La composición del padrón electoral ha cambiado en la última década. Una modificación importante, y poco percibida, ha ocurrido en la edad de la población apta para votar. Si echamos un vistazo diez años atrás, a las elecciones generales del 2011, los jóvenes menores de 30 años solo han aumentado alrededor de medio millón. Sin embargo, la población de entre 30 y 59 años, donde está la mayoría de peruanos, se ha incrementado en casi tres millones y la de adultos mayores de 60 años se ha casi duplicado.
En cuanto a la distribución por ubicación geográfica, tomando las cinco provincias con mayor y menor cantidad de electores se halla que estas solo han variado unas pocas milésimas en diez años. Aún así, su crecimiento se ha dado junto al aumento del electorado total. Lima resulta la provincia con mayor población electoral de lejos con un 34% del total, seguida por La Libertad con casi un 6%.
En tanto, a pesar de haber crecido de 16,494,906 a 25,287,954 personas, en comparación con el año 2006, la distribución entre hombres y mujeres se ha mantenido bordeando el 50%.
La gran incógnita que queda es: ¿cuántas de estas personas, cada vez con más años encima, irán a votar el día de hoy?