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Influenza aviar, un desafío para la industria avícola

El temor a una crisis sanitaria se vuelve a hacer presente en el país luego de la aparición de miles de pelícanos muertos en las playas durante varios días. Sudaca ha conversado con especialistas del sector avícola para conocer el potencial impacto que este virus podría tener en el Perú.

El cielo gris de Lima es cada vez menos frecuente y el clima propio de la llegada del verano es cada vez más notorio. Sin embargo, este domingo, que movilizó a numerosos veraneantes a las playas de la costa capitalina, también se conoció un anuncio que ha despertado temores y puesto en alerta a la población. En la mañana del día de ayer, Luis Molina, alcalde de Miraflores, declaró ante los medios que solicitarán que las ocho playas de su distrito sean cerradas hasta por dos meses ante la situación de la influenza aviar en el Perú y la necesidad de evitar el contagio con humanos.

La medida que el burgomaestre miraflorino coordinará con el Ministerio de Salud, aunque impopular, llega en medio de un panorama crítico en el que, desde finales de noviembre, miles de pelícanos muertos vienen apareciendo en las playas peruanas e incluso han llegado a distritos en los que su presencia es inusual para agonizar en las calles. Esta situación incluso llevó a que el Servicio Nacional de Sanidad Agraria del Perú (SENASA) se pronuncie rápidamente y declare emergencia sanitaria por noventa días.

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A finales de noviembre empezaron a circular videos de diferentes playas en las que se observaban pelícanos muertos.

Sin embargo, el caso de la influenza aviar no es exclusivo de Perú. A finales de octubre, en México se empezaron a reportar casos de este virus y, para la quincena de noviembre, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) decretó emergencia sanitaria en Colombia luego de haber identificado brotes de influenza aviar en distintos puntos del país. A estos países se les sumó hace poco Ecuador que también se vio ante la necesidad de declarar emergencia sanitaria. Aunque en el continente americano fue Estados Unidos el que había empezado a mostrar brotes preocupantes casi a inicios del 2022 y, para el mes de julio, calculaban que la influenza aviar los había obligado a sacrificar 39 millones de aves.

Si bien el virus no ha significado un problema para la salud del ser humano, la rapidez con que se contagian las aves, la mortalidad registrada y el sacrificio de los animales como medida imprescindible para contener los brotes han causado preocupación por el impacto que podría tener en la producción avícola. Sudaca ha conversado con tres especialistas del sector avícola para conocer cuál puede ser el alcance de la llegada de la influenza aviar al Perú.

Walter Paredes, médico veterinario especialista en procesamiento y producción avícola, señala que este virus no es algo nuevo sino que hace décadas se conoce sobre su existencia. “El reservorio del virus son las aves marinas y estas normalmente son aves migratorias”, explica el especialista y agrega que se trata de un virus muy agresivo que “en 48 horas puede barrer con una granja completa”.

“La medida para frenar el brote es que en un foco de uno a dos kilómetros del lugar donde se produce, se eliminen las aves”, indica el especialista y hace énfasis en la importancia de evitar el contacto con animales que muestren estar enfermos, como los pelícanos que aparecen en la ciudad, para evitar que el virus se siga propagando debido a que “la única forma en que se adquiere el virus es mediante el contacto directo con la secreciones del ave enferma”.

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Los especialistas resaltan la importancia de evitar el contacto para que el virus no llegue a otras aves.

Debido a la rapidez con que han escalado los contagios y lo impactantes que pueden resultar las imágenes de pelícanos muertos en las playas, el miedo a un contagio de animal a humano por contacto o consumo de aves se ha instalado en algunas personas. Sin embargo, Paredes comenta que “es un virus que se destruye con desinfectantes regulares y es sensible a la temperatura. Por encima de 70 grados se destruye al virus”.

Para el especialista en sanidad avícola, una complicación que sí podría afrontar el manejo del brote en Perú es la forma en que se comercializan las aves de consumo humano que podrían facilitar los contagios. “A diferencia de otros países donde el ave es congelada, aquí el 30% del pollo es comercializado en una cadena de frío, pero el 70% se vende fresco”, cuenta Paredes.

Pedro José de Zavala, director de la Asociación Peruana de Avicultura (APA), considera que, hasta la fecha, el virus ha tenido un impacto mínimo en la actividad avícola, aunque advierte que no se debe bajar la guardia. “En términos de industria, sólo hay dos granjas afectadas. Una granja pequeña de patos y una de huevos en la zona de Huacho. Para la magnitud de la industria es muy pequeño”, relata.

Al haber afectado principalmente a aves silvestres, llamó la atención la forma en que el virus pudo llegar a estas granjas. Aunque no hay una conclusión definitiva sobre estos dos casos, el director de APA considera que la explicación podría estar en la proximidad de estas granjas a humedales de la zona y explica que “cuando las aves migratorias van bajando tienen que pasar por la costa peruana y aterrizan en los humedales, como los Pantanos de Villa. Estas dos granjas están cerca de humedales”.

“El alimento para las aves se procura que sea inocuo, que los almacenes estén sellados, que no entren aves y que el agua que toman los animales sea tratada y sacada de lagunas donde no haya animales silvestres. También se busca asegurar que los implementos que entren a las granjas, incluyendo vehículos, sean sanitizados”, comenta Pedro José de Zavala sobre las medidas de precaución que viene adoptando la industria avícola.

Además, para los casos de brotes, explica que lo principal es no movilizar las aves enfermas de las granjas en las que se presenten. “Las aves son sacrificadas en el sitio. Se hace una fosa de tres o cuatro metros y se les tapa. El ave no se moviliza porque hacerlo sería movilizar el virus”, explicó.

Sin embargo, pese a tratarse de un brote arrasador para los pelícanos, estos casos llegarían a su final antes del 2023. Así lo cree Liz Soto, gerente general de la Corporación de Granjas del Perú (Gramogen), quien indica que “según lo que está informando Senasa, el brote debería estar pasando en las siguientes semanas de diciembre”.

Para Soto, quien también es miembro del consejo ejecutivo de la Asociación de Exportadores (ADEX), el virus tiene la capacidad de llevarse una granja entera. “Necesitamos que toda la población haga su parte alejándose de las aves enfermas”, señala sobre la importancia del rol de la ciudadanía en la contención del brote que viene experimentando el país.

“Yo pensaría que estamos controlando la situación”, comenta la gerente general de Gramogen sobre el trabajo realizado para evitar que la influenza aviar pase de las aves silvestres a las aves de granja y destaca el trabajo del Servicio Nacional de Sanidad Agraria. “Las medidas que está tomando Senasa está haciendo que esto sea posible”, indica y agrega que, hasta la fecha, no se ha visto afectada la industria para la venta nacional ni en las exportaciones.

Influenza - SenasaAnte este brote se ha decretado una alerta sanitaria por 180 días.

El desarrollo de la influenza aviar H5N1 en otros países invita a creer que no se trata de una nueva pandemia. Sin embargo, debido a la mortalidad y facilidad con que se contagia entre aves sin duda representará un desafío para la industria avícola y sus procedimientos de bioseguridad.

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