Ocupar una jefatura o gerencia no asegura liderazgo, pues esta no se trata de jerarquía, sino de tener las capacidades y habilidades necesarias para dirigir a un grupo por el mejor camino posible. Entonces, ¿cómo reconocer a un líder? ¿Cómo puedo convertirme en uno? El psicólogo Nahum Montagud explica algunos aspectos clave a tomar en cuenta si se desea lograr el liderazgo.
Ser inclusivo: En el proceso de creación de un proyecto dentro del negocio, es importante que todos los miembros se sientan involucrados. Trabajar juntos para conseguir alcanzar un objetivo común, logrado de manera democrática, hará que los implicados ganen más conocimiento sobre los procesos, mientras se sienten motivados con el éxito alcanzado.
Ser accesible: Es importante que el líder no sea visto como una persona fría y distante, sino como alguien que mantiene una comunicación constante y personalizada con cada persona del equipo. “Con unos 15 minutos semanales es suficiente. En ese período de tiempo, se debe hablar sobre los objetivos, las metas, las dificultades y los logros que se hayan logrado o planteado desde la última reunión”, recomienda Montagud.
Reconocer logros: Los éxitos de una empresa dependen del trabajo en equipo, y además, de los éxitos individuales de cada persona que permite lograr los objetivos. Es fundamental que un líder reconozca el trabajo de su equipo, de manera clara, explícita y pública. “Los comentarios que se hagan hacia el trabajador deben ser concretos, positivos y directos, especificando qué ha hecho bien y por qué le ha gustado”, precisa el psicólogo.
Buena comunicación: El líder debe tirar abajo las caretas de apariencias y superficialidad, pues esto no permite dar paso a la autenticidad de los integrantes del equipo. Un líder debe tener la capacidad de generar una comunicación humana, sincera y genuina y, para lograrlo, debe dar el ejemplo a los demás. “Aspectos tan simples como preguntar qué tal está la familia, o que cenó ayer son formas de iniciar una conversación que pueden llevar a una mejor comunicación”, sugiere el experto.
Expectativas claras y alcanzables: Es necesario que el líder evite las rutinas tediosas mediante la propuesta de metas y objetivos definidos, pero tomando en cuenta que estos deben ser alcanzables. Esto, de la mano con una comunicación clara, ayuda a saber si es que algún miembro del equipo requiere de mayor apoyo, o si es que es necesario reencaminar el proceso.
Gestionar el conflicto: Los momentos tensos son inevitables y deben ser gestionados de la manera correcta a tiempo. El líder debe ser capaz de identificar el conflicto y exponerlo a los miembros del equipo, para gestionarlo. Así, mientras se logra solucionar, se puede prever este tipo de conflictos en el futuro.
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