuestro, con 49 años de existencia; y otro que es creación del presidente de la República y del ministro de trabajo, que va a ser un sindicato gobiernista”, critica Castro., que hizo público su apoyo a Pedro Castillo durante la segunda vuelta. 

El Sutep llamó al voto por Castillo en la segunda vuelta. Hoy, Lucio Castro, su secretario general, retira ese respaldo.

“Nos parece poco ético, y no responde a la palabra de maestro, que un gobernante quiera tener su sindicato propio, que diga hacia los medios que va a respaldar y fortalecer las organizaciones gremiales que existen y por otro lado que impulse la creación de un sindicato que divide a los trabajadores”, reclama el sindicalista.

Fenate Perú había intentado inscribirse en años anteriores, pero sus solicitudes siempre fueron observadas por el ministerio. Coincidentemente, esta vez no hubo peros. “El deseo de ellos ha sido inscribir su sindicato, lo han logrado aprovechándose del poder que ahora tienen”, denuncia el secretario del Sutep.

A pesar de este trago amargo, Castro garantiza que siguen “esperanzados en la posibilidad de los cambios históricos que el país requiere” y que apoyarán dichas iniciativas, pero  que “las medidas equivocadas [como la inscripción del Fenatep] que están generando problemas visibles” las van a cuestionar. 

 

Rondas exigentes

Otro conflicto latente se aloja entre el gobierno y una facción de ronderos, la Confederación Nacional de Rondas Campesinas, Urbanas y Nativas Del Perú (Conarc). 

Vallejos, presidente de esta central, ha manifestado a medios internacionales sentirse decepcionado de Castillo por no escuchar sus propuestas para la composición del gabinete. De hecho, como informó Sudaca, él mismo fue propuesto por su organización para el ministerio del Interior. No les hicieron caso.

“Su mensaje ha sido clarísimo: el gabinete ha sido elegido por sus bases. Por ejemplo, los maestros al ministro de Educación, los campesinos al ministro de Agricultura y así. En el caso de nosotros esperábamos, al menos, una consulta para proponer algún personaje para el ministerio de Defensa o del Interior”, demanda el dirigente.

El presidente de la Conarc cuenta a Sudaca que se encuentra preparando dos proyectos junto a un «equipo técnico». El primero es la inclusión de las rondas campesinas en el trabajo de la Policía. “Es muy ambicioso. Haremos una conferencia de prensa para explicar cómo se van a insertar las rondas campesinas urbanas en la vigilancia, soporte y apoyo a la Policía y juntas vecinales”, anuncia.

Rondas Victor Vallejos
A la izquierda, Victor Vallejos Tinoco, el presidente de la Confederación Nacional de Rondas Campesinas, Urbanas y Nativas Del Perú (Conarc). Fuente: Diario Ahora.

La otra iniciativa consiste en la creación de un instituto para la formación rondera. “Vamos a presentar otro proyecto piloto para la creación de un Instituto superior tecnológico especializado en seguridad ciudadana. Consiste en que nuestros ronderos gocen de esa educación de tres años y tengan un título a nombre del país en seguridad ciudadana”, detalla.

Las iniciativas ya están en la agenda pública y constituyen una presión para el gobierno de Castillo, que se identifica con las rondas campesinas. Pero hay dirigentes ronderos que cuestionan la autoridad de Vallejos para hablar en su nombre, y lo acusan de tener un gremio paralelo a la organización nacional de rondas. 

La Central Única Nacional de Rondas Campesinas del Perú (Cunarc, con «u») desconoce la representatividad de sus homólogos de la Conarc. Las diferencias van más allá de las primeras vocales. “Hay una confusión total. Nos diferenciamos de esos compañeros que se hacen pasar por ronderos. Por un momento coyuntural están pidiendo al gobierno que les den incluso ministerios y presupuesto para cumplir la función policial y de serenazgos. Nosotros históricamente no nos hemos creado para eso. No somos guachimanes ni carne de cañón de nadie”, explica el dirigente de esta facción, Marino Flores. 

 

Rechazo al premier

El nombramiento de Guido Bellido como primer ministro también despertó rechazo en el sur. El 30 de julio, José Luis Chapa, secretario general de la Federación Departamental de Trabajadores de Arequipa (FDTA), salió en medios locales a cuestionar la designación. Esta agrupación es la rama arequipeña de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP).

Para Chapa, el mensaje del 28 de julio no tuvo “nada a favor de la clase trabajadora” y la presencia de Bellido en el gobierno es nociva para sus intereses. 

Por ello, el dirigente, al igual que la UG-EsSalud, estima que podrían movilizarse para remover a este personaje. “No descartamos nada. Si tenemos que salir a las calles, lo haremos para pedirle a Pedro Castillo que renuncie este premier [Bellido] que le va a ser daño a esa estabilidad que buscamos nosotros”, declaró a medios arequipeños. 

Así las cosas, entre presiones y anuncios de huelgas, Castillo enfrenta las primeras consecuencias de sus decisiones. No vaya a ser que despierte un día con las calles inundadas de manifestantes, como en aquel invierno del 2017.

*Fotoportada por Leyla López (Fuente: Andina)

 

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El cansancio y aburrimiento por la rutina pueden ser completamente normales. Sin embargo, cuando empezamos a sentir un agotamiento constante, puede que sea momento de hacer un alto y revisarnos para asegurarnos de encontrarnos en buen estado físico y mental. Sobre todo porque, según Essalud, el nivel de estrés de los peruanos aumentó en 70% durante el primer año de pandemia.

El psicólogo Jonathan García-Allen explica que el Síndrome del Agotamiento, Síndrome del Quemado o también conocido como el “Burnout”, es una alteración psicológica relacionada al contexto del trabajo y que puede constituir un trastorno debido a sus efectos dañinos en la calidad de vida. El Burnout presenta características propias de los trastornos del estado de ánimo y de los trastornos de ansiedad. Este síndrome es la respuesta extrema al estrés crónico provocado en el ámbito laboral.

¿Cómo sé si lo estoy experimentando?

El experto recomienda hacerse las siguientes preguntas para tener una noción de si estamos pasando por un alto agotamiento:

  • ¿Se ha vuelto cínico o crítico en el trabajo?
  • ¿Se arrastra para ir a trabajar y suele tener problemas para empezar?
  • ¿Se ha vuelto irritable o impaciente con los compañeros de trabajo o clientes?
  • ¿Le falta la energía para ser consistentemente productivo?
  • ¿Le falta satisfacción en sus logros?
  • ¿Se siente desilusionado con su trabajo?
  • ¿Está consumiendo excesiva comida, drogas o alcohol para sentirse mejor?
  • ¿Sus hábitos de sueño o apetito han cambiado por culpa de su trabajo?
  • ¿Está preocupado por los dolores de cabeza inexplicables, dolores de espalda u otros problemas físicos?

García-Allen indica que si se ha respondido afirmativamente a más de una de estas preguntas, es posible estar cerca de experimentar el Burnout.

¿Cómo combatir el agotamiento?

El psicólogo recomienda lo siguiente:

Evalúa tus opciones. Comparte tus preocupaciones específicas con tu supervisor o jefe directo. Esto puede permitirles trabajar en conjunto para cambiar las expectativas o llegar a compromisos o soluciones.

Mejora tu actitud. Si te has vuelto crítico en el trabajo, ten en cuenta las formas de mejorar tu perspectiva. Redescubre los aspectos más agradables de tu puesto y tu centro laboral. Establece relaciones positivas con tus compañeros para lograr mejores resultados y procura tomar descansos cortos durante todo el día.

Busca apoyo. Ya sea que venga de compañeros de trabajo, amigos, seres queridos u otros, el apoyo y la colaboración pueden ayudar a lidiar con el estrés laboral y la sensación de agotamiento.

Ejercítate. La actividad física regular como caminar o montar bicicleta, puede ayudarte a lidiar mejor con el estrés. También puede ayudarte a desconectar del trabajo y poner tu atención en otra actividad.

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“Sí, era frustrante y preocupante”, confiesa Luis Altamirano (26) desde Santiago de Surco, en Lima. A su abuela, María del Consuelo Calderón, de 91 años, no pudieron decirle con anticipación que la iban a llevar a vacunarse. Solo lo hicieron una vez que estaban fuera de la casa, antes de emprender camino al Polideportivo de San Borja. Era el jueves 25 de marzo. Sabían que al enterarse lo primero que preguntaría sería si su esposo, tres años mayor que ella, también recibiría la vacuna. Pero él aún no contaba con fecha para su primera dosis. Entonces a María del Consuelo no le dijeron nada antes de salir de la casa “para que el abuelo no se haga la expectativa y para que la abuela no se cuestione ni le entre la culpa”, explica Altamirano.

 

Los esposos son afiliados a EsSalud y sus familiares habían actualizado sus datos en la plataforma ‘EsSalud Te Cuida’ días antes, pero la buena noticia no llegó por igual. “Mi abuelo, epidemiológicamente, por la edad (94 años), es la prioridad. (…) Yo creo que ha sido un error en el criterio de uso de bases de datos”, dice Luis.

A diciembre pasado, sumaban 172.066 los afiliados a EsSalud mayores de 85 años a nivel nacional, según data estadística publicada en su sitio web. El 59% (100.387) se encuentra en Lima y Callao. A este grupo etario estuvo dirigido el primer llamado vacunatorio del seguro.

Si bien el primer criterio de selección fue la edad, uno complementario fue el último dígito del DNI. Con ambos hubo fallas reportadas por distintos ciudadanos en redes sociales. En el caso de Luis Altamirano, el DNI de su abuelo (94 años) terminaba en 3, y el de su abuela (91 años) en 9. Es decir, tanto por el criterio de la edad como por el del último dígito del DNI, él debió vacunarse antes, o ser incluido a la par por lo menos.

¿Por qué hubo esta clase de inconsistencias?

Desde el área de prensa de Essalud responden a Sudaca que efectivamente se hicieron padrones según el último dígito del DNI y reconocen que sí hubo adultos mayores que se quedaron fuera. Buscaron subsanar los padrones y no emitieron una comunicación oficial al respecto por considerarlos hechos aislados. Intentaron solucionar los casos conforme tenían noticias de ellos, explican.

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Originalmente, EsSalud planeaba inmunizar a todos sus asegurados conforme le fuesen entregando las vacunas, así lo confirmó su presidenta ejecutiva Fiorella Molinellien una actividad pública del 25 de marzo. De hecho, a inicios de ese mes, en su plataforma ‘EsSalud Te Cuida’ habían solicitado la actualización de datos de aquellos asegurados de 60 años a más, de acuerdo a un cronograma que luego tuvo que arrojarse a la basura ante la implementación del nuevo plan.

A lo largo de marzo, llegaron al Perú 367.380 dosis de la compañía Pfizer, de acuerdo a datos del Minsa. Solo fueron entregadas dosis para 50.310 asegurados de EsSalud. Sin embargo, la limitada disponibilidad de vacunas no explica los errores en el orden de la administración de las dosis.

“Si yo no tengo un buen padrón, donde estén todas las personas que merecen ser vacunadas [y] si en base a ese padrón, no calculo bien las vacunas, van a haber fallas”, sostiene Alberto Huerta, jefe de la oficina de Lima de la Defensoría del Pueblo.

Entre fines de marzo e inicios de abril, los 50.310 asegurados que habían recibido su primera dosis, fueron programados para la segunda. Un nuevo listado fue publicado, uno que varios de los erróneamente excluidos miraron con esperanzas. Luis Altamirano lo revisó de inicio a fin varias veces en busca del nombre de su abuelo sin encontrarlo por ningún lado. La espera seguía para su familia.

Otras 800.280 dosis de Pfizer están ingresando progresivamente al país este mes. Con la seguridad de una fluida llegada de vacunas, un anuncio esperanzador surgió el martes 6 de abril: un nuevo plan de vacunación sería puesto en marcha bajo la batuta única del Ministerio de Salud. Este incluiría a los adultos mayores de 85 años faltantes, así como en general a los mayores de 80. Se trata del Plan Nacional Actualizado de Vacunación contra la Covid-19, que tendría un criterio geográfico o de “territorialidad” como eje.

A diferencia del anterior plan que solo había aplicado este criterio en San Juan de Lurigancho y San Martín de Porres, distritos limeños gravemente afectados por la pandemia, y que daba la impresión de tener a los afiliados a EsSalud como prioridad; esta nueva estrategia busca llegar con el mismo criterio de universalidad a todo el país.

“El Ministerio de Salud debería tener un buen padrón y suficiente cantidad de vacunas para este. Si no, cualquier estrategia, sea la de EsSalud por criterio de condición de la persona (si es asegurado o no y la edad), o sea la de territorialidad como es ahora, va a fallar”, subraya Huerta. “Ese padrón tiene que no ser cerrado, sino abierto a las evaluaciones u observaciones que se le puede hacer”, agrega.

“Queremos corregir todas las dificultades y debilidades que hemos tenido en esta primera experiencia y es nuestra meta llegar de una manera más eficiente a la población peruana”, dijo Gabriela Jiménez, directora de Inmunizaciones del Minsa, al cierre de una entrevista con RPP, a propósito del anuncio.

Una semana después se hizo pública la nueva programación de vacunación para adultos mayores, que tiene como base el nuevo Padrón Nacional de Vacunación Universal contra la COVID-19. “Recién hoy (martes 13 de abril) hemos visto que [mi abuelo] aparece en el nuevo padrón”, cuenta Luis Altamirano. Su primera dosis está programada para el 23 de abril.

El sábado último fue el segundo día de vacunación en Lima bajo el nuevo plan del Ministerio de Salud. Parecía que la esperanza iba ganando terreno en la capital. “Todo está en orden. Yo decía: ahora va a ser una cola interminable, (…) pero ha sido lo más rápido posible, sin aglomeraciones”, cuenta Teofila De la Cruz (83 años), asegurada de EsSalud, a la salida de la Villa Deportiva Nacional (Videna). La acompañaba su hijo, quien verificó la programación de su vacuna en la plataforma Pongo el hombro.

Teófila De la Cruz
El alivio de tener a salvo a tus seres más queridos. Es la sensación del hijo de Teófila De la Cruz (83 años) a la salida del vacunatorio en la Videna. Foto: Luisa García.

Pero también se encontraron críticas. “Mi mamá tiene 83 años y está inscrita en Padomi (el programa de atención domiciliaria de EsSalud). Ella sufre de Alzheimer, está postrada, no camina, no habla, está perdida en su mundo (…). Ha salido en el padrón de acá y he venido a hacer cola para que no se exponga porque es una persona demasiado vulnerable. Veo que no hay cola, (…) y mi hijo es quien la va a traer ahora porque él es quien la carga”, cuenta Martina Santiago.

Desde EsSalud señalan que sí se avanzó con la vacunación de los inscritos en el Padomi en sus respectivos domicilios, pero que no pudieron llegar a todos por falta de dosis. “Yo creo que deben tener criterio para hacer las cosas, no a lo loco, no es así”, añade Santiago en referencia a que hubiera preferido que su madre, María Gutiérrez, fuese inoculada en su casa y no tener que sacarla de allí.

Otras observaciones fueron hechas por la Defensoría del Pueblo en estos tres primeros días de vacunación en Lima. Primero, la falta de información detallada y clara para el adulto mayor (sin depender del acceso a internet), por ejemplo, sobre las puertas de ingreso a los centros vacunatorios. A esto se suma una escasa capacidad de la central de información del Minsa, la línea 113.

Por otro lado, la Defensoría critica un insuficiente número de sillas de ruedas, en tanto varios de los adultos mayores podrían tener algún tipo de discapacidad para desplazarse. Esto se evidenció sobre todo en el Campo de Marte. «Con las sillas estáticas nosotros observábamos que se paraban y se sentaban [repetitivamente], entonces mejor contar con una gran capacidad de sillas de ruedas”, apunta Alberto Huerta.

Deficiencias como la falta de rampas en el caso de El Real Felipe fueron subsanadas, así como la implementación de toldos para procurar mayores zonas de sombra en distintos centros vacunatorios.

Sin embargo, el alivio de la vacuna aún no llega al interior del país. En Lima provincias, por ejemplo, aún los adultos mayores siguen esperando por una fecha. “Mi abuelita (90) y mi tío (92) que viven en Huaral aún no se vacunan y así como ellos ninguno de los adultos mayores de la provincia. ¿Cuándo los empezarán a programar?”, tuiteó la periodista Alejandra Garboza el pasado jueves.

“Acá en Ica aún no ha empezado. Ni tenemos conocimiento de cuándo empezaría. (…) Obviamente se está organizando los puntos de vacunación y en ello estamos coordinando con la Dirección Regional de Salud para apoyar”, dice a Sudaca Julio Torres, decano del Colegio Médico de Ica.

Su homóloga en Huánuco, Darly Del Carpio, confirmó la misma situación en el que fuera el epicentro de la segunda ola del Covid-19 entre diciembre y febrero. “Nosotros hemos pedido que se acelere”, dijo y contó que no han dejado de tener ocupadas todas las camas UCI. “En marzo bajó un poco y se podía liberar alguna cama UCI, pero era ocupada a las pocas horas”. En su región, además, el Instituto Nacional de Salud confirmó la presencia de la variante brasileña en febrero.

Hasta el momento, son solo seis las regiones priorizadas para la vacunación de los adultos mayores: Loreto, La Libertad, Cajamarca, San Martín, Cusco y Arequipa. La fecha exacta en que se comenzaría a vacunar en las otras regiones se empezaría a definir hoy lunes en una reunión programada entre funcionarios del Minsa y de las direcciones regionales de salud. El punto crítico sería asegurar la logística para la adecuada conservación de las vacunas hasta su aplicación. Esa es una carrera contra el tiempo.

“Mi abuela falleció ayer. Las vacunas que llegaban a Lambayeque a inicios de abril, siguen sin aparecer”, reportó ayer en Twitter el periodista Marco Zanelli. Y es que esa es la preocupación: que en la espera de un día más pueda producirse el contagio.

 

Fotocomposición de portada por Leyla López. Imágenes: Pixabay.

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