Desde la llegada de la pandemia por COVID-19, las aplicaciones y servicios de videollamadas y teleconferencias han visto un mayor uso diario. De acuerdo a un análisis realizado por Movistar, la cantidad de minutos de llamadas online y videollamadas incrementó en cuatro veces hacia julio de 2020 en comparación a la semana previa al inicio de la emergencia nacional, pasando de 6 millones a 24 millones de minutos.
Zoom es una de esas plataformas que durante un año y medio nos han ayudado a mantenernos conectados y continuar con las actividades laborales en equipo, pero su constante uso ha traído consigo la fatiga. El psicólogo Sebastián Blanco explica que la Fatiga de Zoom es un fenómeno psicológico caracterizado por la sensación de cansancio y falta de energía después de haber pasado todo el día en medio de videoconferencias o ser observado a través de una cámara.
En algunas ocasiones puede ser imposible apagar la cámara. Sin embargo, existen algunas prácticas que el experto recomienda para aligerar esa fatiga:
Tomar pequeños descansos
Durante las reuniones pasamos mucho tiempo observando la imagen propia y de los demás, por lo que una acción adecuada que se puede realizar es minimizar la ventana de la reunión virtual que se está observado o mover la mirada y cambiar de posición. Es posible que todos los compañeros de trabajo sientan los mismos efectos psicológicos y corporales en medio de las reuniones virtuales y por tanto comprenderán la necesidad de cambiar de posición o de moverse por un momento.
Reducir los estímulos en pantalla
Una causa importante de la fatiga de Zoom se encuentra en una conciencia elevada sobre lo que los demás van a pensar de nosotros, aumentada por la imagen de nosotros mismos en la pantalla. Un consejo para esta situación puede ser ocultar la imagen propia en Zoom o en cualquier otra plataforma de videollamada. Otro consejo útil es evitar fijarse en los estímulos presentados en los videos de los compañeros, como el entorno en el cual se encuentran.
Hacer opcional el uso de la cámara
En caso de estar en un cargo ejecutivo, podría ser adecuado hacer opcional el uso de la cámara en algunas reuniones menores, debido a que la fatiga puede verse aumentada en ocasiones en las que se está compartiendo el espacio con muchas personas. También puede ser adecuado contar con un facilitador que ayude al desarrollo de la comunicación en medio de grupos grandes, facilitando la participación de los asistentes.